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31 agosto 2007

Domingo 2 de septiembre

DOMINGO XxIi DEL TIEMPO ORDINARIO
2 de septiembre de 2007 (ciclo C, año impar)



Primera lectura
Hazte pequeño y alcanzarás el favor de Dios

Lectura del libro del Eclesiástico 3, 17-18. 20. 28-29

Hijo mío, en tus asuntos procede con humildad
y te querrán más que al hombre generoso.

Hazte pequeño en las grandezas humanas,
y alcanzarás el favor de Dios;
porque es grande la misericordia de Dios,
y revela sus secretos a los humildes.

No corras a curar la herida del cínico,
pues no tiene cura,
es brote de mala planta.

El sabio aprecia las sentencias de los sabios,
el oído atento a la sabiduría se alegrará.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 116, 1. 2 (R/.: Mc 16, 15)

R/. Preparaste, oh Dios, casa para los pobres.

Los justos se alegran,
gozan en la presencia de Dios,
rebosando de alegría.
Cantad a Dios, tocad en su honor;
su nombre es el Señor. R/.

Padre de huérfanos, protector de viudas,
Dios vive en su santa morada.
Dios prepara casa a los desvalidos,
libera a los cautivos y los enriquece. R/.

Derramaste en tu heredad,
oh Dios, una lluvia copiosa,
aliviaste la tierra extenuada;
y tu rebaño habitó en la tierra
que tu bondad, oh Dios,
preparó para los pobres. R/.

Segunda lectura
Os habéis acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo

Lectura de la carta a los Hebreos 12, 18-19. 22-24a

Hermanos:

Vosotros no os habéis acercado a un monte tangible, a un fuego encendido, a densos nubarrones, a la tormenta, al sonido de la trompeta; ni habéis oído aquella voz que el pueblo, al oírla, pidió que no les siguiera hablando.

Vosotros os habéis acercado al monte de Sión, ciudad del Dios vivo, Jerusalén del cielo, a millares de ángeles en fiesta, a la asamblea de los primogénitos inscritos en el cielo, a Dios, juez de todos, a las almas de los justos que han llegado a su destino y al Mediador de la nueva alianza, Jesús.

Palabra de Dios.

Aleluya

Cargad con mi yugo y aprended de mí —dice el Señor—,
que soy manso y humilde de corazón.

EVANGELIO
El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 14, 1. 7-14

Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando.

Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola:

— «Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá:

“Cédele el puesto a éste.”

Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto.

Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga:

“Amigo, sube más arriba.”

Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

Y dijo al que lo había invitado:

— «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado.

Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.»

Palabra del Señor.



COMENTARIO

El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido

Vivimos en una sociedad que nos enseña a aparentar lo que no somos, a lucir lo que no podemos, a querer situarnos por encima de los demás, a valorar a los demás por lo que tienen y no por lo que son, a despreciar a los pobres y pequeños.

Es una de las consecuencias lógicas de la sociedad materialista, relativista y hedonista en que vivimos. El orgullo, la autosuficiencia, el afán por los primeros puestos es la moneda corriente en nuestro mundo. Vivir así es vivir desde la mentira y la hipocresía.

La Palabra de Dios hoy nos propone la humildad como una actitud esencial para poder ser amigos de Dios. La humildad es la condición de posibilidad de la fe: sólo los humildes descubren a Dios, porque se sienten necesitados de Él y le buscan, y, como le buscan con sinceridad, le encuentran. Por eso, el Señor se resiste a los soberbios y se manifiesta a los humildes.

Además, el que vive desde la humildad, está lleno de Dios y le sobran todas las vanidades y grandezas humanas (¡!). Las grandezas humanas son tan efímeras que no merecen ser antepuestas a la grandeza de Dios.

Es necesario aprender a ser sabio ante Dios y no ante los hombres. Por ello, la Palabra de Dios nos invita a huir de toda la hipocresía social, de querer ocupar los primeros puestos en la sociedad y en la Iglesia, de querer quedar bien con todos, de querer aparentar, de querer relacionarnos con los poderosos, de querer tener "prestigio social". Todo ello es fruto del orgullo y la soberbia, y Dios nos quiere pequeños y humildes.

Se trata de ver las cosas desde Dios y no desde los hombres. Para Dios son al revés que para nosotros. Los que muchas veces ocupan los primeros puestos delante de los hombres, ocupan los últimos ante Dios. Y los que muchas veces son marginados y rechazados por los hombres (pobres, enfermos, ancianos, niños no nacidos...) ocupan el primer puesto delante de Dios.

La humildad es una virtud del Reino de Dios. La humildad no consiste en negar los dones que tenemos, sino en reconocer que todo don viene de Dios. En cambio, la soberbia, el orgullo, el afán de los primeros puestos, la autosuficiencia, el creerse algo, no tiene lugar en el banquete del Reino. Hacerse pequeño en las grandezas humanas es alcanzar a Dios.

El humilde es la tierra buena en la que la semilla de la Palabra de Dios puede arraigar y dar mucho fruto. ¿Cómo está tu corazón? ¿Cuáles son tus deseos, tus ambiciones? ¿Cómo estás de humildad? Revisa tu vida y plantéate tomar en serio el ser humilde. ¡Vale la pena!

Compromiso semanal

Revisa tu vida. Piensa en las actitudes hipócritas que encuentres en ella y pídele al Señor el don de la humildad.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Eclesiástico 3, 17-18. 20. 28-29. Hazte pequeño y alcanzarás el favor de Dios.

Una expresión del temor de Dios en el hombre es el comportamiento humilde con los demás hombres. La humildad se gana el favor de Dios y el amor de los hombres. Es una virtud religiosa y también humana. Por debilidad humana, los socialmente encumbrados están más expuestos a los embates de la soberbia. Por eso, cuando más encumbrado esté uno, más debe humillarse. El corazón del soberbio, replegado en sí mismo, está herido de muerte; el corazón en donde habita la sabiduría de Dios está siembre abierto a las insinuaciones del bien y las recibe con gozo.

Salmo 67, 4-7. 10-11. Preparaste, oh Dios, casa para los pobres.

Humildad y sencillez son también bienaventuranza, porque preparan para recibir el reino de los cielos. Los pobres son dichosos y se alegran con la promesa y la bondad del Señor. El Señor derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, y ha escondido estas cosas a los que se creen sabios y entendidos, revelándolas, en cambio a la gente sencilla.

2ª lectura: Hebreos 12, 18-19. 22-24a. Os habéis acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo.

La lectura establece un profundo contraste entre la experiencia de Israel en el Sinaí y la experiencia cristiana de la alianza. En ella no hay nada terreno, terrible, impresionante. Todo es personal, cercano, íntimo. Todo gozo, alegría, armonía, paz, bienestar, felicidad. Hemos obtenido por el bautismo un acercamiento real al monte Sión verdadero, es decir, a Dios mismo.

Evangelio: Lucas 14, 1. 7-14. El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido.

Quien quiera entrar en el Reino ha de hacerse pequeño, no tener pretensiones de ser justo. La verdadera grandeza es la que tenemos ante Dios. Además, frente al orgullo y el interés personal, Jesús proclama que la humildad es uno de los valores del Reino, al igual que la generosidad con los pobres, que debe tener como trasfondo el desinterés del que da a sabiendas de que muchas veces no será correspondido.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 3
San Gregorio Magno
1 Ts 4, 13-18 A los que han muerto, Dos los llevará con él.
Sal 95, 1-13 El Señor llega regir la tierra.
Lc 4, 16-30 El Espíritu del Señor está sobre mí
Reza por los que no creen.
Martes 4 1 Ts 5,1-6.9-11 Murió por nosotros para que vivamos con él.
Sal 26,1.4.13-14 Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
Lc 4,31-37 Sé quien eres: el Santo de Dios.
Reza por los enfermos del cuerpo y del alma
Miércoles 5 Col 1,1-8 El mensaje de la verdad ha llegado a vosotros y al mundo y al mundo entero.
Sal 51,10-11 Confío en tu misericordia, Señor, por siempre jamás.
Lc 4,38-44 También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado.
Reza por los alejados de la Iglesia
Jueves 6 Col 1,9-14 Nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido.
Sal 97,2-6 El Señor da a conocer su victoria.
Lc 5,1-11 Dejándolo todo, le siguieron.
Reza por las vocaciones sacerdotales y religiosas
Viernes 7 Col 1,15-20 Todo fue creado por Él y para Él.
Sal 99,2-5 Entrad en la presencia del Señor con vítores.
Lc 5,33-39 Llegará el día en que se llevarán al novio, y entonces ayunarán.
Haz una obra de caridad
Sábado 8
La Natividad de la Santísima Virgen
Mi 5,2-5a o Ro 8,28-30 A los que predestinó, Dios los llamó.
Sal 12,6 Desbordó de gozo en el Señor.
Mt 1,1-16.18-23 La criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo.
Pídele a la Virgen aquello que más necesites
Domingo 9
23º del Tiempo Ordinario
Sb 9,13-19 ¿Quién rastreará las cosas del cielo, quién conocerá tu designio si tú no le das sabiduría enviando tu Santo Espíritu?
Sal 89,3-6.12-17 Señor, tú has sido nuestro refugio.
Flm 9b-10.12-17 Recibe a Onésimo como hermano querido.
Lc 14,25-33 Quien no renuncia a todos sus bienes y quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío.
Reza por tu familia y por la parroquia


Peregrinación a Loreto.

Un millar de jóvenes valencianos parten a la ciudad italiana de Loreto para un encuentro con el Papa.
Comienzan a salir en autocares desde Valencia, Torrent, Gandía, Alzira y Alcoi.

VALENCIA, 26 AGO. (AVAN).- Cerca de un millar de jóvenes valencianos se desplazarán desde hoy, domingo, y durante los próximos días hasta la localidad italiana de Loreto para participar en un encuentro con el papa Benedicto XVI los próximos 1 y 2 de septiembre.

Al evento, organizado por la Conferencia Episcopal Italiana, está prevista la asistencia de decenas de miles de jóvenes.

Los peregrinos valencianos pertenecen, mayoritariamente, a comunidades del Camino Neocatecumenal de parroquias de Torrent, Gandia, Alzira, Alcoi o Valencia, entre otras, según ha señalado a la agencia AVAN Manuel de Miguel, director de la agencia de viajes Axis Travel, organizadora de la peregrinación desde Valencia.

Los distintos grupos valencianos partirán desde hoy y durante los próximos días desde sus respectivas poblaciones a bordo de decenas de autobuses. Asimismo, el miércoles a mediodía otro grupo se desplazará vía aérea desde el aeropuerto de Manises.

Los jóvenes valencianos serán acogidos en casas de familias de varias ciudades italianas. Está previsto, además, que una vez allí, muchos de ellos aporten su testimonio cristiano por distintas plazas y calles con la ayuda de micrófonos y altavoces, “del mismo modo que ya hicieron hace dos años en otra peregrinación a la capital de Holanda, Ámsterdam”, ha recordado De Miguel.

El encuentro con Benedicto XVI se desarrollará el 1 de septiembre por la tarde en la explanada de Montorso, cerca de la Basílica de Loreto. Al día siguiente por la mañana, el Papa presidirá en el mismo lugar una misa para los jóvenes congregados. (AVAN)

PROGRAMA DEL ENCUENTRO

Sábado, 1 de septiembre de 2007

16:10 Salida en helicóptero desde el helipuerto de las Villas Pontificias de Castel Gandolfo hacia Loreto.

17:15 Llegada al Centro Juan Pablo II en la localidad de Montorso de Loreto. A continuación, el Papa viajará en papamóvil al palco colocado en la explanada de Montorso.

18:00 Vigilia con los jóvenes en la explanada de Montorso. El Santo Padre responderá a las preguntas de los jóvenes y pronunciará su discurso.

21:15 Visita al santuario de Loreto.

21:25 Momento de oración en privado en la Santa Casa. Conexión por televisión con la explanada de Montorso desde donde los jóvenes seguirán este momento con el que comenzará su vigilia nocturna. Oración del Santo Padre.

Domingo 2 de septiembre de 2007

9:30 Concelebración eucarística en la explanada de Montorso. Homilía del Santo Padre, rezo del Ángelus. Palabras del Santo Padre.

16:30 Saludo al comité organizador, a la delegación pontificia y a la Protección Civil desde el balcón del palacio apostólico de Loreto.

17:00 Encuentro con los fieles de Loreto en el atrio del santuario. Palabras del Santo Padre.

17:45 Salida en helicóptero desde el Centro Juan Pablo II en la localidad de Montorso de Loreto.

17:45 Llegada al helipuerto de las Villas Pontificias de Castel Gandolfo.

20 agosto 2007

Domingo 26 de agosto

DOMINGO Xxi DEL TIEMPO ORDINARIO
26 de agosto de 2007 (ciclo C, año impar)



Primera lectura
De todos los países traerán a todos vuestros hermanos

Lectura del libro de Isaías 66, 18-21

Así dice el Señor:
«Yo vendré para reunir
a las naciones de toda lengua:
vendrán para ver mi gloria,
les daré una señal, y de entre ellos
despacharé supervivientes a las naciones:

a Tarsis, Etiopía, Libia,
Masac, Tubal y Grecia,
a las costas lejanas
que nunca oyeron mi fama
ni vieron mi gloria;
y anunciarán mi gloria a las naciones.

Y de todos los países, como ofrenda al Señor,
traerán a todos vuestros hermanos
a caballo y en carros y en literas,
en mulos y dromedarios,
hasta mi monte santo de Jerusalén
—dice el Señor—,
como los israelitas, en vasijas puras,
traen ofrendas al templo del Señor.

De entre ellos escogeré sacerdotes y levitas»
—dice el Señor—.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 116, 1. 2 (R/.: Mc 16, 15)

R/. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.

O bien.
Aleluya.

Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos. R/.

Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R/.

Segunda lectura
El Señor reprende a los que ama

Lectura de la carta a los Hebreos 12, 5-7. 11-13

Hermanos:

Habéis olvidado la exhortación paternal que os dieron:

— «Hijo mío, no rechaces la corrección del Señor, no te enfades por su reprensión; porque el Señor reprende a los que ama y castiga a sus hijos preferidos.»

Aceptad la corrección, porque Dios os trata como a hijos, pues, ¿qué padre no corrige a sus hijos?

Ninguna corrección nos gusta cuando la recibimos, sino que nos duele; pero, después de pasar por ella, nos da como fruto una vida honrada y en paz.

Por eso, fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, y caminad por una senda llana: así el pie cojo, en vez de retorcerse, se curara.

Palabra de Dios.

Aleluya
Jn 14, 6

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida —dice el Señor—;
nadie va al Padre, sino por mí.

EVANGELIO
Vendrán de oriente y occidente y
se sentarán a la mesa en el reino de Dios

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 22-30

En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando.

Uno le preguntó:

— «Señor, ¿serán pocos los que se salven?»

Jesús les dijo:

— «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo:

“Señor, ábrenos”;

y él os replicará:

“No sé quiénes sois.”

Entonces comenzaréis a decir.

“Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas.”

Pero él os replicará:

“No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados.”

Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros os veáis echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.

Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.»

Palabra del Señor.



COMENTARIO

Hay últimos que serán primeros
y primeros que serán últimos

Vivimos en una sociedad hedonista: por todas partes se te invita a buscar el placer y la comodidad por encima de todo, mientras se te invita a huir de todo lo que significa sacrificio, compromiso, entrega. Y ¡así va la sociedad!

La Palabra de Dios que hoy proclamamos viene a iluminar esa mentalidad comodona que tenemos. Jesucristo habla con claridad. A la pregunta de si serán pocos los que se salven, contesta que la salvación está abierta a todos, pero que aquellos que luchen, que se esfuercen de verdad, la alcanzarán. ¡Hay que entrar por la puerta estrecha! ¡Hay que luchar! ¡Hay que esforzarse! ¡Hay que sacrificarse por ser un buen cristiano y poder alcanzar la salvación!

La salvación se parece a un banquete que se celebra en una sala cuya puerta es estrecha. Delante de la puerta se produce una gran aglomeración. Todos quieren entrar y participar en el banquete. Sólo el que emplea la fuerza puede abrirse paso entre la multitud apiñada. Sólo el que se impone las fatigas de una competición puede lograr entrar.

El deportista pone en juego en los últimos minutos todas las fuerzas que han de decidir la victoria. Para salvarse es necesario emplear todas las fuerzas. El camino de la salvación es el seguimiento de Jesús por el huerto de Getsemaní y el Calvario para llegar a la victoria de la Resurrección. Sólo si el grano de trigo muere puede dar fruto.

La salvación siempre será un regalo de Dios. Pero Él quiere tu esfuerzo, tu lucha, tu compromiso, tu entrega, tu sacrificio...

No basta con llamarse cristianos: ¡hay que serlo! Hay que demostrarlo con la fidelidad a Cristo y a la Iglesia. Hay que demostrarlo con la lucha de cada día. Hay que demostrarlo intentando llevar una vida coherente con lo que dices que eres. Porque a Dios nadie puede engañarle. El te conoce hasta lo más profundo de tu ser.

Tú, ¿cómo estás? A veces haces grandes esfuerzos por adelgazar, por los estudios, por conseguir un trabajo o una medalla en el deporte. ¿Por qué? Porque piensas que son objetivos importantes para ti. Objetivos por los que merece la pena luchar.

¿Te esfuerzas por ser un buen cristiano? ¿Es que no vale la pena alcanzar a Jesucristo? ¿Huyes del sacrificio y del esfuerzo? ¿Intentas ser, de verdad, un buen cristiano? ¡Anímate! ¡Vale la pena! ¡No tengas miedo en dar tu vida por Jesucristo! Alcanzarás la felicidad en este mundo, y la vida eterna en el otro.

Compromiso semanal

Intenta esforzarte en aquellas dos cosas que más te cuesten. Haz compromisos muy concretos.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Isaías 66, 18-21. De todos los países traerán a todos vuestros hermanos.

La división entre los hombres en lenguas, naciones y razas es una de las consecuencias del pecado. Un signo del poder de Dios y de la salvación que actúa en el mundo es la reunión de los hombres. El Profeta manifiesta el interés que Dios tiene en acercarse a todos los hombres. Dios llama y ofrece la salvación a todos los pueblos.

Salmo 116, 1-2. Id al mundo entero y proclamad el evangelio.

Este salmo –el más corto– es una invitación a todos los pueblos para que alaben al Señor, porque Dios es misericordioso y fiel.

2ª lectura: Hebreos 12, 5-7. 11-13. El Señor reprende a los que ama.

El sufrimiento no debe ser considerado como un castigo de Dios, sino como algo medicinal, pedagógico, como un camino u ocasión para aprender. Las pruebas y sufrimientos nos son ventajosos porque nos corrigen, y en esto son prueba de la solicitud paternal de Dios para con nosotros. Las pruebas nos perfeccionan, nos transforman, al adherirnos personalmente a esa “corrección paterna”. Por esa transformación interior nos vamos haciendo interiormente capaces de la santidad de Dios, aptos para recibirla. Por eso, cuando llegan, han de ser recibidas como parte del proyecto salvador de Dios sobre nosotros, portadores de paz y de salvación. Y han de llevarnos al agradecimiento.

Evangelio: Lucas 13, 22-30. Vendrán de oriente y occidente y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.

Las palabras de Jesús sobre la entrada en el reino explican la dificultad y la exigencia del seguimiento, y a la vez son una amenaza para la mayoría de los judíos que serán arrojados fuera mientras que vendrán de todos los puntos cardinales hombres y mujeres a formar parte de este Reino. No basta con haber oído la predicación de Jesús si en realidad la conversión a su evangelio no se lleva a cabo. Para entrar en el Reino de Dios se requiere la conversión. Jesús nos invita al esfuerzo por entrar en el Reino



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 27
Santa Mónica
1 Ts 1,1-5.8b-10 Abandonando los ídolos, os volvisteis a Dios, para vivir aguardando la vuelta de su Hijo, a quien ha resucitado.
Sal 149,1-6 El Señor ama a su Pueblo.
Mt 23, 13-22 ¡Ay de vosotros, guías ciegos¡
Reza por tu familia y por la parroquia
Martes 28
San Agustín
1 Ts 2,1-8 Deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas.
Sal 138,1-6 Señor, tu me sondeas y me conoces.
Mt 23,23-26 Hay que hacer esto sin descuidar aquello.
Revisa tu sinceridad en las cosas de Dios
Miércoles 29
Martirio de San Juan Bautista
Jer 1,17-19 Diles lo que yo te mando. No les tengas miedo.
Sal 70,1-6.15-17 Mi boca cantará tu salvación.
Mr 6,17-29 Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan Bautista.
Reza por los cristianos perseguidos
Jueves 30 1 Ts 3,7-13 Que el Señor os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos.
Sal 89,3-4.12-14.17 Sácianos de tu misericordia, Señor, y estaremos alegres.
Mt 24,42-51 Estad preparados.
Revisa tu fidelidad con Cristo y con la Iglesia
Viernes 31 1 Tes 4, 1-8 Esto quiere Dios de vosotros: una vida sagrada.
Sal 96, 1-2. 5-6. 10-12. Alegraos, justos, con el Señor.
Mt 25, 1-13. Que llega el esposo, salid a recibirlo.
¿Estás a punto? ¿Qué te falta o sobra?
Sábado 1 Nuestra Señora de los Ángeles del Puig
1 Ts 4,9-11 Dios mismo os ha ensañado a amaros los unos a los otros.
Sal 97,1.7-9 El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
Mt 25,14-30 Has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu Señor.
¿Que estás haciendo con tus talentos?
Domingo 2
22º del TIEMPO ORDINARIO
Ecli 3,19-21.30-31 Dios manifiesta sus secretos a los humildes.
Sal 67,4-7.10-11 Has preparado, Señor, tu casa a los desvalidos.
He 12,18-19.22-24a Vosotros os habéis acercado a Jesús.
Lc 14,1.7-14 El que se humilla será enaltecido.
Reza por tu familia y por la parroquia


Domingo 19 de agosto

DOMINGO Xx DEL TIEMPO ORDINARIO
19 de agosto de 2007 (ciclo C, año impar)



Primera lectura
Me engendraste hombre de pleitos para todo el país

Lectura del libro de Jeremías 38, 4-6. 8-10

En aquellos días, los príncipes dijeron al rey: — «Muera ese Jeremías, porque está desmoralizando a los soldados que quedan en la ciudad y a todo el pueblo, con semejantes discursos. Ese hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia.»

Respondió el rey Sedecías: —«Ahí lo tenéis, en vuestro poder: el rey no puede nada contra vosotros.»

Ellos cogieron a Jeremías y lo arrojaron en el aljibe de Malquias, príncipe real, en el patio de la guardia, descolgándolo con sogas. En el aljibe no había agua, sino lodo, y Jeremías se hundió en el lodo.

Ebedmelek salió del palacio y habló al rey: — «Mi rey y señor, esos hombres han tratado inicuamente al profeta Jeremías, arrojándolo al áljibe, donde morirá de hambre, porque no queda pan en la ciudad.»

Entonces el rey ordenó a Ebedmelek, el cusita: — «Toma tres hombres a tu mando, y sacad al profeta Jeremías del aljibe, antes de que muera.»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 39, 2. 3. 4. 18 (R/.: 14b)

R/. Señor, date prisa en socorrerme.

Yo esperaba con ansia al Señor;
él se inclinó y escuchó mi grito. R/.

Me levantó de la fosa fatal,
de la charca fangosa;
afianzó mis pies sobre roca,
y aseguró mis pasos. R/.

Me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios.
Muchos, al verlo, quedaron sobrecogidos
y confiaron en el Señor. R/.

Yo soy pobre y desgraciado,
pero el Señor se cuida de mí;
tú eres mi auxilio y mi liberación:
Dios mío, no tardes. R/.

Segunda lectura
Corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos

Lectura de la carta a los Hebreos 12, 1-4

Hermanos:

Una nube ingente de testigos nos rodea: por tanto, quitémonos lo que nos estorba y el pecado que nos ata, y corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe:

Jesús, que, renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.

Recordad al que soportó la oposición de los pecadores, y no os canséis ni perdáis el ánimo.

Todavía no habéis llegado a la sangre en vuestra pelea contra el pecado.

Palabra de Dios.

Aleluya
Jn 10, 27

Mis ovejas escuchan mi voz —dice el Señor—,
y yo las conozco, y ellas me siguen.

EVANGELIO
No he venido a traer paz, sino división

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 12, 49-53

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla!

¿Pensáis que be venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»

Palabra del Señor.



COMENTARIO

No he venido a traer paz,
sino división

La Palabra de Dios que proclamamos este Domingo puede parecerte sorprendente: Jesucristo, en el Evangelio, dice que ha venido a traer división..., cuando estamos acostumbrados a oír hablar de mansedumbre, paz y unidad.

Pero hay que interpretar las palabras de Jesucristo, no como las entiende el mundo, sino desde el mismo Evangelio. Un cristiano es un hombre o una mujer de Cristo, no del mundo. La paz del evangelio no es una falsa tranquilidad.

El tiempo que ha inaugurado Jesús es, en primer lugar, tiempo de decisión. Decisión por Jesús o contra Jesús.

Jesucristo quiere decirte que Él es signo de contradicción, como anunció el anciano Simeón: ante Jesucristo hay que decidirse, hay que tomar partido. O se está a favor o se está en contra. Pero no en lo que nos conviene o nos resulta cómodo, sino en todo. Ante Jesucristo no caben medias tintas, no caben ambigüedades calculadas. O se le sigue aceptándolo como único Señor y único Maestro, o se le persigue porque la luz molesta a las tinieblas.

Estar a favor de Jesús es aceptar su Palabra tal como Él te la propone, sin discutirla, sin manipularla; sino aceptarla, aunque te resulte “difícil”, como una buena noticia de amor y de salvación.

Estar contra Jesús no sólo es rechazarlo frontalmente, sino querer hacerte un evangelio a tu medida, manipulándolo para que se ajuste a tus intereses y no te “complique” la vida.

Además quiere decirte que el Reino de Dios llega siempre a uno mismo con “violencia”. Esa violencia es el combate, la lucha interior necesaria para poder aceptar a Jesucristo. Esa violencia es el esfuerzo por negarte a ti mismo, por superarte cada día.

Esa violencia significa la radicalidad del seguimiento de Cristo: el verdadero discípulo ha de cortar con todo aquello que le moleste para seguir a Jesucristo ("Si tu ojo te hace pecar..."), incluso con la propia familia, o con amigos que le llevan por el mal camino... Has que quitar todo obstáculo que te dificulte el seguimiento de Jesucristo.

Y ante Jesucristo, signo de contradicción, es necesario que hoy te preguntes: Tú, ¿de qué lado estás? ¿Estás a favor o en contra de Jesucristo? ¿Lo aceptas en todo? ¿Te esfuerzas de verdad por seguir a Jesucristo? ¿Te esfuerzas por quitar todo obstáculo que te impida acercarte a Él? ¿Te tomas en serio tu vida cristiana? ¡Animo! ¡Decídete a seguir del todo al Maestro! ¡Vale la pena!

Compromiso semanal

Revisa tu vida para ver si de verdad aceptas del todo a Jesucristo. Intenta descubrir en qué cosas podrías esforzarte más. ¿Qué obstáculos has de quitar de tu vida?

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Jeremías 38, 4-6. 8-10. Me engendraste hombre de pleitos para todo el país.

El profeta, portavoz de Dios, experimenta la persecución por mantenerse fiel al Señor y sufre en silencio las consecuencias inevitables de su fidelidad a la misión. Él mismo, en sufrimiento callado, en hondura de fe, es símbolo viviente de que en esa actitud está la actitud posible. Su fe y su esperanza personal es ejemplo para que todos pongan su confianza en Dios.

Salmo 39, 2-4. 18. Señor, date prisa en socorrerme.

El comienzo del salmo es un recuerdo de las penas pasadas. Ahora, salvado del peligro por el Señor, puede entonar un cántico nuevo. El salmista ofrece a Dios obedecerle en todo y termina diciendo que va a proclamar los favores que ha recibido de Dios. Unidos a Cristo podemos orar con esta acción de gracias, cultivando actitudes profundamente cristianas: esperar con ansia; reconocer con amor las maravillas hechas a favor nuestro; hacer la ofrenda interior del corazón; y ser ante todos testigos de la fidelidad y misericordia de Dios.

2ª lectura: Hebreos 12, 1-4. Corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos.

Este texto es una exhortación a la constancia, a perseverar en la resistencia activa en el combate de la fe. Se nos invita a ver la vida cristiana como una carrera. Como en cualquier carrera, hay que despojarse de todo aquello que resta agilidad: el pecado, que es el obstáculo fundamental. Para no desanimarnos se nos invita a poner nuestra mira en Jesús, que consumó su carrera de la pasión luchando con paciencia y aguante, obteniendo al final el premio: la resurrección.

Evangelio: Lucas 12, 49-53. No he venido a traer paz, sino división.

La venida de Jesús y la predicación eclesial provocan la división, incluso dentro de la misma casa. Todo encuentro con el Señor suscita la respuesta de la fe que crea la división entre los hombres. El fuego significa una nueva presencia de Dios en la persona de Jesús. Se trata de un juicio sobre el mundo ante el cual los hombres deberán tomar postura y partido. No caben actitudes intermedias. Por eso habrá divisiones. La afirmación de Jesús sobre la paz puede resultarnos chocante, ya que la paz era uno de los dones mesiánicos. Pero Jesús, con su negación, quiere distanciarse de una falsa paz, una paz que sólo era tranquilidad no exigente.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 20
San Bernardo
Jue 2,11-19 El Señor hacía surgir jueces, pero ni a los jueces hacían caso.
Sal 105,34-44 Acuérdate de mis, Señor, por amor a tu pueblo.
Mt 19,16-22 Si quieres ser perfecto, ve a vender todo lo que tienes y dáselo a los pobres.
Medita el Evangelio. ¿Qué es lo que te falta a ti?
Martes 21
San Pío X
Jue 6,11-24a Gedeón, salva la vida a Israel. ¡Yo te envío¡
Sal 84,9.11-14 El Señor anuncia la paz a su pueblo.
Mt 19,23-30 Más fácil le es a un camello entrar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos.
Reza por las vocaciones sacerdotales y religiosas
Miércoles 22
Santa María, Reina
Is 9, 1-3. 5-6. Un hijo se nos ha dado.
Sal 112, 1-8 Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.
Lc 1, 26-38 Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo.
Pídele a la Virgen lo que más necesites
Jueves 23 Jue 11,29-39a El primero que salga de mi casa a recibirme, será para el Señor, y lo ofreceré en holocausto.
Sal 39,5-10 Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Mt 22,1-14 A todos los que encontréis, convidadlos a la boda.
Medita el Evangelio. ¿Cómo llevas el traje?
Viernes 24
San Bartolomé. Apóstol
Ap 21,9b-14 En los cimientos estaban los doce nombres de los Apóstoles del Cordero.
Sal 144,10-13.17-18 Tus amigos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Jn 1,45-51 Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.
Reza por tus amigos
Sábado 25
San José de Calasanz
Rt 2,1-3.8-11;4,13-17 El Señor te ha dado hoy quien responda por ti.
Sal 127,1-5 Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Mt 23,1-12 Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro.
Revisa si vives en actitud de servicio
Domingo 26
21 del TIEMPO ORDINARIO
Is 66,18-21 Vendré a congregar pueblos y naciones.
Sal Mc 16,15; Sal ,1-2 Id a todo el mundo y predicad el evangelio.
He 12,5-7.11-13 Dios os trata como a hijos, y ¿qué hijo hay a quien su padre no corrija.
Lc 13, 22-30 Hay últimos que serán primeros y primeros que serán últimos.
Haz oración por tu familia y por la parroquia