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21 diciembre 2006

Bendición: Cena de Nochebuena

BENDICIÓN DE LA CENA DE NOCHEBUENA

En el centro de la mesa se colocará una vela apagada.

Toda la familia, de pie, se reúne alrededor de la mesa. Santiguándose dicen:

El Padre, el hijo y el Espíritu Santo, sean glorificados en todo tiempo y lugar por al Inmaculada Virgen maría. Que Así sea. Amén

La madre de familia dice:

Hoy nos encontramos reunidos celebrando el nacimiento del Señor Jesús de la

Virgen María. Dios, en muestra de su inmenso amor, envió a su hijo para que la comunión perdida por el pecado fuera restablecida. Él nos reúne esta noche y, unidos de la misma forma que la familia de Nazaret, nos muestra que nuestra espera no ha sido en vano.

Uno de los hijos lee:

"Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor. El ángel les dijo: "No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo y Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre". Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: "Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace"." (Lc. 2, 8-14)

Y todos responden:

Gloria a Ti, Señor Jesús, que hoy has nacido de la Virgen María.

Mientras uno de los hijos enciende el cirio colocado en medio de la mesa, todos entonan el siguiente canto:

CAMPANAS

  1. Campana sobre campana

y sobre campana una,

asómate a la ventana

verás al niño en la cuna.

BELÉN, CAMPANAS DE BELÉN

QUE LOS ÁNGELES TOCAN,

¿QUÉ NUEVAS ME TRAÉIS? (2 veces)

  1. Recogido tu rebaño,

¿adónde vas, pastorcito?

voy a llevar al portal

mi canción y mi cariño.

  1. Campana sobre campana

y sobre campana dos,

asómate a la ventana,

porque está naciendo Dios.

Para finalizar; el padre de familia reza la siguiente oración de bendición:

Oremos.

Dios Padre,
que nos enviaste a tu Hijo muy amado,
derrama tu bendición sobre estos alimentos
y también sobre los miembros de este hogar,
para que así, como ahora acogemos,
gozosos, a tu Hijo Reconciliador,
lo recibamos también confiados
cuando vengas al fin de los
tiempos.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

Todos responden:

Amén.

En el nombre del Padre, del hijo y del espíritu Santo. Amén.

El anhelo de silencio

El anhelo de silencio
(Domingo, 17 de Diciembre de 2006)

Se ha escrito que “la capacidad de silencio en el hombre es el termómetro de su calidad y su nobleza”. Por desgracia, hoy va aumentando el ruido y va disminuyendo el silencio. Y el silencio es lo que más necesitamos.

La sociedad actual está llena de ruidos, de mil objetos que distraen nuestra atención en una multitud de pequeños detalles intrascendentes. Hoy nada nos invita a la reflexión. Si queremos reflexionar, que es una actividad muy importante y muy necesaria, hemos de crear silencio en nuestro entorno y entrar en él sin miedo. El silencio concentra nuestra vida y nos ayuda a profundizar en ella y a vivirla en plenitud.

El silencio es necesario para encontrarnos con nosotros mismos y para autodescubrirnos auténticamente; nos ayuda a mirar hacia el pasado con ecuanimidad, a mirar el presente con realismo y el futuro con esperanza. El silencio nos permite contemplar a Dios, a los hermanos y a la naturaleza con una mirada nueva, y nos ayuda a proyectarnos hacia los demás con una mayor generosidad.

El silencio habla. Parece una contradicción, pero no lo es. No obstante, hay que saber escuchar el silencio, porque éste nos ofrece siempre un mensaje de sabiduría. En el silencio nos autodescubrimos, vemos con mayor claridad nuestra propia vida, lo que hacemos y los que dejamos de hacer, la calidad de nuestra existencia y aquello que Dios y el prójimo esperan de nosotros. En el silencio escuchamos nuestra conciencia.

Dios habla en el silencio. Dios, que nos ha creado y nos ha salvado por amor, quiere mantener un diálogo con toda persona humana. Sin hacer silencio en nuestra vida es difícil escuchar la voz amorosa de Dios. Y, ante la soledad que fomenta nuestra civilización, nos es muy necesario y muy provechoso este diálogo interpersonal con Dios. El silencio crea un clima propicio para la plegaria.

Benedicto XVI ha afirmado que “la profundización en las verdades cristianas, así como el estudio de la teología, suponen una educación en el silencio y la contemplación, porque es necesario desarrollar la capacidad de escuchar con el corazón a Dios que habla”. Nuestras palabras sólo pueden tener valor pleno y plena utilidad si provienen del silencio de la contemplación. El pensamiento siempre necesita purificación para poder entrar en la dimensión en la que Dios pronuncia su Palabra creadora y redentora, su Verbo “salido del silencio”, según una bella expresión de san Ignacio de Antioquía.

El silencio no es para soportarlo sino para escucharlo. Cuando sabemos escuchar el silencio, éste siempre es portador de un anuncio de paz interior y de crecimiento en nuestra vida. El silencio no es sinónimo de vacío o de aburrimiento. Todo lo contrario, a medida que nos educamos para captar todos sus mensajes, nos llenamos de riqueza interior y aumenta la creatividad que da mayor sentido a nuestra vida.

Se ha escrito que “el silencio es el gran arte de la conversación”. Esta sentencia es muy verdadera, porque en la conversación es muy importante saber escuchar verdaderamente al otro cuando habla, y esto pide una escucha silenciosa. Del silencio surgirán las palabras precisas que harán viable un diálogo fecundo.

+ Lluís Martínez Sistach

Arzobispo metropolitano de Barcelona

14 diciembre 2006

Celebración domestica Navidad

La Paz a todos !!!
¿Cómo estáis?. Nosotros de cabeza pero contentos porque Julio Pascual va remontando algo poco a poco.
Ya está muy cerca el nacimiento de nuestro salvador y nos tenemos que preparar.
Hemos pensado Roser y yo que sería una buena idea que vosotros, padres, pudieséis tener una pequeña celebración doméstica con vuestros hijos( o en los mismos Laudes del Domingo) en la que presentarais la figuras del belén.
Os adjunto la catequesis realizada a partir de las figuritas del belén de Sigena. La idea original es de una convivencia de los escolapios realizada por Gonzalo Carbó.
Nosotros el domingo pasado les presentamos a María, Pablo y Julio las figuras de San José y la Virgen María y pienso que les gusto y algo se les quedó. El próximo domingo les seguiremos presentando las siguientes figuras.
Bueno, es una simple sugerencia, ya nos contaréis.
Shalom.

Humberto y Roser




PRESANTACIÓN DE LAS FIGURAS DEL BELEN.

¡¡¡LLEGA EL SEÑOR, YA ESTÁ MUY CERCA,

DIOS EMANUEL, NUESTRO SALVADOR.!!!

Oremos:

Bendito eres Señor, Dios Padre nuestro, tú que eres luz sin origen, y que eres la luz de Jesucristo y nos iluminas en tu Espíritu. Bendito seas por siempre, porque tú te haces luz en medio de nuestra noche. Tú nos conoces, tú sabes también cuál es nuestra noche, mejor que nosotros. Nos la tienes que revelar para que podamos desear tu luz y en ella ver nuestra vida resucitada. Te damos gracias por reunirnos, por querer acontecer en nuestras vidas, por irrumpir en ellas. Te pedimos a ti, Señor, Padre misericordioso y clementísimo, que nos reveles la presencia de Jesús en nuestras vidas, porque sin Él todo es vacío y sin sentido. Que nos abras a la conversión, que nos permitas bendecir y esperar y recibir la Buena Noticia del Evangelio de tu Hijo, en su Palabra, en su misma carne hecha eucaristía para nosotros. Envíanos, Señor, tu Espíritu.

Bueno, la idea es que podáis tener una celebración doméstica o varias con vuestros hijos, por ejemplo, en los Laudes de los Domingos e ir presentándoles progresivamente las diferentes figuras que aparecen en el Belén. Es una catequesis realizada con las figuritas hechas por las hermanitas de Belén.

Mas que mostrar o presentar las figuras se trata de revivir el momento del nacimiento de nuestro salvador. Se podría iniciar la catequesis realizando una serie de preguntas a vuestros hijos;

¿Cuándo nace Jesús? ¿El 25 de diciembre?¿Cuándo?¿Por la mañana, por la noche? ¿Y nace otra vez?¿Pero no nació ya antes? Y desmontamos esa fijación exterior de una fecha, para hacerles entender que Jesús puede nacer en nosotros en cada momento. Porque la Iglesia viene siempre con la Palabra a sellar, a anunciar la presencia de Jesús, a sellarla y de alguna manera a desarrollarla en nosotros, con la Palabra, los sacramentos y el amor.

También se les puede decir que le pidan al Espíritu Santo, que les de el deseo sincero de que Jesús nazca en cada uno de ellos. Nacerá en nosotros si todo lo que visualmente va a aparecer delante se cumple en nosotros.

Entonces, nosotros recordamos que María y José, cuando iban a Belén, estando el Niño a punto de nacer, no encontraron lugar más que en el establo de una posada. Y buscando, buscando, José encontró. (Primera figura que aparece es José).

¿Qué hace antes que nada José? Preparar el lugar. ( Cogéis una muy pequeña sábana y la dejáis ya en el belén donde pondréis posteriormente a Jesús.)

Prepara un lugar José en medio de la paja, para que sea en medio de la pobreza también, como una señal de acogida suya, de María y de la humanidad. Limpiar, preparar, acoger. Si tú ves que tu corazón necesita ser limpiado, ser acogedor, ser preparado laboriosamente, y ves que esto realmente es lo que está ocurriendo en tu vida. ( aquí podéis hablar de vuestra experiencia de cómo el Señor os está limpiando el corazón y os está preparando para acoger a Jesús.)

Entonces, podéis preguntar ahora a vuestros hijos: bueno, y esta pequeña sabana ¿qué significa para ti, hoy? ¿La tienes? ¿Cómo la tienes? ¿Bien? ¿Regular? ¿La inicias ahora? ¿Empiezas a tejerla ahora?¿Tienes que eliminar el pecado, que es la riqueza del hombre, mal entendida, claro, y quedarte con la pobreza, y si queréis también, la calidez de la paja y con esta sencilla sabana, que el valor que tiene es que va a servir para acoger a Jesús?¿Tienes que eliminar el pecado de tu vida, borrarlo? ¿Cómo?

Quien tenga la inocencia en su corazón, nada le hace daño, a nadie hace daño.

Quien crea que no la tenga y la implora a Dios, que es el que restaura la inocencia, tiene esta sábana en su corazón. Podemos seguir el relato, ya hay algo en nuestro corazón.

Este es José, (mostráis la figura) ¿lo veis?

¿Qué hace José? Los niños inmediatamente lo ven rezando. Está rezando y esperando.

¿Tú esperas, imploras, tienes ganas de que el Salvador venga a tu vida? Salvador para ti y para toda la humanidad, que salves los pecados del mundo. Tu vida, una paternidad humilde al servicio de Jesús y de la salvación de los demás, desapareciendo tú.

En José esperamos todos nosotros, y deseamos que venga el Salvador

A partir de ahora, cuando mostréis una figura, invitar a los niños a colocar la figura en el belén mientras la vais explicando.

¿Qué hace María? Hace una cuna, un hueco con su cuerpo y su brazo; ha hecho un hueco en su cuerpo, una cuna, un hueco en su mente para acoger lo que no entiende, un hueco en su corazón, para poder entrar en el amor de aquello que le puede traer la muerte, la cruz, el sufrimiento. Un hueco.

Pregunta para los niños; ¿vosotros también le estáis haciendo un hueco a Jesús para que pueda entrar en vuestra vida? ¿ concretamente cómo? (ayudarles poniendo ejemplos prácticos).

Si tienes la inocencia, o se ha iniciado en ti (refiriéndose a la pequeña sábana), si tienes la espera y la súplica de José, este vaciamiento de María, ya tienes estas figuras en tu corazón.

La mula y el buey: había en ese establo dos animales, la mula y el buey. ¿Para qué están la mula y el buey? Para darle calor... ¿qué más? Dice el profeta Isaías: “el buey conoce a su amo, la mula al que le da alimento, Israel no ha conocido al Señor.”

Estos animalitos significan a aquellos que reconocen al Señor, a su Dios creador, que son píos, no impíos, que creen en la paternidad y en el cuidado del Señor. Por eso están aquí en este establo.

Siguiente figura que aparece es el ángel.

¿Qué ángel? El ángel de la Palabra, el ángel del anuncio, Gabriel, sí, el ángel de la Palabra. Hay alguien que anuncia el nacimiento y la presencia de Cristo. ¿Tú tienes ángeles que te anuncian que hoy ha nacido para ti un Salvador?, lo encontrarás envuelto en pañales, para ti, todo el Kerigma, ha nacido para ti un Salvador. ( preguntadles a los niños si ven en sus vidas ángeles que les anuncian el amor de Dios)( vosotros padres sois sus ángeles más importantes)

¿Quién quiere colocar este ángel?

(A voz baja: Colócalo mirando hacia allá, como si hubiera gente)

Los pastores le van a hacer caso. Cada uno miramos nuestros ángeles y la acogida, y la confianza que en ellos ponemos.

Para seguir adelante hace falta que tengamos ya estas figuras en el corazón. Entonces, pidámosle al Señor luz para verlas, o la gracia de empezar a tenerlas. La inocencia, la espera y la oración, el hueco, reconocer al Dios creador, acoger a sus enviados y fiarnos de ellos hoy, porque es el hoy de Dios el que Dios contempla.

¿Quién es? El ángel de la bendición, de la gloria, el ángel que canta, el ángel cantor, que apenas empieza a cantar se le unen todos los coros de los ángeles. Es un ángel que canta y lleva a cantar. Para cantar a Dios uno tiene que salir de sí mismo y tiene que unirse tantas veces a los que cantan, que es un pequeño camino de humildad, unirse a los que cantan; yo no tengo por qué cantar pero hay alguien que canta, yo me uno a él. Todavía no he visto al Salvador, pero él canta al Salvador, yo me uno a él. Por poner una imagen: me ha tocado la lotería, tengo el boleto pero no tengo el dinero y me pongo a cantar. Me basta. Correré a cobrarlo; aunque en el camino me muera me moriré contento, porque sé que tenía para mí una estupenda noticia. El ángel cantor.

GLORIA A DIOS EN EL CIELO, PAZ EN LA TIERRA A LOS HOMBRES

PAZ EN LA TIERRA A LOS HOMBRES, A LOS QUE AMA EL SEÑOR

No importa que cantéis mal, porque el Señor dice: me encanta tu voz, tu voz es dulce a mis oídos; si el Señor lo dice, ¿cómo no le voy a cantar? Si él me lo dice seguro que a él le gusta.

Los pastores corren al portal, van buscando por todas partes; encuentran muchos niños pero solamente a uno lo ven envuelto con pañales y con María y con José. Muy importante: no todo niño era el Salvador en aquel momento. Buscan a un niño con María y con José envuelto en pañales.

En aquella época ser pastor, significa ser de la clase social más baja, ser pobre entre los pobres. Una cosa importante es que los rebaños de ovejas no eran de los pastores, sino de señores que contrataban a estas gentes con tal de que les dieran un poco de comida. Dios se manifiesta a los humildes y sencillos de corazón.

Pregunta; ¿vosotros sois así de sencillos? ¿ deseáis esta humildad?.

Llegan los pastores y preguntan a José:

¿Quién es este niño?

Se llama Yeshua, Inmanuel. Es el Dios Salvador de vuestros pecados. Es el Dios-con-vosotros. Es Dios que viene a darse a vosotros.

¿Qué le daremos nosotros los pastores?

¿Qué te daremos?¿Qué le daremos a este Niño? Lo que habéis recibido. Esta es la razón de la vida de un justo. Hay tres cosas fundamentales en la vida del pastor. La primera, que lo justifica todo, que lo explica todo, es la ovejita. Blanca, pequeña.

¡¡Nadie viene a poner nada!!

Fundamental en la vida de los pastores: la tienda. Para cobijarse.

El agua: son los tres dones más importantes para un pastor. No nos lo inventamos nosotros, está escrito por exegetas... (Rabasi, por ejemplo)

Los tres dones fundamentales de los pastores son: la oveja, la tienda y el agua para el desierto.

¿Qué significa en tu vida la oveja? ¿Y la tienda? ¿Y el agua?

¿Estás dispuesto a dárselas a Jesús? Si se lo das tienes en tu corazón esta tienda, esta agua y esta ovejita. Si no, la historia se ha acabado para ti.

Otra figura; ¿Quién es esta? ¿Quién es?

Una niña que ha elegido la parte buena: estar a los pies de Jesús, y se llama Noemí, Belleza de Dios. Si has elegido la parte buena, estar a los pies de Jesús, contemplándole, escuchándole, dejándote amar, para después seguir buscándole, por eso irás a buscarle donde el vaya, tienes esta figura en el corazón. Ya tu belén está bien hermoso.

Noemí quiere decir “mi dulzura”, de Jesús. Ha elegido la parte buena, que nunca, nunca le será quitada.

Pregunta; ¿y tú que parte has elegido?

Una estrella, que conduce tu vida, que ha aparecido. En la razón dices: Bueno, una estrella, no entiendo esta estrella qué significa; en la fe te dice: es Jesús que te espera, yo te voy a conducir a ella, y te ha puesto en camino.

Mira tus estrellas, ¿son muchas?, y pregúntate si ves al Señor detrás, o son puramente estrellas que se estudian en las facultades y en los centros científicos y de investigación; o bien las ves tú en la comunidad eclesial, con el Espíritu Santo.

Melchor. Está erguido, ¿eh? Fuerte, el más potente de los tres.

Gaspar. Es un gran orante, pues donde hay un dios, ahí él se inclina y es su oriente.

Baltasar. Doliente, el África doliente. Todos los dolientes de la tierra. ¿Alguien se identifica con Baltasar?

El poder de Melchor: quiere ser rey, va acumulando oro por todas partes para ser rey, pero al ver a Jesús... entonces dice, pero si tú eres Rey, mi oro para ti. No quiero ser rey, solamente tú serás mi Rey. Toda mi riqueza para ti.

¿Jesús también es el rey de tu vida?

Incienso: este pobrecillo Gaspar, donde se anuncia que hay un dios, allí va él, y con el incienso adora a dios. Va guardando incienso para adorar a todos los dioses, para quedar bien con todos. De cuando en cuando se echa un poquitín de incienso a sí mismo también... pero si tú eres Dios, te doy mi incienso. Por fin he encontrado al verdadero Dios.

¿ tú también has encontrado a Dios? ¿ dónde lo has experimentado?

Mirra; la mirra se utiliza para ungir, para calmar el dolor, para sobrevivir. Pero si tú eres el Salvador sufriente, yo quiero que seas tú quien sobreviva, quiero calmar todos tus dolores con la mirra que yo voy acumulando para calmarme a mí en mis heridas, quiero que seas tú quien sobreviva. Por eso te doy la mirra.

Pregunta para los más mayores ¿estás dispuesto a sufrir por los demás, a ayudar a los demás aunque esto te duela? ¿ya lo estás haciendo? ¿deseas que esto se cumpla en ti?

Si tienes todas estas figuras en tu corazón, también tienes a Jesús.

Jesús, Emmanuel. Si tienes la inocencia, la espera y la súplica de José; el vaciamiento de María, acogedor; el reconocimiento de Dios Creador de la mula y el buey; la donación de la oveja, del agua, de la tienda; la donación del corazón; el ángel de la Palabra; el ángel de la Gloria; la entrega de tu oro, de tu incienso y de tu mirra. Jesús, Dios Salvador; Emmanuel, Dios con nosotros están en tu corazón como estaba en el corazón de María y José y se hizo visible en carne entre los dos.

Finalmente les decimos a los niños que nos digan qué figura se cumple más en ellos: van diciendo; y por qué: van explicando. Suponemos que las tienen todas; les decimos que las tienen todas, como vosotros también. Pero hay una que tiene más, está más clara en su vida; para que desde ahí bendiga al Señor.

Y también les preguntamos cuál le gustaría tener mejor, porque a lo mejor está medio hecha, y por qué. Y lo explican.

Para terminar les podéis dar una Palabra con la promesa de que Dios nuestro Padre la cumplirá, como lo está haciendo con nosotros pecadores.

Feliz Navidad.

Idea original convivencia Escolapios, Cullera 2003.