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25 agosto 2008

Domingo 31 de agosto


DOMINGO XXii DEL TIEMPO ORDINARIO
31 de agosto de 2008 (ciclo A, año par)



Primera lectura
La palabra del Señor se volvió oprobio para mí

Lectura del libro de Jeremías 20, 7-9

Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste y me pudiste.
Yo era el hazmerreír todo el día, todos se burlaban de mí.
Siempre que hablo tengo que gritar: «Violencia»,
proclamando: «Destrucción.»
La palabra del Señor se volvió para mí oprobio y desprecio todo el día.
Me dije: «No me acordaré de él, no hablaré más en su nombre»;
pero ella era en mis entrañas fuego ardiente, encerrado en los huesos; intentaba contenerlo, y no podía.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 62, 2. 3-4. 5-6. 8-9

R. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. R.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándole.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R.

Porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene. R.

Segunda lectura
Presentad vuestros cuerpos como hostia viva

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 12, 1-2

Os exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable.

Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.

Palabra de Dios.

Aleluya
Ef. 1, 17-18
El Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine los ojos de nuestro corazón,
para que comprendamos cuál es la esperanza a la que nos llama.

EVANGELIO
El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo

Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 21-27

En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.

Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: - «¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.»

Jesús se volvió y dijo a Pedro: - «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios.»

Entonces dijo Jesús a sus discípulos: - «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a si mismo, que cargue con su cruz y me siga.

Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, sí arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.»

Palabra del Señor.



COMENTARIO

El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo

La Palabra de Dios que proclamamos hoy nos da una de las claves para entender la vida cristiana: la lógica de Dios es completamente distinta de la lógica del mundo: El cristiano está en el mundo, pero no es del mundo. El estilo de vida del mundo es radicalmente (=desde la raíz) distinto del estilo de vida de Jesucristo.

Son dos planteamientos de vida completamente diferentes, y no podemos servir a dos señores. Y es necesario que lo tengamos claro, porque hoy muchos "cristianos" viven con el estilo de vida del mundo aparentando ser cristianos, pero siéndolo sólo de una manera superficial.

Porque ser cristiano no consiste sólo en ir a Misa los domingos. Además de ir a Misa los domingos –algo que es fundamental para ser un buen cristiano– hay que vivir de acuerdo con los valores del Evangelio. Hay que vivir de acuerdo con la enseñanza de Jesucristo y de la Iglesia todos los aspectos de la vida (no sólo aquellos que nos resultan fáciles): hay que ser cristiano en la religiosidad, en la familia, en el trabajo, en los negocios, en la diversión, en la política, en las relaciones con el prójimo: hay que ser cristiano en todo.

El encuentro con Cristo cambia radicalmente la vida de una persona, la impulsa a la conversión profunda de la mente y del corazón, y establece una comunión de vida que se transforma en seguimiento. Las condiciones para seguir a Jesús son pocas pero fundamentales. Como hemos escuchado en el evangelio es necesario dejar atrás el pasado, cortar con él de modo determinante y realizar una conversión en el sentido profundo del término: un cambio de mentalidad y de vida (cf. Juan Pablo II, Audiencia 6-IX-2000).

No podemos ser cristianos a trozos, cristianos fragmentados. Cuando uno ama, o ama del todo, o su amor no es más que una egoísmo disfrazado de amor. Además, Jesucristo nos recuerda que ese amor es profundo, incondicional, absoluto, entregado, generoso, sacrificado.

No podemos amar a Dios sólo en lo que nos conviene y cuando nos conviene: nos hemos de entregar del todo, y asumir que ese amor pasa por negarse a uno mismo y cargar con la cruz.

La cruz es el “control de calidad” de nuestro amor a Dios y también al prójimo. La cruz, signo de amor y de entrega total, es el emblema del discípulo llamado a configurarse con Cristo glorioso (cf. Juan Pablo II, ib). El que se retira ante las dificultades es porque aún no ha descubierto la fuerza del amor. El que ama saca fuerzas del amor para cargar con la cruz, y la cruz -aunque pese- se convierte para el que ama en el árbol de la salvación que le hace crecer en el amor y ser plenamente feliz porque ha sido capaz de vencer el egoísmo y la comodidad.

Por ello, Jesucristo nos invita a que seamos auténticos en nuestro planteamiento de ser cristianos. Jesucristo nos invita a descubrir que no podemos vivir como vive el mundo. Nos invita a descubrir que la vida del cristiano no se construye sobre los valores que están de moda en la sociedad, sino que el cristiano construye su vida sobre la Palabra de Dios, sobre las enseñanzas de Jesucristo. Y hemos de ser valientes para vivir de acuerdo con este estilo de vida, aunque sea tan diferente del estilo del mundo.

Para ello, hemos de empezar por negarnos a nosotros mismos, descubriendo que la fuente de nuestro actuar no está en nuestros gustos y apetencias, sino en la voluntad de Dios, descubriendo que seremos felices en la medida en que seamos fieles a la voluntad de Dios. ¿Cómo está tu vida? ¿Ocupa Dios el centro de tu corazón y de tu vida? ¿Qué te falta cambiar para ser un buen cristiano? ¡Anímate! ¡Decídete! ¡Ábrete al amor de Dios! ¡Déjate amar por Él y... ámale con todas tus fuerzas, síguele incondicionalmente y... encontrarás la felicidad y la vida eterna!

Compromiso semanal

Revisa tu vida, todo lo que haces. Medita si tu forma de pensar y de actuar es completamente cristiana. Propónte cambiar aquellas actitudes que todavía no son plenamente cristianas.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1 lectura: Jeremías 20, 7-9. La Palabra del Señor se volvió oprobio para mí.

Jeremías se encuentra en el límite de sus fuerzas. Todo el mundo se ríe de él, le espía y busca su perdición. En estas circunstancias reprocha a Dios de haberle engañado. Se reprocha haber dado fe a las promesas de Dios. Decide no hacer caso a la Palabra de Dios y desea pronunciar palabras agradables de oír. En una confidencia angustiosa termina confesando que no puede. La palabra de Dios es un fuego incontenible encerrado en sus huesos. Esta es una hermosa manera de enseñarnos que el verdadero profeta no habla de su cosecha, no dice lo que le place, sino que sólo transmite lo que Dios le comunica, aún dentro del mayor sufrimiento.

Salmo 62, 2-9. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.

El salmista expresa el deseo y la esperanza de llegar a ver a Dios, abrigarse a la sombra de sus alas y bendecirle eternamente por su gracia: ésta vale más que la vida. El Amor de Dios seduce nuestro espíritu, como sedujo a Jeremías; sólo en él puede descansar nuestra alma; nuestra alma que está sedienta de Dios, como tierra reseca, agostada, sin agua. Orar con las palabras de este salmo equivale a querer renovar la experiencia del deseo de Dios y de su alegre intimidad.

2ª lectura: Romanos 12, 1-2. Ofreceos vosotros mismos como sacrificio vivo.

San Pablo invita a los cristianos a ofrecer a Dios sus vidas, como un sacrificio de gratitud y alabanza. No pide el ofrecimiento ritual de animales o frutos, característico de los paganos. Les pide el cuerpo entero: toda su persona, toda su existencia, toda su actividad. Toda la realidad, la vida del hombre está destinada, en Cristo, a ser santa. Este es el culto "razonable". Se trata de ofrecer la propia vida mediante una conducta que brota de una vida nueva, según la voluntad de Dios; y no de una vida acomodada al mundo presente.

Evangelio: Mateo 16, 21-27. El que quiera venirse conmigo que se niegue a sí mismo.

Negarse a uno mismo y cargar con la cruz son, en el fondo, el anverso y reverso de una misma decisión: aceptar perder la vida por Jesús y por el Evangelio. Sólo así la salvaremos. Esta es una enseñanza desconcertante, pero constante en Jesús: "Si el grano de trigo no cae en tierra y muere queda infecundo; pero si muere da mucho fruto" (Jn 12, 14). "Es doctrina segura: si morimos con Él, viviremos con Él" (2 Tm 2, 11).



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 1
Nuestra Señora de los Ángeles del Puig
1 Cor 2, 1-5 Os he anunciado el testimonio de Cristo crucificado.
Sal 118, 97-102 Cuánto amo tu voluntad, Señor.
Lc 4, 16-30 El Espíritu del Señor está sobre mí
Reza por los que no creen
Martes 2 1 Cor 2, 10b-16 A nivel humano uno no capta lo que es propio del Espíritu de Dios.
Sal 144, 8-14 El Señor es justo en todos sus caminos.
Lc 4, 31-37 ¡Cállate y sal de ese hombre!
Reza por los enfermos. ¡Visítalos!
Miércoles 3
San Gregorio Magno,
papa y doctor
1 Cor 3, 1-9 Nosotros somos colaboradores de Dios.
Sal 32, 12-15.20-21 Dichoso el pueblo que el Señor se escogió.
Lc 4, 38-44 También en las demás ciudades debo anunciar la Buena Noticia de Dios.
Da testimonio de Jesucristo
Jueves 4 1 Cor 3, 18-23 Todo es vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios.
Sal 23, 1-6 Del Señor es la tierra y cuanto la llena.
Lc 5, 1-11 Dejaron todo y lo siguieron.
Reza por las vocaciones sacerdotales y religiosas
Viernes 5 1Co 4,1-5. El Señor pondrá al descubierto los designios del corazón.
Sal 36. El Señor es quien salva a los justos.
Lc 5,33-39. Llegará el día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán.
Haz una obra de misericordia
Sábado 6 1 Cor 4, 6-15 Hemos pasado hambre y sed y falta de ropa.
Sal 144, 17-21 Cerca está el Señor de los que lo invocan.
Lc 6, 1-5 El Hijo del Hombre es señor del sábado.
Reza por los que critican a la Iglesia
Domingo 7
23º del TIEMPO ORDINARIO
Ez 33, 7-9. Si no hablas al malvado, te pediré cuentas de su sangre.
Sal 94, 1-9. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor.
Rom 13, 8-10. Amar es cumplir la ley entera.
Mt 18, 15-20. Si te hace caso, has salvado a tu hermano.
Reza por tu familia y por la parroquia


19 agosto 2008

Domingo 24 de agosto

DOMINGO XXi DEL TIEMPO ORDINARIO
24 de agosto de 2008 (ciclo A, año par)



Primera lectura
Colgaré de su hombro la llave del palacio de David

Lectura del libro de Isaías 22, 19-23

Así dice el Señor a Sobná, mayordomo de palacio:

«Te echaré de tu puesto, te destituiré de tu cargo.

Aquel día, llamaré a mi siervo, a Eliacín, hijo de Elcías: le vestiré tu túnica, le ceñiré tu banda, le daré tus poderes; será padre para los habitantes de Jerusalén, para el pueblo de Judá. Colgaré de su hombro la llave del palacio de David: lo que él abra nadie lo cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá. Lo hincaré como un clavo en sitio firme, dará un trono glorioso a la casa paterna.»

Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 137, 1-2a. 2bc-3. 6 y 8bc

R. Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.


Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre. R.

Por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
Acreciste el valor en mi alma. R.

El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R.

Segunda lectura
Él es el origen, guía y meta del universo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 11, 33-36

¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos!

¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva?

Él es el origen, gula y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén.

Palabra de Dios

Aleluya
Mt. 16,18
Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,
y el poder del infierno no la derrotará.

EVANGELIO
Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos

Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 13-20

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

- «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»

Ellos contestaron:

- «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»

Él les preguntó:

- «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»

Simón Pedro tomó la palabra y dijo:

- «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»

Jesús le respondió:

-«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.

Ahora te digo yo:

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.»

Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

Palabra del Señor



COMENTARIO

Tú eres Pedro, y te daré las llaves del Reino de los Cielos

La Palabra de Dios que proclamamos hoy nos plantea la importancia del sucesor de Pedro –del Papa– en la Iglesia. Efectivamente, Jesucristo no ha querido viviéramos la fe solitariamente, sino formando una familia, la Iglesia, que es un cuerpo organizado con muchos miembros –todos necesarios e importantes–, presidido y gobernado por una cabeza: el Papa.

En el Evangelio comprobamos como Jesucristo elige, de entre todos los apóstoles, a Pedro como cabeza de la Iglesia. Este oficio pastoral de Pedro y de los demás apóstoles pertenece a los cimientos de la Iglesia, y se continúa por los obispos bajo el primado del Papa. El Papa ha sido puesto por Jesucristo para enseñar, santificar y gobernar la Iglesia. Los obispos en comunión con el Papa participan de esta misión.

Las tres metáforas que utiliza Jesús en el Evangelio son en sí muy claras: Pedro será el cimiento de roca sobre el que se apoyará el edificio de la Iglesia; tendrá las llaves del reino de los cielos para abrir y cerrar a quien le parezca oportuno; por último, podrá atar o desatar, es decir, podrá decidir o prohibir lo que considere necesario para la vida de la Iglesia, que es y sigue siendo de Cristo. Siempre es la Iglesia de Cristo y no de Pedro. Así queda descrito con imágenes muy plásticas lo que la reflexión sucesiva calificará con el término: "primado de jurisdicción".

Pedro, para todos los tiempos, debe ser el custodio de la comunión con Cristo; debe guiar a la comunión con Cristo; debe cuidar de que la red no se rompa, a fin de que así perdure la comunión universal. Sólo juntos podemos estar con Cristo, que es el Señor de todos. La responsabilidad de Pedro consiste en garantizar así la comunión con Cristo con la caridad de Cristo, guiando a la realización de esta caridad en la vida diaria (cf. Benedicto XVI, Audiencia General, 7-VI-2006).

Sin embargo hoy vivimos en una época en la que muchas veces se critica ferozmente al Papa (y a toda la Iglesia), tratando de desprestigiar la misión y persona del Papa, restarle autoridad moral, confundir a los católicos y sembrar el desconcierto dentro de la Iglesia.

Es necesario que redescubramos la misión fundamental del Papa en la Iglesia, que le reconozcamos como cabeza de la Iglesia. Por ello, es necesario que cada día ames más a la Iglesia, que ames más al Papa y trates de escuchar su enseñanza y llevarla a la práctica, dándote cuenta de que la doctrina que el Papa propone no es arbitraria ni caprichosa: “Mi verdadero programa de gobierno es no hacer mi voluntad, no seguir mis propias ideas, sino de ponerme, junto con toda la Iglesia, a la escucha de la palabra y de la voluntad del Señor y dejarme conducir por Él, de tal modo que sea él mismo quien conduzca a la Iglesia en esta hora de nuestra historia” (cf. Benedicto XVI, Homilía en el solemne inicio del ministerio petrino, 25-IV-2005). Es necesario que reces cada día pidiendo a Dios por el Papa y los demás pastores de la Iglesia, en la tremenda responsabilidad que tienen de guiar al pueblo de Dios hasta la vida eterna.

Compromiso semanal

Reza por el Papa y los Obispos. Pídele a Dios que les dé luz y fuerza en la tremenda responsabilidad de enseñar, gobernar y santificar la Iglesia. Reza también por los que quieren apagar la luz.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Isaías 22, 19-23. Colgaré de su hombro la llave del palacio de David.

El texto se refiere al mayordomo del palacio real. Por su pecado será destituido. Dios nombrará a otro. La promesa comienza a cumplirse en Eliacín, pero no se realiza plenamente en él. Tiempo vendrá en que Dios dé plenos poderes las llaves a un administrador fiel. El anuncio se realiza en Cristo, a quien Dios le entrega las llaves del Reino. Como representante suyo, Cristo deja en la tierra a Pedro, con plenos poderes salvíficos dentro de la Iglesia.

Salmo 137, 18. Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.

La contemplación de las maravillas que Dios ha realizado en favor nuestro es el mayor aliciente de nuestra oración.

2ª lectura: Romanos 11, 33-36. Él es origen, guía y meta del universo.

Este texto es un himno de alabanza a los designios de Dios. Ningún hombre se puede adelantar a ellos, ni tan siquiera sospecharlos. Pero esos designios de Dios se han manifestado ahora. Los hombres y mujeres que se dejan llevar por el Espíritu entienden, cada vez mejor, que toda la historia de la humanidad es "de Él y por Él". Por eso también la gloria es sólo "para Él".

Evangelio: Mateo 16, 13-20. Tú eres Pedro y te daré las llaves del Reino de los Cielos.

En Cesarea de Filipo, Pedro reconoce que Jesús es el Mesías. Naturalmente, con la luz del Padre y no por su saber humano. A la confesión de Pedro siguen las palabras de Cristo. Eres Pedro. Hay un cambio de nombre. Cefas significa Piedra y expresa su nueva misión: ser el fundamento de la Iglesia. Edificaré mi Iglesia. La Iglesia de Jesús, será la que Jesús reúna y edifique sobre la roca, que es Pedro. Y no habrá otra que pueda llamarse "Iglesia de Dios". El poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del Reino. El "poder de las llaves" es el mismo que Jesús tiene. Es el poder de "atar y desatar". Es decir, poder dar normas a la comunidad y poder admitir o separar de ella. En la Iglesia, es un poder espiritual y se manifiesta, sobre todo, en el poder de perdonar los pecados. Jesús da esta autoridad a Pedro, pero también a los Apóstoles.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 25

San José de Calasanz

2 Tes 1, 1-5.11b-12 El Señor sea vuestra gloria y vosotros seáis la gloria de Él.

Sal 95, 1-5 Contad a los pueblos las maravillas del Señor.

Mt 23, 13-22 ¡Ay de vosotros, guías ciegos!

Reza por los padres, educadores y catequistas

Martes 26

Santa Teresa de Jesús Jornet

2Ts 2,1-3a.14-17. Conservad las tradiciones que habéis aprendido.

Sal 95. El Señor llegará a regir la tierra.

Mt 23,23-26. Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello.

Visita a algún anciano o enfermo

Miércoles 27

Santa Mónica

2 Tes 3, 6-10.16-18 El que no trabaja, que no coma.

Sal 127, 1-5 Dichosos los que temen al Señor.

Mt 23, 27-32 Sois hijos de los que asesinaron a los profetas.

Revisa si hay rasgos fariseos en tu religiosidad

Jueves 28

San Agustín

1 Cor 1, 1-9 Habéis sido enriquecidos en todo.

Sal 144, 2-7 Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi rey.

Mt 24, 42-51 Estad preparados.

Reza por los moribundos

Viernes 29

Martirio de San Juan Bautista

Jer 1,17-19 Diles lo que yo te mando. No les tengas miedo.

Sal 70,1-6.15-17 Mi boca cantará tu salvación.

Mc 6,17-29 Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan Bautista.

Reza por los cristianos perseguidos

Sábado 30

San Pedro Crisólogo, obispo y doctor

1 Cor 1, 26-31 Dios ha escogido lo débil del mundo.

Sal 32, 12-13.18-21 Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

Mt 25, 14-30 Has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu Señor.

Medita qué estás haciendo con "tus" talentos

Domingo 31

22º del TIEMPO ORDINARIO

Jr 20, 7-9. La palabra del Señor se volvió oprobio para mí.

Sal 62, 2-6.8-9. Mi alma está sedienta de ti, Señor Dios mío.

Rm 12, 1-2. Ofreceos vosotros mismos como hostia viva.

Mt 16, 21-27. El que quiera venirse conmigo que se niegue a si mismo.

Reza por tu familia y por la parroquia

13 agosto 2008

Domingo 17 de agosto

DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO
17 de agosto de 2008 (ciclo A, año par)



Primera lectura
A los extranjeros los traeré a mi monte santo

Lectura del primer libro de los Isaías 56, 1. 6-7


Así dice el Señor:
«Guardad el derecho, practicad la justicia,
que mi salvación está para llegar, y se va a revelar mi victoria.
A los extranjeros que se han dado al Señor, para servirlo,
para amar el nombre del Señor y ser sus servidores,
que guardan el sábado sin profanarlo y perseveran en mi alianza,
los traeré a mi monte santo, los alegraré en mi casa de oración,
aceptaré sobre mi altar sus holocaustos y sacrificios;
porque mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos los pueblos.»



Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 66, 2-3. 5. 6 y 8

R. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R.

Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe. R.

Segunda lectura
Los dones y la llamada de Dios son irrevocables para Israel

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 11, 13-15. 29-32

Hermanos:

Os digo a vosotros, los gentiles:

Mientras sea vuestro apóstol, haré honor a mi ministerio, por ver si despierto emulación en los de mi raza y salvo a alguno de ellos.

Si su reprobación es reconciliación del mundo, ¿qué será su reintegración sino un volver de la muerte a la vida?

Pues los dones y la llamada de Dios son irrevocables.

Vosotros, en otro tiempo, erais rebeldes a Dios- pero ahora, al rebelarse ellos, habéis obtenido misericordia.

Así también ellos, que ahora son rebeldes, con ocasión de la misericordia obtenida por vosotros, alcanzaran misericordia.

Pues Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia de todos.


Palabra de Dios

Aleluya
Mt 4, 23

Jesús proclamaba el Evangelio del reino,
curando las dolencias del pueblo.

EVANGELIO
Mujer, qué grande es tu fe

Lectura del santo evangelio según san Mateo 15, 21-28

En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón.

Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle:

- «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.»

Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle:

- «Atiéndela, que viene detrás gritando.»

Él les contestó:

- «Sólo me han enviado a las ove as descarriadas de Israel.»

Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: -«Señor, socórreme.» Él le contestó:

- «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.»

Pero ella repuso:

- «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.»

Jesús le respondió:

- «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»

En aquel momento quedó curada su hija.

Palabra del Señor



COMENTARIO

Mujer, qué grande es tu fe

La Palabra de Dios que proclamamos hoy nos anuncia la salvación de Dios, que Él ofrece a todos los hombres. La salvación no es exclusiva del pueblo de Israel, sino que es universal, es para todos los pueblos. La salvación sobrepasa las fronteras del pueblo de Dios y se abre a la universalidad. Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.

Ningún extranjero queda excluido de la salvación, ninguno queda excluido de dar culto a Dios, porque la casa de Dios es casa de oración para todos los pueblos: en ella caben todos los hombres y mujeres de buena voluntad que quieran encontrarse con Él.

La salvación es un regalo, un don, de Dios a la humanidad. El Evangelio es Buena Noticia, don, gracia, alegría, gozo, esperanza...

Sin embargo, hay quien rechaza la salvación. Este es el drama del pueblo de Israel que ha rechazado a Jesucristo, como comenta San Pablo en la segunda lectura. Dios ofrece su salvación a todos, pero respeta la libertad de cada uno. Todo hombre es libre para aceptar o rechazar esa salvación que Dios le ofrece. San Agustín decía que Dios que te creó sin tí, no te salvará sin tí. Esta es la grandeza de la libertad humana.

Y este es hoy también el drama de muchos que siguen rechazando a Jesucristo, que prefieren vivir en la idolatría del dinero y de las cosas de este mundo y se cierran a la Buena Noticia del Evangelio. Este es el drama de tanta gente que no es feliz. Y no lo es porque no puede serlo, porque sólo Dios puede darnos la verdadera felicidad.

El Evangelio nos plantea el tema de la fe como condición necesaria para seguir a Jesucristo y aceptar su salvación. Tener fe es reconocer que Jesucristo es el único Señor, es reconocer su poder y aceptar con humildad la propia pobreza y sentirse necesitados de Dios, de su salvación.

Tener fe es aceptar que sólo Dios puede salvarnos, que sólo Él puede darnos la vida, la paz, la felicidad, y, por tanto, acudir a Él con la misma fe y la misma insistencia que lo hace la cananea.

La mujer cananea se convierte así en un ejemplo de perseverancia en la oración. Jesús en un principio no le hace caso precisamente porque sabía lo que le tenía reservado: no para negarle el beneficio, sino para que lo mereciera ella con su perseverancia. Deseaba las migajas que caían de la mesa, pero por su fe y por su perseverancia en la oración, inmediatamente se encontró sentada a la mesa.

Jesús señala a esta humilde mujer como ejemplo de fe firme. Su insistencia en invocar la intervención de Cristo es para nosotros un estímulo a no desalentarnos jamás y a no desesperar ni siquiera en medio de las pruebas más duras de la vida. El Señor no cierra los ojos ante las necesidades de sus hijos y, si a veces parece insensible a sus peticiones, es sólo para ponerlos a prueba y templar su fe (cf. Benedicto XVI, Ángelus 14-8-2005).

¿Cómo está tu fe? ¿Te sientes necesitado de la salvación de Dios? ¿O te sientes fuerte y crees que tú lo puedes todo? ¡Acércate al Señor en la oración! ¡Pídele con insistencia aquello que más necesites en tu vida de fe para alcanzar la vida eterna! ¡Y no te preocupes si el Señor tarda! ¡Descansa en Él! ¡Él te ama más que nadie! ¡Él cuida de tí!


Compromiso semanal

Haz un rato de oración y dialoga con el Señor sobre la situación de tu fe.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ªlectura: Isaías 56, 1. 6-7. A los extranjeros los traeré a mi monte santo.

Los extranjeros estaban excluidos del pueblo de Dios. El profeta se hace eco del plan salvífico de Dios y anuncia que los extranjeros que adoren al verdadero Dios, se dedicarán a servirlo y a observar sus preceptos. Todo el que practique el derecho, haga justicia, reconozca y se someta a Yahvé, se entregue a él y le ame cumpliendo la ley, participará de la alianza hecha con Israel, será pueblo de Dios, hijo de Abrahán.

Salmo 66, 2-8.
Oh Dios, que te alaben todos los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

El salmo nos invita a bendecir a Señor por la vocación de todos los pueblos a formar parte del reino definitivo de Dios.

2ª lectura: Romanos 11, 13-15. 29-32.
Para Israel los dones y la llamada de Dios son irrevocables.

Pablo comprueba que los gentiles aceptan la salvación y quiere despertar los celos en los judíos para que ellos también la acepten. La incredulidad de una parte de Israel entra en los planes providenciales de Dios; y, además, no es definitiva, sino solamente temporal. El objeto final es siempre la salvación de todo el pueblo israelita y, en última instancia, de toda la humanidad. Por encima de todas las infidelidades del pueblo israelita Dios permanece fiel a sus promesas.

Evangelio: Mateo 15, 21-28
Mujer, qué grande es tu fe.

Jesús alaba la fe profunda de la mujer cananea. La fe está por encima de las razas. Dios ayuda a quien cree así, con perseverancia y tenacidad, sin desfallecer ni darse por vencido precipitadamente, con la firme convicción de que sólo hay uno que pueda ayudar. El ruego de la mujer es atendido y la hija queda curada desde esta hora. Jesús no socorre a la mujer porque sea pagana, sino porque tiene una gran fe.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 18
Beato Nicolás Factor

Ez 24, 15-24 Ezequiel os servirá de señal: haréis lo mismo que él ha hecho.

Dt 32, 28-21 Despreciaste a la roca que te engendró.

Mt 19, 16-22 Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes y da el dinero a los pobres.

Medita el Evangelio de hoy

Martes 19
San Juan Eudes

Ez 28,1-10. Eres hombre y no dios; te creías listo como los dioses.

Sal: Dt 32,26-28.30.35-36. Yo doy la muerte y la vida.

Mt 19,23-30. Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.

Haz limosna

Miércoles 20
San Bernardo

Ez 34, 1-11 Libraré a mis ovejas de sus fauces para que no sean su manjar.

Sal 22, 1-6 El Señor es mi pastor, nada me falta.

Mt 20, 1-16a ¿Vas a tener tú envidia porque soy yo bueno?

Da testimonio de Jesucristo

Jueves 21
San Pío X, papa.

Ez 36,23-28. Os daré un corazón nuevo y os infundiré mi espíritu.

Sal 50. Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias.

Mt 22,1-14. A todos los que encontréis, convidadlos a la boda.

Pídele al Señor que te de un corazón nuevo

Viernes 22
Santa María Reina

Mi 7,14-15.18-20. Arrojaré a lo hondo del mar todos nuestros delitos.

Sal 84. Muéstranos, Señor, tu misericordia.

Mt 12,46-50. Señalando con la mano a los discípulos, dijo: "Éstos son mi madre y mis hermanos".

Pídele a la Virgen lo que más necesites

Sábado 23
Santa Rosa de Lima

Ez 43, 1-7a La gloria del Señor entró en el templo.

Sal 84, 9-14 La gloria del Señor habitará en nuestra tierra.

Mt 23, 1-12 No hacen lo que dicen.

Pídele al Señor el don de la humildad

Domingo 24,
21º del Tiempo Ordinario

Is 22, 19-23. Colgaré de su hombro la llave del palacio de David.

Sal 137, 1-3.6.8. Señor, tu misericordia es eterna, no abandones tu obra.

Rm 11, 33-36. Él es origen, guía y meta del universo.

Mt 16, 13-20. Tú eres Pedro y te daré las llaves del reino de los cielos.

Reza por tu familia y por la parroquia


12 agosto 2008

La Asunción de la Virgen Maria

15 de agosto de 2008, ciclo A

Primera lectura

Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal.

Lectura del libro del Apocalipsis (11, 9a; 12, 1. 3-6a. l0ab)

Se abrió en el santuario de Dios y en su santuario apareció el arca de la alianza. Después apareció una figura portentosa en el cielo: Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas.Apareció otra señal en el cielo:Un enorme dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos y siete diademas en las cabezas. Con la cola barrió del cielo un tercio de las estrellas, arrojándolas a la tierra. El dragón estaba enfrente de la mujer que iba a dar a luz, dispuesto a tragarse al niño en cuanto naciera. Dio a luz un varón, destinado a gobernar con vara de hierro a los pueblos. Arrebataron al niño y lo llevaron junto al trono de Dios. La mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar reservado por Dios.Se oyó una gran voz en el cielo:-«Ahora se estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo.»Palabra de Dios

Salmo responsorial

Sal 44, 1obc. 11-l2ab. 16R. De pie a tu derecha está la reina,enjoyada con oro de Ofir.De pie a tu derecha está la reina,enjoyada con oro de Ofir.Hijas de reyes salen a tu encuentro,de pie a tu derecha está la reina,enjoyada con oro de Ofir.Escucha, hija, mira: inclina el oído,olvida tu pueblo y la casa paterna;prendado está el rey de tu belleza;póstrate ante él, que él es tu señor.Las traen entre alegría y algazara,van entrando en el palacio real.

Segunda lectura

Primero Cristo, como primicia; después todos los que son de Cristo.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (15, 20-27a)

Hermanos:Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida.Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza.Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Porque Dios ha sometido todo bajo sus pies.

Palabra de Dios

Aleluya

María ha sido llevada al cielo,se alegra el ejército de los ángeles.

Evangelio

El Poderoso ha hecho obras grandes por mí; enaltece a los humildes

Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 39-56

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito:-«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»María dijo:-«Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahám y su descendencia para siempre.»María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.

Palabra del Señor

Comentarios

LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA(15 de agosto de 2008)

La tradición de los Padres y de la Liturgia.

“En todas partes – escribe Máximo el Confesor (+ 662) en su Vida de María – se honra esta fiesta admirable: honra por parte de los ángeles y por parte de los hombres; y está adornada de la gracia de la santa Madre de Dios. También la época en la que se celebra esta fiesta gloriosa es buena y bendita, llena de frutos, rebosante de belleza: se preanuncia la vendimia; maduran los productos de los árboles y toda suerte de frutos; este es el honor de la creación a la gloria del Creador y preanuncia las delicias del Paraíso; pero todo esto nos es dado para honrar esta santa fiesta, para la gloria de sus devotos”.Desde la época apostólica se conservó el recuerdo del tránsito glorioso de María, desde esta vida a la gloria, y se llamó a este misterio “dormición” o “descanso”, de forma que en un mismo concepto se unen tanto el fin de la vida terrena como la resurrección y asunción. El origen de la fiesta litúrgica podría estar en el siglo V, con motivo de la dedicación el día 15 de agosto de una basílica construida por la emperatriz Athenais-Eudoxia (+ 460) en la base del monte Getsemaní, en el lugar conocido como sepulcro de la Virgen; lo cierto es que el emperador Mauricio (582-602) amplió la celebración a todo el imperio de Oriente, extendiéndose pronto a la liturgia hispánica y a la romana. Precisamente fue el papa de origen griego Sergio I (687-701) quien instituyó la fiesta en Roma, finalmente el Sacramentario Hadrianeo (770) privilegío el término de “Asunción” sobre el de “Dormición”. En el siglo VII, la difusión de ciertos escritos heréticos hizo que la fiesta estuviese prohibida en el rito bizantino, pero pronto fue repuesta con mayor esplendor hasta que un decreto del emperador Andrónico (1282-1238) dedicó todo el mes de agosto a celebrar el misterio del “Descanso y la Asunción de la Bienaventurada Virgen”.

Expresíon de la fe de la Iglesia.

Fue siempre una celebración muy popular; se conserva un himno romano del siglo XI que nos ofrece una descripción poética dramatizada que pudo estar en el origen de las representaciones sagradas del misterio que se extendieron en las iglesias de Occidente hasta que el Papa san Pio V (1566-1572) las suprimió, junto con la procesión nocturna de antorchas que se hacía en Roma, perviviendo por un privilegio especial el “Misterio de Elche” en esta ciudad valenciana. Por éltimo, el Papa Pio XII , con la bula Munificentissimus Deus (1950) proclamó el dogma de la Asunción, y confirió nuevo vigor a una solemnidad que siempre había gozado del fervor de la piedad cristiana de Oriente y Occidente.

Nadie como los Padres y la liturgia de Oriente han ensalzado este misterio. San Juan Damasceno (+ 749) figura dirigirse directamente a la Virgen y dice: “¿Cómo llamaremos a este misterio que te concierne? ¿Lo llamaremos muerte? Si bien tu sacratísima y bienaventurada alma, según las leyes de la naturaleza, se separa de tu cuerpo puro y perfecto, y el cuerpo es confiado según la ley común a la tumba, no obstante no mora en la muerte ni es disuelto por la corrupción. A aquella cuya virginidad permaneció íntegra en el parto, el cuerpo se le guardó incorruptible también en su tránsito y transferido en una mejor morada y más divina no sujeta a los golpes de la muerte, sino que se perpetúa por los siglos de los siglos.

Como este sol nuestro que todo lo ilumina y siempre resplandece, oculto durante un breve instante por el cuerpo de la luna, parece desaparecer, envolverse en la neblina y mudar su esplendor en tiniebla y no obstante éste no es privado de su propia luz, puesto que lleva en sí mismo una fuente eterna regurgitante de luz, o más bien, él mismo es fuente de luz inextinguible, según lo establecido por Dios que todo lo ha creado, así también tú, fuente perenne de la verdadera Luz, eres el arca inagotable de Aquél que tiene la vida inextinguible de luz infinita, de vida inmortal y de verdadera felicidad, rios de gracia, manantiales de medicinas, una bendición perpetua ... Por tanto yo no llamaría muerte tu santa partida, sino Descanso o viaje o, mejor aún estancia; pues saliendo de la dimensión del cuerpo entras en otra mejor” Homilías 126 y 127).

Y el himno bizantino de la vigilia del 15 de agosto canta: “Tú te has colocado, como mediadora, deviniendo escala para el descenso de Dios entre nosotros, cuando has querido asumir nuestra debilidad. Cuando venga el Señor, y ante su rostro el cielo y la tierra huyan, las montañas y las colinas se allanen ¿Dónde podremos escondernos? ¿Dónde encontraremos refugio sino en ti, puerto de salvación?

Mantenida y celebrada en nuestros días.

La solemnidad de la Asunción es síntesis de todas las fiestas marianas; es la fiesta de la glorificación de la Madre de Dios, la Pascua de María. Los orientales llaman a este misterio la “Dormición”, porque en la Virgen el final de su vida no fue como el de los pecadores, sino un tranquilo paso a la eternidad. El cuerpo de la Madre virginal e inmaculada del Hijo de Dios no podía corromperse en el sepulcro; por ello, al final de su vida terrestre, fue elevada en cuerpo y alma a la gloria del cielo.

En la Misa del día aparece la mujer presentada en el libro del Apocalipsis, adornada con los signos cósmicos y que vence la fuerza del mal (1ª Lectura). Esta mujer es María, que proclama la grandeza del Señor, es proclamada bienaventurada por todas las generaciones (Evangelio). Cristo, el nuevo Adán, triunfa sobre el pecado y la muerte y devuelve a Dios Padre su reino. María es la primera en seguir los pasos de su Hijo Jesús (2ª lectura), por ello ésta es una fiesta de esperanza para todos los que formamos, con María como miembro eminente, el cuerpo místico de Cristo, llamado a reunirse con su Cabeza en la gloria.

Como la fiesta de la Ascensión del Señor, esta solemnidad proclama el valor de nuestros cuerpos, de toda la persona humana en su integridad, y nos llena de esperanza al tiempo que nos compromete a defender la vida y la dignidad de todas las personas amadas de Dios.

Jaime Sancho Andreu.

LA PALABRA DE DIOS EN ESTA SOLEMNIDAD

Misa vespertina de la vigilia.

Primera lectura. 1 Crónicas 15, 3-4. 15-16; 16, 1-2: El arca de la alianza es una imagen profética de la Virgen María, porque aquella contenía las tablas de la ley de Moisés y un vaso con maná, el alimento del desierto, mientras que María llevaba en su seno a Jesús, que es la nueva Ley y el pan de vida eterna. Como el arca en tiempos del rey David, nuestra Señora fue elevada e introducida en el santuario del cielo

Segunda lectura. 1 Coríntios 15, 54-57: Los cristianos estamos destinados a la resurrección, pero antes hemos de sufrir la muerte, como consecuencia del pecado; sin embargo, la Virgen María fue librada de la corrupción como antes había sido preservada de toda mancha de pecado.

Evangelio de Lucas 11, 27-28: Los que conocieron a Jesús ya proclamaban la gloria de su bendita Madre, como hizo espontáneamente una mujer del pueblo. Nosotros recordamos también la bendición de Jesús y la aclamamos como aquella que guardó perfectamente la palabra de Dios y la puso en práctica en todos los momentos de su vida.

Misa del día.

Primera lectura. Apocalipsis 11, 19a; 12, 1-3.6a.10ab: El autor de esta visión descubre en el cielo dos símbolos de María: el Arca de la Alianza, que debía aparecer al final de los tiempos, y la mujer madre del nuevo Israel, coronada por doce estrellas, como las nuevas tribus del Reino de los cielos.

Segunda lectura. 1 Coríntios 15, 20-27a: La Virgen María recibió el don de la resurrección que había conseguido Jesucristo, como primogénito de entre los muertos.

Evangelio de Lucas 1, 39-56: María entonó el himno de alabanza , el "Magníficat", al conocer que iba a ser madre del Mesías; ahora lo entona por haber sido recibida con su Hijo en la gloria, para ser madre de todos los cristianos.

06 agosto 2008

Domingo 10 de agosto

DOMINGO XIX DEL TIEMPO ORDINARIO
10 de agosto de 2008 (ciclo A, año par)



Primera lectura
Ponte de pie en el monte ante el Señor

Lectura del primer libro de los Reyes 19, 9a. 11-13a

En aquellos días, cuando Ellas llegó al Horeb, el monte de Dios, se metió en una cueva donde pasó la noche. El Señor le dijo:

«Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va a pasar! »

Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hacia trizas las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego.

Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva

Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 84, 9,ib-10. 11-12. 13-14

R. Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.»
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R.

La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R.

El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R
.

Segunda lectura
Quisiera ser un proscrito por el bien de mis hermanos

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 9, 1-5

Hermanos:

Digo la verdad en Cristo; mi conciencia, iluminada por el Espíritu Santo, me asegura que no miento. Siento una gran pena y un dolor incesante, en mi corazón, pues por el bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne, quisiera incluso ser un proscrito lejos de Cristo.

Ellos descienden de Israel, fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Suyos son los patriarcas, de quienes, según la carne, nació el Mesías, el que está por encima de todo: Dios bendito por los siglos. Amén.



Palabra de Dios

Aleluya
Sal 129, 5

Espero en el Señor, espero en su palabra.

EVANGELIO
Mándame ir hacia ti andando sobre el agua

Lectura del santo evangelio según san Mateo 14, 22-33


Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.

Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo.
Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.
Jesús les dijo enseguida:

- «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!»

Pedro le contestó:

- «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.»

Él le dijo:

- «Ven.»

Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:

- «Señor, sálvame.»

Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo:

- «¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?»

En cuanto subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él, diciendo:

- «Realmente eres Hijo de Dios.»


Palabra del Señor



COMENTARIO

Mándame ir hacia ti andando sobre el agua

La Palabra de Dios que proclamamos hoy nos plantea el tema de la fe desde la perspectiva de la búsqueda, la duda, la seguridad y el miedo.

Muchas veces los hombres nos planteamos la fe como si creer consistiera solamente en saber una doctrina y cumplir unos ritos religiosos nada más.

La fe es mucho más que todo eso. Tener fe es entrar en una historia de amor entre Dios y nosotros, es entrar en la historia de la salvación, es aceptar que Dios nos ama y quiere que seamos plenamente felices. Tener fe, ser cristiano, es ser discípulo de Cristo, es aceptar su enseñanza, es aceptarle a Él como único Señor y como único Maestro, es tratar de vivir cada día como Él vivió.

Tener fe es seguir a Jesús, y seguir a Jesús es una aventura. Tener fe, supone, en primer lugar, vivir en actitud de búsqueda sincera y humilde de Dios, en actitud de conocer y amar su voluntad. Sólo el que busca puede encontrar. Y la primera lectura nos da la clave de la búsqueda: Dios no está en el ruido, en lo espectacular, sino en el silencio, en lo pequeño, en lo sencillo. Por eso, sólo los humildes y los que crean espacios de silencio y recogimiento en su corazón pueden encontrar a Dios. Y por eso, hay tanta gente que vive de espaldas a Dios en nuestro mundo.

Tener fe significa vivir entre la luz y la oscuridad. Vivir a la luz de Cristo, pero aceptando que la fe y la vida del hombre es un misterio que ahora atisbamos solamente, sin alcanzar su comprensión total. La oscuridad desaparecerá completamente en la vida eterna, cuando veamos a Dios tal cual es.

Mientras tanto, mientras caminamos hacia la vida eterna hemos de vivir en la confianza en Dios, nos hemos de fiar de Él, aunque humanamente nos cueste comprender muchas cosas: el amor está por encima de la racionalidad. Y ese amor a Dios y la seguridad de que El nos ama, nos hace fiarnos de El.

Nos gusta tener seguridades humanas en la vida: es un signo de nuestra debilidad y de nuestra pobreza. Tener fe es lanzarnos a la aventura de seguir a Jesús es abandonarnos en sus brazos, sin tener otra seguridad que su amor.

Tener fe es fiarnos de Dios. Todos tenemos nuestros miedos y temores. La experiencia de la vida, los problemas que cada día se nos plantean, las dificultades y pruebas que hemos de atravesar, nos hacen vivir muchas veces llenos de temor, e incluso de angustia.

El Señor nos invita hoy a no tener miedo. El Señor nos invita hoy a descansar en Él, nos invita a vivir sin miedo, a fiarnos de Él, con la confianza de que la prueba no superará nuestras fuerzas y con la confianza de que la prueba nos ayuda a crecer y a madurar.

Compromiso semanal

Revisa tu vida y tu fe. Mira si realmente estás viviendo esa historia de amor con Dios. Profundiza en ella. Preséntale tus temores y descansa en el Señor.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ªlectura: 1 Reyes 19, 9. 11-13. Ponte de pie en el monte ante el Señor.

El profeta Elías descubre el paso de Dios en un susurro casi imperceptible. Dios es trascendente y desconcertante para el hombre. Se le encuentra más en el silencio que en el ruido, más en la pequeñez que en la grandiosidad.

Salmo 84, 9-14. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.

Justicia y paz, misericordia y fidelidad se funden en la persona de Jesús: en Él ha aparecido la gracia de Dios que trae la salvación para todos los hombres. Este salmo es una oración típica de la comunidad de creyentes, que marcha hacia la salvación plena teniendo en cuenta los favores que ha recibido ya de Dios.

2ª lectura: Romanos 9, 1-5. Quisiera ser un proscrito por el bien de mis hermanos.

San Pablo vive el drama de su pueblo porque comprueba que los hijos de Israel no han querido reconocer a Jesús como Mesías. San Pablo se confiesa solidario de la raza judía y preocupado y angustiado por su destino. Con tal de que crean los de su raza, está dispuesto a lo que sea.

Evangelio: Mateo 14, 22-33. Mándame ir hacia ti andando sobre el agua.

El hombre prescinde fácilmente de Dios y busca unos motivos humanos seguros, y apoyándose en ellos quiere buscar a Dios. Pero el único apoyo firme que nos ofrece el Señor es la fe en su palabra, aún cuando nos parezca inconsistente. El hombre cristiano camina seguro entre las dificultades de la vida sólo cuando se aferra a esta Palabra. Si duda de ella, se hunde irremediablemente, como Pedro en las aguas del mar de Tiberíades. La barca sacudida por las olas es símbolo de la Iglesia. Al miedo inicial de Pedro, siguen la duda y el grito de socorro, terminando con una profesión de fe en el Señor. También la vida del cristiano se mueve entre el miedo, la duda, la súplica y la fe.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 11
Santa Clara, virgen

Ez 1, 2-5.24-28. Era la apariencia visible de la Gloria del Señor.

Sal 148, 1-2.11-14 Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.

Mt 17, 22-27 Lo matarán, pero resucitará.

Reza por los cristianos perseguidos

Martes 12
Santa Juana
Francisca de Chantal, religiosa

Ez 2,8-3,4. Me dio a comer el volumen y me supo en la boca dulce como la miel.

Sal 118. ¡Qué dulce, Señor, es al paladar tu promesa!

Mt 18,1-5.10.12-14. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños.

Reza por los niños y los jóvenes

Miércoles 13
San Ponciano,
y San Hipólito, mártires

Ez 9, 1-7; 10, 18-22 La marca en la frente de los que gimen afligidos por las abominaciones de Jerusalén.

Sal 112, 1-6 La gloria del Señor se eleva sobre el cielo.

Mt 18, 15-20 Si te hace caso, has salvado a tu hermano.

Intenta ser luz para los demás

Jueves 14
San Maximiliano María Kolbe

Ez 12, 1-12 Emigra a la luz del día, a la vista de todos.

Sal 77, 56-62 No olvidéis las acciones de Dios.

Mt 18, 21-19, 1 No hasta siete, sino hasta setenta veces siete.

¿Guardas rencor a alguien? Intenta perdonar

Viernes 15
La Asunción de Nuestra Señora

Ap 11,19a;12,1-6a.10ab Apareció una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas.

Sal 44,11-12.16 De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro.

1 Co 15,20-27 Por Cristo todos volverán a la vida.

Lc 1,39-56 El Poderoso ha hecho obras grandes por mí.

Pídele a la Virgen aquello que más necesites

Sábado 16
San Roque

Ez 18, 1-10.13b.30-32 Os juzgaré a cada uno según su proceder.

Sal 50, 12-19 Oh Dios, crea en mí un corazón puro.

Mt 19, 13-15 No impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el Reino de los Cielos.

Reza por los niños y los jóvenes

Domingo 17
20º del Tiempo Ordinario

Is 56, 1. 6-7. A los extranjeros los traeré a mi monte santo.

Sal 66, 2-8. Oh Dios, que te alaben los pueblos.

Rom 11, 13-15. 29-32. Para Israel los dones y la llamada de Dios son irrevocables.

Mt 15, 21-28 Mujer, qué grande es tu fe

Reza por tu familia y por tu parroquia