DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO
30 de agosto de 2009 (ciclo B, año par)
Primera lectura
No añadáis nada a lo que os mando...,
así cumpliréis los preceptos del Señor
Lectura del libro del Deuteronomio (4, 1-2. 6-8)
Moisés habló al pueblo, diciendo: |
Salmo responsorial
Sal 14, 2-3a. 3bc-4ab. 5 (R/.: 1a)
R/. Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda? El que procede honradamente |
Segunda lectura
Llevad a la práctica la palabra
Lectura de la carta del apóstol Santiago (1, 17-18. 21b-22. 27)
Mis queridos hermanos: |
Aleluya
St 1, 18
El Padre, por propia iniciativa, con la palabra de la verdad, nos engendró,
para que seamos como la primicia de sus criaturas.
EVANGELIO
Dejáis a un lado el mandamiento de Dios
para aferraros a la tradición de los hombres
+ Lectura del santo evangelio según san Marcos (7, 1-8. 14-15. 21-23)
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. |
COMENTARIO
Llevad la palabra a la práctica La Palabra de Dios que proclamamos hoy nos invita a la fidelidad y a la pureza de corazón. El amor es fidelidad. Si me amáis guardaréis mis mandamientos; el que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama, nos dice Jesús. Es un problema muy antiguo: muchas personas quieren "fabricarse" un Dios a su medida, a su manera; muchas personas quieren fabricarse una religión que les resulte cómoda, que no les haga cambiar de vida... La primera lectura nos presenta a Moisés que invita al pueblo a cumplir los mandamientos de Dios. De esta postura depende que Israel entre en posesión de la tierra prometida. La ley es la expresión de la voluntad de Dios y forma parte de la alianza. La ley es ley de vida. Dios nos ama, Dios quiere que seamos felices, quiere nuestra vida. Los mandamientos son signos de la presencia cercana de Dios. Y Jesucristo nos dice hoy que fabricarse una religión “a la carta” no es religión sino idolatría. La verdadera religión, la fe, consiste en amar a Dios sobre todas las cosas. La verdadera religión consiste en aceptar los mandamientos y enseñanzas de Jesús y de la Iglesia, fiándonos siempre de Dios que nos ama y quiere nuestra felicidad. La verdadera religión, la fe, consiste en amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. Y el que ama trata de complacer al amado, no de ofenderle. Por eso, el que ama a Dios vive la vida tratando de ser fiel y de agradarle con las obras de cada día. Por eso decimos que “una fe sin obras es una fe muerta". Por ello, Jesucristo hoy nos invita a ser cristianos, a ser coherentes con la fe que decimos tener. Nos invita a aceptarle como Maestro y como Señor, a aceptar sus mandamientos, es decir, a no poner en duda el Evangelio, aunque nos parezca difícil y exigente. Y nos invita también a vivir los mandamientos. Y a vivirlos todos, los diez mandamientos. No podemos quedarnos satisfechos por vivir a medias. Porque amamos a Dios del todo y sobre todas las cosas. Podemos tener fallos, porque somos débiles y pecadores. Para eso nos ha dejado el Señor el sacramento de la Penitencia. Pero, por lo menos, hemos de poner todo nuestro empeño y nuestro esfuerzo en vivir todos los mandamientos, dejando que la luz de Cristo ilumine todas las parcelas de nuestra vida, siendo buenos cristianos en todo lo que pensemos, digamos y hagamos. Y, además, tratando de ser buenos desde las intenciones, desde lo más profundo de nuestro corazón. Ese es el reto: Ponerse en las manos de Dios y seguir los pasos de Jesús en la Iglesia, viviendo cada día como auténticos discípulos suyos.
Compromiso semanal Revisa tu vida. Mira cómo está tu fidelidad a Jesucristo y a la Iglesia. Mira si te estás “fabricando” un dios a tu medida. Profundiza en tu fidelidad.
La Palabra del Señor, luz para cada día 1ª lectura: Deuteronomio 4, 1-2. 6-8. Moisés exhorta al pueblo a cumplir los mandamientos de Dios. De esta postura depende que Israel entre en posesión de la tierra prometida. La ley de Dios es la expresión de la voluntad divina y forma parte de la alianza. Además, la observancia de la ley debe producir dos efectos entre los gentiles: el reconocimiento de la grandeza de la ley de Dios y la constatación de la presencia de Dios en medio de su pueblo. Salmo 14, 2-5. Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda? Dios nos pone frente a los deberes para con el prójimo, según la alianza: intenciones leales, ausencia de calumnias o difamación, estima de los hombres por su fidelidad a la alianza y no por su poder o posición social, amor a la persona por encima del dinero... Jesús es el que mejor ha realizado la participación en la alianza que describe el salmo. Él es “santo” y “justo”. 2ª lectura: Santiago 1, 17-18. 21-22. 27. Llevad a la práctica la palabra. El Padre es quien lleva la iniciativa en la obra de la salvación. Frente al pecado que engendra la muerte, Dios engendra la vida. Y la engendra por medio de la Palabra de la verdad, que es Cristo. La palabra creadora y salvadora de Dios transforma al hombre convirtiéndolo en primicia de las criaturas. La escucha activa de esta palabra de Dios revela al hombre su identidad más profunda y constituye el camino de la auténtica felicidad. Santiago nos exige dos actitudes: la disponibilidad para escuchar y acoger la palabra, y la audacia para ponerla en práctica. Ponerla en práctica implica la ruptura con todo tipo de ambición, de ira o de maldad y requiere la integridad de una conducta que corresponda a la identidad de hijos de Dios. Evangelio: Marcos 7, 1-8. 14-15. 21-23. Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres. Jesús nos advierte sobre el peligro de perder de vista lo fundamental (el precepto de Dios), por centrarse en cosas de menor importancia (las tradiciones de los hombres). Jesús denuncia la deformación que lleva al hombre a “parecer bueno” más que a “serlo de verdad”; a preferir un cumplimiento “externo” de la ley, al cambio real del corazón. Además, Jesús declara puros todos los alimentos. Lo que Dios ha hecho no puede manchar, pues todo es bueno. Pero lo que sale del corazón del hombre, eso sí puede manchar y poner en peligro su vida cristiana. |
CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 31 | 1Ts 4,13-18. A los que han muerto, Dios, por medio Jesús, los llevará con él. Sal 95. El Señor llega a regir la tierra. Lc 4, 16-30 El Espíritu del Señor está sobre mí Reza por los que no creen |
Martes 1 | 1Ts 5,1-6.9-11. Murió por nosotros para que vivamos con él. Sal 26. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida Lc 4, 31-37 ¡Cállate y sal de ese hombre! Reza por los enfermos. ¡Visítalos! |
Miércoles, 2 | Col 1,1-8. El mensaje de la verdad ha llegado a vosotros y al mundo entero. Sal 51. Confío en tu misericordia, Señor, por siempre jamás. Lc 4, 38-44 También en las demás ciudades debo anunciar la Buena Noticia de Dios. Da testimonio de Jesucristo |
Jueves 3 Magno, papa y doctor | Col 1,9-14. Nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido. Sal 97. El Señor da a conocer su victoria. Lc 5, 1-11 Dejaron todo y lo siguieron. Reza por las vocaciones sacerdotales y religiosas |
Viernes 4 | Col 1,15-20. Todo fue creado por él y para él. Sal 99. Entrad en la presencia del Señor con vítores. Lc 5,33-39. Llegará el día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán. Haz una obra de misericordia |
Sábado 5 | Col 1,21-23. Dios os ha reconciliado para haceros santos, sin mancha. Sal 53. Dios es mi auxilio. Lc 6, 1-5 El Hijo del Hombre es señor del sábado. Reza por los que critican a la Iglesia |
Domingo 6 | Is 35, 4-7a Los oídos del sordo se abrirán; la lengua del mudo cantará. Sal 145, 6b-10 Alaba, alma mía, al Señor. Sant 2, 1-5 ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres como herederos del Reino? Mc 7, 31-37 Hace oír a los sordos y hablar a los mudos. Reza por tu familia y por la parroquia |
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