Domingo IV de ADVIENTO
21 de diciembre de 2008 (ciclo b, año impar)
Primera lectura
El reino de David durará por siempre en la presencia del Señor
Lectura del segundo libro de Samuel (Samuel 7, 1-5. 8b-12. 14a. 16)
Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz con todos los enemigos que le rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: Palabra de Dios |
Salmo responsorial
Sal 88, 2-3. 4-5. 27 y 29 (R/.: cf. 2a)
R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor. Cantaré eternamente las misericordias del Señor, |
Segunda lectura
El misterio, mantenido en secreto durante siglos, ahora se ha manifestado
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (16, 25-27)
Hermanos: |
Aleluya
Lc 1, 38
Aquí está la esclava del Señor;
hágase en mí según tu palabra.
EVANGELIO
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas (1, 26-38)
En aquel tiempo; el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. Palabra del Señor. |
COMENTARIO
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo Vivimos en una sociedad pagana y materialista que ha extendido sus tentáculos a todos los rincones de la vida, intentando comercializar, manipular y descristianizar hasta lo más bello y sublime. Por eso, asistimos al lamentable espectáculo de ver como la Navidad se está convirtiendo en una fiesta comercial, cultural y pagana que se intenta vaciar de todo contenido religioso.
Compromiso semanal Mira si estás preparado para recibir al Señor.
La Palabra del Señor, luz para cada día 1ª lectura: 2 Samuel 7, 1-5. 8b-11. 16. El reino de David durará por siempre en la presencia del Señor. El oráculo de Natán nos revela los planes de Dios. La elección de David, como toda elección, es pura gracia y benevolencia de Dios. El Señor ha protegido a David, su siervo, en todas sus empresas. Por amor a él y a su pueblo le promete la permanencia perpetua de su reino. Israel ha visto en la profecía de Natán, la promesa del rey Mesías. Esta promesa ya se ha realizado en la persona de nuestro Señor Jesucristo, hijo de David por excelencia. Salmo 88, 2-5. 27-29. Cantaré eternamente las misericordias del Señor. Dios prometió a David un linaje perpetuo… y, aunque David peque, aunque Israel sea infiel, aunque olvidemos a veces el amor de Dios, “la misericordia del Señor es un edificio eterno” ante el cual no cabe otra actitud que la de “Cantar eternamente las misericordias del Señor”. Puedes leer Colosenses 1, 15-20. 2ª lectura: Romanos 16, 25-27. Revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos. Este texto es un himno a la Encarnación, como manifestación del misterio de Cristo escondido en los siglos, comunicado a los gentiles: el Evangelio es la revelación del misterio de Cristo; misterio largo tiempo oculto; manifestado al presente mediante la venida de Cristo en carne, y las Escrituras proféticas que la predijeron. Esta manifestación no es exclusiva para los judíos. Los gentiles son admitidos a su comunicación. Este plan eterno y su gradual ejecución manifiestan la infinita sabiduría y prudencia de Dios en el desarrollo de la Historia. Evangelio: Lucas 1, 26-38. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo. La victoria de María nace de su disponibilidad. Ella siempre dijo “sí” a la “Palabra de Dios”. Creó en sí el gran vacío (la humildad) capaz de contener a Dios. María es la persona en quien se realiza con más perfección y claridad la salvación que anuncia. Su figura tiene el encanto de la mujer sencilla, sorprendida por las bellas palabras que le dicen. No exige garantías. Es libre para decir “sí”. María se lanza a la aventura, intrépida, de descubrir progresivamente el misterio de Dios. El “sí” de la Virgen María contiene el riesgo de lo inesperado ante la palabra de Dios y la sumisión confiada a la voluntad del Señor. Por su “sí” a Dios María fue nuestra luz. El ejemplo de María es una llamada a la conversión. Puedes leer Sofonías 3, 14-15 e Isaías 7, 14-17. |
CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 22 | I S 1, 24-28 El Señor me ha concedido lo que pedía. Sal I S 2, 1.4-8 Mi corazón se regocija por el Señor. Lc 1, 46-56 Proclama mi alma la grandeza del Señor. Revisa cómo está tu fidelidad al Señor y a la Iglesia |
Martes 23 | Ml 3, 1-4. 4, 5-6. Mirad, yo os envío mi mensajero Sal 24, 4-14. Se acerca vuestra redención. Lc 1, 57-66 La mano de Dios estaba con él. Haz una obra de misericordia |
Miércoles 24 | Is 9, 1-3.5-6 El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande. Porque un niño nos ha nacido … Sal 95, 1-3.11-13 Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Tit 2, 11-14 Ha aparecido la gracia de Dios para todos los hombres. Lc 2, 1-14 Hoy os ha nacido en Salvador: el Mesías, el Señor. Haz un ratito de oración |
Jueves 25 La Natividad del Señor | Is 52. 7-10 Los confines de la tierra verán la victoria de nuestro Dios. Sal 97, 1-6 Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Heb 1, 1-6 Dios nos ha hablado por su Hijo. Jn 1, 1-18 La Palabra era Dios. Se hizo carne y acampó entre nosotros. Participa en la Eucaristía. Reza por tu familia y por la parroquia. |
Viernes 26 San Esteban, protomártir | Hch 6, 8-10; 7, 54-59 Ve el cielo abierto. Sal 30, 3-8.17.21 A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Mt 10, 17-22 No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre. Da testimonio de Jesucristo |
Sábado 27 San Juan, apóstol y evangelista | 1 Jn 1, 1-4 Os anunciamos lo que hemos visto y oído. Sal 96, 1-2.5-6.11-12 Alegraos, justos con el Señor. Jn 20, 2-8 El otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al Sepulcro. Pon alegría y paz a tu alrededor. |
Domingo 28 La Sagrada Familia: Jesús, María y José | Gn 15, 1-6; 21, 1-3 Te heredará uno salido de tus entrañas. Sal 104, 1-9 El Señor es nuestro Dios, se acuerda de su alianza eternamente. He 11, 8.11-12.17-19 Fe de Abrahán, de Sara y de Isaac. Lc 2, 22-40 El niño iba creciendo y llenaba de sabiduría Reza por tu familia y por la parroquia |
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