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31 enero 2009

Domingo 1 de febrero

Domingo iV del tiempo ordinario
1 de febrero de 2009 (ciclo B, año impar)




Primera lectura
Lectura del Libro del Deuteronomio (18, 15-20)

Habló Moisés al pueblo diciendo: El Señor, tu Dios, te suscitará un profeta como yo, de entre tus hermanos. A él le escucharéis. Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea: «No quiero volver a escuchar la voz del Señor, mi Dios, ni quiero ver más ese terrible incendio; no quiero morir.»

El Señor me respondió: «Tienes razón; suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca y les dirá lo que yo le mande. A quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas. Y el profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, es reo de muerte.»

Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 94, 1-2. 6-7. 8-9

R/. Ojalá escuchéis hoy su voz;
no endurezcáis vuestros corazones.


Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos en su presencia dándole gracias,
vitoreándole al son de instrumentos. R.

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía. R.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto:
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras. R.

Segunda lectura
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios (7, 32-35)

Hermanos:

Quiero que os ahorréis preocupaciones: el célibe se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido.

Lo mismo, la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos en cuerpo y alma; en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido.

Os digo todo esto para vuestro bien, no para poneros una trampa, sino para induciros a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones.

Palabra de Dios

Aleluya

EVANGELIO

+ Lectura del santo evangelio según san Marcos (1, 21-28)

Llegó Jesús a Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su enseñanza, porque no enseñaba como los letrados, sino con autoridad.

Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar:

—¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: El Santo de Dios.

Jesús le increpó:

—Cállate y sal de él.

El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos:

—¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.

Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Palabra del Señor



COMENTARIO

Les enseñaba con autoridad

La Palabra de Dios que proclamamos hoy nos invita a descubrir que Dios habla al hombre a largo de la historia de la salvación. Con su hablar Dios nos enseña el camino de la vida eterna, y va iluminando nuestra vida mientras caminamos por este mundo.

Para ello, Dios suscitó profetas que en el Antiguo Testamento hablaron y guiaron al pueblo de Israel y le fueron preparando para la llegada de Jesucristo. Hablan en nombre de Dios y deben ser escuchados y obedecidos.

Al llegar la plenitud de los tiempos, Dios se hace hombre en Jesucristo, y Él mismo nos enseña y nos muestra el camino de la vida. Jesucristo es la Palabra que se ha hecho carne y ha acampado entre nosotros. Por eso, Jesucristo desconcierta a los que le escuchan y suscita admiración: porque Jesucristo habla con autoridad, y, además, ratifica sus palabras curando enfermos y expulsando demonios.

Hoy, es la Iglesia la encargada de hablar en nombre de Dios al pueblo, la encargada de transmitir el mensaje de la vida y de iluminar a los hombres de cada época.

La Palabra de Dios nos invita a reflexionar en profundidad cuál es la atención que prestamos nosotros a Dios que continúa hablándonos. Hemos de descubrir que Jesús también nos habla a nosotros con autoridad, porque sólo Él es la Luz del mundo, porque Él es el único Maestro y el único Señor. Por tanto, Cristo nos invita hoy a tener una actitud de respeto, de confianza y obediencia ante su enseñanza. La Palabra de Dios no es para discutirla ni para negociarla: es para acogerla, asumirla y tratar de vivir guiados por su luz.

Y esto es especialmente importante tenerlo claro en una sociedad que vive sumida en una tremenda crisis de valores, en una sociedad que vive confundida, mareada, desorientada. Porque hoy Dios sigue hablándonos, sigue mostrándonos cuál es el camino que nos da la felicidad y nos lleva a la vida eterna. Hoy, Dios nos habla por medio de la Iglesia. Ella, por mandato del Señor, transmite y actualiza su mensaje.

La Iglesia ha de transmitir hoy el mensaje de Jesucristo a los hombres. Y muchas veces es rechazada por ello. Porque es un mensaje radical, exigente, comprometedor, fuerte. La luz muchas veces deslumbra, y la Iglesia sabe que no puede traicionar a su Señor, no puede anunciar lo que le resulta cómodo o sea popular. La Iglesia sabe que no es dueña, sino administradora de la Palabra de Dios, y, por tanto, la ha de transmitir tal y como la ha recibido, aunque esa Palabra de Dios no guste a muchas personas, sobre todo a los poderosos, a los soberbios, a los autosuficientes.

Nosotros debemos escuchar la voz de Dios que hoy sigue hablándonos, hemos de estar agradecidos por conocer cuál es el camino de la vida, y hemos de tratar de vivir a la luz de esta Palabra, aunque no la comprendamos. En ella está la vida.

Compromiso semanal

Revisa tu vida y trata de descubrir cuál es la actitud que tienes ante la Palabra de Dios. Pídele al Señor que te ayude a aceptarla del todo en tu vida.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Deuteronomio 18, 15-20. Suscitaré un profeta y pondré mis palabras en su boca.

En el seno de Israel habrá siempre profetas que hagan conocer el designio de Dios. Moisés anuncia que Dios les dará un profeta semejante a él mismo: el Mesías, Jesucristo, quien realiza plenamente el concepto de profeta, y puede hablar al pueblo con autoridad.

Salmo 94, 1-2. 6-9. Ojalá escuchéis hoy su voz; no endurezcáis vuestros corazones.

Toda la Revelación es una continua llamada a la conversión: pero ella sola no es suficiente; también a Israel se dirigió la Palabra de Dios y fue infiel a su alianza. Ante la menor dificultad Israel se rebeló. El salmo nos invita a no endurecer el corazón como nuestros padres, pues tampoco entraríamos en el descanso de Dios. Es duro de corazón quien dice “Señor, Señor”, y luego no hace la voluntad de Dios.

2ª lectura: 1 Corintios 7, 32-35. El célibe se preocupa de los asuntos del Señor.

La virginidad como estado de vida –estado extraordinario– no puede imponerse a todos; es objeto de una especial llamada de Dios y ha de vivirse por el Reino de los cielos. La virginidad es consagración y dedicación. Y únicamente cuando proviene de una dedicación total al Señor, quitando, por tanto, todo egoísmo, puede convertirse en signo escatológico del Reino de los cielos: la vida en pobreza, obediencia y castidad, es signo de que los bienes de este mundo no son definitivos.

Evangelio: Marcos 1, 21-28. Les enseñaba con autoridad.

Jesús es presentado como poseedor de la palabra de Dios: tiene una palabra con autoridad, que no se refiere a la elocuencia, sino al contenido: poder salvador y liberador. Este poder queda significado en la curación del endemoniado en sábado: libra de la esclavitud de la enfermedad y de la ley. La palabra de Jesús tiene tal autoridad porque es la palabra del Padre. Y de este poder salvador seguimos participando los cristianos. Esta participación se nos significa en los Sacramentos. Puedes leer Marcos 4, 35-41 y Lucas 10, 18-19.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 2
La Presentación del Señor
Mal 3, 1-4 Entrará en el santuario el Señor a quien buscáis.
Sal 23, 7-10 ¿Quién es ese Rey de la gloria? Es el Señor.
He 2, 14-18 Tenía que parecerse en todo a sus hermanos.
Lc 2, 22-40 Mis ojos han visto a tu Salvador.
Participa en la Eucaristía de hoy
Martes 3
San Blas
He 12, 1-4 Corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos.
Sal 21, 26-32 Te alabarán, Señor, los que te buscan.
Mc 5, 21-43 Contigo hablo, niña, levántate.
Reza por los que no tienen fe
Miércoles 4 He 12, 4-7.11-15 Dios reprende a los que ama.
Sal 102, 1-2.13-14.17-18 La misericordia del Señor dura siempre.
Mc 6, 1-6 No desprecian a un profeta más que en su tierra.
Reza pidiendo que se nos aumente la fe
Jueves 5
Santa Águeda, virgen y mártir
He 12, 18-19.21-24 Os habéis acercado a la ciudad del Dios vivo.
Sal 47, 2-4.9-11 Oh Dios, meditamos tu misericordia.
Mc 6, 7-13 Los fue enviando.
Da testimonio de Jesucristo
Viernes 6
San Pablo Miki y compañeros mártires
He 13, 1-8 Jesucristo es el mismo ayer hoy y siempre.
Sal 26, 1-9 El Señor es mi luz y mi salvación.
Mc 6, 14-29 Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado.
Haz una obra de misericordia
Sábado 7 He 13, 15-17.20-21 Que el Dios de la paz, que hizo subir de entre los muertos al gran pastor, os ponga a punto en todo bien.
Sal 22, 1-6 El Señor es mi pastor, nada me falta.
Mc 6, 30-34 Andaban como ovejas sin pastor.
Haz un ratito de oración
Domingo 8
5º del Tiempo Ordinario
Job 7, 1-4.6-7 Me harto de dar vueltas hasta el alba.
Sal 146, 1-6 Alabad al Señor, que san los corazones quebrantados.
1 Cor 9, 16-19.22-23 ¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!
Mc 1, 29-39 Curó a muchos enfermos de diversos males.
Reza por tu familia y por la parroquia


21 enero 2009

Domingo 25 de enero

Domingo iii del tiempo ordinario
25 de enero de 2009 (ciclo B, año impar)




Primera lectura
Los ninivitas se convirtieron de su mala vida

Lectura de la profecía de Jonás (3, 1-5. 10)

En aquellos días, vino la palabra del Señor sobre Jonás:

—«Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y predícale el mensaje que te digo»

Se levantó Jonás y fue a Nínive, como mandó el Señor. Nínive era una gran ciudad, tres días hacían falta para recorrerla. Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminé durante un día, proclamando:

—«¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!»

Creyeron en Dios los ninivitas; proclamaron el ayuno y se vistieron de saco, grandes y pequeños.

Y vio Dios sus obras, su conversión de la mala vida; se compadeció y se arrepintió Dios de la catástrofe con que había amenazado a Nínive, y no la ejecutó. Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 24, 4-5ab. 6-7bc. 8-9 (R/.: 4a)

R/. Señor, enséñame tus caminos.

Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.

Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R/.

El Señor es bueno y es recto,
enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a os humildes con rectitud
enseña su camino a los humildes. R/.

Segunda lectura
La representación de este mundo se termina

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (7, 29-31)

Digo esto, hermanos: que el momento es apremiante.

Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina.

Palabra de Dios

Aleluya
Mc 1, 1 5

Está cerca el reino de Dios:
convertíos y creed en el Evangelio.

EVANGELIO
Convertíos y creed en el Evangelio

+ Lectura del santo evangelio según San Marcos (1, 14-20)

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía:

—«Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»

Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo.

Jesús les dijo:

—«Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»

Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.

Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.

Palabra del Señor



COMENTARIO

Convertíos
y creed la Buena Noticia

Durante el Tiempo Ordinario la Iglesia nos propone la lectura continua del Evangelio de san Marcos, en la que vamos a ir escuchando, domingo tras domingo, la predicación de Jesús. Y, para preparar bien nuestro corazón, de manera que sea tierra buena capaz de acoger la semilla de la Palabra, es necesario que tengamos claras algunas actitudes que son fundamentales.

Por ello, el domingo pasado la Palabra de Dios nos recordaba que Jesucristo no es un personaje más de la historia de la humanidad, sino que Él es el verdadero Dios que ha venido a salvarnos del pecado, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, y, por tanto, nos invitaba a escuchar con atención la Palabra de Dios y a vivir no con el estilo de vida del mundo, sino con el de Cristo.

Hoy, la Palabra de Dios nos habla de algunas actitudes necesarias para poder escuchar con provecho la predicación de Jesús: la conversión, el seguimiento de Cristo, y el descubrir que nuestra meta es la vida eterna, y, que, por consiguiente, las cosas de este mundo son relativas.

La conversión significa: volver a pensar - poner en discusión el propio y el común modo de vivir; dejar entrar a Dios en los criterios de la propia vida; no juzgar más simplemente según las opiniones corrientes.

Convertirse significa, por lo tanto, no vivir como viven todos, no hacer como hacen todos, no sentirse justificados en acciones dudosas, ambiguas, malvadas por el hecho que otros hacen lo mismo; comenzar a ver la propia vida con los ojos de Dios; buscar, por lo tanto, el bien, aún cuando es incómodo; no hacerlo pensando en el juicio de la mayoría, de los hombres, sino en el juicio de Dios - con otras palabras: buscar un nuevo estilo de vida, una vida nueva.

Todo esto no implica un moralismo, la reducción del cristianismo a la moralidad pierde de vista la esencia del mensaje de Cristo: el don de una nueva amistad, el don de la comunión con Jesús y, por lo tanto, con Dios. Quien se convierte a Cristo no entiende crearse una autarquía moral suya, no pretende reconstruir con sus propias fuerzas su propia bondad. "Conversión" significa justamente lo contrario: salir de la propia suficiencia, descubrir y aceptar la propia indigencia - indigencia de los otros y del Otro, de su perdón, de su amistad. La vida no convertida es autojustificación (yo no soy peor de los demás); la conversión es la humildad de confiarse al amor del Otro, amor que se vuelve medida y criterio de mi propia vida (Cf. Joseph Ratzinger, La nueva evangelización).

Descubrir que nuestra meta es la vida eterna, es relativizar las cosas de este mundo, y tratar de poner nuestro corazón en Dios, y vivir siempre desde Dios. Es descubrir que el negocio más importante que tenemos es la salvación, y que, ante Dios lo único que va a contar es nuestra fidelidad a su enseñanza, a su estilo de vida, y el ser ricos en obras de misericordia.

Los que tienen estas actitudes tienen la tierra de su corazón preparada para recibir la semilla de la predicación de Jesús, tienen en el corazón bien dispuesto para acoger la Palabra y dar fruto abundante en su vida de cada día.

¿Cómo está tu corazón? ¿Estás preparado para seguir a Jesús? El Señor te llama, ¿te atreves a seguirle?

Compromiso semanal

Reza para que surjan vocaciones sacerdotales y religiosas. Medita y revisa tu vida tratando de descubrir cómo está tu corazón respecto a la conversión.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Jonás 3, 1-5. 10. Los ninivitas se convirtieron de su mala vida.

Esta lectura destaca por sus contrastes. Jonás, portavoz de Dios entre el pueblo santo y elegido; Nínive, una ciudad inmensa, mundana y frívola, prototipo de las naciones paganas “perdidas”. Por eso Jonás se ha resistido a predicar allí y Dios tiene que llevarle a la fuerza. Mientras Israel se ha rebelado siempre, a pesar de los avisos incesantes, Nínive, ante una sola predicación de un profeta indigno, cree en Dios, hace penitencia y alcanza el perdón de Dios. El contraste subraya la gravedad de la incredulidad judía, y sobre todo, la universalidad de la salvación. Dios destina su salvación a todas las naciones y razas. Pues se complace en la conversión del pecador.

Salmo 24, 4-9. Señor, instrúyeme en tus sendas.

La conversión es siempre posible: los ninivitas eran pecadores, pero escucharon la voz de Dios. Este salmo nos invita a pedir a Dios que nos enseñe sus caminos, nos instruya en sus sendas y así nos convirtamos de nuestra vida mala y de las injusticias cometidas.

2ª lectura: 1 Corintios 7, 29-31. La apariencia de este mundo se termina.

San Pablo nos habla de la condición de la vida cristiana a la luz de la segunda venida de Cristo. La preocupación fundamental es alcanzar la vida eterna, lo que impone un uso de las cosas de este mundo, libre de todo apego excesivo o desordenado.

Evangelio: Marcos 1, 14-20. Convertíos y creed la Buena Noticia.

Jesús nos invita a la conversión y a la fe. La esencia de la conversión no es sólo apartarse del mal, sino aceptar enteramente la voluntad de Dios, confiar en él, renunciando a toda ayuda humana y terrena, esperando, como niños, todo de él. Y la conversión llevada a sus últimas consecuencias termina en el seguimiento total del Señor, es decir: renuncia a todo, a las ocupaciones habituales, para estar dispuesto a hacer la voluntad del Señor. La Buena Noticia es la llegada del Reino de Dios en la persona de Jesús. Puedes leer Hechos 2, 37-41 y Hechos 3, 17-22.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 26
Santos Timoteo y Tito
He 9, 15.24-28 Cristo se ha ofrecido una solo vez para quitar los pecados de todos.
Sal 97, 1-6 Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
Mc 3, 22-30 Satanás está perdido.
Reza por la unidad de la Iglesia
Martes 27
Santa Ángela de Mérici
He 10, 1-10 Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad.
Sal 39, 2.4.7-8.10.11 Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Mc 3, 31-35 El que cumple la voluntad de Dios es mi hermano y mi hermana y mi madre.
Revisa si estás cumpliendo la voluntad de Dios
Miércoles 28
Santo Tomás de Aquino
He 10, 11-18 Ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados.
Sal 109, 1-4 Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
Mc 4, 1-20 Salió el sembrador a sembrar.
Analiza qué clase de tierra eres
Jueves 29
San Valero, obispo
Hb 10, 19-25. Llenos de fe, mantengámonos firmes en la esperanza que profesamos; fijémonos los unos en los otros, para estimularnos a la caridad.
Sal 23. Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor.
Mc 4, 21-25. La medida que uséis la usarán con vosotros.
Da testimonio de Jesucristo
Viernes 30 He 10, 32-39 Soportasteis múltiples combates. No renunciéis, pues, a vuestra valentía.
Sal 36, 3-6.23-24.39-40 El Señor es quien salva a los justos.
Mc 4, 26-34 Echa simiente, duerme, y la semilla va creciendo sin que él sepa cómo.
Reza por los alejados
Sábado 31
San Juan Bosco
He 11, 1-2.8-19 Esperaba la ciudad cuyo arquitecto y constructor iba a ser Dios.
Sal Lc 1, 69-75 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.
Mc 4, 35-40 ¿Quién es éste? Hasta el viento y las aguas le obedecen.
Reza y ayuda a los que tienen problemas
Domingo 1
4º del Tiempo Ordinario
Dt 18, 15-20 Suscitaré un profeta y pondré mis palabras en su boca.
Sal 94, 1-2.6-9 Ojalá escuchéis hoy su voz; no endurezcáis vuestros corazones.
1 Cor 7, 32-35 El célibe se preocupa de los asuntos del Señor.
Mc 1, 21-28 Les enseñaba con autoridad.
Reza por tu familia y por la parroquia


16 enero 2009

Domingo 18 de enero

Domingo ii del tiempo ordinario
18 de enero de 2009 (ciclo B, año impar)



Primera lectura
Habla, Señor, que tu siervo te escucha

Lectura del primer libro de Samuel (3, 3b-10. 19)

En aquellos días, Samuel estaba acostado en el templo del Señor, donde estaba el arca de Dios. El Señor llamó a Samuel, y él respondió:
—«Aquí estoy.»
Fue corriendo a donde estaba Elí y le dijo:
—«Aquí estoy; vengo porque me has llamado.»
Respondió Elí:
—«No te he llamado; vuelve a acostarte.»
Samuel volvió a acostarse.
Volvió a llamar el Señor a Samuel.
Él se levantó y fue a donde estaba Elí y le dijo:
—«Aquí estoy; vengo porque me has llamado.»
Respondió Elí:
—«No te he llamado, hijo mío; vuelve a acostarte.»
Aún no conocía Samuel al Señor, pues no le había sido revelada la palabra del Señor.
Por tercera vez llamó el Señor a Samuel, y él se fue a donde estaba Elí y le dijo:
—«Aquí estoy; vengo porque me has llamado.»
Elí comprendió que era el Señor quien llamaba al muchacho, y dijo a Samuel:
—«Anda, acuéstate; y si te llama alguien, responde: "Habla, Señor, que tu siervo te escucha?"»
Samuel fue y se acostó en su sitio. El Señor se presentó y le llamó como antes:
—«¡Samuel, Samuel!»
Él respondió:
«Habla, que tu siervo te escucha.»
Samuel crecía, y el Señor estaba con él; ninguna de sus palabras dejó de cumplirse.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 39, 2 y 4ab. 7, 8-9. 11 (R/. 8a y 9a)

R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Yo esperaba con ansia al Señor
él se inclinó y escuchó mi grito;
y me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios. R/.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio. R/.

Entonces yo digo: «Aquí estoy
—como está escrito en mi libro—
para hacer tu voluntad.»
Dios mío, lo quiero,
y llevo tu ley en las entrañas. R/.

He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios;
Señor, tú lo sabes. R/.

Segunda lectura
Vuestros cuerpos son miembros de Cristo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
los Corintios (6, 13c-15a. 17-20)

Hermanos:

El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor para el cuerpo.
Dios, con su poder, resucitó al Señor y nos resucitará también a nosotros.
¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?
El que se une al Señor es un espíritu con él.
Huid de la fornicación. Cualquier pecado que cometa cl hombre queda fuera de su cuerpo. Pero el que fornica peca en su propio cuerpo. ¿O es que no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? El habita en vosotros porque lo habéis recibido de Dios.
No os poseéis en propiedad, porque os han comprado pagando un precio por vosotros.
Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo!

Palabra de Dios

Aleluya
Jn 1,41.17b

Hemos encontrado al Mesías, que es Cristo;
la gracia y la verdad vinieron por medio de él.

EVANGELIO
Vieron dónde vivía y se quedaron con él

+ Lectura del santo evangelio según san Juan (1, 31-42)

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice:
—«Este es el Cordero de Dios.»
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta:
—«¿Qué buscáis?»
Ellos le contestaron:
—«Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives? »
Él les dijo:
«Venid y lo veréis.»
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde.
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice:
«Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo).»
Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo:
«Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro).»

Palabra del Señor.



COMENTARIO

Vieron dónde vivía y se quedaron con él

El pasado domingo comenzó el tiempo ordinario del Año litúrgico. La belleza de este tiempo está en el hecho de que nos invita a vivir nuestra vida ordinaria como un itinerario de santidad, es decir, de fe y de amistad con Jesús, continuamente descubierto y redescubierto como Maestro y Señor, camino, verdad y vida del hombre. Es lo que nos sugiere, en la liturgia de hoy, el evangelio de san Juan, presentándonos el primer encuentro entre Jesús y algunos de los que se convertirían en sus apóstoles (cf. Benedicto XVI, Angelus, 15-I-2006).

La Palabra de Dios que proclamamos hoy nos plantea la fe como una llamada de Dios que nos ama, y como la respuesta del hombre que se abre a Dios, se deja amar por Él y es transformado por su amor.

Sin embargo, muchas veces vivimos rodeados de inquietudes, de miedos y de ruidos que nos impiden poder escuchar la voz de Dios. Porque Dios sigue llamando, sigue invitando a la fe..., lo que ocurre es que a veces nos hacemos los sordos.

Porque vivimos en el mundo de los ruidos. El silencio nos molesta, nos desconcierta, y la Palabra de Dios nos anuncia hoy que a Dios se le escucha en el silencio de un corazón humilde vacío de ansiedades, autosuficiencias y egoísmos. Samuel oyó la voz del Señor en el silencio de la noche: por eso pudo escuchar al Señor.

Porque la llamada del Señor es suave, y nuestra actitud ha de ser la de estar atentos, la de estar a la escucha, porque Él es el Señor, nosotros los discípulos, Él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, el Redentor que nos libera de la esclavitud del pecado.

Los primeros discípulos escucharon las palabras de Juan el Bautista que señalaba a Jesús y fueron en pos de Él. Su respuesta fue el inicio de una nueva vida. Dios continua hablando también hoy, y su Palabra compromete nuestra forma de vida.

La alegría más auténtica está en la relación con Jesucristo, encontrado, seguido, conocido y amado, gracias a una continua tensión de la mente y del corazón. Ser discípulo de Cristo: esto basta al cristiano. La amistad con el Maestro proporciona al alma paz profunda y serenidad incluso en los momentos oscuros y en las pruebas más arduas. Cuando la fe afronta noches oscuras, en las que no se "siente" y no se "ve" la presencia de Dios, la amistad de Jesús garantiza que, en realidad, nada puede separarnos de su amor (cf. Rm 8, 39). Buscar y encontrar a Cristo, manantial inagotable de verdad y de vida: la palabra de Dios nos invita a reanudar, al inicio de un nuevo año, este camino de fe que nunca concluye. "Maestro, ¿dónde vives?", preguntamos también nosotros a Jesús, y él nos responde: "Venid y lo veréis" (cf. Benedicto XVI, Angelus, 15-I-2006).

La respuesta nuestra a la llamada de Dios supone romper con el estilo de vida del mundo para aceptar un hombre nuevo, una nueva forma de vivir. Hoy vivimos en una época en que queremos muchas veces un cristianismo “descafeinado”, sin exigencias, sin compromiso; un cristianismo light, empobrecido porque hemos perdido de vista esta dimensión fundamental: en la fe todos somos discípulos, hay un solo Maestro: Cristo, Él es el único que puede salvarnos.

Y, por eso, el camino del cristiano es aceptar a Cristo como la única luz que puede iluminar nuestra vida, nuestras actitudes, nuestras obras; y, con esa luz de Cristo en nuestro corazón, ir construyendo nuestra vida como Él quiere, ir viviendo nuestra vocación a la santidad.

Por tanto, es necesario que tomemos conciencia de que el camino que el mundo nos propone no es camino de salvación y de vida, y como cristianos tenemos que decidirnos a vivir el camino que Cristo nos propone, el camino que nos puede dar la felicidad y la salvación.

En la segunda lectura san Pablo nos habla con claridad de la diferencia entre el estilo de vida del mundo y el estilo de vida cristiano en un tema tan actual como el de la sexualidad. Frente al desmadre con que es vivida por muchos, los cristianos hemos de dar testimonio de que somos templos del Espíritu Santo, y, por tanto, ser cristianos con todas sus consecuencias en todos los ámbitos de la vida.

Y, en medio de un mundo que ama la mediocridad y la chapuza, nosotros debemos aspirar a la santidad, a la perfección, y, para ello, debemos esforzarnos en conseguir que nuestra vida sea cada día mejor, demos tratar de crecer cada día como cristianos, a pesar de nuestros fallos y de las dificultades que encontremos en el camino. El Señor te invita a seguirle, a ser santo, ¿te atreves?

Compromiso semanal

Revisa tu vida y trata de descubrir si tu estilo de vida es cristiano en todo lo que haces. Proponte cambiar aquello que aún no lo sea.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: 1 Samuel. 3, 3b-10. 19. Habla, Señor, que tu siervo te escucha.

Este es el relato de una “vocación”. Dios elige como portavoz y mensajero suyo al pequeño y fiel Samuel y confirma ante Israel su misión con el cumplimiento exacto de sus palabras. En los designios de Dios cada uno tiene una misión que cumplir. Las circunstancias personales van descubriendo la voluntad de Dios. La mejor actitud por nuestra parte será la de Samuel: rectitud y pureza de vida, oídos atentos a la llamada de Dios, disponibilidad absoluta. Dios está presente en nuestra vida y jamás dejará de cumplir la palabra empeñada.

Salmo 39, 2-10. Aquí estoy, para hacer tu voluntad.

La carta a los Hebreos recoge los versículos de este salmo como si fueran palabras que Jesús pronunció al entrar en este mundo. Jesús no vino para ofrecer las víctimas que prescribe el culto del templo. Jesús vino para cumplir la voluntad de Dios. Unidos a Cristo podemos orar con esta acción de gracias. Cultivaremos actitudes profundamente cristianas: esperar con ansia; reconocer con amor las maravillas hechas a favor nuestro; hacer la ofrenda interior del corazón, y ser ante todos testigos de la fidelidad y misericordia de Dios.

2ª lectura: 1 Corintios 6, 13c-15a. 17-20. Vuestros cuerpos son miembros de Cristo.

Hay un problema que desacredita la fe cristiana de los corintios: el desenfreno sexual. Es una esclavitud bajo el pretexto de liberación. Pablo les dice que lo importante es saber si lo que uno hace contradice o no la vida nueva del Espíritu que el bautismo injertó en él. Y los corintios deben saber que abusar de su cuerpo por la fornicación es un ultraje a Cristo y al Espíritu Santo. Toda la persona está afectada por la sexualidad y se expresa con el cuerpo. Pero éste pertenece a Cristo y está habitado, como un templo, por la presencia del Espíritu Santo. No basta con huir de la impureza, sino que hay que glorificar a Dios con el cuerpo: es decir, irradiar a Jesucristo. Un cristiano es una “criatura nueva” y no puede obrar ignorándolo, como viven los paganos que no conocen a Dios. Puedes leer Romanos 6, 12-13; Romanos 8, 9-10.

Evangelio: Juan 1, 35-42. Vieron dónde vivía y se quedaron con él.

Juan Bautista ha comprendido y creído, inspirado por Dios, que Jesús es el Mesías esperado. Y lo afirma claramente, para que sus propios discípulos le dejen a él y sigan a Jesús. No busca su propia gloria, sino la de Dios. La misión de la Iglesia es anunciar a Cristo. El encuentro con Jesús fue decisivo para los primeros discípulos. Unos a otros se dan la noticia con entusiasmo. No importa lo que se sepa sobre Jesús. Lo decisivo es el encuentro con Él. Este encuentro transforma toda la persona. Desde ese momento su vida adquirió un nuevo sentido.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes, 19 Heb 5, 1-10 A pesar de ser Hijo aprendió, sufriendo, a obedecer
Sal 109, 1-4 Tú eres sacerdote eterno
Mc 2, 18-22 El novio está con ellos. A vino nuevo, odres nuevos
Haz una obra de caridad
Martes, 20
San Fabián, San Sebastián
Heb 6, 10-20 La esperanza que se nos ha dado es segura y firme
Sal 110, 1-2.4-5.9-10 El Señor recuerda siempre su alianza
Mc 2, 23-28 El Sábado se hizo para el hombre
Revisa si en tu vida hay actitudes "falsas"
Miércoles, 21
Santa Inés, virgen y mártir
Heb 7, 1-3.15-17 Eres sacerdote para siempre
Sal 109, 1-4 Tú eres sacerdote eterno
Mc 3, 1-6 ¿Está permitido en Sábado salvarle la vida a un hombre?
Reza por los enfermos. ¡Visítalos!
Jueves, 22
San Vicente, diácono y mártir
Heb 7, 25-8,6 Se ofreció a sí mismo
Sal 39, 7-10.17 Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad
Mc 3, 7-12 Tú eres el Hijo de Dios
Reza pidiéndole a Dios la curación de tus males
Viernes, 23
San Ildefonso, obispo
Heb 8, 6-13 Es mediador de una alianza mejor
Sal 84, 8.10-14 La misericordia y la fidelidad se encuentran
Mc 3, 13-19 Llamó a los que quiso, se fueron con Él y les hizo sus compañeros
Reza por el Papa y los Obispos
Sábado, 24
San Francisco de Sales, obispo y doctor
Heb 9, 2-3. 11-14 Ha entrado en el santuario una vez para siempre
Sal 46, 2-3.6-9 Dios asciende entre aclamaciones
Mc 3, 20-21 Su familia decía que no estaba en sus cabales
Reza por los que no creen en Cristo
Domingo, 25
3º del Tiempo Ordinario
Jon 3, 1-5.10 Los ninivitas se convirtieron de su mala vida.
Sal 24, 4b-9 Señor, instrúyeme en tus sendas.
1Cor 7, 29-31 La presentación de este mundo se termina.
Mc 1, 14-20 Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.
Haz oración por tu familia y por la parroquia


11 enero 2009

40 AÑOS DEL CAMINO NEOCATECUMENAL

¡Dayenú!, en realidad la celebración de los 40 años del camino con el Papa me ha dejado sin palabras, les dejo con los cantos y no comento nada más que ¡Dayenú!



Aclamación al Evangelio. Vaticano 10.01.09




Cáritas Christi. Vaticano 10.01.09




Te Deum.



Resucitó.




Crónica de Paloma Gomez Borrero.

10 enero 2009

Retransmisión del 40 aniversario del Camino Neocatecumenal


La retransmisión se hará desde Roma a las 17 horas en:



Telepace pide instalar este "plug-in" aquí : http://.www.sopcast.com/download/index.html

PÁSALO

08 enero 2009

NOMBRAMIENTO NUEVO ARZOBISPO DE VALENCIA

NOMBRAMIENTO
El Papa nombra a monseñor Osoro arzobispo de Valencia

La Santa Sede designa al cardenal don Agustín García-Gasco como administrador apostólico de la diócesis hasta la toma de posesión, a mediados de abril.

El cardenal de Valencia, S.E.R. Agustín García-Gasco, ha convocado a la curia de la diócesis de Valencia para comunicarles que la Santa Sede ha aceptado su renuncia, que había presentado por motivos de edad el 12 de febrero de 2006 al cumplir los 75 años, y que nombraba al arzobispo de Oviedo, monseñor Carlos Osoro, como arzobispo de Valencia. 

La Santa Sede daba una renovada muestra de confianza al cardenal García-Gasco al designarle “administrador apostólico” de la diócesis hasta que el Arzobispo electo tome posesión, evento que no se producirá hasta mediados del mes de abril, según han asegurado a PARAULA fuentes de toda solvencia.

 

Monseñor Carlos Osoro cuenta con un extenso curriculum como docente
Ejerció como profesor antes y después de ser sacerdote, y en agosto de 2008 representó a la Comisión Internacional de Justicia y Paz en Lima (Perú)

Su Santidad Juan Pablo II  nombra a don Carlos Osoro Obispo de Ourense el día 22 de Febrero de 1997. El 7 de enero de 2002 el Papa lo designa Arzobispo Metropolitano de Oviedo y el 8 de enero de 2009 el papa Benedicto XVI Arzobispo de Valencia.

Monseñor Carlos Osoro nació  el 16 de mayo de 1945 en Castañeda (Cantabria). Realizó estudios de Magisterio, Pedagogía, Matemáticas y obtuvo también el título de Instructor elemental de Educación Física.

Finalizada la carrera de Magisterio ejerce la docencia en Santander en el Colegio La Salle.  Ingresa en el Seminario para Vocaciones tardías ‘Colegio Mayor El Salvador’ en Salamanca y es ordenado sacerdote el 29 de julio de 1973. 

Su primer destino fue la Parroquia de la Asunción de Torrelavega (Cantabria). Ejerció como profesor de Instituto, y director de la ‘Casa de los muchachos’. 

Además, fue profesor de la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado ‘Sagrados Corazones’, dependiente de la Iglesia y adscrita a la Universidad de Cantabria.

En 1975 es nombrado Secretario General de Pastoral de la Diócesis, Delegado de Apostolado Seglar, Delegado Episcopal de Seminarios y Pastoral Vocacional y Vicario General de Pastoral. 

En 1976 se unifican las Vicarías y es nombrado Vicario General de la Diócesis, hasta 1994. En 1977, es nombrado Rector del Seminario de Monte Corbán (Santander), para iniciar su apertura y ejerce esta misión hasta que es nombrado Obispo.

En 1993 deja la Vicaría General y es nombrado Canónigo de la Santa Iglesia Catedral Basílica de Santander. En 1994 el Cabildo de la Catedral lo elige Presidente.

En 1996 es nombrado Director del centro Asociado del Instituto Internacional de Teología a Distancia y Director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas ‘San Agustín’, dependiente del Instituto Internacional y de la Universidad Pontificia de Comillas.

Su Santidad Juan Pablo II le nombra Obispo de Ourense el día 22 de Febrero de 1997, recibiendo su ordenación episcopal en la Santa Iglesia Catedral-Basílica de San Martín de Ourense por el Excmo. y Rvdmo. 

Monseñor Lajos Kada, Nuncio de su Santidad en España, acompañado por los arzobispos Monseñor Julián Barrio Barrio, de Santiago de Compostela, Monseñor Gabino Díaz Merchán, de Oviedo), y los obispos monseñor Juan Antonio del Val Gallo, Obispo emérito de Santander; Monseñor José Diéguez Reboredo, de Tuy-Vigo; y José Vilaplana Blasco, Obispo de Santander, entre otros obispos concelebrantes. 

El 7 de enero de 2002 el Papa lo designa Arzobispo Metropolitano de Oviedo, de cuya diócesis toma posesión el 23 de febrero de 2002, acompañado de treinta y siete obispos.

Fue Presidente de la Comisión Episcopal del Clero durante dos trienios (1999-2002 y 2002-2005). 

Es miembro del Comité ejecutivo de la Conferencia Episcopal para el trienio 2005-2008 y ha sido reelegido para un nuevo trienio en las últimas elecciones de la Conferencia Episcopal. 

En el mes de agosto de 2008, fue delegado para representar a la Comisión Internacional de ‘Justicia y Paz’ en Lima (Perú) en el Primer Encuentro de trabajo para fijar las bases del plan docente en materia de ‘Doctrina Social de la Iglesia’ en su aplicación en las Universidades que la Iglesia latinoamericana posee en el continente.

En el mes de noviembre de 2008 es nombrado patrono vitalicio de la Fundación Universitaria Española y director de su seminario de Teología, por acuerdo unánime del Patronato de la misma Fundación.

 

Monseñor Carlos Osoro introducirá en su escudo episcopal el Santo Cáliz de Valencia
El Arzobispo electo de Valencia ha decidido modificar su escudo episcopal para incluir en él una imagen del Santo Cáliz de Valencia, como especial muestra de afecto hacia la diócesis que lo va a acoger. 

La divisa del escudo reza “Per Christum et cum ipso et in ipso” (Por Cristo, con Él y en Él). El escudo episcopal escogido por monseñor Osoro encierra en sus elementos y colores un rico significado teológico y devocional que puede ayudarnos a conocer al futuro pastor de la Iglesia valentina.

La barca representa a la Iglesia, siendo símbolo muy frecuente en el arte paleocristiano y en la literatura cristiana antigua. La barca navega en medio de la historia como nave de gracia que lleva siempre, a pesar de las zozobras y de los temporales al puerto de la Salvación. 

Es una barca pequeña, frágil, pero en ella como vela y como timón está el Crismón para señalar que es Cristo quien pilota esa nave y es en Cristo donde se realiza la salvación, referencia cristocéntrica que también subraya la divisa de monseñor Osoro. 

El crismón formado por las dos primeras letras del nombre de Cristo en griego, que significa Señor, en su nombre se echan las redes y su voz aplaca la tempestad.

La estrella de azur de ocho puntas simboliza a María, la Madre del Señor, como orientadora y guía hacia Cristo y es expresión de la honda devoción mariana que monseñor Osoro quiere destacar en su vida y en su pontificado. 

María es la estrella matutina, que orienta y por tanto da esperanza y es una invitación a tenerla y a invocarla siempre como recomendaba San Bernardo: “Mira la estrella e invoca a María”.

La Bien Aparecida, patrona de Santander, su tierra natal, Santa María, Madre, la patrona entrañable de Ourense donde ejerció un feliz pontificado de cinco años, la Virgen de Covadonga, “la Santina” que ha sido consuelo y esperanza en su pontificado ovetense como patrona entrañable de Asturias, y Nuestra Señora de los Desamparados, que en Valencia hace presente la siempre consoladora ternura de María Virgen y Madre.

Particularmente quiere monseñor Osoro evocar en esta estrella la Diócesis de Ourense, primera iglesia que sirvió como obispo y donde tan intensa es la devoción a la Virgen bajo más de un centenar de advocaciones. 

Así mismo, la estrella según los heraldistas “es la imagen de la Grandeza, la Verdad, la Luz, la Majestad y la Paz, simbolizando la Prudencia que es la regla de los virtuosos”. 

Como maestro, el obispo debe ser amante de la Verdad e iluminar con su doctrina a sus fieles, siendo siempre prudente en sus determinaciones.

Haciendo pendent con la estrella, se dispone la Cruz de los Ángeles de oro, evocando el pontificado ovetense de don Carlos, cruz que es uno de los símbolos más emblemáticos de la tierra asturiana, precioso tesoro de la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo y de la monarquía asturiana, y especial mirada de gratitud durante el año Santo celebrado a instancias suyas en el último año de su episcopado en Asturias.

La Cruz es además el santo y seña de toda evangelización, la gloria única de los cristianos, y por tanto presencia consoladora para con Cristo llevar con esperanza las cruces que el servicio del Evangelio trae casi ineludiblemente al Pastor que no será tratado de modo diferente al Maestro.

El campo de gules, rojo, es símbolo de entrega, es el color cálido del Amor y de la sangre derramada por Cristo para salvarnos y que está dispuesto a derramar el pastor por defender a sus ovejas, es el color del amor, del fuego y de la vida.

El azul que conviene al mar por donde navega la nave, tiene también evidente connotación mariana y es según los tratadistas heráldicos el color de la Virtud, de la Justicia y de la Perseverancia, Vigilancia, Celo y Lealtad, virtudes y cualidades que convienen a un Obispo en el ejercicio de la autoridad y del pastoreo de la grey.

El chevrón de oro con tres roeles de sinople (verde) evoca las armas tradicionales de los Osoro aunque libremente dispuestas, pero sobre esa referencia familiar afectuosa y agradecida, se sobrepone el significado teológico o de devoción: campo de oro, símbolo de eternidad y de pureza, y tres bezantes iguales, el círculo es símbolo de perfección, que señalan claramente a la Santísima Trinidad, el Dios Amor que nos revela Jesús fundamento de la fe cristiana.

En la punta, al ser designado Arzobispo valentino, las armas prelaticias de monseñor Osoro han incorporado en campo de azur el Santo Cáliz, venerado en la Catedral de Valencia y que una seria tradición considera ser la copa utilizada por Jesús en la última Cena.

Es símbolo de gran estima de la Iglesia de Valencia, objeto de devoción y recordatorio de la Eucaristía que es “fuente y cima de toda vida cristiana” y como decía el papa Juan Pablo II: “La Iglesia vive del Cristo Eucarístico, de Él se alimenta, y por Él es iluminada”. El Obispo particularmente en nombre de Cristo preside la Eucaristía y en torno al altar se reúne la Iglesia particular para constituirse como familia de los hijos de Dios que peregrinan por el mundo en busca de la ciudad celeste.

El Santo Cáliz es pues precioso reconocimiento lleno de afecto, a la Iglesia diocesana que el Papa confía a monseñor Osoro y al misterio del Amor de que sacará fuerza para apacentar generosamente a la grey que Cristo le encomienda regir en su nombre.

05 enero 2009

Feliç 2009, bones recomanacions desde Palma de Mallorca


Domingo 11 de enero

EPIFANÍA DEL SEÑOR
5 de enero de 2009 (ciclo B, año impar)


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el bautismo del señor
11 de enero de 2009 (ciclo b, año impar)



Primera lectura
Mirad a mi siervo, a quien prefiero

Lectura del libro de Isaías 42, 1-4. 6-7

Así dice el Señor:

«Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero.

Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones.

No gritará, no clamará, no voceará por las calles.

La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará.

Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará,
hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas.

Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano,
te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones.

Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión,
y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas.»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 28, 1a y 2. 3ac-4. 3b y 9b-10

R/. El Señor bendice a su pueblo con la paz.

Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R/.

La voz del Señor sobre las aguas,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente, la voz del Señor es magnífica. R/.

El Dios de la gloria ha tronado.
En su templo un grito unánime: «¡Gloria!»
El Señor se sienta por encima del aguacero,
el Señor se sienta como rey eterno. R/.

Segunda lectura
Ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 10, 34-38

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:

-« Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos.

Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.»

Palabra de Dios.

Aleluya
Cf. Mc 9, 7

Se abrió el cielo, y se oyó la voz del Padre:
«Este es mi Hijo amado; escuchadlo.»

EVANGELIO
Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto

Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 7-11

En aquel tiempo, proclamaba Juan:

—«Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias.

Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»

Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán.

Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo:

—«Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto.»

Palabra del Señor.



COMENTARIO

Tú eres mi Hijo amado, mi preferido

Con la fiesta del Bautismo del Señor, que celebramos hoy, se concluye el tiempo litúrgico de Navidad. El Niño lo encontramos ahora adulto, en el momento en que se hace bautizar en el río Jordán por el gran profeta Juan. El Evangelio narra que cuando Jesús, recibido el bautismo, salió del agua, se abrieron los cielos y bajó sobre él el Espíritu Santo en forma de paloma. Se oyó entonces una voz del cielo que decía: "Este es mi Hijo amado, en quien me complazco". Esa fue su primera manifestación pública, después de casi treinta años de vida oculta en Nazaret.

¿Cuál es el significado de este acto, que Jesús quiso realizar —venciendo la resistencia del Bautista— para obedecer a la voluntad del Padre? Su sentido profundo se manifestará sólo al final de la vida terrena de Cristo, es decir, en su muerte y resurrección. Haciéndose bautizar por Juan juntamente con los pecadores, Jesús comenzó a tomar sobre sí el peso de la culpa de toda la humanidad, como Cordero de Dios que "quita" el pecado del mundo (cf. Jn 1, 29). Obra que consumó en la cruz, cuando recibió también su "bautismo" (cf. Lc 12, 50). En efecto, al morir se "sumergió" en el amor del Padre y derramó el Espíritu Santo, para que los creyentes en él pudieran renacer de aquel manantial inagotable de vida nueva y eterna.

Toda la misión de Cristo se resume en esto: bautizarnos en el Espíritu Santo, para librarnos de la esclavitud de la muerte y "abrirnos el cielo", es decir, el acceso a la vida verdadera y plena, que será "sumergirse siempre de nuevo en la inmensidad del ser, a la vez que estamos desbordados simplemente por la alegría" (cf. Benedicto XVI, Angelus, 13-I-2008)

En el Bautismo hemos recibido la semilla de un tesoro que es la fe, tesoro que hemos de cuidar con todo nuestro interés y cariño. La Palabra de Dios te invita hoy a tomarte muy en serio tu fe, a no jugar con ella, a tratar de cuidarla para que cada día sea más fuerte, a pesar de tu inconstancia y tu debilidad.

Y ¿qué has de hacer para que tu fe crezca y madure? En primer lugar, has de tener, como enseña hoy Jesús, una actitud de humildad, de sencillez, de confianza, de dejarte enseñar por Él, que es el único Maestro. También es importante que intentes que tu vida se ajuste a la voluntad de Dios.

También es necesario que cultives tu vida espiritual. La oración es necesaria. Has de rezar y, no sólo cuando tienes problemas, sino cada día, como lo más natural que puedes hacer con Dios, tu padre.

También has de participar en los sacramentos, sobre todo en la Eucaristía y en la Penitencia. Son medios necesarios que Jesús te ha dejado para tu crecimiento espiritual en la fe.

Y, finalmente, has de hacer el bien. Como Jesús, que pasó por el mundo haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo. No te puedes contentar con evitar el mal, con no hacer daño a nadie. No es suficiente. Has de llegar mucho más lejos: hacer todo el bien que puedas. ¡Disfrutar haciendo el bien!

Hoy es un buen día para renovar y reflexionar sobre tu bautismo. No puedes contentarte sólo con recordarlo, es necesario actualizarlo y vivirlo. Es el fundamento de tu vida cristiana y la manifestación del amor gratuito con que Dios te ama. Te hace participar en el misterio de la muerte y resurrección de Cristo y te hace actuar como miembro de la Iglesia dando testimonio de la fe y la esperanza.

¿Qué has hecho con la fe que Dios te dio en tu bautismo? ¿Cómo está? ¿Te animas a seguir más de cerca a Jesús? ¿Te animas a cuidar cada día tu fe? ¡Animo! ¡Adelante! Dios quiere hacer en ti una historia de amor y de salvación. ¡Ábrele el corazón! ¡No tengas miedo! ¡El que comenzó en ti la obra buena, él mismo la llevará a su término!

Compromiso semanal

Durante esta semana, intenta cada día hacer el bien. ¡Sé generoso!

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Isaías 42, 1-4. 6-7. Mirad a mi siervo, a quien prefiero.

La lectura presenta a un hombre, siervo de Yahvé, elegido por él. Su espíritu lo consagra para establecer entre los pueblos, el derecho, que es la ley de Dios, su revelación. El siervo se presenta humilde, sencillo, manso, delicado; pero en su actuación es firme, tenaz, fiel hasta conseguir la aceptación de su mensaje. Dios lo guía amorosamente, le pone como alianza para las naciones, luz de los pueblos, liberador de los oprimidos. El bautismo significa para Jesús su unción como siervo amado y salvador. Puedes leer Isaías 11, 1-10.

Salmo 28, 1-10. El Señor bendice a su pueblo con la paz.

El salmo es un himno a la gloria de Dios. Al terminar el Padre Nuestro con la aclamación “tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor” revivimos el tema central de este salmo: la soberanía de Cristo sobre todo el universo. La voz de Dios en la tormenta nos invita a escuchar con mayor intensidad la voz del Padre que reconoce a su Hijo en el Jordán como Mesías.

2ª lectura: Hechos 10, 34-38. Dios ungió a Jesús con la fuerza del Espíritu Santo.

Las palabras de Pedro a los presentes son un resumen de la historia evangélica. Van dirigidas a personas que conocen lo sucedido y están dispuestas a aceptar el significado de los acontecimientos que Pedro recuerda: Dios unge con la fuerza de su Espíritu a Jesús de Nazaret. Él es, en sus palabras y acciones, la manifestación definitiva de la bondad y la misericordia del Padre para con todos los hombres. Dios lo ha resucitado y establecido como juez universal. Los que crean en Él recibirán el perdón de los pecados. Puedes leer 1 Pedro 1, 17-21.

Evangelio: Marcos 1, 6b-11. Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto.

El relato del bautismo pone el acento en la revelación divina. Sólo Jesús es testigo de la misma. Jesús, el Hijo predilecto, es elegido para salvar a los hombres y acepta la misión del Siervo descrita por Isaías. En Él se realiza nuestra reconciliación con Dios. La unción del Espíritu se nos comunica a los cristianos en el bautismo, y nos consagra haciéndonos hijos de Dios y designándonos para continuar la misión del Señor. Puedes leer Hechos 2, 37-39.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes, 12 Heb 1, 1-6 Dios nos ha hablado por su Hijo
Sal 96, 1-2b.6-7.9 Adorad a Dios, todos sus ángeles
Mc 1, 14-20 Inmediatamente, dejaron las redes y lo siguieron
Reza por las vocaciones
Martes, 13
San Hilario, obispo y doctor de la Iglesia
Heb 2, 5-12 Dios juzgó conveniente perfeccionar y consagrar con sufrimientos al guía de la salvación.
Sal 8, 2a.5-9 Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos
Mc 1, 21-28 Se quedaron asombrados de las enseñanzas de Jesús porque les enseñaba con autoridad
Haz oración de confianza en Dios
Miércoles, 14
San Juan de Ribera
Heb 2, 14-18 Debía parecerse en todo a sus hermanos para ser compasivo
Sal 104, 1-9 El Señor se acuerda de su alianza eternamente
Mc 1, 29-39 Curó a muchos enfermos de diversos males
Reza por algún enfermo, o visítalo
Jueves, 15 Heb 3, 7-14 Animaos los unos a los otros
Sal 94, 6-11 Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor
Mc 1, 40-45 La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio
Medita sobre tus enfermedades del espíritu
Viernes, 16 Heb 4, 1-5.11 Empeñémonos en entrar en aquel descanso
Sal 77, 3-8 No olvidéis las acciones de Dios
Mc 2, 1-12 El Hijo del Hombre puede perdonar pecados
Haz examen de conciencia
Sábado, 17
San Antonio, abad
Heb 4, 12-16 Acerquémonos al trono de la gracia
Sal 18, 8-10.15 Tus palabras, Señor, son espíritu y vida
Mc 2, 13-17 He venido a llamar a los pecadores
Reza por los alejados
Domingo, 18
2º del Tiempo Ordinario
1 Sm3, 3b-10.19 Habla, Señor, que tu siervo te escucha.
Sal 39, 2.4.7-10 Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
1 Co 6, 13c-15a.17-20 Vuestros cuerpos son miembros de Cristo.
Jn 1, 35-42 Vieron dónde vivía y se quedaron con Él.
Haz oración por tu familia y por la parroquia