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29 mayo 2007

Boletin 11

Asociación Cultural "Juan Luís Vives"

Boletín Informativo n° 11 (mayo 2007)

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Recomendamos por su gran interés:

*** Orientaciones morales ante la situación actual de España: instrucción pastoral de la Conferencia Episcopal Española (23-XI-2006): imprescindible su lectura para conocer mejor y hacer frente a la problemática actual que vive nuestro país en temas como laicismo, libertad religiosa, nacionalismos extremos, actuación de los cristianos en la vida pública.....

*** Exhortación apostólica "Sacramentum caritatis" sobre la Eucaristía ( 13-III­2007): Es el segundo documento más importante de Benedicto XVI, en el que el Pontí­fice recoge las conclusiones del Sínodo de Obispos (celebrado en octubre de 2005). El Papa ha expresado que tiene muchas esperanzas en este documento, pues considera que puede revolucionar la actitud de los católicos ante la Misa y, en general, ante muchos aspectos de la vida. Animamos, por ello, a su difusión.

*** En busca de la trascendencia. Encontrar a Dios en el mundo actual: el au­tor(catedrático de metafísica) presenta un recorrido intelectual por las cuestiones más profundas del ser humano, intentando responder a las dudas que todos tenemos ante la cuestión más radical que cualquiera se plantea:¿qué pasará conmigo después de mi muerte?. Considera que la razón puede y debe buscar la trascendencia. Muy aconsejable su lectura. Autor: Alejandro Llano. Ed. Ariel( Barcelona, 2007). 162 págs. 12,90 E.

*** Catecismo de la Iglesia Católica (Compendio): es una síntesis del catecismo pu­blicado en 1992. Se trata de una auténtica joya que debería estar en todos los hogares para cualquier consulta. Contiene, de modo conciso, todos los elementos esenciales y fundamentales de la fe de la Iglesia. Es una versión resumida, moderna, fiel y actualiza­da del catecismo publicado hace unos años.

*** Volvemos a recomendar el semanario "Alfa y Omega": se puede conseguir (gra­tis) todos los jueves con el periódico ABC. Contiene amplia información sobre diversos temas de actualidad, libros, películas, direcciones web.....

*** La cultura de la vida. Cuestiones de bioética: presentación de ocho documenta­les en un doble DVD sobre temas de enorme actualidad: aborto, eutanasia, células ma­dre, procreación artificial, prevención del SIDA.....! Excelente colección!.

*** www.interrogantes.net: interesantísima web que pretende ser un lugar de pensa­miento, documentación e intercambio sobre cuestiones relacionadas con la fe y los valo­res cristianos. ! Muy recomendable para todos los públicos!. Su manejo resulta muy sencillo.

*** www.ponlacara.com: iniciativa de un grupo de jóvenes madrileños para profundizar en la fe de una manera clara y sencilla, con imaginación, iniciativas, vídeos y testi­monios. Manejo sencillo y simpático, dirigido a la gente joven principalmente.

PD: los documentos, libros y DVD se pueden conseguir a través de la librería "La Seu" de Gandía.

23 mayo 2007

Pentecostés

DOMINGO DE pentecostés

27 de mayo de 2007 (ciclo C, año impar)



Primera lectura
Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 1-11

Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería.

Se encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma. Enormemente sorprendidos, preguntaban:

— «¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno los oímos hablar en nuestra lengua nativa?

Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia o en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene; algunos somos forasteros de Roma, otros judíos o prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua.»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 103, lab y 24ac. 29bc-30. 31 y 34 (R/.: cf. 30)

Bendice, alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas. R/.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra. R/.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor. R/.

Segunda lectura
Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 3b-7. 12-13

Hermanos:

Nadie puede decir: «Jesús es Señor», si no es bajo la acción del Espíritu Santo.

Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común.

Porque, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.

Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

Palabra de Dios.

Secuencia de Pentecostés

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Aleluya

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos la llama de tu amor.

EVANGELIO
Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
Recibid el Espíritu Santo.

+ Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 19-23

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:

— «Paz a vosotros.»

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:

— «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.»

Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:

— «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»

Palabra del Señor.

En el presente año C, pueden utilizarse también las siguientes lecturas:

SEGUNDA LECTURA
Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios.
+ Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 8-17

Hermanos:

Los que viven sujetos a la carne no pueden agradar a Dios. Pero vosotros no estáis sujetos a la carne, sino al espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo.

Pues bien, si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justificación obtenida. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros.

Así pues, hermanos, estamos en deuda, pero no con la carne para vivir carnalmente. Pues si vivís según la carne, vais a la muerte; pero si con el Espíritu dais muerte a las obras del cuerpo, viviréis.

Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. Habéis recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: «¡Abba!» (Padre).

Ese Espíritu y nuestro espíritu dan un testimonio concorde: que somos hijos de Dios; y, si somos hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con él glorificados.

Palabra de Dios.

EVANGELIO
El Espíritu Santo os lo enseñará todo
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 15-16. 23b-26

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

— «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro defensor, que esté siempre con vosotros.

El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.

El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.

Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.»

Palabra del Señor.

* * *

En los lugares en que el lunes o también el martes después de Pentecostés son días en que los fieles deben o suelen participar en la misa, pueden volver a leerse las precedentes lecturas del domingo de Pentecostés, o también pueden leerse las lecturas para el sacramento de la Confirmación.



COMENTARIO

Recibid el Espíritu Santo.

Celebramos hoy el día de Pentecostés. Celebramos que, cincuenta días después de la Pascua, la Iglesia recibe el don del Espíritu Santo. El Espíritu Santo se nos da para nuestra santificación: para que vivamos identificados totalmente con Cristo, y, para que, así podamos dar fruto abundante.

El Espíritu Santo nos da sus dones para sostener y animar nuestra vida cristiana, nuestro camino de santidad. Estos dones son actitudes interiores permanentes que nos hacen dóciles para seguir los impulsos del Espíritu (cf. Catecismo 1831). Estos siete dones son: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Son dones que no podemos conseguir con nuestro esfuerzo, sino que los recibimos gratuitamente, y que hemos de pedir.

Si aceptamos en nuestro corazón estos siete dones, y vivimos animados por el impulso del Espíritu siguiendo a Jesucristo como único Maestro y único Señor, los dones del Espíritu producen en nuestra vida doce frutos, que son la obra del Espíritu en nuestra vida. Estos doce frutos, según la Tradición de la Iglesia, son: caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad (firmeza, perseverancia), bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia y castidad (Gálatas 5, 22-23).

Por ello, la Palabra de Dios que proclamamos hoy nos invita a vivir según el Espíritu y no según la carne, es decir: nos invita a aceptar en nuestro corazón esos dones del Espíritu y a vivir la vida nueva de los hijos de Dios, la vida nueva de aquellos que quieren vivir a la luz de Cristo y de la Iglesia, la vida nueva de aquellos que aceptan el Evangelio y los mandamientos como los valores que hay que vivir.

La Palabra de Dios nos invita a rechazar el estilo de vida del mundo, el estilo de vida de aquellos que quieren vivir como si Dios no existiera, de aquellos que rechazan la luz de Cristo y de la Iglesia, de aquellos que quieren vivir según sus instintos y apetencias, convirtiéndose ellos mismos en el “dios” de su vida.

Los frutos de los que viven la vida según la carne están a la vista: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, ambición, divisiones, disensiones, rivalidades, borracheras, comilonas y cosas semejantes (cf. Gal 5, 19s)

¿Qué camino quieres elegir para tu vida? ¿El de la carne o el del Espíritu? El camino de la carne lleva al vacío, al sinsentido, a la amargura y a la muerte. El camino del Espíritu lleva a la felicidad y a la vida eterna.

Es también el momento para preguntarnos qué estamos haciendo con los carismas, con los dones que hemos recibido del Espíritu Santo, y que los hemos recibido para ponerlos al servicio de los demás en la Iglesia. Esos carismas no los podemos guardar para nosotros: no son nuestros. Los hemos recibido para que fructifiquen en favor de los demás.

¡Anímate! Dios te ama y quiere tu felicidad y te da la vida eterna. Ábrele el corazón para que el Espíritu Santo vaya completando en tu vida esa obra del amor de Dios.

Compromiso semanal

Revisa tu vida, mira si se dan en ella los frutos del Espíritu, y pídele al Espíritu Santo que transforme completamente tu corazón para que dé fruto.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Hechos 2, 1-11. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar.

La comunidad nacida en Pentecostés se sabe espiritual y misionera; es decir, comunidad, impulsada por la fuerza del Espíritu para llevar la salvación de Jesús al corazón de todos los hombres. Se anuncia el Evangelio, por la fuerza del Espíritu, a todos los pueblos, a toda la familia humana, representada en Jerusalén por las doce naciones nombradas. La Iglesia nace universal.

Salmo 103, 1. 24. 29-31-34. Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.

Este salmo es una meditación sobre las maravillas de la creación y la grandeza del Creador; pero estas maravillas dejarían de existir si el aliento del amor de Dios –su Espíritu– no las “recreara” continuamente; por ello, suplicamos que el Espíritu del Señor renueve constantemente la faz de la tierra.

2ª lectura: 1 Corintios 12, 3b-7. 12-13. Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo.

La Iglesia está gobernada por el Espíritu Santo. Toda profesión de fe en Jesús, reconociéndolo como Señor, es obra del Espíritu. Su presencia en la Iglesia se manifiesta por los carismas o gracias especiales que él otorga a algunos cristianos para el servicio de la comunidad. Porque proceden del Espíritu, a pesar de su diversidad, contribuyen a la unidad de toda la Iglesia.

Evangelio: Juan 20, 19-23. Recibid el Espíritu Santo.

Jesús se aparece a los discípulos. Era domingo. Con el hecho de mostrar las manos y el costado se quiere subrayar que era el mismo Jesús: el que murió en la cruz está vivo para siempre en medio de ellos. Jesús les da la paz y los envía. Los discípulos entran así en la misión del Hijo enviado por el Padre. Continúan la misma obra, Y para ello cuentan con el Espíritu, ya anunciado. El soplo de Jesús sobre ellos evoca el primer soplo de Dios sobre Adán. Aquí también se trata de una creación que hace nacer a la nueva Vida, ya posible al hombre después de la resurrección. Jesús da a la Iglesia el poder de perdonar los pecados. La Iglesia lo ejerce por los Apóstoles y sus sucesores en el ministerio sacerdotal. La conversión y el perdón de los pecados aparecen siempre en la primera predicación apostólica.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 28 Ecli 17, 20-28 Retorna al Altísimo, aléjate de la injusticia.
Sal 31, 1-2.5-7 Alegraos, justos, y gozad en el Señor.
Mc 10, 17-27 Vende lo que tienes y sígueme.
¿Qué te falta para ser buen cristiano?
Martes 29 Ecli 25, 1-15 El que guarda los mandamientos ofrece sacrificio de acción de gracias.
Sal 49, 5-8.14.23 Al que sigue buen camino, le haré ver la salvación de Dios.
Mc 10, 28-31 Recibiréis en este tiempo cien veces más, con persecuciones, y en la edad futura, la vida eterna.
Reza por los sacerdotes
Miércoles 30
San Fernando, Santa Juana de Arco
Ecli 36, 1-2. 5-6. 13- 19 Que sepan las naciones que no hay Dios fuera de ti.
Sal 78, 8-13. Muéstranos, Señor, la luz de tu misericordia.
Mc 10, 32-45 Estamos subiendo a Jerusalén.
Haz una obra de misericordia
Jueves 31
La Visitación de la Virgen María
Sof 3, 14-18a El Señor será el rey de Israel en medio de ti.
Sal Is 12, 2-3.4-4 Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel.
Lc 1, 39-56 Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura dio un salto en su vientre.
Vive en actitud de servicio
Viernes 1
San Justino Ecli
44, 1. 9-13. Su caridad no se olvidará.
Sal 149, 1. 6-9. El Señor ama a su pueblo.
Mc 11, 11-26 Mi casa se llama Casa de Oración para todos los pueblos.
Revisa la sinceridad de tu corazón
Sábado 2
Santos Marcelino y Pedro
Ecli 51, 17-27 Daré gracias al que me enseñó.
Sal 18, 8-11 Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.
Mc 11, 27-33 ¿Con qué autoridad haces esto?
Reza por los que no creen
Domingo 3
La Santísima Trinidad
Pr 8, 22-31 Antes de comenzar la tierra, la sabiduría ya había sido engendrada. Yo era su encanto cotidiano.
Sal 8, 4-9 ¡Señor, dueño nuestro, qué admirable es tu nombre...!
Ro 5, 1-5 El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones.
Jn 16, 12-15 Todo lo que tiene el Padre es mío.
Reza por tu familia y por la parroquia


15 mayo 2007

VII domingo de Pascua

DOMINGO Vii DE PASCUA

la ascensión del señor

20 de mayo de 2007 (ciclo C, año impar)



Primera lectura
Lo vieron levantarse

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 1, 1-11

En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.

Una vez que comían juntos, les recomendó:

— «No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo.»

Ellos lo rodearon preguntándole:

— «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?»

Jesús contestó:

— «No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo.»

Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:

— «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse.»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 46, 2-3. 6-7 8-9 (R/.: 6)

R/. Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas.

O bien: Aleluya.

Pueblos todos batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra. R/.

Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas;
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad. R/.

Porque Dios es el rey del mundo;
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado. R/.

Segunda lectura
Lo sentó a su derecha en el cielo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 17-23

Hermanos:

Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro.

Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos.

Palabra de Dios.

O bien, en el presente año C:

Cristo ha entrado en el mismo cielo

Lectura de la carta a los Hebreos 9, 24-28; 10, 19-23

Cristo ha entrado no en un santuario construido por hombres —imagen del auténtico—, sino en el mismo cielo, para ponerse ante Dios, intercediendo por nosotros.

Tampoco se ofrece a sí mismo muchas veces —como el sumo sacerdote, que entraba en el santuario todos los años y ofrecía sangre ajena; si hubiese sido así, tendría que haber padecido muchas veces, desde el principio del mundo—. De hecho, él se ha manifestado una sola vez, al final de la historia, para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo.

Por cuanto el destino de los hombres es morir una sola vez. Y después de la muerte, el juicio.

De la misma manera, Cristo se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todos.

La segunda vez aparecerá, sin ninguna relación al pecado, a los que lo esperan, para salvarlos.

Hermanos, teniendo entrada libre al santuario, en virtud de la sangre de Jesús, contando con el camino nuevo y vivo que él ha inaugurado para nosotros a través de la cortina, o sea, de su carne, y teniendo un gran sacerdote al frente de la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero y llenos de fe, con el corazón purificado de mala conciencia y con el cuerpo lavado en agua pura.

Mantengámonos firmes en la esperanza que profesamos, porque es fiel quien hizo la promesa.

Palabra de Dios.

Aleluya
Mt 28, 19. 20
Id y haced discípulos de todos los pueblos —dice el Señor—;
yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

EVANGELIO
Mientras los bendecía, iba subiendo al cielo

+ Conclusión del santo evangelio según san Lucas 24, 46-53

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

— «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.

Vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la fuerza de lo alto.»

Después los sacó hacia Betania y, levantando las manos, los bendijo.

Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo.

Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.

Palabra del Señor.



COMENTARIO

Mientras los bendecía,
iba subiendo al cielo

Celebramos hoy la fiesta de la ASCENSIÓN DEL SEÑOR, fiesta que tiene un significado profundo para nuestra fe. La Ascensión del Señor marca el cumplimiento de la misión de Jesucristo en la tierra y el comienzo de la misión de la Iglesia como continuadora de la obra de Jesucristo.

Por ello, la fiesta de la Ascensión del Señor es también eminentemente misionera y evangelizadora. Como Señor, Cristo es también la cabeza de la Iglesia que es su cuerpo. Elevado al cielo y glorificado, habiendo cumplido así su misión, permanece en la tierra en su Iglesia (cf. Catecismo, 669). Jesucristo envía a la Iglesia -te envía también a tí- a continuar su obra de salvación para todos los hombres de todos los tiempos. Antes de irse, Jesucristo encarga a sus Apóstoles la continuación de su obra: ellos, toda la Iglesia con ellos, tendrá que seguir dando a conocer la bondad de Dios y la verdad de la salvación eterna abierta por Dios para todos los hombres.

En el Evangelio vemos como Jesucristo envía a los Apóstoles a ser sus testigos, a predicar la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos. Además, Jesús nos promete el don del Espíritu Santo para que podamos vivir desde ahora en comunión con Dios nuestro Padre, como hijos verdaderos, siguiendo sus ejemplos, recibiendo su influjo vivificador en el fondo de nuestros corazones, anticipando en la piedad y la fraternidad la vida gloriosa y dichosa del Cielo.

Por ello, es necesario que despiertes de tu letargo y te preocupes de verdad por recoger el encargo de Jesús y ser luz del mundo y sal de la tierra. Es necesario que descubras que el mundo en que vives necesita urgentemente una Nueva Evangelización.

Porque vivimos en una sociedad que quiere olvidarse de Dios, que quiere vivir como si Dios no existiese; una sociedad en la que se han perdido gran parte de los valores cristianos, e incluso algunos de los grandes valores humanos, y los ha sustituido por la idolatría del dinero, el poder, el placer, la imagen...

Una sociedad que, además de haberse olvidado de Dios, se ha olvidado también del hombre: los ataques a la vida humana –desde la concepción hasta la muerte natural–, los intentos de destruir la familia, la marginación y exclusión social, el incremento de la agresividad y la violencia, el olvido de los pobres, la falta de misericordia y solidaridad con los débiles y los que sufren, la corrupción moral, la crítica sistemática a la Iglesia y la ridiculización de los valores cristianos, el desprecio de los derechos humanos... son síntomas claros de que la sociedad actual está enferma; son síntomas evidentes de que la sociedad actual necesita una nueva y urgente evangelización.

Y esta es nuestra misión. Esta es la misión que el Señor hoy te encomienda: Unidos a Jesucristo, el único Señor y Maestro y viviendo en comunión con la Iglesia, continuadora de la misión de Cristo, los cristianos hemos de ser sus testigos en cualquier circunstancia y ocasión. El mundo de hoy necesita tu testimonio: el testimonio de tu vida y el de tus palabras. El mundo de hoy necesita que seas luz que brille en la oscuridad, necesita que seas sal que dé sabor y que limpie la podredumbre. Y has de perder el miedo, has de ser capaz de dar la cara por Cristo, de alumbrar hasta el último rincón de la tierra.

¿Qué estás haciendo para lograr esta nueva Evangelización? ¿Qué más puedes hacer para que nuestra sociedad sea más cristiana, para que se recuperen los valores cristianos que se están perdiendo? ¡Anímate! ¡El mundo de hoy necesita tu testimonio! ¡A tu lado hay quien necesita tu luz y tu palabra! ¡No le defraudes!

Compromiso semanal

Plantéate qué cosas concretas tienes que hacer para que tu mundo sea más cristiano.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Hechos 1, 1-11. Lo vieron levantarse.

El misterio de la Ascensión abre la Iglesia al futuro. La Iglesia no predica a un Cristo que vivió y murió, pero que en realidad ya pasó; predica a un Cristo vivo, presente en la historia y actuando en el mundo. La Ascensión nos invita a seguir el camino de Jesús, mirando al futuro, entregados a la difusión de su mensaje, de la salvación que él mismo es.

Salmo 46, 2-9. Dios asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas.

Este salmo sirve para expresar magníficamente el gozo por el triunfo de Cristo, sentado a la derecha de Dios. Y mientras llega el día en que todas las criaturas del cielo y de la tierra alaben al que está sentado en el trono y al Cordero, este canto mantiene nuestra esperanza y sirve para confesar que el triunfo de Jesús se extenderá a todos los pueblos de la tierra.

2ª lectura: Efesios 1, 17-23. Lo sentó a su derecha en el cielo.

Pablo pide a Dios que los efesios puedan comprender tres realidades:

-. La fuerza transformadora de la esperanza a la que han sido llamados. Hay que ver la vida a través de Cristo y su Espíritu que nos introduce en las riquezas mismas de Dios.
-. La extraordinaria grandeza del poder de Dios que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos.
-. La Iglesia como “plenitud” de Cristo. Él comunica a la Iglesia todas las riquezas que posee. La Cabeza y el Cuerpo forman una unidad inseparable. La Iglesia continúa y lleva a plenitud la redención de Cristo.

Evangelio: Lucas 24, 46-53. Mientras los bendecía, iba subiendo al cielo.

Con la Ascensión de Jesús al cielo se inaugura en la tierra su nueva presencia entre los hombres. Cristo ha cumplido su misión; ahora le toca a la Iglesia, impulsada por el Espíritu Santo, proclamar el Evangelio. Cristo envía a los suyos a predicar la conversión y el perdón. Cristo no abandona a los suyos, sino que está presente en la historia por el Espíritu Santo, que transforma y santifica a los discípulos de Jesús. Nuestra meta es alcanzar el mundo de Dios y vivir en comunión con Él. Ahí tenemos puestos nuestros ojos. Hacia él van nuestros pasos. Esta es la “gran alegría”, que invadió a los discípulos y nos invade hoy a nosotros.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 21 Hch 19, 1-8 Pabló llegó a Éfeso y habló en público del Reino de Dios.
Sal 67, 2-7 Reyes de la tierra, cantad al Señor.
Jn 16, 29-33 En el mundo tendréis luchas, pero tened valor: Yo he vencido al mundo.
Reza por los que dudan y están a punto de caer.
Martes 22
Santa Joaquina Vedruna y Santa Rita de Casia
Hch 20, 17-27 Dijo Pablo: “La que me importa es completar mi carrera: ser testigo del Evangelio”.
Sal 67, 10-11.20-21 Reyes de la tierra, cantad al Señor.
Jn 17, 1-11a Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te glorifique.
Reza por el mundo, para que conozca y ame a Cristo
Miércoles 23 Hch 20, 28-38 Tened cuidado de vosotros y del rebaño que el Espíritu Santo os ha encargado guardar.
Sal 67, 29-36 Reyes de la tierra, cantad a Dios.
Jn 17, 11b-19 Padre santo: guarda en tu nombre a los que me has dado para que sean uno, como tú y yo somos uno.
Reza por los que calumnian y persiguen a la Iglesia.
Jueves 24
María Auxiliadora
Hch 22, 30; 23,6-11 Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos, y me juzgan por creer en la resurrección de los muertos.
Sal 15, 1-11 Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Jn 17, 20-26 Pero no te ruego sólo por ellos, sino también por todos los que creerán en mí por medio de su palabra.
Reza por los que se han apartado de la Iglesia
Viernes25
Santa María Magdalena de Pazzi
Hch 25, 13-21 Se trataba sólo de ciertas discusiones acerca de su religión y de un difunto llamado Jesús, que Pablo sostiene que está vivo.
Sal 102, 1-2.11-12.19-20 El Señor puso en el cielo su trono.
Jn 21, 15-19 Pedro le contestó: “Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero”.
Reza por el Papa y los Obispos
Sábado 26
San Felipe Neri
Hch 28, 16, 20.30-31 Cuando entramos en Roma le permitieron a Pablo vivir por su cuenta en una casa con un soldado que lo vigilase.
Sal 10, 5.6.8 Los buenos verán tu rostro, Señor.
Jn 21, 20-25 Éste es el discípulo que da testimonio de todo esto.
Da testimonio de Jesucristo
Domingo, 27
Pentecostés
Hch 2, 1-11 Todos se llenaron de Espíritu Santo.
Sal 103, 1.24.29-31.34 Envía tu espíritu, Señor.
1 Co 12, 3b-7. 12-13. Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu.
Jn 20, 19-23. Recibid el Espíritu Santo.
Pídele al Espíritu Santo lo que más necesite tu familia y la parroquia.


10 mayo 2007

Pentecostés
Pedro Reyero. O. P.





"Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo:
" La paz con vosotros".Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez :" La paz con vosotros .Como el Padre me enviótambién yo os envío ."Dicho esto, sopló y les dijo :" Recibid el Espíritu Santo.A quienes perdonéis los pecadosles quedan perdonados;a quienes se los retengáisles quedan retenidos." (Jn 20,19 )
Queridos hermanos:
Si alguna vez visitáis Cáceres y os lo explican bien, os enteraréis de un hecho que sucedió en tiempos de los Reyes Católicos. Un hecho muy curioso que viene al cuento de las lecturas de hoy.Los nobles comenzaron a hacer casas, torres, más altas que las de los reyes. La reina, mandó desmocharlas, para que ninguna fuera más alta que lo era la de la reina, la de los reyes.Todos los seres humanos tenemos tendencia a hacer una torre que sea más alta que la del vecino, bien sea exterior, bien sea interior, pero la tendencia la tenemos; y esta tendencia es muy importante entenderla, porque aquí es donde va a estar la acción del Espíritu Santo.Recordáis que hubo un tiempo, nos lo cuenta la Escritura, en que los hombres se sintieron tan grandes y tan poderosos que quisieron hacer una torre que llegara al cielo.La llamamos torre de Babel ¿no? La hicieron altísima para que tocara el cielo, porque el hombre siempre ha querido ser como Dios. Pero Dios, para que esta insensatez no culminara, se dijo a sí mismo: ¿van a hacerse como yo de grandes ¿ no?.Entonces la destruyó y los dispersó por toda la tierra. Así comenzó la dispersión, la cual, al poco tiempo fue causa de que cada pueblo hablara su propia lengua y no se entendieran los unos con los otros.Cada uno se fue por su camino, a poblar el mundo. Y nos dice la Escritura que esos hombres dispersos, que marcharon a su territorio, cada uno con su propia lengua y costumbres, fueron reunidos de nuevo por el Espíritu Santo el día de Pentecostés. Como habéis oído había allí partos, elamitas, medos, los que habitaban Mesopotamia, Capadocia, Panfilia, Egipto etc. Los reunió a todos, pero antes había hecho algo maravilloso, había abajado a cada uno su propia torre, les había vuelto necesitados de Dios y todos pudieron acoger un mismo Espíritu.
Esta tarea que hizo Dios con todos los pueblos de la tierra, la hizo también con sus discípulos. Sabéis cómo cada uno tenía una torre mas alta que la del vecino, todos buscaban ser el primero, o por lo menos estar cerca, en esos sillones desde donde iban a gobernar al pueblo de Dios. Y el Señor los dispersó y " todos dejándole solo, huyeron". ¿Recordáis? En la noche del Jueves Santo, todos sin excepción, dejándole solo, huyeron. Ahí es donde cayeron todas las torres, nadie podía presumir: " es que yo te quiero ", nadie podía decir, con un poco de cara, a Jesús : "dame el primer puesto", nadie podía exigirle nada, porque todos se habían ido: "Y todos dejándole sólo huyeron". Había dispersado también a los suyos, a los amigos, a los que había llamado, a los que le habían elegido, a los que él mismo había elegido. Él los eligió y, sin embargo, les dispersó porque todavía cada uno quería hacer como una torrecita más alta que la del vecino, había autosuficiencia en ellos, estaban basándose en su poder, estaban juzgándose a sí mismos y a los demás desde sus propias categorías, y todo eso, el Señor no lo podía permitir, y por eso los dispersó.
El Espíritu Santo también atrajo a sus discípulos al Cenáculo, pero estos discípulos del Cenáculo y estos pueblos medos y persas etc.,que vinieron a Jerusalén, ya no tenían el mismo espíritu de autosuficiencia que habían tenido antes, ya habían aprendido la lección de la pobreza, de lo que significa ser hombre, ya habían aprendido lo que significa pecar, lo que significa negar al amigo, lo que significa no poder prometer nada desde sus propias fuerzas, porque en el fondo habían visto el resultado. Todos los que estaban aquí eran pobres, tenían experiencia de serlo, y, por esa razón, pudieron acoger un mismo Espíritu, que, en caso contrario, nunca hubieran sido capaces de hacerlo. Por eso dice la segunda lectura que ninguno de nosotros puede ni siquiera pronunciar la palabra: " Jesús es Señor", sin la acción del Espíritu Santo.
En Pentecostés el Espíritu Santo descalifica el poder de todos los reinos de la tierra, descalifica el poder de cada uno de los discípulos del Señor, y se manifiesta como la gran gratuidad que el hombre tiene para vivir en esta historia. A medida que subes tu torre un milímetro necesitas menos Espíritu Santo, y ya estas viviendo de ti, y ya no tienes vida sino que tienes muerte, y a medida que vamos creciendo en nosotros mismos sin necesitar el don del Espíritu, va creciendo en nosotros la muerte, no la vida. La vida crece en nosotros cuando nuestra torre decrece; esto es lo que quería decir Juan cuando dijo: "conviene que yo decrezca, conviene que yo mengüe, para que El crezca."
La tarea que nos da el Señor a todos nosotros, sin excepción, después de Pentecostés, es que aparezca desde nosotros el que merece la pena, el que habita en nosotros. Ése es el que tiene que aparecer. Ése es el que tiene que evangelizar. Ése es el que tiene que llenar toda la tierra, y es el que tiene que hablar de la gratuidad infinita del Amor de Dios para todos los hombres, que esto es evangelizar, evangelizar es dar una buena noticia, y una buena noticia no es que Dios carga encima de ti cien sacos, uno cada día de tu vida, una buena noticia no es decir: Dios te va a humillar, Dios te va a castigar. Eso no es una buena noticia. La buena noticia es que Dios te quiere como tú eres, pero sólo necesita una condición, que lo necesites porque eres pobre, sólo eso.
Y cuando todos nos vamos manteniendo en los grupos como pobres, sin dejar que nadie se engría y destaque, sin dejar que haya torrecitas que tengan razón, desmochándolas... Leed si no a San Pablo, fijaos en la lucha tan terrible que tenía con los perfeccionistas, la que tenía con los fariseos, que en el fondo, pues ya sabéis cuál era su teología,¿no?: cumplir mejor que los demás, y si lo cumplo mejor que tú, tengo derecho a juzgarte. Eso hay que destruirlo en la Renovación, eso hay que alejarlo, esas torres hay que desmocharlas.
El Espíritu Santo se encarga de humillarnos. El Espíritu Santo se encargará de abajarnos y de dispersarnos, lo mismo que a los discípulos. Y ha habido mucha dispersión en los grupos, y en la Renovación; mucha dispersión. Algunos que entre nosotros eran columnas... ya no existen .Hay que andar con cuidado con el Señor, hay que andar con cuidado con la Renovación. Pablo VI dijo que la Renovación Carismática era una flor muy delicada, delicadísima. Se puede estropear fácilmente y, desde luego, si algo estropea la Renovación nunca será el que seamos humildes, el que seamos necesitados unos de otros, el que tengamos sencillez de corazón para saber que podemos poco o nada. Eso no estropeará nunca la Renovación porque en eso consiste uno de los dones del Espíritu Santo, que se llama el don de temor de Dios, que es lo mismo que el don de necesitar a Dios, el don de necesitar cada día el pan nuestro, el que nos da Dios de rezar cada uno el Padrenuestro en serio, cada uno de los días de nuestra vida.
No vendrá el mal de la Renovación porque seamos humildes, ni porque seamos pobres. Muchos, sin embargo, creen que viene de ahí : " este grupo...la pobreza de este grupo...no alaban..éstos...fíjate. La misma Iglesia, o algunas personas de la Iglesia, dicen ¿quién son éstos? Vemos movimientos que tienen una jerarquía, que tienen unas leyes, que tienen una estructuración...pero estos carismáticos... ¿ qué tienen? , no tienen nada, están viviendo en una especie de ...de sin ley, sin ley, ....andan por la vida sin ley, que es lo mismo que andar sin nada, como unos pobretacos, sin nada..... ¡Y hay tanta desconfianza por eso! No cabe duda... hace falta poner aquí un poco de fariseísmo. Hay mucha gente en la Renovación que ya lo está diciendo. Hace falta poner aquí un poco de perfeccionismo, hace falta poner fariseísmo, hace falta poner estructuras, hace falta poner leyes, hace falta poner normas, y a ver quién es el que las cumple mejor......, y si yo las cumplo mejor que tú.....líbrete Dios de mí, porque estás arreglado,¿ no? Nos hemos cargado Pentecostés.
Pentecostés es la gran gracia de la misericordia de Dios para todos los pobres de la tierra que han sido antes dispersados de su autosuficiencia, desde Babel, que han sido dispersados como los discípulos de Jesús el día de Jueves Santo. Cuando uno entiende esa lección, y cuando a uno le ha dispersado el Señor desde su engreimiento y soberbia, entonces es cuando tiene manos de pobre para acoger esto, que es un don, porque el Espíritu Santo es un don, no es una conquista mía. El Amor de Dios yo no lo puedo conquistar. Hay gente que cree que sí, pero supongo que ese grado de locura vendrá de la gran locura de la mente humana, que evidentemente se cree dios siempre que puede, pero no vendrá de la sensatez del hombre que se encuentra a sí mismo ante Dios tal como es. Cuando...los que estamos aquí, no hace falta ir más lejos, nos vemos tal y como somos, no tenemos demasiadas ganas de presumir. Si alguien de los que están aquí se ve a sí mismo como es, no creo que tenga muchas ganas de presumir, no creo que tenga muchas ganas de decir :" yo soy mejor que tú", no creo que tenga ganas de descalificar a nadie. Si el Señor nos dice, como lo hizo una vez con la gente que estaba juzgando a aquella mujer: " el que esté limpio, o libre de pecado, que tire la primera piedra", seguro que nos iríamos escabullendo uno a uno ante el poder de su mirada.
Y creo que en la Renovación tampoco nos podemos tirar piedras los unos a los otros, no creo que nadie que esté aquí se atreva a hacerlo. Si alguien se atreve, hágalo, imagino que nadie tendrá un corazón así. ¿Veis? Cuando nos vemos a nosotros mismos a la luz de Dios, cuando nos vemos por dentro sinceramente, tal como somos, nuestras torres se abajan, y necesitamos el Espíritu Santo. Cuando nos vemos en nuestras infidelidades y huidas, lo mismo que los discípulos del Señor, que prometieron tanto a su amigo, y lo que hicieron fue dejarlo solo, no creo que tengamos muchas ganas de presumir.
Creo que nuestra única necesidad, si somos un poco conscientes de lo que somos, es: " Ven Espíritu Santo" ; y la Iglesia, si es un poco consciente de lo que es, y de las infidelidades que ha tenido, y los disparates que ha cometido en la historia, y los despistes que ha tenido, ¿no?, pues si es consciente de eso pues: " Ven Espíritu Santo". Y si los sacerdotes somos un poco conscientes, de que no son nuestras programaciones las que salvan a nadie...., porque por estar bien programadas las cosas, no se convierte la gente ni en Torrijos, ni en Madrid, ni en mi pueblo que tiene treinta personas. Si somos un poquito honrados, lo que tenemos que hacer es ir a la Iglesia y decir, en vez de hacer una programación tan grande y tan perfecta, postrándonos ante el Señor con el pueblo de Dios, gritando juntos: "Ven Espíritu Santo, vensobre esta Parroquia, sobre esta Iglesia, sobre esta Comunidad." Eso es lo único que necesitamos, porque todo lo demás, la mayoría de las veces, son torrecitas que vamos construyendo, para que se vea que en esta Parroquia las cosas se hacen mejor que en aquella, y yo tengo éxito por esta razón o por aquélla. Esto se está dando en la Iglesia porque se da en el corazón del hombre, y es que es así de claro.
Entonces que hoy, Dios nos dé vivirlo con esta paz, y con esta intimidad que hay aquí. Yo creo que es muy importante dejar tanta tontería en las que nos apoyamos. Hay que dejar la torre de Babel, hay que dejar todo tipo de fariseísmo que no conduce a nada, toda diferencia, ya que estas cosas nos hacen mucho daño. Porque hay personas que se sienten más cultas que otras, presumen de que tienen su titulito, pero qué significa ese titulito, de qué cultura presumen; lo que tenemos importante aquí es nuestra pobreza, y lo que reclama esa pobreza no es el título de la universidad, ni tu sabiduría, es el don del Espíritu Santo. Es bueno que el Espíritu Santo utilice tu sabiduría. Si la utiliza Él, es una maravilla, incluso tus títulos y tu cultura; pero si las utilizas tú para ser diferente de los demás y necesitar menos al Señor..., entonces no haces nada.
Ya Pablo lo decía a las primitivas comunidades, cuando celebraban los ágapes fraternos y los ricos se iban a comer a una esquina diciéndose: ¿cómo voy a comer al lado de ese que es pobre y a lo mejor come con los dedos? Pablo les pregunta: ¿qué Espíritu Santo habéis recibido?, ¿ el Espíritu Santo de las clases sociales de Marx?, o ¿el Espíritu Santo que viene de Dios, viene del Padre y rompe las categorías sociales?. ¿O es que te crees que el Espíritu Santo que nosotros recibimos aquí no viene a romper todo eso que es lo propio del mundo? Pues si nos volvemos a acomodar al mundo, y nos volvemos a las clases sociales y al poder del mundo y a las influencias del mundo y a este señor que no se qué.......; nos ponemos medallas según el mundo, si nos acomodamos a eso, pues nos cargamos al Espíritu Santo. ¿Nos podríamos llamar Renovación así?, ¿renovación de qué?, ¿renovación de las categorías del mundo?, ¿renovación de la porquería del mundo?,¿renovación de lo que el Señor ha venido a liberarme?, ¿renovación de las ataduras que están atando a la gente y les clasifica igual que se clasifican los paquetes en el Corte Inglés? .El Espíritu Santo es la gran Gracia, la gran maravilla para todos los dispersados que han aprendido la lección, y ya han vuelto de Mesopotamia, con los pies descalzos, diciendo: ¿quién nos salvará a nosotros?.
Hemos querido ser dioses, pero no hemos podido, y lo único que hemos logrado en la historia humana son palos y agresividad de unos contra otros. Cuando se lee la historia humana y se ve que ha habido más tiempo de guerra que de paz, dice uno: ¡Qué barbaridad!, ¿no? Qué poder ha tenido la torre de Babel. Para destruir esa torre de Babel y darnos paz, nos da el Señor el don de temor de Yahvé, que es el que conducía a Jesús, ¡ fíjate qué casualidad!, es el que conducía a Jesús. Por dos veces dice el profeta Isaías: " le guiará el temor de Yahvé". Jesús no tenía torre alguna, fue el que más bajó, el que más se abajó."No reputó codiciable el ser igual a Diossino que se despojó de su rangotomando condición de siervo...".......y sabéis que los siervos eran lo último, eran los que se ponían a los pies de los señores para limpiarlos y servirles, y dice :" tomó condición de siervo "...¡ay!...,pero si tomó condición de siervo el que lo es todo, y es quién tu dices que amas...,y amas la Renovación,......, mucho me temo que tenemos que empezar a descender y a decrecer un montón todos, ¿no?, y empezar ya a ver a los demás por los pies.....Tenemos la tendencia a mirarnos a los ojos, ¿no?, por la cabeza, que la cuidamos bastante, y la maquillamos... pero si nos empezáramos a ver por los pies, cambiaba mucho todo, porque los pies como están ocultos en los zapatos, nadie les hace caso. Digo esto de los pies, porque a mí el Señor un día me reprendió. Yo me quejaba de que me pesaban mucho las piernas, me dolían muchísimo, y me dijo el Señor : "¿Y quién tiene la culpa de eso?; los 15 kilos que tienes de más, los sufren tus pies, y no los cuidas nada. Cuidas tu cerebro, cuidas tus pensamientos, cuidas la forma que tienes de relacionarte con los demás, pero a tus pies, lo más pobre que ha habido en tu vida, los que han cargado con todo, no los cuidas..... nada". Le pregunté a una monjita que era especialista en pies cómo había que cuidarlos, y me dijo: "Cuando te duches y te laves, bien lavadito todo, las uñas y tal, te das "Avena Kinesia", que, por lo visto, es una crema, que da mucha suavidad, que da mucho bienestar y da gusto andar con la tal avena ; es una broma, pero me entendéis. Tenemos que empezar ya a buscar Avena Kinesia para los pies de nuestros hermanos, porque andamos muy elevados, andamos en ideas muy elevadas y como bien decía José Mª. Cabodevilla : "si es por ideas, la jirafa es la que más elevadas las tiene".
Se trata, como sabemos, de encontrarnos con Jesucristo, y se da la casualidad de que a Jesucristo, le encontramos en la palabra. ¡Qué cosa más pobre!. Si lo queréis encontrar en un pedacito de pan, pues, ¡caeros de bruces!, porque diréis : ¿y esto?, ¡hombre!, ¡cualquiera de nosotros es un poco más! ¿no?, ¡vamos, hasta una flor es un poco más! ¿no?...; no, pues no. Dios viene por lo bajo, por lo bajo, y nosotros vamos por lo alto y nos cruzamos en el cielo sin encontrarnos. Y el problema de la vida y de la Renovación es encontrarse con Jesucristo; no hay otro. ¡Es que hemos alabado, es que hemos hecho....!. La vida sólo tiene sentido si se encuentra a Jesucristo. Nos dice el Evangelio de hoy : "Paz a vosotros". Entra Jesucristo les enseña las manos y el costado, y les dice: "Soy Yo".
La Renovación Carismática no es más que el esfuerzo inmenso de pedir gracia para encontrar y descubrir a Jesucristo; sólo eso. Es un encuentro con alguien que se llama el Señor, que se llama Jesús. Un encuentro de este calibre, humanamente hablando, nadie lo plantearía como lo estamos planteando nosotros espiritualmente. Si amas a alguien, ¿te bastan unos minutos a la semana para conversar con él? Esto, humanamente hablando, nadie lo entiende ¿ y lo queremos entender en el Señor? Yo creo que la Renovación en este momento necesita que venga Jesús y la desmoche todo eso. Ya me entendéis...., y hacia abajo. Estamos todos en una búsqueda de oración para acabar descubriendo quién es Jesucristo, acabar descubriendo que me quiere, que es el Señor de mi vida que está en mí de una manera tan maravillosa que si está él en mí, ¿cómo voy yo a estar fuera de mí? Ninguna otra cosa necesitamos. Como dice San Juan de la Cruz, a lo que tenemos que llegar es a descubrir los ojos de Cristo, en mis entrañas dibujados. Lo que importa es ese encuentro interior con el que me quiere, al que puedo querer; encuentro con la fuente de la que luego brotará el agua viva, el Espíritu Santo. Dice la Escritura:"Dentro de vosotros hay una fuente que mana hasta la vida eterna". Ahora bien, ¿conocemos esa fuente? "Oh, cristalina fuente, si en esos tus semblantes plateados, formases de repente los ojos deseados, que tengo en mis entrañas dibujados..."Todos hemos nacido para amar, y el amor no sucede si no es en el encuentro. La Renovación es el encuentro con Jesucristo al que se llega a conocer y a amar. Con alguien que nos fascina, que nos puede. Cuando nos sentimos así amados, fascinados, es muy fácil hablar de amor. Si amas, y te sientes amado, no hablarás de memoria. Hablar de memoria, de lo que no sucede en tu corazón, en el fondo no es nada. Yo creo que Dios nos lleva a esto, a provocar en nuestra vida un encuentro serio con Jesucristo, que es el único que a mí me puede salvar, el único; y lo único que tengo que alcanzar, para alcanzar la vida, no es otra cosa que eso, porque de Dios, lo que se nos ha revelado, es Jesús. No sabemos más de Dios que lo que nos ha dicho Jesucristo, que la imagen que El nos ha dado de este Dios que está dentro de nosotros.San Agustín decía :"Oh, Hermosura tan nueva y tan antigua.
Tantos años buscándote fuera de mí, y resulta que tú estabas dentro.
Tantos años buscando el amor, la vida, fuera de mí, y no me daba cuenta de que mi vida era para mí mi propio peso.
Todo me pesaba, me decepcionaba.
¡Tarde te encontré Oh Hermosura, siempre antigua y siempre nueva, tarde te encontré!,
¡Tú estabas dentro de mí, pero como yo estaba fuera de mí, no te pude hallar!.
La Renovación Carismática es una vida mística, es una experiencia mística y una experiencia mística siempre es un encuentro con Jesucristo. El amor necesita tiempo, y cuando no se da tiempo al amor, todos los que aquí estamos sabemos muy bien que acaba muriéndose. Lo más terrible que nos puede pasar es que un día se nos muera Jesucristo, y sigamos hablando de él, llevándole muerto... Sería terrible que Jesucristo no fuera para nosotros otra cosa que cultura... palabras para decir pero muertas. En España hay mucha cultura religiosa, se cita entre nosotros con facilidad frases del evangelio, incluso los periodistas lo hacen, pero muchas veces muertas. Se han educado, como nos hemos educado todos ; cultura no nos falta, lo que nos hace falta es vida.
A dos que se están muriendo de sed en su propia casa, les hablas del tratado del amor que escribió Ortega y Gasset y te dicen: ¿ para qué?, si el problema es que resucite el amor que estamos necesitando para vivir....Pues bien, el Espíritu Santo es el que resucita el amor, el que resucita el encuentro con los demás, el que nos da la experiencia que tenemos.Ayer mismo el Señor nos pedía: "reconcíliate , desde mi amor y poder, reconcíliate con toda criatura". Y cuando el Señor lo da, y te reconcilias, es una maravilla, porque el corazón se sacia y está en paz. Esto sucede cuando la imagen de Jesús, se va grabando cada vez más en nosotros y de una manera más plena. (Charla de Pedro Reyero en un retiro de Pentecostés dado en Torrijos (Toledo). La trascripción es de Marta Casares)

09 mayo 2007

VI domingo de pascua.

DOMINGO Vi DE PASCUA

FIESTA DE LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS

13 de mayo de 2007 (ciclo C, año impar)



Cuando la Ascensión del Señor se celebra el domingo siguiente,
en este domingo VI de Pascua pueden leerse la segunda lectura
y el evangelio asignados al séptimo domingo.

Primera lectura
Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros,
no imponeros más cargas que las indispensables

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 15, 1-2. 22-29

En aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia.

Los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron entonces elegir algunos de ellos y mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barsabá y a Silas, miembros eminentes entre los hermanos, y les entregaron esta carta:

«Los apóstoles y los presbíteros hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia convertidos del paganismo.

Nos hemos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alarmado e inquietado con sus palabras. Hemos decidido, por unanimidad, elegir algunos y enviároslos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han dedicado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. En vista de esto, mandamos a Silas y a Judas, que os referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que os abstengáis de carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de la fornicación. Haréis bien en apartaros de todo esto. Salud.»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 66, 2-3. 5. 6 y 8 (R/.: 4)

R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.

O bien: Aleluya.

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.

Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe. R/.

Segunda lectura
Me enseñó la ciudad santa, que bajaba del cielo

Lectura del libro del Apocalipsis 21, 10-14. 22-23

El ángel me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios.

Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido. Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel.

A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas.

La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero.

Santuario no vi ninguno, porque es su santuario el Señor Dios todopoderoso y el Cordero.

La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero.

Palabra de Dios.

Aleluya
Jn 14, 23
El que me ama guardará mi palabra —dice el Señor—,
y mi Padre lo amará, y vendremos a él.

EVANGELIO
El Espíritu Santo os irá recordando todo lo que os he dicho

+ Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 23-29

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

— «El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.

El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.

Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.

La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado.” Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.»

Palabra del Señor.



COMENTARIO

El Espíritu Santo os irá recordando
todo lo que os he dicho.

A veces puedes escuchar –con sorpresa y perplejidad– a algunas personas que afirman ser cristianos “a su manera”. Es decir: personas que dicen creer en Dios y en Jesucristo, pero que no están dispuestos a aceptar su mensaje –en todo o en parte–, su doctrina, su estilo de vida. Y eso no es posible.

El mensaje del Evangelio de hoy es claro: el que me ama guardará mi Palabra. Es decir: Jesús insiste en que ser cristiano es aceptar íntegramente, totalmente, su mensaje y tratar de llevarlo cada día a la práctica.

A pesar de las dificultades que puedas encontrar, a pesar de tus fallos, hay que aceptar del todo a Jesús y tratar de crecer cada día, tratar de ir superando esos fallos para ser como el Señor espera que seas.

No puedes aceptar la doctrina de Jesús y de la Iglesia sólo a medias; no puedes coger sólo lo que te conviene. Pero ser a medias es no ser nada, o, peor que eso: reconocer que Jesús es Dios y luego ponerte a discutir con Él que es el único Maestro. El discípulo no puede discutir con el Maestro.

La primera lectura de los Hechos de los Apóstoles muestra hasta donde llegan las exigencias de la conversión: hasta cambiar las costumbres incompatibles con el Evangelio, y, más aún, hasta cambiar las propias convicciones: ser cristiano es dejarse iluminar totalmente por Cristo, es dejar que Él te hable al corazón y cambie completamente tu vida hasta que sea como Él la quiere.

La segunda lectura, del libro del Apocalipsis, nos muestra a la Iglesia cimentada sobre los Doce Apóstoles como el camino natural del cristiano para vivir la fe y llegar a la vida eterna. Tu comunión con la Iglesia es fundamental para estar en comunión con Cristo. Las lecturas de este tiempo de Pascua lo recuerdan con insistencia.

Por ello es necesario que revises tu vida, que te pares a pensar si eres de verdad cristiano, discípulo de Cristo, o solamente llevas el nombre de cristiano, pero estás vacío de Cristo.

¿Aceptas del todo a Cristo? ¿Intentas vivir en comunión con Él? ¿Aceptas del todo su mensaje, incluso en lo que te resulta exigente? ¿Tratas cambiar tu vida, tus ideas, tus convicciones personales, para hacer que se asemejen cada vez más a las de Cristo?

En definitiva, ¿aceptas a Jesucristo como único Maestro y quieres seguirle cada día más de cerca?

Compromiso semanal

Haz una revisión profunda de tu vida para tratar de descubrir aquellos aspectos del Evangelio que aún no aceptas. Pídele al Señor poder aceptarlos y vivir como Él quiere.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Hechos 15, 1-2. 22-29. Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables.

El Espíritu Santo guía a la Iglesia de todos los tiempos. En la reunión de Jerusalén se plantea la cuestión: para ser cristianos, ¿tienen los paganos que aceptar la ley de Moisés? Resuelta la cuestión la Iglesia abrió las puertas a otros pueblos y a otras costumbres. La decisión ha sido tomada después de prestar atención a lo que el Espíritu ha realizado en medio de ellos. El Evangelio es libre frente a la Ley de Moisés.

Salmo 66, 2-8. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

Israel cantaba este salmo por la nueva cosecha. Nosotros meditamos este salmo pensando en la abundante cosecha pascual: hemos sido llamados a conocer y gozar de los bienes de la resurrección de Cristo. Pero debemos pedir que estos bienes se repitan a favor de otros pueblos.

2ª lectura: Apocalipsis 21, 10-14. 22-23. Me enseñó la ciudad santa, que bajaba del cielo.

En la visión se muestra la nueva Jerusalén, como esposa del Cordero, pura y virginal. La Iglesia, madre de los hijos de Dios, brilla con el mismo resplandor de Dios. El atavío de la novia, de oro y gran variedad de piedras preciosas, no es de lujo y de placer como el de la gran Babilonia. Son las galas de su amor y de sus buenas obras. Todas las imágenes empleadas quieren dar una idea de su perfección y hermosura, para que el hombre pueda apreciar lo que Dios tiene preparado para los que le aman. La Jerusalén celestial refleja la estructura del pueblo santo. Está cimentada sobre los Apóstoles del Cordero y guardada por los ángeles. Carece de templo, porque la luz de la presencia de Dios y del Cordero la iluminan por completo y sin la interrupción de la noche. Ya no hay necesidad de intermediarios: en la ciudad santa se contempla a Dios cara a cara. En ello consistirá la felicidad de todos sus habitantes.

Evangelio: Juan 14, 23-29. El Espíritu Santo os irá recordando todo lo que os he dicho.

Jesús expone la situación del creyente, que se caracteriza por la relación íntima entre él, el Padre y el Hijo. Es una relación de amor que crea una afectiva presencia de Dios en él. Para ello, el discípulo debe amar a Jesús, amor que se manifiesta en la aceptación y en la adhesión fiel a su palabra. Además el Espíritu conduce al creyente a una comprensión viva, íntima, experiencial de la palabra de Jesús.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 14
San Matías Apóstol
Hch 1, 15-17.20-26 Echaron suertes, le tocó a Matías y lo agregaron a los once apóstoles.
Sal 112, 1-8 El Señor lo sentará con los príncipes de su pueblo.
Jn 15, 9-17 Ya no os llamo siervos: a vosotros os llamo amigos.
Medita el Evangelio de hoy
Martes 15
San Isidro Labrador
Hch 16, 22-34 Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?
Sal 137, 1-3.7-8 Señor, tu derecha me salva.
Jn 16, 5b-11 Si no me voy no vendrá a vosotros el Paráclito.
Pídele al Espíritu Santo lo que más necesites.
Miércoles 16
San Simón Stock
Santa Gema Galgani
Hch 17, 15.22-18,1 Eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio yo.
Sal 148, 1-2.11-14 Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Jn 16, 12-15 Cuando venga el espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena.
Reza por los que no conocen a Jesucristo
Jueves 17
San Pascual Bailón
Hch 18, 1-8 Muchos corintios escuchaban, creían y se bautizaban.
Sal 97, 1-4 El Señor revela a las naciones su salvación.
Jn 16, 16-20 Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
Pon alegría donde encuentres tristeza
Viernes 18
San Juan I
Hch 18, 9-18 Pablo permaneció un año y seis meses, enseñando la Palabra de Dios.
Sal 46, 2-7 Dios es el rey del mundo.
Jn 16, 20-23 Volveré a veros y de nuevo os alegraréis con una alegría que nadie os podrá quitar.
¿Hay tristeza en tu corazón? Revisa el por qué.
Sábado 19 Hch 18, 23-28 Apolo rebatía vigorosamente en público a los judíos, demostrando con la Escritura que Jesús es el Mesías.
Sal 46, 2-3.8-10 Dios es el rey del mundo.
Jn 16, 23-28 Pedid y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa.
Reza por los niños y los jóvenes
Domingo 20
La Ascensión del Señor
Hch 1, 1-11 Lo vieron elevarse, hasta que una nube lo ocultó.
Sal 46, 2-3.6-9 Dios asciende entre aclamaciones.
Ef 1, 17-23 Todo lo puso bajo sus pies y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo.
Lc 24, 46-53 Y mientras los bendecía se separó de ellos y fue llevado al cielo.
Reza por tu familia y por la parroquia