Páginas

25 julio 2007

Jornadas de bioética en la playa de Gandía (verano 2007)


  • En julio (del 23 al 27) y en agosto (del 6 al 10) habrá unas jornadas sobre temas de bioética: aborto, procreación artificial, prevención del SIDA, eutanasia y células madre.
  • Las sesiones empezarán a las 20,30 con la proyección de un DVD y a continuación se abrirá un amplio debate sobre el tema expuesto.
  • Lugar: templo de Santa Mª del Mar, en la playa de Gandía.
  • Dirección científica de las jornadas: Dr. S. Rull (jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital "Francesc de Borja" de Gandia).
  • URL: http://www.biogandia.blogspot.com


Domingo 29 de julio

DOMINGO XVII DEL TIEMPO ORDINARIO
29 de julio de 2007 (ciclo C, año impar)



Primera lectura
No se enfade mi Señor, si sigo hablando

Lectura del libro del Génesis 18, 20-32

En aquellos días, el Señor dijo: —«La acusación contra Sodoma y Gomorra es fuerte, y su pecado es grave; voy a bajar, a ver si realmente sus acciones responden a la acusación; y si no, lo sabré.»

Los hombres se volvieron y se dirigieron a Sodoma, mientras el Señor seguía en compañía de Abrahán.

Entonces Abrahán se acercó y dijo a Dios: —«¿Es que vas a destruir al inocente con el culpable? Si hay cincuenta inocentes en la ciudad, ¿los destruirás y no perdonarás al lugar por los cincuenta inocentes que hay en él? ¡Lejos de ti hacer tal cosa!, matar al inocente con el culpable, de modo que la suerte del inocente sea como la del culpable; ¡lejos de ti! El juez de todo el mundo, ¿no hará justicia?»

El Señor contestó: —«Si encuentro en la ciudad de Sodoma cincuenta inocentes, perdonaré a toda la ciudad en atención a ellos.»

Abrahán respondió: —«Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza. Si faltan cinco para el número de cincuenta inocentes, ¿destruirás, por cinco, toda la ciudad?»

Respondió el Señor: —«No la destruiré, si es que encuentro allí cuarenta y cinco.»

Abrahán insistió: —«Quizá no se encuentren más que cuarenta.»

Le respondió: —«En atención a los cuarenta, no lo haré.»

Abrahán siguió: —«Que no se enfade mi Señor, si sigo hablando. ¿Y si se encuentran treinta?»

Él respondió: —«No lo haré, si encuentro allí treinta.»

Insistió Abrahán: —«Me he atrevido a hablar a mi Señor. ¿Y si se encuentran sólo veinte?»

Respondió el Señor: —«En atención a los veinte, no la destruiré.»

Abrahán continuó: —«Que no se enfade mi Señor si hablo una vez más. ¿Y si se encuentran diez?»

Contestó el Señor: —«En atención a los diez, no la destruiré.»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 137, l-2a. 2bc-3. 6-7ab. 7c-8 (R/.: 3a)

R/. Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario.
R/.


Daré gracias a tu nombre,
por tu misericordia y tu lealtad.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R/.

El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
Cuando camino entre peligros,
me conservas la vida;
extiendes tu brazo contra la ira de mi enemigo. R/.

Y tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R/.

Segunda lectura
Os dio vida en Cristo, perdonándoos todos los pecados

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 2, 12-14

Hermanos:

Por el bautismo fuisteis sepultados con Cristo, y habéis resucitado con él, porque habéis creído en la fuerza de Dios que lo resucitó de entre los muertos.

Estabais muertos por vuestros pecados, porque no estabais circuncidados; pero Dios os dio vida en él, perdonándoos todos los pecados.

Borró el protocolo que nos condenaba con sus cláusulas y era contrario a nosotros; lo quitó de en medio, clavándolo en la cruz.

Palabra de Dios.

Aleluya
Rm 8, 15bc

Habéis recibido un espíritu de hijos adoptivos,
que nos hace gritar: «¡Abba!, Padre.»

EVANGELIO
Pedid y se os dará

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 11, 1-13

Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:

— «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.»

Él les dijo: — «Cuando oréis decid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación.”»

Y les dijo: — «Si alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche para decirle:
“Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle.”

Y, desde dentro, el otro le responde: “No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos.”

Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.

Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre.

¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra?

¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?

Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?»

Palabra del Señor.



COMENTARIO

Pedid y se os dará

La Palabra de Dios que proclamamos hoy nos habla de la oración. La oración expresa y alimenta nuestra relación con Dios: los apóstoles sintieron la necesidad de orar. La oración requiere un clima de amistad y relación con Dios; tener conciencia de que nos dirigimos al Padre como hijos. Jesús oró y enseñó a orar a sus discípulos. El Padre Nuestro es modelo de oración para todos nosotros. ¿Qué es lo que nos enseña Jesús en el Padre Nuestro?

Padre nuestro. Llamar a Dios Padre es signo de la familiaridad, cercanía y amor con que nos relacionamos con Dios. Además es Padre nuestro: es de hipócritas llamar "padre" a Dios y no sentirse y vivir como hermanos.

Del cielo. Santificado sea tu nombre. Expresamos el señorío de Dios por encima de todo. Él es el santo, el único santo, y deseamos que la santidad de Dios sea conocida y reconocida a través de los que nos confesamos sus discípulos.

Venga tu reino. Le pedimos a Dios el crecimiento del Reino de Dios ya presente con Jesucristo, y expresamos el deseo de la consumación del Reino con la segunda venida de Jesucristo.

Hágase tu voluntad. Así oró Jesús en el Huerto de los Olivos y así ora hoy la Iglesia. Es la manifestación de un deseo ardiente: que Dios realice su voluntad, su plan de salvación, que siempre es lo mejor. Y que nosotros colaboremos con Él. En la tierra como en el cielo. Deseamos que se cumpla su voluntad en la tierra de la misma manera que se cumple en el cielo: total y perfectamente.

Danos hoy el pan nuestro. Le pedimos al Señor el sustento diario, lo necesario para vivir. Pedimos el pan de cada día, lo necesario solamente. No le pedimos al Señor una seguridad para el futuro, ni un confiar en las cosas materiales. Nuestra seguridad y nuestra confianza es el Señor. Perdónanos nuestras ofensas. Sólo Dios puede perdonar los pecados. Por eso pedimos perdón al Señor, comenzando por reconocernos pecadores.

Pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido. No compramos a Dios su perdón. Sólo damos a entender, con nuestra actitud de perdón hacia el prójimo, que queremos recibirlo. Incapaces de merecer el perdón de Dios, se lo pedimos. Y ponemos delante del Señor el compromiso de perdonar también a nuestros hermanos; de ser hombres y mujeres de reconciliación, empezando por quienes nos ofenden.

No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno. No es posible vivir sin tentaciones. Estas vendrán. Pero la tentación de la que pedimos al Señor nos libre resume todas las demás. Es terrible. Ataca la fe en su raíz. Deja al cristiano con la sensación de que Dios no se ocupa del mundo y no ama a los hombres.

¿Cómo está tu vida de oración? ¿Rezas todos los días? ¿Cómo rezas? ¿Qué tiempo le dedicas al Señor? El Señor quiere vivir una historia de amor contigo. ¡Ánimo! ¡Ábrete al Señor! ¡Déjate amar por Él! ¡Cuéntale tus cosas, manifiéstale tus deseos! El Señor tiene preparada para ti una historia maravillosa. ¡Confía en él que no te defraudará!

Compromiso semanal

Haz un ratito de oración desde el Padre Nuestro.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Génesis 18, 20-32. No se enfade mi Señor, si sigo hablando.

La plegaria de Abrahán deja abierta la puerta de la esperanza. Su actitud suplicante ante Dios descorrió el velo del misterio: la justicia de Dios se manifestará siempre; pero no en el castigo de los culpables sino en el perdón por amor de no importa cuantos sean los inocentes. Como una madre, Dios está dispuesto a olvidar porque su amor a los hombres es infinito.

Salmo 137, 1-8. Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste.

Este salmo es un salmo de acción de gracias a Dios, y se le pide que no abandone la obra de sus manos: Israel. El salmo expresa también una confianza ilimitada en la misericordia del Señor.

2ª lectura: Colosenses 2, 12-14. Os dio vida en Cristo, perdonándoos todos los pecados.

Todos los hombres teníamos una deuda con Dios: nuestros pecados. Cristo la saldó, por su muerte en la cruz. Lo que nos importa saber es cómo beneficiarnos de este sacrificio de Cristo, fuente de amor y de salvación para todo el mundo. Para ello es necesario profundizar en la doctrina sobre los sacramentos y la fe. Por el bautismo nos hemos despojado de todo el “cuerpo carnal”, o “cuerpo del pecado”; es decir, de cuanto alimenta la rebelión contra Dios: egoísmo, suficiencia, desprecio, altanería, orgullo, codicia, pasión desenfrenada... Esto hace el bautismo: nos pone en comunión con el misterio de la muerte y resurrección de Jesús; es decir, permite –en la medida de nuestra adhesión a Él– que la fuerza de Dios que resucitó a Jesús, nos resucite también a nosotros.

Evangelio: Lucas 11, 1-13. Pedid y se os dará.

Este texto una catequesis sobre la oración, que abarca tres partes: el Padrenuestro, la certeza de que Dios escucha y la eficacia de la oración. Dios escucha siempre la súplica humana. Así como el amigo no falla al otro que le pide e insiste, del mismo modo Dios terminará dándonos cuanto le pidamos. Nuestra oración es eficaz, es decir, nos hace conseguir lo que más nos conviene. Un padre no pueda dar algo malo a su hijo. Cuánto más Dios, nuestro Padre. Lo mejor que nos puede dar es el Espíritu Santo. Lo que se recibe no es automáticamente lo que se pide sino el don del Espíritu, que nos permitirá afrontar las situaciones de la vida con la fuerza de lo alto.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 30 Ex 32, 15,24.30-34 Este pueblo ha cometido un pecado gravísimo haciéndose dioses de oro.
Sal 105, 19-23 Dad gracias al Señor porque es bueno.
Mt 13, 31-35 El reino de los cielos es como una grano de mostaza.
Reza por los alejados de Cristo y de la Iglesia
Martes 31
San Ignacio de Loyola
Ex 33, 7-11; 34, 5b-9.28 El Señor hablaba con Moisés cara a cara.
Sal 102, 6-13 El Señor es compasivo y misericordioso.
Mt 13, 36-43 Así como se recoge la cizaña… así sucederá en el fin del mundo.
Haz una obra de misericordia
Miércoles 1
San Alfonso María de Ligorio
Ex 34, 29-35 Al ver la cara de Moisés, no se atrevieron a acercarse a él.
Sal 98, 5-9 Santo eres, Señor, Dios nuestro.
Mt 13, 44-45 Vende todo lo que tienes y compra aquel campo.
Pídele al Señor que te aumente la fe
Jueves 2
San Eusebio de Vercelli
Ex 40, 14-19.32-36 La nube cubrió la tienda del encuentro, y la gloria del Señor llenó el santuario.
Sal 83, 3-11 ¡Qué deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos!
Mt 13, 47-53 Seleccionan los buenos en cestos, y tiran los malos.
Revisa como cuidas tu vida espiritual
Viernes 3 Lv 23, 1.4-11.15-16.27.34b-37 En las festividades del Señor os reuniréis en asamblea.
Sal 80, 3-6.10-11 Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
Mt 13, 54-58 Un profeta sólo es despreciado en su pueblo y en su casa.
Da testimonio de Jesucristo
Sábado 4
San Juan María Vinanney
Lv 25, 1.8-17 El año jubilar cada uno recuperará su propiedad.
Sal 66, 2-3.5.7-8 Oh Dios, que te alaben los pueblos.
Mt 14, 1-12 Herodes mandó decapitar a Juan.
Reza por los cristianos perseguidos
Domingo 5
18º del TIEMPO ORDINARIO
Ecl 1, 2; 2, 21-23 ¿Qué saca el hombre de todo su trabajo?
Sal 89, 3-6.12-17 Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
Col 3, 1-5.9-11 Buscad los bienes de allá arriba donde está Cristo.
Lc 12, 13-21 ¡Insensato! Esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado ¿de quién será?
Haz oración por tu familia y por la parroquia


20 julio 2007

Bioetica, jornadas en playa de Gandía.

Jornadas de bioética en la playa de Gandía (verano 2007)


  • En julio (del 23 al 27) y en agosto (del 6 al 10) habrá unas jornadas sobre temas de bioética: aborto, procreación artificial, prevención del SIDA, eutanasia y células madre.
  • Las sesiones empezarán a las 20,30 con la proyección de un DVD y a continuación se abrirá un amplio debate sobre el tema expuesto.
  • Lugar: templo de Santa Mª del Mar, en la paya de Gandía.
  • Dirección científica de las jornadas: Dr. S. Rull (jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital "Francesc de Borja" de Gandia).
  • URL: http://www.biogandia.blogspot.com


06 julio 2007

Domingo 8 de julio

DOMINGO XIV DEL TIEMPO ORDINARIO
8 de julio de 2007 (ciclo C, año impar)



Primera lectura
Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz

Lectura del libro de Isaías 66, 10-14c

Festejad a Jerusalén, gozad con ella,
todos los que la amáis,
alegraos de su alegría,
los que por ella llevasteis luto.

Mamaréis a sus pechos
y os saciaréis de sus consuelos,
y apuraréis las delicias
de sus ubres abundantes.

Porque así dice el Señor:
«Yo haré derivar hacia ella,
como un río, la paz,
como un torrente en crecida,
las riquezas de las naciones.

Llevarán en brazos a sus criaturas
y sobre las rodillas las acariciarán;
como a un niño a quien su madre consuela,
así os consolaré yo,
y en Jerusalén seréis consolados.

Al verlo, se alegrará vuestro corazón,
y vuestros huesos florecerán como un prado;
la mano del Señor se manifestará a sus siervos.»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 15, l-2a y 5. 7-8. 9-10. 11 (R/.: cf. 5a)

R/. Aclamad al Señor, tierra entera.

Aclamad al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre;
cantad himnos a su gloria;
decid a Dios: «¡ Qué temibles son tus obras!» R/.

Que se postre ante ti la tierra entera,
que toquen en tu honor,
que toquen para tu nombre.
Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los hombres. R/.

Transformó el mar en tierra firme,
a pie atravesaron el río.
Alegrémonos con Dios,
que con su poder gobierna eternamente. R/.

Fieles de Dios, venid a escuchar,
os contaré lo que ha hecho conmigo.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica,
ni me retiró su favor. R/.

Segunda lectura
Yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 6, 14-18

Hermanos:

Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo.

Pues lo que cuenta no es circuncisión o incircuncisión, sino una criatura nueva.

La paz y la misericordia de Dios vengan sobre todos los que se ajustan a esta norma; también sobre el Israel de Dios.

En adelante, que nadie me venga con molestias, porque yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.

La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu, hermanos. Amén.

Palabra de Dios.

Aleluya
Col 3, 15a. 16a

Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón;
La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza.

EVANGELIO
Descansará sobre ellos vuestra paz

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 1-12. 17-20

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía:

— «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies.

¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino.

Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa.” Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.

Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario.

No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: “Está cerca de vosotros el reino de Dios.”

Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: “Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios.”

Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo.»

Los setenta y dos volvieron muy contentos y le dijeron: — «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.»

Él les contestó: — «Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado
potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.»

Palabra del Señor.



COMENTARIO

Descansará sobre ellos vuestra paz

La Palabra de Dios que proclamamos este domingo tiene un contenido eminentemente vocacional y misionero: Dios elige y envía a quien quiere con la misión especial de consagrar toda su vida a proclamar la Buena Noticia de la salvación.

Jesús envía a sus discípulos para que anuncien el Reino de Dios. Son enviados de dos en dos, pues tienen que actuar como testigos. Ellos van delante del Señor: son sus pregoneros y tienen que preparar su llegada.

La mies es mucha: Los hombres son comparados con una mies que ha de recogerse en el Reino de Dios. Dios es el dueño de la mies: La acogida en su Reino de Dios es obra y gracia suya. Él da también las vocaciones de los discípulos. Por eso invita Jesús a orar para que el dueño de la mies mande nuevos obreros a proclamar la Buena Noticia. La oración por los obreros de la mies mantiene despierta en los discípulos la conciencia de haber sido llamados y enviados por la gracia de Dios, no por sus cualidades o sus méritos.

Los envió como corderos en medio de lobos, porque la tarea de la evangelización no es nada fácil, y las tinieblas tratarán de apagar la luz. Pero no importa, los discípulos no han de confiar en sí mismos, en su poder o en sus fuerzas: su fuerza y su poder es el Señor, que es quien les envía; Él les precede, les acompaña, les defiende y lucha en el corazón de cada uno de los que les escucha.

Además, no es el discípulo más que el Maestro, y por tanto, el discípulo tendrá que sellar sus palabras con su sangre, con la entrega de su vida, como hizo Jesús.

Los envió sin alforja ni sandalias, sin ninguna seguridad humana; el descanso, la seguridad y el mensaje del discípulo serán la paz y la Palabra del Maestro. No es necesario llevar nada. Dios será su única seguridad.

Los envió a anunciar la cercanía del Reino de Dios. El estilo de misionar es sencillo: ir de casa en casa dando la paz. Esta paz no es sólo un saludo, sino el don de la salvación, la Buena Noticia de Jesucristo.

Los Apóstoles, llamados y enviados por Jesús tendrán que predicar la Palabra y ayudar a sus hermanos. Lo importante es que los obreros permanezcan fieles al Señor para anunciar gratis el Evangelio que gratis recibieron; incluso durante la persecución confíen en el que les ha enviado sin sucumbir al miedo, y, por encima de todo, sepan hacer de Cristo el centro de su vida.

El Señor nos invita a orar porque la mies es mucha y los obreros son pocos. El campo de Dios necesita obreros comprometidos e ilusionados que siembren la Palabra y curen las heridas ocasionadas por el pecado.

El Señor te llama a ti. Tú estás llamado a ser testigo, a ser misionero. El Señor te invita a que des testimonio de la Buena Noticia del Evangelio en el mundo, en tu mundo. ¡No tengas miedo! ¡Confía en el Señor! Él lleva tu vida. Él te llama a ser testigo, a ser luz para tu familia, tus amigos, tus compañeros, tus vecinos…


Compromiso semanal

Medita despacio el Evangelio de hoy. Pregúntale al Señor cuál es la “misión” concreta a la que te llama.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Isaías 66, 10-14c. Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz.

Dios es el Dios de la paz. Sus intervenciones son portadoras de paz. La era de la salvación se caracteriza por la abundancia de paz que Dios derramará sobre su pueblo como un torrente.

Salmo 65, 1-5. 16. 20. Aclamad al Señor, tierra entera.

El salmo es una invitación universal a la alabanza a Dios. En este salmo, la Iglesia como madre canta a sus fieles “lo que Dios ha hecho por ella”, y ensancha su horizonte para invitar a todos los pueblos a ver y a alabar.

2ª lectura: Gálatas 6, 14-18. Yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.

La salvación viene de Cristo, del poder paradójicamente vivificador de la cruz de Cristo. La cruz, considerada por los paganos como el más infame suplicio y como una maldición para los judíos, es la gloria para Pablo y tiene que ser la gloria del cristiano. El verdadero cristiano acepta ser clavado en la cruz con Cristo porque sabe que de ella brota la vida verdadera, en ella tiene origen el “hombre nuevo”. La salvación se hace realidad en nosotros transformándonos en “criaturas nuevas”, creadas por Dios a imagen de Jesucristo.

Evangelio: Lucas 10, 1-12. 17-20. Descansará sobre ellos vuestra paz.

El Señor envía ahora a setenta y dos discípulos con una misión más concreta. No es necesario llevar nada. Las comodidades y provisiones del mundo son un estorbo a la hora de predicar el mensaje. El discípulo anuncia de una manera apremiante que está cerca el Reino de Dios. La tarea no es fácil porque va como cordero en medio de lobos. Pero no se limita a anunciar. Es portador de un don que ofrece al llegar: la paz, es decir, la dicha total de quien conoce a Dios. Las posibilidades de rechazo son claras. Jesús lo prevé y se lamenta de ello. Es una acción grave y culpable, porque rechazan al Señor. Los discípulos han recibido poderes contra los demonios y las enfermedades. Pero van a estar rodeados de peligros y sufrimientos y llevan una misión de caminantes y peregrinos, sin poder instalarse. Jesús previene, además, contra el triunfalismo: deben estar alegres no porque tienen poder sobre los demonios, sino porque sus nombres están escritos en el cielo.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 9

Gn 28, 10-22 Vio una escalinata y ángeles de Dios que subían y bajaban y a Dios que hablaba.

Sal 90, 1-4.14-15 Dios mío, confío en ti.

Mt 9, 18-26 ¡Ánimo, hija, tu fe te ha salvado!

Pídele al Señor que cure tus dolencias.

Martes 10

Gn 32, 22-32 Te llamarás Israel, porque has luchado con dioses y has podido.

Sal 16, 1-3.6.8-15 Con mi apelación, Señor, vengo a tu presencia.

Mt 9, 32-38 Sintió compasión de ellos.

Reza por las vocaciones sacerdotales y religiosas

Miércoles 11
San
Benito,
patrón de Europa

Prov 2, 1-9 Presta atención a la prudencia.

Sal 33, 2-15 Bendigo al Señor en todo momento.

Mt 19, 27-29 Vosotros, los que me habéis seguido, recibiréis cien veces más.

Reza por la nueva evangelización

Jueves 12

Gn 44, 18-21.23b-29; 45, 1-5 Para salvación me envió Dios a Egipto.

Sal 104, 16-21 Recordar las maravillas que hizo el Señor.

Mt 10, 7-15 Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis.

Da testimonio de Jesucristo.

Viernes 13
San Enrique
Santa
Teresa de los Andes

Gn 46, 1-7.28-30 Puedo dormir, después de haberte visto en persona.

Sal 36, 3-4.18-19.27-28.39-40 El Señor es quien salva a los justos.

Mt 10, 16-23 Todos os odiarán por mi causa.

Pídele al Señor el don de la perseverancia

Sábado 14
San Camilo

Gn 49, 29-33, 50, 15-24 Dios cuidará de vosotros y os sacará de esta tierra.

Sal 104, 1-7 Humildes, buscad al Señor, y vivirá vuestro corazón.

Mt 10, 24-33 No tengáis miedo a los que matan el cuerpo.

¿Cuáles son tus miedos? Pídele al Señor por ellos

Domingo 15
15º del TIEMPO ORDINARIO

Dt 30, 10-14 Escucha la voz del Señor tu Dios. El mandamiento está muy cerca de ti: cúmplelo.

Sal 68, 14.17.30-37 Buscad al Señor, y vivirá vuestro corazón.

Col 1, 15-20 Cristo Jesús es imagen de Dios invisible.

Lc 10, 25-37 -¿Qué tengo que hacer? -¡Anda, haz tú lo mismo!

Haz oración por tu familia y por la parroquia