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28 agosto 2012

Sitio internet oficial del Año de la Fe

ROMA, lunes 27 agosto 2012 (ZENIT.org).- Acaba de ser lanzado este mes de agosto el sitio internet oficial del Año de la Fe por parte del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización.

El sitio (www.annusfidei.va) está disponible en italiano e inglés.

Es de destacar el calendario del Año de la Fe (11 octubre 2012- 24 noviembre 2013) que será regularmente puesto al día por el dicasterio.

Entre los documentos de reflexión y profundización que ofrece el sitio están el Catecismo de la Iglesia Católica, las Actas del Concilio Vaticano II, las catequesis de Benedicto XVI sobre los apóstoles, sobre los Padres de la Iglesia, la oración, teólogos medievales, las grandes mujeres de la Iglesia. Cuenta también con varias presentaciones del Año de la Fe.

Cada diócesis puede también señalar al Secretariado organizador las iniciativas previstas a nivel de Iglesia local. Se publicarán los acontecimientos más importantes.

Del sitio se puede descargar la partitura del himno oficial Credo, Domine, compuesto para el Año de la Fe. Así mismo, el logo que representa la barca de la Iglesia con un sol al fondo que evoca la eucaristía.

La página de entrada ofrece la cuenta atrás del tiempo que queda hasta el 11 de octubre de 2012.

Elaborado con informacion de Anne Kurian, de la edición francesa de ZENIT

24 agosto 2012

Cáritas Madrid presenta su memoria 2011 y su plan de actuación


Cáritas Madrid ha difundido su Memoria 2011 y su último Plan de actuación. Su lema es ya todo un plan de acción: “Vivir es amar y amar es servir”. Debería ser noticia en los diarios y en la TV. Pero no es materia que atraiga tanto la atención de nuestros amigos preocupados más con los grandes problemas del fútbol o de la prima de riesgo. Y sin embargo la labor de Caritas es de trascendental importancia en nuestros días. Diría que siempre lo ha sido, pero hoy más que nunca. La Memoria de Caritas dice su Director en Madrid, D. Julio Beamonte Mayayo, quiere “ser el estímulo necesario para que, desde la esperanza que nace de la entrega y el amor de quien se ocupa y preocupa por el otro, todos salgamos al encuentro de los más necesitados”.

Necesitados que en nuestra época van creciendo en todos los campos. Las cifras y los datos de Caritas Madrid impresionan. 7.112 personas voluntarias comprometidas con la acción de Cáritas Madrid. 280 empresas, fundaciones e instituciones que aportan su colaboración para que 14.500 personas hayan sido acompañadas y orientadas en sus necesidades, siendo que se han entregado 4.309 ayudas a personas y familias desde el Fondo Diocesano de Emergencia y 18.695 ayudas económicas para paliar los efectos de la crisis que muchas familias padecen. Un total de 118.000 personas pasaron a una atención más especializada dentro de las Acogidas de los Arciprestazgos.

Planes para la concienzación social, de atención a personas en situación de vulnerabilidad, de atención a personas en situación de exclusión social, así como los servicios transversales de acogida y asistencia, de red social y familiar, de empleo, de vivienda, de salud, de asistencia jurídica, así como la cooperación internacional en Honduras, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia, Brasil, Colombia, Haití, Cuba, Guinea Ecuatorial, Burkina Faso, Filipinas, Congo Bukabu, Zimbabwe y el Cuerno de Africa justifican los 23.816.349 euros que Cáritas Madrid ha gastado, sin incluir los 5.611.997 euros que las parroquias madrileñas han destinado a la acción caritativa.

Senala D. Julio Beamonte que todo esto no sería posible sin la solidaridad y entrega de todas las personas, grupos y entidades que, desde diversas opciones y dedicaciones, permiten responder con claridad y calidez a los problemas y necesidades de muchas personas y familias que han perdido la esperanza y que entre todas se la podemos devolver.

No en balde Cáritas significa caridad, amor. Y nos obliga a todos. El Santo Padre Benedicto XVI nos lo recuerda en su primera encíclica Caritas in Veritate: “La solidaridad universal, que es un hecho y un beneficio para todos, es también un deber. En la actualidad, muchos pretenden pensar que no deben nada a nadie, si no es a sí mismos. Piensan que sólo son titulares de derechos y con frecuencia les cuesta madurar en su responsabilidad respecto al desarrollo integral propio y ajeno”.

Cáritas Madrid, es bueno recordarlo, es el organismo oficial de la Iglesia de Madrid para promover, orientar, coordinar, y en su caso, federar la acción caritativa y social en la propia Diócesis, teniendo por objetivo la realización de la acción caritativa y social de la Iglesia. Este aspecto la diferencia bien de una mera ONG. Se organiza a nivel parroquial, arciprestal y en la 8 Vicarías episcopales de Madrid.


Es una labor que nace del amor y del sufrimiento de Nuestro Senor Jesucristo en la Cruz. Es en ÉL, en quien los voluntarios de Caritas Madrid encuentra la razón y el ser de su actuación en favor de los más necesitados. Y como todos somos Iglesia, todos debemos estar orgullosos de la labor realizada por Cáritas Madrid.


No basta estar orgullosos, es necesario implicarnos y colaborar cada vez más. Cada uno a su modo, pero recordando -citamos una vez más a Benedicto XVI- que la fuerza más poderosa al servicio del desarrollo es un humanismo cristiano, que vivifique la caridad y que se deje guiar por la verdad, acogiendo una y otra como un don permanente de Dios. La disponibilidad para con Dios provoca la disponibilidad para con los hermanos y una vida entendida como una tarea solidaria y gozosa. Al contrario, la cerrazón ideológica a Dios y el indiferentismo ateo, que olvida al Creador y corre el peligro de olvidar también los valores humanos, se presentan hoy como uno de los mayores obstáculos para el desarrollo. El humanismo que excluye a Dios es un humanismo inhumano. Solamente un humanismo abierto al Absoluto nos puede guiar en la promoción y realización de formas de vida social y civil -en el ámbito de las estructuras, las instituciones, la cultura y el ethos-, protegiéndonos del riesgo de quedar apresados por las modas del momento. La conciencia del amor indestructible de Dios es la que nos sostiene en el duro y apasionante compromiso por la justicia, por el desarrollo de los pueblos, entre éxitos y fracasos, y en la tarea constante de dar un recto ordenamiento a las realidades humanas”.


José Alberto Rugeles. Gaudiumpress.org

18 agosto 2012

Precioso canto gregoriano: "Alleluia vir Dei benedictus omni".

Hoy os dejo este precioso vídeo de canto gregoriano. Son los monjes benedictinos de la Abadía de Notre Dame de Fontgombault. Cantan "Alleluia vir Dei benedictus omni"

Comunicado del obispo de Neuquén a favor de respetar la vida de Marcelo


Comunicado del obispo de Neuquén (Argentina) a favor de respetar la vida de Marcelo

NEUQUÉN, viernes 17 agosto 2012 (ZENIT.org).- “Estamos frente al misterio de la vida de un hermano de la que no puede ser dueño ni administrador absoluto una tercera persona”, expresa en un comunicado el obispo de Neuquén, monseñor Virginio Domingo Bressanelli, quien es, además, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina. Se refiere al caso de Marcelo Díez, en estado vegetativo desde hace 17 años para el que el fiscal ha pedido “muerte digna” a instancias de los familiares que solicitaron que no le realicen tratamientos y le retiren la alimentación.
Marcelo Diez, un hombre joven (45 años), sufrió en 1994 un accidente de tráfico yendo en moto. Lo internaron en el hospital de Neuquén con politraumatismos, pero una infección intrahospitalaria le afectó el cerebro y lo sumergió en un estado vegetativo persistente en el que se halla desde hace 17 años.
Actualmente está internado en la Casa de Salud de LUNCEC (Lucha Neuquina contra el Cáncer), de la ciudad de Neuquén, donde se lo asiste asegurándole, dentro de este doloroso cuadro, el cuidado básico y ordinario que le garantiza en la medida de lo posible su calidad de vida.
Hace unos meses sus hermanas pidieron que no le realicen tratamientos y le retiren la alimentación pero la justicia no lo permitió.
Ahora, con la sanción de la ley denominada de “muerte digna”, el fiscal José Gerez argumentó que la normativa brinda un marco legal que ampara en la toma de decisiones a los médicos y los familiares de las personas que se encuentran en estado de salud irreversible, y como la ley está vigente, merece ser cumplida, por lo que pidió “muerte digna” para el joven Marcelo Díez.
En relación a este caso, el obispo de Neuquén, monseñor Virginio D. Bressanelli SCJ dio a conocer este 15 de agosto un comunicado titulado “Derecho a una asistencia básica” cuyo texto reproducimos a continuación:
“Frente a lo mucho que se dice, se escribe y se debate acerca de Marcelo Diez, siendo que hay quienes, sosteniendo distintas posturas, han recurrido incluso a la Doctrina de la Iglesia, es mi deber comunicar a la Comunidad Cristiana y a los habitantes de Neuquén lo que me compete desde mi servicio pastoral y desde mi conocimiento del caso.
Dentro de un estado de inconciencia persistente, Marcelo goza de una salud física estable. No está conectado a nada. No es un enfermo terminal. No está sometido a terapia alguna, por lo tanto no se practica sobre él un ensañamiento terapéutico que le prolongue artificialmente la vida. No manifiesta tampoco estar sometido a algún dolor físico, psicológico o espiritual.
Presenta reacciones mínimas. No se sabe si oye o que grado de conciencia tenga de sí mismo y de la realidad circundante. Configura, más bien, un cuadro de alta discapacidad. Todo esto nos ubica frente al misterio de la vida de un hermano de la que no puede ser dueño ni administrador absoluto una tercera persona.
A Marcelo se le garantiza solamente alimentación e hidratación enteral, y el confort básico que le asegure, dentro de su cuadro, la calidad de vida digna que merece todo ser humano (higiene, afecto, atención espiritual). No vive postrado en cama; cada día se lo levanta, se lo pone en silla de ruedas, se lo hace participar de los espacios comunitarios, se le habla, se le pasa música. Sus reacciones se leen en su rostro, que se ilumina al escuchar música, o que manifiesta cansancio cuando algo lo aturde.
No se le brinda ningún medio desproporcionado o extraordinario, sino solo lo básico que se brinda a cualquier persona que sufre una discapacidad que le impida autosatisfacer las propias necesidades.
Desde el punto de vista humano es una vida que hemos de respetar, cuidar y sostener hasta que su estado se revierta, como esperaban sus padres, o hasta que su curso se cierre naturalmente.
Quitarle las atenciones que hoy se le brindan lo condenaría a una muerte atroz. Eso configuraría una eutanasia por omisión y un delito por abandono de persona.
No podemos negar que se trata de una situación delicada y compleja. Tampoco podemos desconocer el sufrimiento de las personas que lo quieren y que apuestan a su recuperación. Nos sentirnos solidarios con ellos. Estamos sin embargo frente al desafío de tener que aceptar con valentía nuestras limitaciones, y de seguir apostando por una vida de la que no somos dueños ni administradores absolutos. Es una de las tantas vidas que reclama la entrega generosa de personas que la cuiden y de una sociedad que la respete.
Como hombres y mujeres que amamos la vida y que creemos en el Dios de la vida, debemos reconocer que este es un misterio que nos sobrepasa. Hay situaciones que no podemos manejar, ni en las que podemos aportar soluciones o mejoras significativas. En esos casos nos queda algo que califica y dignifica a todos: redoblar nuestra capacidad de amor, resignar con humildad nuestro afán de omnipotencia y brindar al hermano necesitado lo que esté a nuestro alcance, confiando en Dios Padre providente que, aún en estos casos, está realizando un designio de amor para el bien de muchos”.

Pan y vino de vida eterna


 Pan y vino de vida eterna
Comentario al evangelio del Domingo 20° del T.O./B

ROMA, viernes 17 agosto 2012 (ZENIT.org).-Ofrecemos el comentario al evangelio del domingo por el padre Jesús Álvarez, paulino.

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Jesús Álvarez, SSP

“Jesús dijo a los judíos: «Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este pan vivirá para siempre; y el pan que yo les voy a dar, es mi carne por la vida del mundo». Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?». Jesús les dijo: «En verdad, en verdad les digo: si no comen la carne del Hijo del hombre, y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Éste es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.»” (Juan 6, 51-59).

Las palabras de Jesús sobre el Pan de Vida eterna resultan inaceptables para la mayoría de sus oyentes. Por eso lo abandonan, menos los Doce. Y Jesús los interpela también a ellos, poniéndolos con firmeza ante la alternativa de creerle o de irse.

Mientras Jesús hace curaciones, multiplica y reparte alimentos, todos lo admiran y quieren estar a su lado. Pero aceptar la oferta del Pan espiritual de Vida eterna, que vale infinitamente más, compromete sus seguridades, sus costumbres y su misma religión de ritos externos, sin compromiso de vida.

¿Han cambiado las cosas? ¡Cuántas veces se comulga la hostia!, pero no se comulga con Cristo Resucitado presente en la hostia, en su Palabra, en el prójimo, en la vida cotidiana, en el hogar, en el sufrimiento, en las alegrías, en el trabajo, e incluso en la oración.

Así Jesús resulta un “don nadie”, excluido de la vida… Y entonces no se pueden cumplir sus promesas: “Quien coma de este pan, vivirá para siempre”, “Quien come mi carne y bebe mi sangre, vive en mí yo en él”. La promesa de Jesús de identificarse con nosotros mediante la Comunión, se hace una realidad tan maravillosa, misteriosa y feliz, que hasta se nos puede volver increíble, inaceptable. Y así es humanamente. Mas para el Amor omnipotente de Dios, nada hay imposible.

Dos preguntas para llegar predispuestos a la proclamación de este evangelio dominical:¿Me contento con recibir la hostia, sin interés alguno de estar con Cristo, amarlo, imitarlo? ¿Me uno a Él, que se hace presente en mi persona, le dirijo la palabra y lo escucho?

Tratado sobre discapacidad pierde apoyo ante inquietud sobre el aborto.


Tratado sobre discapacidad pierde apoyo ante inquietud sobre el aborto
NUEVA YORK, 17 de agosto (C-FAM) La ratificación de un tratado de la ONU por parte de los Estados Unidos trastabilla debido a un problema que lo acosa desde el inicio: ¿la «salud sexual y reproductiva» incluye el aborto?
La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (CDPD) encuentra  resistencia entre senadores, miembros del Congreso y grupos que temen que debilite la soberanía nacional, que su imprecisión perjudique a quienes debe proteger, como ser los bebés discapacitados antes de su nacimiento, y que se imponga a derechos consolidados, como los de los padres.
Se espera que se envíe en los próximos días al Senado de Estados Unidos una carta de oposición que circula entre las principales agrupaciones estadounidenses provida.
En ella se explica cómo los funcionarios de las Naciones Unidas y los defensores del aborto usan indebidamente los documentos de la ONU para ampliar derechos y presionar a los países respecto del aborto, a pesar del inequívoco registro de estados miembros de la Organización que lo rechazaron durante las negociaciones y la aprobación de estos documentos.
Aunque el tratado sobre personas con discapacidad es el primer acuerdo vinculante que incluye el término «salud sexual y reproductiva», existen múltiples evidencias de que los redactores no consideraron el aborto como parte de su definición. En primer lugar, el término se emplea en el documento solo como categoría de no discriminación. Además, durante el proceso de negociación y adopción, se ofrecieron reiteradas garantías de que el tratado no incluye el derecho al aborto.
El presidente de las negociaciones tildó de «inválido» el temor de que los comités de la ONU se aprovechen de la frase para referirse al aborto, porque los delegados no pretendieron crear ningún derecho humano nuevo. En otro momento, el presidente encuestó a los presentes y preguntó alguien creía que el tratado propuesto creaba algún derecho nuevo. Ningún país respondió afirmativamente.
El presidente también enfatizó que los trabajos preparatorios orientarían futuras interpretaciones del tratado. Se añadió al texto una nota al pie que reza: «El Comité ad hoc observa que el uso de la frase “servicios de salud sexuales y reproductivos" no constituye el reconocimiento de ningún nuevo compromiso de derecho internacional o derecho humano».
Cuando la Asamblea General de la ONU aprobó la CDPD en 2006, quince naciones hicieron constar que el aborto se excluye de la «salud sexual y reproductiva» y que el tratado no genera nuevos derechos. Ninguna nación contradijo esto.
No obstante, permanecen las inquietudes. Ni los trabajos preliminares ni las notas al pie están de hecho en el documento y, por ende, pueden ser fácilmente ignorados.
Es más, desde que el tratado entró en vigencia, los defensores del aborto sostienen que el término incluye el aborto y que el acuerdo creó un nuevo derecho.
En 2010, Thoraya Obaid, del Fondo de Población, dijo al público que la «salud reproductiva» es un «derecho» consagrado últimamente en el tratado sobre la discapacidad, el cual incluye la frase «salud sexual y reproductiva».
El Centro de Derechos Reproductivos (CDR) anuncia a los cuatro vientos que la «(Convención sobre los derechos de los discapacitados) es el primer instrumento internacional de derechos humanos que reconoce específicamente el derecho a la salud sexual y reproductiva como un derecho humano». El CDR considera que la salud y los derechos reproductivos comprenden el aborto.
En sesiones informativas del Fondo de Población y del CDR con comités de tratados de la ONU, el orden del día incluyó «la negación de servicios de atención médica reproductiva, que incluyen el aborto» entre las «violaciones a los derechos reproductivos».
Los intentos de «desarrollar» la definición motivaron que los diplomáticos rechazaran los «derechos reproductivos» en la cumbre de Río+20, porque el término llegó a convertirse en un «código de la ONU para el aborto».
Este conflicto se vio reflejado en una audiencia del Senado estadounidense en julio que abordó el tratado sobre discapacidad. Los senadores proabortistas desmantelaron una enmienda que aclaraba que dicho acuerdo es neutral respecto del aborto, y manifestaron que era innecesaria.
Se espera que el Senado de los Estados Unidos vote la ratificación en el transcurso del otoño.

Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano

13 agosto 2012

Ante los problemas de la vida: Tener Fe.


Tener fe es LEVANTARSE cuando se ha caído. Los reveses y fracasos en cualquier área de la vida nos entristecen, pero es más triste quedarse lamentándose en el frío suelo de la autocompasión, atrapado por la frustración y la amargura.
Tener fe es ARRIESGAR todo a cambio de un sueño, de un amor, de un ideal. Nada de lo que merece la pena en esta vida puede lograrse sin esa dosis de sacrificio que implica desprenderse de algo o de alguien, a fin de adquirir eso que mejore nuestro propio mundo y el de los demás.
Tener fe es no dejar nunca de desnudar tus labios con una sonrisa, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes cuando tu sonrisa puede dar luz y esperanza a la vida de alguien que se encuentre en peor situación que la tuya.
Tener fe es VER positivamente hacia adelante, no importa cuán incierto parezca el futuro o cuan doloroso el pasado. Quien tiene fe hace del hoy un fundamento del mañana y trata de vivirlo de tal manera que cuando sea parte de su pasado, pueda verlo como un grato recuerdo.
Tener fe es CONDUCIRSE por los caminos de la vida de la forma en que un niño toma la mano de su padre. Es que dejemos nuestros problemas en manos de DIOS y nos arrojemos a sus brazos antes que al abismo de la desesperación. Fe es que descansemos en Él para que nos cargue, en vez de cargar nosotros nuestra propia colección de problemas.
Tener fe es CREER cuando resulta más fácil recurrir a la duda. Si la llama de la confianza en algo mejor se extingue en nosotros, entonces ya no queda más remedio que entregarse al desánimo. La creencia en nuestras bondades, posibilidades y talentos, tanto como en los de nuestros semejantes, es la energía que mueve la vida hacia grandes derroteros.
Tener fe es GUIAR nuestra vida no con la vista, sino con el corazón. La razón necesita muchas evidencias para arriesgarse, el corazón necesita sólo un rayo de esperanza. Las cosas más bellas y grandes que la vida nos regala no se pueden ver, ni siquiera palpar, sólo se pueden acariciar con el espíritu.
Tener fe es CONFIAR, pero confiar no sólo en las cosas, sino en lo que es más importante... en las personas. Muchos confían en lo material, pero viven relaciones huecas con sus semejantes.
Cierto que siempre habrá gente que te lastime y traicione tu confianza, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando y sólo ser más cuidadoso con aquél en quien confías dos veces.
Tener fe es BUSCAR lo imposible: sonreír cuando tus días se encuentran nublados y tus ojos se han secado de tanto llorar.
Tener fe es ACEPTAR los designios de Dios aunque no los entendamos, aunque no nos gusten. Si tuviéramos la capacidad de ver el fin desde el principio tal como Él lo ve, entonces podríamos saber por qué a veces conduce nuestra vida por sendas extrañas y contrarias a nuestra razón y a nuestros deseos.
Tener fe es DAR cuando no tenemos, cuando nosotros mismos necesitamos. La fe siempre saca algo valioso de lo aparentemente inexistente; puede hacer que brille el tesoro de la generosidad en medio de la pobreza y el desamparo, llenando de gratitud al que RECIBE y al que DÁ.
Por Leanery

06 agosto 2012

Nueva Sección de Cine Católico.

Desde hoy se "transfigura" un poco este blog para poder ver películas sin interrupciones y de de valores cristianos.

¡BIENVENIDOS!

03 agosto 2012

El Papa concluye su tercer libro dedicado a Jesús de Nazaret

(RV).- Benedicto XVI está trabajando en una nueva Encíclica, lo dijo ayer el cardenal secretario de Estado Tarcisio Bertone tras celebrar la Santa Misa en la Iglesia parroquial de Introd, localidad en el Valle de Aosta, donde está transcurriendo un período de reposo. Según destacó el purpurado Benedicto XVI concluyó su tercer volumen dedicado a Jesús de Nazaret y los Evangelios de la infancia que -a su parecer- será un gran regalo para el Año de la Fe; y después de ésta publicación es muy probable que salga a la luz una nueva Encíclica, la cuarta de su pontificado. 
Las declaraciones fueron hechas al margen de la Misa celebrada en la parroquia de aquella localidad de montaña. En su homilía, dedicada a la memoria litúrgica de San Eusebio de Vercelli, el purpurado señaló que la tarea de quien gobierna con sentido de responsabilidad, a diferencia del mercenario que desempeña un oficio, es la de asumir la defensa de los débiles, de los necesitados, y según la imagen del Buen Pastor, la de hacer resplandecer la realeza de Cristo. Añadió que la obra de evangelización de San Eusebio lo llevó a realizar viajes durísimos hasta afrontar peligros, incomprensiones y persecuciones por parte de sus enemigos, y todo esto para llevar el Evangelio y la salvación de Cristo por todas partes. 
Sobre el próximo sínodo sobre la nueva evangelización, subrayó que cuando se habla de nueva evangelización, se hace necesario saber reconocer en esta expresión toda la carga de confianza que Dios nos da hoy en día cuando nos quiere anunciadores del Evangelio entre nuestra gente. “El Señor tiene necesidad hoy de nuestro corazón, de nuestra mente y de nuestras fuerzas para que el proyecto de vida por él anunciado pueda tener la fuerza atractiva de nuestro mundo vital, diferenciado y complejo, en el que se hace necesario saber hacer concretamente visible la fuerza de la esperanza cristiana”. En cada ámbito social –puntualizó- en el trabajo, el matrimonio y la familia, como en todas los círculos de amistosos y de compromiso social; cada uno es verdaderamente insustituible para una ramificación del testimonio de fe.
Sobre la celebración del Año de la Fe, que iniciará en el contexto conmemorativo de los 50 años de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II, el cardenal secretario de Estado Tarcisio Bertone destacó que será un lapso importante si se piensa en la necesidad que persisten en nuestro tiempo de servir a la causa del hombre que “no sabe a dónde ir y no logra ni siquiera comprender quién sea él mismo”, puntualizó citando las palabras de Benedicto XVI. (Patricia L. Jáuregui Romero - Radio Vaticano)