DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO
27 de septiembre de 2009 (ciclo B, año par)
Primera lectura
¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo fuera profeta!
Lectura del libro de los Números (11, 25-29)
| En aquellos días, el Señor bajó en la nube, habló con Moisés y, apartando algo del espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta ancianos. Al posarse sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar en seguida.
Palabra de Dios |
Salmo responsorial
Sal 18, 8. 10. 12-13. 14 (R/.: 9a)
| R/. Los mandatos del Señor son rectos
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Segunda lectura
Vuestra riqueza está corrompida
Lectura de la carta del apóstol Santiago (5, 1-6)
| Ahora, vosotros, los ricos, llorad y lamentaos por las desgracias que os han tocado.
Palabra de Dios |
Aleluya
Jn 17, 17b. a
Tu palabra, Señor, es verdad;
conságranos en la verdad.
EVANGELIO
El que no está contra nosotros está a favor nuestro.
+ Lectura del santo evangelio según san Marcos (9, 38-43. 45. 47-48)
| En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús:
Palabra del Señor |
COMENTARIO
| El que no está contra nosotros está a favor nuestro La Palabra de Dios que proclamamos hoy nos habla de la radicalidad del seguimiento de Cristo: para seguir a Cristo hay que despegarse de las cosas de este mundo, hay que vivir centrados en Dios y hay que quitar todo lo que estorba para seguirle. ¡Sí, todo! El amor a Dios, el seguir a Jesucristo, está por encima de todo: por encima de las cosas de este mundo, por encima de los afectos humanos e, incluso, por encima de uno mismo. Puede parecerte duro y exigente, pero así es. No se puede ser cristiano a medias. Si eres cristiano ¡has de querer serlo de verdad, sin condiciones ni reservas! Cristo dice que el que no se toma en serio su vida de fe no puede ser discípulo suyo. Te invita a que renuncies a todo aquello que te molesta o te estorba para seguirle a Él. A unos les estorbará el dinero –de este obstáculo nos habla con gran claridad la segunda lectura–, a otros los afectos desordenados, a otros su orgullo, a otros su vanidad, a tí... Con ello, te está diciendo que el camino cristiano es duro, exigente, sacrificado, como es duro, sacrificado y exigente el amor. Pero es hermoso, y, al entregar la propia vida se alcanza la verdadera felicidad. Te está diciendo que lo más importante es la Vida Eterna y que hacia ella has de caminar viviendo una vida de fidelidad a Jesucristo y a su Iglesia. Te está diciendo que el camino cristiano pasa por renunciar a tí mismo para seguirle a Él que es el único Maestro y el único Señor. Sí, para ser cristiano has de negarte a tí mismo, has de negar tus propios criterios, tus gustos, tu forma de pensar, de ver las cosas: has de vaciar tu corazón de ti mismo para llenarlo de Cristo. Porque de nada te sirve ganar el mundo entero si se pierde tu alma. Por ello, la Palabra de Dios te invita hoy a revisar tu escala de valores, a plantearte si tienes claro que el objetivo más importante de tu vida es alcanzar la salvación, si estás tratando de responder con todas tus fuerzas -a pesar de tu debilidad- a la llamada de Dios a la salvación. Para ello, será bueno que te preocupes por descubrir todo aquello que te estorba, que te dificulta para estar en paz con Dios y, por tanto, está poniendo en peligro la salud de tu alma. Porque a veces nos podemos acostumbrar a vivir en pecado, a vivir alejados de Dios, y ésta es una situación peligrosa. Puedes tener fallos, porque eres débil y pecador. Para eso te ha dejado el Señor el sacramento de la Penitencia. Pero, por lo menos, has de poner todo tu empeño y tu esfuerzo en ser fiel al Señor, dejando que la luz de Cristo ilumine todas las parcelas de tu vida, tratando de ser buen cristiano en todo lo que pienses, digas y hagas. Ese es el reto: Ponerse en las manos de Dios y seguir los pasos de Jesús, en la Iglesia, tratar de vivir cada día como auténticos discípulos suyos para ser felices y alcanzar la vida eterna. Compromiso semanal Revisa tu vida e intenta descubrir qué es lo que te estorba en tu camino hacia la vida eterna. Pídele al Señor que te dé luz para ver y el deseo de ser santo. La Palabra del Señor, luz para cada día 1ª lectura: Números 11, 25-29. ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta! Ante las quejas del pueblo, que siente nostalgia por la abundancia de alimentos de Egipto, y ante el agobio de Moisés, que se siente abrumado con tantos problemas, el Señor responde con una doble promesa: carne para el pueblo y un consejo de setenta ancianos, que comparta con Moisés la responsabilidad de gobierno. Y, además, tienen la misión de profetizar, con el fin de testificar la presencia del espíritu de Dios en medio de la comunidad. Salmo 18, 8-14. Los mandatos del Señor alegran el corazón. El salmista canta la ley de Dios, descanso, luz y alegría del corazón. La ley es expresión de la voluntad de Dios. La ley es magnífica y tiene efectos maravillosos cuando se cumple. Pero hay dificultades para ello, fundamentalmente el orgullo y la rebeldía. El pecado se presenta como una dimensión maligna que amenaza dominar al hombre. Sólo Dios puede librar de él: el salmista suplica ardientemente a Dios ayuda y perdón. 2ª lectura: Santiago 5, 1-6. Vuestra riqueza está corrompida. Santiago lanza una dura advertencia a los arrogantes y fanfarrones, especialmente en el mundo de los negocios. Se habla de la arrogancia del presuntuoso, que prescinde de Dios en todas sus aspiraciones. El afán desmesurado por el dinero, la ansiedad de tener más y más, la planificación del futuro al margen del Señor del tiempo y de la vida constituyen también un mal. Es una seria llamada a la conversión. En el juicio final, el oro y la plata acumulados testimoniarán contra los ricos. No sólo se aborda el problema de la acumulación de riqueza, sino la razón y fundamento –muchas veces– de la misma: la explotación de los pobres. Se condena la injusticia de los ricos opresores, recordando que es el Dios de los pobres, quien tiene la última palabra como juez de la historia. Puedes leer Mateo 6, 19-21 Evangelio: Marcos 9, 37-42. 44. 46-47. El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Si tu mano te hace caer, córtatela. Jesús corrige el celo imprudente de sus discípulos. Parece que ellos no toleran que se haga el bien en nombre de Jesús fuera de su reducido círculo. Jesús les indica que hay otras maneras de estar a su favor, de ser de los suyos, y deben ser respetadas. Cualquier servicio realizado a los discípulos de Jesús por ser de sus discípulos tiene valor de eternidad. El escándalo es el obstáculo puesto a la fe de los creyentes. Este es siempre posible, y es de tal trascendencia, que cualquier castigo humano sería preferible antes que cometerlo. Así se revela el valor de los “pequeños”, de los débiles, ante Dios. El hombre, si estima la vida eterna, debe romper con cualquier obstáculo que se le oponga a la entrada en el Reino de Dios, el único valor absoluto. Puedes leer 1 Corintios 12, 3 y 1 Juan 4, 1-3. |
CALENDARIO LITÚRGICO
| Lunes 28
San Lorenzo Ruiz
| Za 8,1-8. Yo libertaré a mi pueblo del país de oriente y de occidente. Sal 101. El Señor reconstruyó Sión, y apareció en su gloria. Lc 9,46-50. El más pequeño de vosotros es el más importante. Reza por las vocaciones sacerdotales y religiosas. |
| Martes 29
Gabriel y Rafael | Ap 12,7-12a. Miguel y sus ángeles declararon la guerra al dragón. Sal 137. Delante de los ángeles tañeré para Ti, Señor. Jn 1,47-51. Veréis a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre. Reza por los alejados. |
| Miércoles 30
| Ne 2,1-8. Si a su majestad le parece bien, déjeme ir a reconstruir la ciudad de mis padres. Sal 136. Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti. Lc 9, 57-62 El que pone la mano en el arado y mira hacia atrás, no es apto para el Reino de Dios. Medita cuáles son “tus excusas” al Señor. |
| Jueves 1
del Niño Jesús, virgen y doctora. | Ne 8,1-4a.5-6.7b-12. Esdras abrió el libro de la Ley, bendijo al Señor, y todo el pueblo respondió: Amén, amén. Sal 18. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón. Lc 10,1-12. Descansará sobre ellos vuestra paz Haz una oración de acción de gracias y alabanza al Señor |
| Viernes 2
| Ba 1,15-22. Pecamos contra el Señor no haciéndole caso. Sal 78. Líbranos, Señor, por el honor de tu nombre. Lc 10,13-16. Quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado. Reza por los que rechazan a Cristo y a la Iglesia. |
| Sábado 3
| Ba 4,5-12.27-29. El que os mandó las desgracias os mandará el gozo. Sal 68. El Señor escucha a los pobres. Lc 10, 17-24 Estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo. Reza por los niños y jóvenes. |
| Domingo 4
| Gn 2, 18-24 Serán los dos una sola carne. Sal 127, 1-6 Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida. Heb 2, 9-11 El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Mc 10, 2-16 Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre. Reza por tu familia y por la parroquia |
