Domingo III de PASCUA
26 de abril de 2009 (ciclo B, año impar)
Primera lectura
Matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (3, 13-15. 17-19)
En aquellos días, Pedro dijo a la gente: |
Salmo responsorial
Sal 4, 2. 7. 9 (R/.: cf. 7)
R/. Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro, Señor. |
Segunda lectura
Él es víctima de propiciación por nuestros pecados
y también por los del mundo entero
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (2, 1-5)
Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. |
Aleluya
Lc 24, 32
Señor Jesús, explícanos las Escrituras; |
EVANGELIO
Así estaba escrito: el Mesías padecerá y
resucitará de entre los muertos al tercer día
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas (24, 35-48)
En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. |
COMENTARIO
Vosotros sois testigos de esto La conversión es un tema fundamentalmente pascual y resuena en la Palabra de Dios que proclamamos hoy. Jesucristo resucitado se aparece a los Apóstoles, les enseña y les manda a predicar la conversión y el perdón de los pecados.
Compromiso semanal ¿Cuál es tu actitud ante la Palabra de Dios y la Eucaristía? ¿Cómo puedes mejorarla?
La Palabra del Señor, luz para cada día 1ª lectura: Hechos 3, 13-15. 17-19. Matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos. A partir de la admiración que ha provocado el milagro, Pedro proclama la Resurrección de Jesús y su papel en la salvación de los hombres. Los que reciben con asombro los hechos de Dios son invitados por la palabra del Apóstol a descubrir el sentido de lo que está sucediendo. No basta “saber” para salir de la ignorancia: es necesario cambiar de actitud. Destaca la necesidad y urgencia de la conversión para acoger la oferta de salvación, cumpliendo así el plan de Dios. Aceptar que el paralítico ha sido curado en nombre de Jesús, es aceptar que el resucitado es el Dios de la vida, actúa en la vida y transforma nuestra existencia por el perdón que sigue al arrepentimiento. Salmo 4, 2. 4. 7. 9. Haz brillar sobre nosotros el resplandor de tu rostro. Este salmo es una bella oración que nos invita a confiar en Dios, a pesar de las dificultades. El salmista ha experimentado el amor de Dios en profundidad: el Señor le dio anchura en el aprieto. Puede, entonces, resistir ante sus enemigos y animar a sus amigos. El Señor resucitado es el más firme apoyo de la fe y de la esperanza de la Iglesia. Si recibimos la luz del rostro de Dios experimentamos alegría y paz. Al llegar la noche acogemos con confianza el sueño, muerte aparente e imagen de nuestra vida escondida con Cristo en Dios. 2ª lectura: 1 Juan 2, 1-5a. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados y por los del mundo entero. Contra los autosuficientes, Juan ha declarado la universalidad del pecado como experiencia personal de cada hombre. Pero si hay pecado, existe también el perdón, porque tenemos un abogado ante el Padre: Jesucristo. Vivir en la luz supone reconocer que somos esclavos y pecadores. Saberse pecador y pedir perdón es encaminarse hacia la comunión con Dios. El conocimiento de Dios es palabrería vana si no se dan dos condiciones: la aceptación de Jesús como el enviado de Dios y la conducta ética–moral derivada y exigida por la acción salvadora de Dios. Evangelio: Lucas 24, 35-48. Así estaba escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día. Esta es una preciosa catequesis para que aprendamos que el Señor vive y está presente entre nosotros. Los discípulos habían recibido ya el testimonio de Pedro, pero necesitan la experiencia personal del encuentro con Jesús resucitado. Esta experiencia personal es el fundamento de la fe de los creyentes de todos los tiempos, aunque el testimonio de otros sea indispensable. Jesús les descubre el sentido profundo de la Escritura y les envía como testigos a predicar la conversión y el perdón de los pecados. Para esta tarea cuentan con la ayuda y fuerza del Espíritu. |
CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 27 | Hch 6,8-15. No lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba. Sal 118. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor. Jn 6,22-29. Trabajad no por el alimento que perece sino por el alimento que perdura para la vida eterna Reza por los niños que van a recibir la Primera Comunión |
Martes 28 San Pedro Chanel, presbítero y mártir | Hch 7, 51-59 Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y dicho esto expiró. Sal 30, 3-8.17.21 A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Jn 6, 30-35 Mi Padre os da el pan del cielo. Haz oración ante el Señor, en la Iglesia |
Miércoles 29 Santa Catalina de Siena, patrona de Europa | 1Jn 1,5 - 2,2. La sangre de Jesús nos limpia los pecados. Sal 102. Bendice, alma mía, al Señor. Mt 11,25-30. Has escondido estas cosas a los sabios y las has revelado a la gente sencilla. Reza por la nueva evangelización |
Jueves 30 San Pío V, papa | Hch 8, 26-40 Siguieron su camino, y llegaron a un lugar donde había agua. Sal 65, 8-9.16-17.20 Aclama al Señor, tierra entera. Jn 6, 44-51 Yo soy el pan de vida bajado el cielo. Reza por los que rechazan la Eucaristía. |
Viernes 1 San José, obrero | Gn 1, 26-2,3 Llenad la tierra y sometedla. Sal 89, 2-4.12-14.16 Haz prósperas, Señor, las obras de nuestras manos. Mt 13, 54-58 ¿No es éste el hijo del carpintero? Dale gracias a Dios por todos los que te ayudan. |
Sábado 2 San Atanasio, obispo y doctor de la Iglesia | Hch 9, 31-42 La Iglesia se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor, y se multiplicaba animada por el Espíritu Santo. Sal 115, 12-17 ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Jn 6, 60-69 Nosotros creemos y sabemos que tú eres el santo de Dios. Reza por los alejados |
Domingo 3 4º de PASCUA | Hch 4, 8-12 Jesús es la piedra que desechasteis vosotros. Sal 117, 8-9.21-3.26.28-39 La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. 1 Jn 3, 1-2 Somos hijos de Dios. Jn 10, 11-18 Yo soy el buen pastor, que conozco a mis ovejas. Reza por tu familia y por la parroquia |
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