DOMINGO xi DEL TIEMPO ORDINARIO
15 de junio de 2008 (ciclo A, año par)
Primera lectura
Seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa
Lectura del libro del Éxodo 19, 2-6a
En aquellos días, los israelitas llegaron al desierto del Sinaí y acamparon allí, frente al monte. |
Salmo responsorial
Sal 99, 2. 3. 5
R. Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño. |
Segunda lectura
Si fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo,
¡con cuánta más razón seremos salvos por su vida!
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 6 11
Hermanos: |
Aleluya
Mc 1,15
Está cerca el reino de Dios:
convertíos y creed en el Evangelio
EVANGELIO
Llamando a sus doce discípulos, los envió
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 36-10, 8
En aquel tiempo, al ver Jesús a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: |
COMENTARIO
La mies es abundante, La Palabra de Dios que proclamamos hoy nos dice que Jesús sintió lástima de la gente porque vio que vivían desorientadas, "como ovejas que no tienen pastor".
Compromiso semanal Haz oración pidiéndole al Señor que mande obreros a su mies.
La Palabra del Señor, luz para cada día 1ª lectura: Éxodo 19, 2-6. Seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa. El Señor propone a Israel ser su propiedad personal. Con semejante privilegio revela su amor. Dios ha elegido a su pueblo y lo ha amado sin mérito alguno por su parte. Progresivamente Dios hará caer en la cuenta a Israel de que su amor se extiende a todos los pueblos. Israel es un reino de sacerdotes. Dios ofrece al pueblo de Israel la vocación de ser manifestación y signo de la salvación de Dios ante las naciones de la tierra: tendrá que conservar y transmitir la Palabra de Dios que hace vivir. Para ello es necesario que este pueblo sea santo. Es decir, que sea un pueblo separado, consagrado a servir a Dios, a acoger su Palabra y cumplir su voluntad. Salmo 99, 2–5. Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño. Dios nos ha llamado a ser su pueblo y ovejas de su rebaño; este es el motivo de nuestra alegría: nuestro pastor es el mismo Dios y su bondad no tiene límites. 2ª lectura: Romanos, 5, 6–11. Si fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, con cuánta más razón seremos salvados por su vida. Este texto viene a explicar la naturaleza de la intervención de Cristo en nuestra justificación: por puro amor. Dio lo mejor que tenía: su vida. La entregó por impíos y enemigos. Esta muerte es la suprema prueba del amor de Dios. Ello nos hace alejar la duda y el temor respecto a la liberación definitiva de la ira de Dios cuando llegue el juicio. Si siendo enemigos, recibimos la justificación, más fácil es ahora vernos libres de la ira del juicio. Evangelio: Mateo 9, 36–10, 8. Llamó a sus doce discípulos y los envió. Este pasaje nos explica la razón de ser de la misión de los discípulos de Jesús. La misión propia de Jesús va a prolongarse en el mundo por medio de sus discípulos de ayer y de hoy. Es para Él y para ellos la hora de la compasión con sus hermanos los hombres. La situación de las gentes como ovejas sin pastor se repite hoy: desconcierto y abatimiento por falta de buenos guías. El envío de apóstoles al mundo para convocar a los hombres y reunirlos en su Iglesia será siempre iniciativa del Señor de la mies. El poder de Jesús se transmite a sus discípulos: continuarán su propia misión salvadora compartiendo sus poderes. Se les insiste siempre en la gratuidad de sus servicios y en el desprendimiento de los bienes en razón de su misión. Lo importante es que los obreros del Señor permanezcan fieles para anunciar gratis el Evangelio que gratis recibieron; incluso durante la persecución confíen en el que les ha enviado sin sucumbir al miedo; y, por encima de todo, sepan hacer de Cristo el centro de su vida. |
CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 16 San Antonio de Padua | 1 Re 21, 1-16 Nabot ha muerto apedreado. Sal 5, 2-7 Atiende a mis gemidos, Señor. Mt 5, 38-42 Yo os digo: No hagáis frente al que os agravie. Pídele a Dios el don de poder perdonar |
Martes 17 | 1 Re 21, 17-29 Has hecho pecar a Israel. Sal 50, 3-6.11.16 Misericordia, Señor, hemos pecado. Mt 5, 43-48 Amad a vuestros enemigos. Pídele a Dios el don de poder amar a tus enemigos |
Miércoles 18 | 2 Re 2, 1.6-14 Los separó un carro de fuego y Elías subió al cielo. Sal 30, 20-24 Sed fuertes y valientes de corazón. Mt 6, 1-6.16-18 Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará. Revisa si hay hipocresía en tu vida. |
Jueves 19 San Romualdo | Ecl 48, 1-14 Elías fue arrebatado en el torbellino. Sal 96, 1-7 Alegraos, justos, con el Señor. Mt 6, 7-15 Vosotros rezad así: Padre nuestro... Revisa cómo es tu oración y como puedes mejorarla |
Viernes 20 | 2 Re 11, 1-4.9-18.20 Ungió a Joás y todos aclamaron: ¡Viva el rey! Sal 131, 11-4.17-18 El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella. Mt 6, 19-23 Donde está tu tesoro, allí está tu corazón. ¿Cuál es tu tesoro? ¿Dónde está tu corazón? |
Sábado 21 San Luís Gonzaga | 2 Cro 24,17-25. Zacarías, al que matásteis entre el santuario y el altar. Sal 88. Gustad y ved qué bueno es el Señor. Mt 6,24-34. No os agobiéis por el mañana ¿Qué es lo que te agobia? ¡Díselo al Señor! |
Domingo 22 12º del Tiempo Ordinario | Jr 20, 10-13. Libró la vida del pobre de manos de los impíos. Sal 68, 8-10.14.17.33-35. Que me escuche tu gran bondad, Señor. Rm 5, 12-15. No hay proporción entre la culpa y el don: el don no se puede comparar con la caída. Mt 10, 26-33. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo. Reza por tu familia y por tu parroquia |
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