JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO
23 de noviembre de 2008 (ciclo A, año par)
Primera lectura
A vosotras, mis ovejas, voy a juzgar entre oveja y oveja
Lectura de la profecía de Ezequiel 34, 11-12. 15-17
Así dice el Señor Dios: Palabra de Dios. |
Salmo responsorial
Sal 22, 1-2a. 2b-3. 5- 6
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta. El Señor es mi pastor, |
Segunda lectura
Devolverá a Dios Padre su reino, y así Dios lo será todo para todos.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 20-26. 28
Hermanos: |
Aleluya
Mc 11, 9b-10a
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David.
EVANGELIO
Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de otros
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 25, 31-26,16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: |
COMENTARIO
Jesucristo, Rey del Universo Celebramos hoy la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo. La Iglesia quiere subrayar que Jesucristo es el único Rey, el único Señor, el único Maestro, y que no hay otro, que Jesucristo está por encima de todo. Jesucristo, su mensaje y su obra están por encima de las modas; por encima de lo que piense la “mayoría” de la gente; por encima de nuestros sentimientos... por encima de todo. La Palabra de Dios que proclamamos hoy nos recuerda que ante Jesucristo no caben medias tintas: o se le acepta o se le rechaza, o se le sigue o se le persigue. La Palabra de Dios nos invita a descubrir que aceptar a Jesús como Rey significa vivir con el estilo de vida de Jesús, ser fieles a su enseñanza. Por ello, nos recuerda que Jesucristo nos ha de pedir cuentas de nuestra vida. Que nos ha de examinar sobre nuestra fidelidad a los mandamientos, al Evangelio y a la Iglesia, y sobre nuestra práctica de las obras de misericordia. La Palabra de Dios nos invita a descubrir que ser cristiano no es cuestión de palabras, sino de obras. Creer, tener fe, no es tener la cabeza llena de ideas, sino vivir con un estilo de vida determinado: el estilo de vida de Jesucristo. Tener fe es aceptar con docilidad la enseñanza de Jesucristo y de la Iglesia y llevarla a la práctica. Esta Palabra te invita hoy a que te preguntes qué significa de verdad Jesucristo en tu vida. ¿Es de verdad Jesucristo el Rey de tu vida? ¿Ocupa el centro de tu corazón? ¿Te fías de Él? ¿Le obedeces por encima de las modas? ¿Te esfuerzas por seguirle cada día? La Palabra de Dios nos recuerda, además, que el trono de Cristo es la cruz y su corona no es de oro sino de espinas. Con ello se nos quiere decir que el que quiera aceptar a Cristo como Rey tendrá que cargar con la cruz, tendrá que luchar, tendrá que esforzarse, tendrá que soportar la incomprensión y la burla de los demás, tendrá que experimentar el rechazo del mundo... Tendrá que morir a sí mismo para alcanzar la gloria de la vida eterna. ¿Qué actitud tienes ante Jesucristo? ¿Es de verdad el Rey de tu vida? ¿Ocupa el centro de tu corazón? ¿Tratas de serle fiel en todo? ¿Te esfuerzas en vivir de acuerdo con su enseñanza y en practicar las obras de misericordia? ¡Anímate! ¡Decídete a seguir a Jesús en la Iglesia! ¡Ábrele tu corazón y déjate llenar por El! ¡Vive como un auténtico discípulo suyo! Tu vida cambiará, encontrarás la paz y la felicidad y alcanzarás la vida eterna
Compromiso semanal
Revisa tu vida para descubrir si de verdad Jesucristo es el Rey de tu vida. Mira qué es lo que te falta y proponte cambiar tu corazón para que Cristo pueda vivir en El.
La Palabra del Señor, luz para cada día 1ª lectura: Ezequiel 34, 11-12. 15-17. A vosotras, mis ovejas, voy a juzgar entre oveja y oveja. Ezequiel anuncia al verdadero pastor que guiará a la humanidad por el buen camino, cuidando a los más débiles y velando con amor por las ovejas enfermas y sanas. Dios mismo reasume la conducción de su rebaño para entregárselo al Mesías. La imagen, llena de amor y ternura, suscita un eco de confianza amorosa y entregada. Puedes leer Lucas 15, 4-7. Salmo 22, 1-6. El Señor es mi pastor, nada me falta. El Señor Jesús es nuestro Pastor y nuestro Rey. Jesús es el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas y que al final de los tiempos nos conducirá a fuentes de agua viva. Puedes leer Juan 10, 1-16. 2ª lectura: 1ª Corintios 15, 20-26. 28. Devolverá a Dios Padre su Reino, y así Dios lo será todo para todos. Los corintios, procedentes en su mayor parte de la cultura griega, no acababan de aceptar la resurrección de los muertos. San Pablo fundamenta la resurrección y el triunfo final de los cristianos en la Resurrección de Cristo. La resurrección no es una idea discutible, sino un hecho que san Pablo ya ha visto realizado en Jesucristo y que anima constantemente su vida. En Cristo resucitado se ve bien cuál es el destino del hombre: lo que Dios ha hecho con Jesús, por su Espíritu, resucitándole de entre los muertos, lo hará también con todos los hombres que le estén unidos. Puedes leer Colosenses 1, 18-20; Filipenses 3, 20-21. Evangelio: Mateo 25, 31-46. Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de otros. El evangelio nos enseña que el juicio empieza “aquí”. Cada instante lleva en sí el peso de la misteriosa presencia del Hijo del Hombre, del mismo Dios, en el pequeño que se cruza en nuestra vida. La revelación es extraordinaria: la conducta que tengamos con esos pequeños es la misma que tenemos con Dios. Por eso en el último día, puestos ante Dios, los hombres descubrirán asombrados que ya le amaron o despreciaron en el prójimo acogido o abandonado aquí en la tierra. Jesús se identifica con los hombres más humildes. Las palabras “conmigo lo hicisteis” señalan esta relación misteriosa pero real que une a Cristo con cualquier persona necesitada. Y este Rey y Juez universal sacará a la luz nuestra vida, tejida de incalculables pequeños gestos humanos, y seremos salvados o condenados según los hayamos vivido en el amor (que se entrega, que da la vida) o en el egoísmo (que se busca a sí mismo). |
CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 24 San Andrés Dung-Lac | Ap 14, 1-3.4b-5 Llevaban grabado en la frente el nombre de Cristo y el de su Padre. Sal 23, 1-6 Éstos son los que buscan al Señor. Lc 21, 1-4 Vio a una viuda pobre que echaba dos monedas de poco valor. Haz una obra de caridad. Que te suponga un sacrificio |
Martes 25 Santa Catalina de Alejandría | Ap 14, 14-19 Ha llegado la hora de la siega, pues la mies de la tierra está más que madura. Sal 95, 10-13 El Señor llega a regir la tierra. Lc 21, 5-11 Estad atentos para que no os engañen. ¿Estás preparado para la venida del Señor? |
Miércoles 26 | Ap 15, 1-4 Cantaban el cántico de Mosiés y el cántico del Cordero. Sal 97, 1-3.7-9 Grandes y admirables son tus obras, Señor, Dios soberano de todo. Lc 21, 12-19 Todos os odiarán por mi nombre. Reza por los cristianos perseguidos |
Jueves 27 | Ap 18,1-2.21-23; 19,1-3.9a. Ha caído Babilonia la grande. Sal 99. Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero. Lc 21,20-28 Jerusalén será pisoteada por los gentiles hasta que les llegue su hora. Reza por todos los que sufren |
Viernes 28 | Ap 20, 1-4.11-21,2 Vio la nueva Jerusalén, que descendía del cielo. Sal 83, 3-8 Ésta es la morada de Dios con los hombres. Lc 21, 29-33 Cuando veáis realizarse estas cosas, sabed que el Reino de Dios está cerca. Reza por los alejados. |
Sábado 29 | Ap 22, 1-7 Ya no habrá más noche porque el Señor irradiará luz sobre ellos. Sal 94, 1-7 ¡Marana tha! Ven, Señor Jesús. Lc 21, 34-36 Velad, pues, y orad en todo tiempo. Revisa tu actitud ante el dinero |
Domingo 30 1º de Adviento | Ciclo B Is 63, 16b-17; 64,1.3b-8 Ojalá rasgases el cielo y bajases. Sal 79, 2-3.15-19 Señor, Dios nuestro, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve. I Co 1, 3-9 Aguardamos la manifestación de Jesucristo nuestro Señor. Mc 13, 33-37 Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa. Haz oración por tu familia y por la parroquia |
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