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08 enero 2009

NOMBRAMIENTO NUEVO ARZOBISPO DE VALENCIA

NOMBRAMIENTO
El Papa nombra a monseñor Osoro arzobispo de Valencia

La Santa Sede designa al cardenal don Agustín García-Gasco como administrador apostólico de la diócesis hasta la toma de posesión, a mediados de abril.

El cardenal de Valencia, S.E.R. Agustín García-Gasco, ha convocado a la curia de la diócesis de Valencia para comunicarles que la Santa Sede ha aceptado su renuncia, que había presentado por motivos de edad el 12 de febrero de 2006 al cumplir los 75 años, y que nombraba al arzobispo de Oviedo, monseñor Carlos Osoro, como arzobispo de Valencia. 

La Santa Sede daba una renovada muestra de confianza al cardenal García-Gasco al designarle “administrador apostólico” de la diócesis hasta que el Arzobispo electo tome posesión, evento que no se producirá hasta mediados del mes de abril, según han asegurado a PARAULA fuentes de toda solvencia.

 

Monseñor Carlos Osoro cuenta con un extenso curriculum como docente
Ejerció como profesor antes y después de ser sacerdote, y en agosto de 2008 representó a la Comisión Internacional de Justicia y Paz en Lima (Perú)

Su Santidad Juan Pablo II  nombra a don Carlos Osoro Obispo de Ourense el día 22 de Febrero de 1997. El 7 de enero de 2002 el Papa lo designa Arzobispo Metropolitano de Oviedo y el 8 de enero de 2009 el papa Benedicto XVI Arzobispo de Valencia.

Monseñor Carlos Osoro nació  el 16 de mayo de 1945 en Castañeda (Cantabria). Realizó estudios de Magisterio, Pedagogía, Matemáticas y obtuvo también el título de Instructor elemental de Educación Física.

Finalizada la carrera de Magisterio ejerce la docencia en Santander en el Colegio La Salle.  Ingresa en el Seminario para Vocaciones tardías ‘Colegio Mayor El Salvador’ en Salamanca y es ordenado sacerdote el 29 de julio de 1973. 

Su primer destino fue la Parroquia de la Asunción de Torrelavega (Cantabria). Ejerció como profesor de Instituto, y director de la ‘Casa de los muchachos’. 

Además, fue profesor de la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado ‘Sagrados Corazones’, dependiente de la Iglesia y adscrita a la Universidad de Cantabria.

En 1975 es nombrado Secretario General de Pastoral de la Diócesis, Delegado de Apostolado Seglar, Delegado Episcopal de Seminarios y Pastoral Vocacional y Vicario General de Pastoral. 

En 1976 se unifican las Vicarías y es nombrado Vicario General de la Diócesis, hasta 1994. En 1977, es nombrado Rector del Seminario de Monte Corbán (Santander), para iniciar su apertura y ejerce esta misión hasta que es nombrado Obispo.

En 1993 deja la Vicaría General y es nombrado Canónigo de la Santa Iglesia Catedral Basílica de Santander. En 1994 el Cabildo de la Catedral lo elige Presidente.

En 1996 es nombrado Director del centro Asociado del Instituto Internacional de Teología a Distancia y Director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas ‘San Agustín’, dependiente del Instituto Internacional y de la Universidad Pontificia de Comillas.

Su Santidad Juan Pablo II le nombra Obispo de Ourense el día 22 de Febrero de 1997, recibiendo su ordenación episcopal en la Santa Iglesia Catedral-Basílica de San Martín de Ourense por el Excmo. y Rvdmo. 

Monseñor Lajos Kada, Nuncio de su Santidad en España, acompañado por los arzobispos Monseñor Julián Barrio Barrio, de Santiago de Compostela, Monseñor Gabino Díaz Merchán, de Oviedo), y los obispos monseñor Juan Antonio del Val Gallo, Obispo emérito de Santander; Monseñor José Diéguez Reboredo, de Tuy-Vigo; y José Vilaplana Blasco, Obispo de Santander, entre otros obispos concelebrantes. 

El 7 de enero de 2002 el Papa lo designa Arzobispo Metropolitano de Oviedo, de cuya diócesis toma posesión el 23 de febrero de 2002, acompañado de treinta y siete obispos.

Fue Presidente de la Comisión Episcopal del Clero durante dos trienios (1999-2002 y 2002-2005). 

Es miembro del Comité ejecutivo de la Conferencia Episcopal para el trienio 2005-2008 y ha sido reelegido para un nuevo trienio en las últimas elecciones de la Conferencia Episcopal. 

En el mes de agosto de 2008, fue delegado para representar a la Comisión Internacional de ‘Justicia y Paz’ en Lima (Perú) en el Primer Encuentro de trabajo para fijar las bases del plan docente en materia de ‘Doctrina Social de la Iglesia’ en su aplicación en las Universidades que la Iglesia latinoamericana posee en el continente.

En el mes de noviembre de 2008 es nombrado patrono vitalicio de la Fundación Universitaria Española y director de su seminario de Teología, por acuerdo unánime del Patronato de la misma Fundación.

 

Monseñor Carlos Osoro introducirá en su escudo episcopal el Santo Cáliz de Valencia
El Arzobispo electo de Valencia ha decidido modificar su escudo episcopal para incluir en él una imagen del Santo Cáliz de Valencia, como especial muestra de afecto hacia la diócesis que lo va a acoger. 

La divisa del escudo reza “Per Christum et cum ipso et in ipso” (Por Cristo, con Él y en Él). El escudo episcopal escogido por monseñor Osoro encierra en sus elementos y colores un rico significado teológico y devocional que puede ayudarnos a conocer al futuro pastor de la Iglesia valentina.

La barca representa a la Iglesia, siendo símbolo muy frecuente en el arte paleocristiano y en la literatura cristiana antigua. La barca navega en medio de la historia como nave de gracia que lleva siempre, a pesar de las zozobras y de los temporales al puerto de la Salvación. 

Es una barca pequeña, frágil, pero en ella como vela y como timón está el Crismón para señalar que es Cristo quien pilota esa nave y es en Cristo donde se realiza la salvación, referencia cristocéntrica que también subraya la divisa de monseñor Osoro. 

El crismón formado por las dos primeras letras del nombre de Cristo en griego, que significa Señor, en su nombre se echan las redes y su voz aplaca la tempestad.

La estrella de azur de ocho puntas simboliza a María, la Madre del Señor, como orientadora y guía hacia Cristo y es expresión de la honda devoción mariana que monseñor Osoro quiere destacar en su vida y en su pontificado. 

María es la estrella matutina, que orienta y por tanto da esperanza y es una invitación a tenerla y a invocarla siempre como recomendaba San Bernardo: “Mira la estrella e invoca a María”.

La Bien Aparecida, patrona de Santander, su tierra natal, Santa María, Madre, la patrona entrañable de Ourense donde ejerció un feliz pontificado de cinco años, la Virgen de Covadonga, “la Santina” que ha sido consuelo y esperanza en su pontificado ovetense como patrona entrañable de Asturias, y Nuestra Señora de los Desamparados, que en Valencia hace presente la siempre consoladora ternura de María Virgen y Madre.

Particularmente quiere monseñor Osoro evocar en esta estrella la Diócesis de Ourense, primera iglesia que sirvió como obispo y donde tan intensa es la devoción a la Virgen bajo más de un centenar de advocaciones. 

Así mismo, la estrella según los heraldistas “es la imagen de la Grandeza, la Verdad, la Luz, la Majestad y la Paz, simbolizando la Prudencia que es la regla de los virtuosos”. 

Como maestro, el obispo debe ser amante de la Verdad e iluminar con su doctrina a sus fieles, siendo siempre prudente en sus determinaciones.

Haciendo pendent con la estrella, se dispone la Cruz de los Ángeles de oro, evocando el pontificado ovetense de don Carlos, cruz que es uno de los símbolos más emblemáticos de la tierra asturiana, precioso tesoro de la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo y de la monarquía asturiana, y especial mirada de gratitud durante el año Santo celebrado a instancias suyas en el último año de su episcopado en Asturias.

La Cruz es además el santo y seña de toda evangelización, la gloria única de los cristianos, y por tanto presencia consoladora para con Cristo llevar con esperanza las cruces que el servicio del Evangelio trae casi ineludiblemente al Pastor que no será tratado de modo diferente al Maestro.

El campo de gules, rojo, es símbolo de entrega, es el color cálido del Amor y de la sangre derramada por Cristo para salvarnos y que está dispuesto a derramar el pastor por defender a sus ovejas, es el color del amor, del fuego y de la vida.

El azul que conviene al mar por donde navega la nave, tiene también evidente connotación mariana y es según los tratadistas heráldicos el color de la Virtud, de la Justicia y de la Perseverancia, Vigilancia, Celo y Lealtad, virtudes y cualidades que convienen a un Obispo en el ejercicio de la autoridad y del pastoreo de la grey.

El chevrón de oro con tres roeles de sinople (verde) evoca las armas tradicionales de los Osoro aunque libremente dispuestas, pero sobre esa referencia familiar afectuosa y agradecida, se sobrepone el significado teológico o de devoción: campo de oro, símbolo de eternidad y de pureza, y tres bezantes iguales, el círculo es símbolo de perfección, que señalan claramente a la Santísima Trinidad, el Dios Amor que nos revela Jesús fundamento de la fe cristiana.

En la punta, al ser designado Arzobispo valentino, las armas prelaticias de monseñor Osoro han incorporado en campo de azur el Santo Cáliz, venerado en la Catedral de Valencia y que una seria tradición considera ser la copa utilizada por Jesús en la última Cena.

Es símbolo de gran estima de la Iglesia de Valencia, objeto de devoción y recordatorio de la Eucaristía que es “fuente y cima de toda vida cristiana” y como decía el papa Juan Pablo II: “La Iglesia vive del Cristo Eucarístico, de Él se alimenta, y por Él es iluminada”. El Obispo particularmente en nombre de Cristo preside la Eucaristía y en torno al altar se reúne la Iglesia particular para constituirse como familia de los hijos de Dios que peregrinan por el mundo en busca de la ciudad celeste.

El Santo Cáliz es pues precioso reconocimiento lleno de afecto, a la Iglesia diocesana que el Papa confía a monseñor Osoro y al misterio del Amor de que sacará fuerza para apacentar generosamente a la grey que Cristo le encomienda regir en su nombre.

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