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19 noviembre 2014

Cardenal Antonio Cañizares: «Me preocupa España»

«Me preocupa España»

Cardenal Antonio Cañizares    19 noviembre 2014

Necesitamos rehacer nuestro camino, reemprenderlo con la esperanza de un proyecto y de un hacer común: la esperanza que ha hecho posible una gran empresa común de todos, la que ha constituido una aportación innegable al mundo, la que ha hecho de nuestra Nación una pieza básica en la cultura y realidad determinante de Europa y del Occidente, la que ha ofrecido y llevado al mundo una proyección civilizadora, sin la que este mundo sería sin duda muy distinto y no mejor

La semana pasada se celebró en la Universidad Católica «San Vicente Mártir de Valencia» un congreso internacional dedicado, en homenaje y memoria agradecida, a la egregia figura de D. Julián Marías, que tanta falta nos hace en los momentos que atravesamos culturales, de civilización, de la realidad de España, a la que tanto amó y tan bien entendió en sus raíces más hondas y en el proyecto o empresa común que la constituye. La cuestión de la persona, del hombre, de la historia, de la verdad –inseparable de la libertad, de la esperanza, de la confianza, del amor, de la vida, de la dignidad, del bien común– o de la fe cristiana, de la renovación tanto del tejido social como eclesial, y tantos otros, son cuestiones básicas y fundamentales, están en la base de la realidad de España. Ver la España real desde la perspectiva histórica en una clave de la «España perdida», y el recorrido de varios siglos en recuperar aquella identidad perdida o robada, es un horizonte que arroja una potente y grande luz sobre España que ilumina el presente que atraviesa y la lanza a unos grandes horizontes que hoy necesitamos que se abran y que nos atraigan para tener futuro. Como a D. Julián Marías, a quien tanto admiro y añoro, me preocupa y duele España y todo lo que ella representa, tan certera como agudamente señalado en los escritos de D. Julián Marías.


Vivimos realmente tiempos preocupantes, situaciones que parecen desangrarla. Mirada desde fuera y, al mismo tiempo, desde el calor íntimo de su más honda entraña, preocupan los asuntos y problemas económicos graves, con todas las causas que los han originado, exteriores e interiores, y con todas las consecuencias humanas, sociales, familiares, tan lacerantes que afligen nuestra nación en estos momentos; preocupa la secularización y el laicismo creciente y radical de nuestro pueblo español que está siendo sometido a una presión difícilmente soportable para olvidar y abandonar lo que le es más propio, su sentido y sus razones, de fe cristiana, para vivir, con las gravísimas consecuencias que esto tiene para su futuro; preocupa el conjunto de asuntos importantes en los que nuestro país parece encaminado hacia la confusión y el desorden. Necesitamos rehacer nuestro camino, reemprenderlo con la esperanza de un proyecto y de un hacer común: la esperanza que ha hecho posible una gran empresa común de todos, la que ha constituido una aportación innegable al mundo, la que ha hecho de nuestra Nación una pieza básica en la cultura y realidad determinante de Europa y del Occidente, la que ha ofrecido y llevado al mundo una proyección civilizadora, sin la que este mundo sería sin duda muy distinto y no mejor. España puede y debe asumir, unida, esta responsabilidad común e insoslayable para todos, en las actuales circunstancias que son las que son, y para los que no hemos de buscar culpables, que nos exoneren de culpa y responsabilidad; no podemos quedarnos en lamentos y en condenas de los otros. Es hora de unidad y responsabilidad de todos.

España es una realidad histórica y un proyecto común. «Los españoles compartimos una vasta historia común que, como todas, y no menos que otras, se encuentra llena de momentos brillantes y logros extraordinarios. Y como todas, y no menos que otras, tiene también zonas de sombra que no se pueden ocultar y de las que hay que saber aprender». España ha pasado situaciones muy difíciles en momentos de su historia, incluso con fracasos muy notables, y ha vivido etapas y momentos de gloria. Pero en todo caso, ha sabido afrontar, juntos, con generosidad y gran sentido de responsabilidad por parte de todos, los diferentes momen tos de su vida. La respuesta individualista, de «cada uno a la suya y sálvese quien pueda», no es humana, ni solidaria, y menos aún cristiana, carece de futuro, aboca al fracaso, al caos y a la disgregación, a la hemorragia que acaba en el fracaso total. La respuesta de culparse unos a otros y buscar chivos expiatorios es estéril y, en todo caso, retarda la solución y la mejoría; no deberían caber, en absoluto, pescadores de ganancias en río revuelto. Sólo la respuesta de todos en unidad, cada uno, y cada institución –gobierno, oposición, partidos políticos, fuerzas sociales y económicas, empresariales y sindicales, instituciones universitarias y de cultura, iglesia,...– todos tenemos en estos momentos una responsabilidad común: salvar, fortalecer, hacer avanzar en todos los órdenes a España; renovar nuestra sociedad, imprimirle nuevo vigor y esperanza de futuro, avivar y vigorizar sus raíces y su identidad, sus capacidades que son grandes; llevar a cabo ese proyecto común, que es el de nuestra historia, proyecto que queda esperanzadora y claramente refl ejado en la Constitución del 78, que sanó una nación, la nuestra. La tarea es de todos, todos juntos, cada uno con su responsabilidad: la Iglesia, evangelizada y evangelizadora, aportando el Evangelio de la caridad y de la esperanza, el testimonio de Dios, que es Amor; el Gobierno, las fuerzas políticas y sociales, la Universidad, la escuela, ..., aportando cada una su papel y responsabilidad propia e insustituible. Las Universidades Católicas han de estar en primera línea aportando su servicio y abriendo caminos de futuro y esperanza, pero no sólo ellas: todos. No hay tiempo que perder; no podemos entretenernos en estériles discusiones, ni en búsqueda de culpables, ni pararnos a pensar a qué competencias corresponde. Hay que apagar el fuego devastador que parece amenazar a España, y nada más, entre todos, todos juntos con un verdadero y esperanzador proyecto que nos aúne. No podemos escatimar esfuerzos comunes y en pro del bien común, en pro de nuestra España que se quema y desangra, pero que tiene un gran futuro de esperanza. Es posible, es real esta esperanza.

© La Razón

15 noviembre 2014

Kenia, Unicef niega haber infiltrado anticonceptivo en vacunas antitetánicas.

Unicef niega haber infiltrado anticonceptivo en vacunas antitetánicas

By Stefano Gennarini, J.D. | November 15, 2014
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NUEVA YORK, 14 de noviembre (C-Fam) En una entrevista exclusiva para Friday Fax de C-Fam, Unicef negó las acusaciones de los obispos católicos de Kenia según las cuales un programa de vacunación antitetánica en su país patrocinado por Unicef y la OMS es un programa encubierto de control demográfico.
Los organismos de la ONU emitieron una declaración conjunta esta semana, en la que acusan a los obispos keniatas de diseminar «información errónea» y efectuar graves acusaciones «no respaldadas por evidencias».
Los obispos de Kenia están haciendo campaña en contra de un programa especial de vacunación antitetánica neonatal para mujeres en edad fértil patrocinado por los organismos, tildándolo de «programa encubierto de control demográfico», y piden con insistencia a los keniatas que usen solo tratamientos rutinarios contra el tétanos, que se encuentran ampliamente disponibles.
Según los obispos, cuatro análisis de laboratorio de la actual vacuna por separado descubrieron que contenía una hormona (Beta-HCG) que impide la implantación, lo cual puede causar múltiples abortos espontáneos e incluso infertilidad. Los obispos sostienen que sintieron que debían advertir al público ante el incumplimiento del gobierno.
James Elder, representante de Unicef en África, dijo a Friday Fax en una entrevista exclusivaque solo se apuntaba a las mujeres en edad fértil en el programa porque éste tenía la intención de proteger a los recién nacidos y a sus madres en áreas remotas, donde los nacimientos se producen en «condiciones antihigiénicas». La protección de los recién nacidos, aseguró, dura unas cuantas semanas después del nacimiento.
Elder además explicó que el régimen de inmunización antitetánica en el país procura proteger a los recién nacidos, quienes dan cuenta de la mayor parte de los casos nuevos de tétanos en Kenia, y está dirigido a mujeres de zonas rurales con acceso inadecuado a centros de salud. Supone tres dosis de inyecciones antitetánicas, que garantizan la protección por cinco años. Asimismo aclaró que Kenia recomienda cinco dosis de vacunas contra el tétanos para hombres y mujeres, con el fin de garantizar la inmunidad de por vida, a diferencia la cobertura normal de cinco a diez años mediante una única inyección.
Unicef y la OMS dijeron haber «tomado nota» de los análisis realizados por la Asociación de Médicos Católicos de Kenia citados por los obispos, y sugieren que no fueron llevados a cabo en laboratorios «adecuados» y que no se examinó la vacuna en sí, sino muestras de sangre. Los organismos de la ONU se mantuvieron firmes en cuanto a que quien tiene el mandato de determinar la calidad, seguridad y eficacia de la vacuna es la Autoridad Reguladora Nacional de Kenia.
Pero Elder no garantizó fe alguna en los análisis del gobierno. Si se hubieran examinado muestras reales, dijo: «no hay laboratorios en Kenia con capacidad de analizar muestras no humanas de HCG», es decir, la vacuna en sí.
Ya se administraron dos dosis a aproximadamente 130 millones de mujeres en todo el mundo, dijeron los organismos de la ONU. Unicef compró la vacuna al Instituto Serum de la India, que goza de la designación especial de la OMS como «fabricante precalificado» y se jacta de que uno de cada dos niños inmunizados en el mundo recibe una de sus vacunas.
Aunque la OMS llevó a cabo ensayos en fase inicial con HCG como parte de lainvestigación en vacunas de regulación de la fertilidad, abandonó dichos experimentos, según un asesor de la Organización que trabajó para ella durante mucho tiempo y exdirector de investigación de la OMS en materia de reproducción humana, el dr. Giuseppe Benagiano, quien es también consultor frecuente en el trabajo de C-Fam. Él añade que la OMS no prueba nada de manera secreta.
Benagiano, Decano de la Facultad de Ginecología y Obstetricia de la Universidad de Roma y ex director de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia, dijo a C-Fam que «no existen las vacunas de control de la natalidad», y que la investigación en esta área siempre fracasó. Incluso si existieran, afirmó, sería imposible combinar la vacuna antitetánica con un inhibidor de HCG por «razones técnicas».
Benagiano dijo: «Estoy absolutamente, 100%, seguro, de que no hay nada peligroso acerca de las vacunaciones en Kenia». Sugirió que los obispos keniatas «necesitan que se les asegure que no se ha combinado ninguna vacuna de control de la natalidad con la vacuna antitetánica».
El dr. Robert Walley, de MaterCare International, obra benéfica católica de salud materna que trabaja en África, habló con C-Fam el jueves y dijo que no estaba tranquilo con la declaración de la OMS y Unicef, aunque reconocía que no existe como tal una vacuna antitetánica y de HCG combinada.
Walley ha estado en Kenia en las últimas semanas y dijo a C-Fam que los análisis realizados por los médicos de Kenia presentaban un nivel «elevado» de HCG. No dijo que esto fuera una prueba irrefutable, pero justificó que los obispos hicieran todo lo que pudieran para advertir a los keniatas.
«Alguien parece haberla adulterado», sostuvo.
También dijo que la participación del gobierno en el programa de vacunación fue pasiva hasta las acusaciones de los obispos. Ahora éste amenaza a los médicos que colaboran con la investigación.
Walley se encuentra rumbo al Reino Unido para hacer más análisis a la vacuna, con el objeto de constatar si se reproducen los resultados. «Todos niegan todo y acusan a todos», sostuvo, «queremos ser cautos».
No es la primera vez que se acusa a un programa de la ONU o del gobierno de esterilizar a las mujeres sin su consentimiento. En la década del noventa, se efectuaron acusaciones similares sobre una vacuna contra el tétanos que involucraba a la OMS en Filipinas y en Perú. Ambos casos a la larga condujeron a procesos inconcluyentes. Cada vez que esto sucede, tiemblan los cimientos de la confianza pública en las instituciones internacionales.
Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano