27 febrero 2008
El C.N. prepara el encuentro de la J.J. de Sidney
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ZS08021711 - 17-02-2008Permalink: http://www.zenit.org/article-26363?l=spanish
El Camino Neocatecumenal prepara la Jornada de la Juventud de Sydney SYDNEY, viernes, 15 febrero 2008 (ZENIT.org).- El Camino Neocatecumenal espera que al menos 24.000 peregrinos internacionales acudan a Australia para la Jornada Mundial de la Juventud en julio. Y aunque anticipan que estos jóvenes se sentirán impactados por sus experiencias aquí, la comunidad tratará de que los jóvenes visitantes sean verdaderamente testigos para el que los acoge.
Habiendo enviado grandes delegaciones de peregrinos a cada jornada de la juventud internacional desde la primera en Roma, en 1986, esta realidad eclesial puede atribuirse una sólida experticia en la que está por venir.
Líder de la rama australiana de la comunidad, Toto Piccolo declaró a Zenit: «Hemos aprendido a
prepararnos para los imprevistos haciendo una serie de prácticas». Por ello el año pasado la comunidad formó dos grupos de peregrinos australianos de prueba separados para descubrir el impacto desde varios ángulos: financiero, emocional y espiritual. «Coordinamos grupos de 80 jóvenes a la vez para viajar desde las ciudades principales alrededor de Australia en un autobús», explica Piccolo. «Aparte de observar el coste, el objetivo era considerar el impacto en el grupo de jóvenes así como su efecto en las comunidades por las que pasaban», añade. Esta última parte resultó significativa porque muchas ciudades de zonas rurales de Australia no sabían cómo presentar el concepto de Jornada Mundial de la Juventud o la fe de la gente joven en su región.
El equipo del Camino Neocatecumenal para la Jornada Mundial de la Juventud incluye al padre
Tony Trafford, que quedó impresionado de lo emocionados que se sentían los jóvenes cuando
comprobaban cómo su fe podía iluminar a las parroquias y comunidades que encontraron en el
camino. «La gente se sorprendió de encontrar a jóvenes católicos felices --dijo--. Pero esta respuesta también anima el deseo de fe entre los mismos jóvenes peregrinos, de manera que es una situación en la que todos ganan». Y es ciertamente coherente con el tema de la Jornada Mundial de la Juventud, de los Hechos de los Apóstoles (1, 8), «Seréis mis testigos... hasta el confín de la tierra».
También se hace eco del mandato del cardenal George Pell, arzobispo de la ciudad anfitriona de
Sydney, que dijo a los jóvenes neocatecumenales reunidos en Bonn con motivo de la Jornada
Mundial de la Juventud de 2005 en Alemania, cuando los invitó a Australia, lo mucho que les
necesita Australia. «No deberíamos subestimar el aspecto vocacional de tal llamada a asistir a la Jornada Mundial de la Juventud, señala Piccolo, quien sintió su primera llamada a ser misionero laico en Australia hace treinta años. Italiano de nacimiento, añade: «hemos notado incluso, a través de nuestros viajes de prueba, cómo los jóvenes, cuando están juntos en los autobuses, todos con la misma orientación misionera, completada con un itinerario lleno de oración, empiezan a formar comunidades naturales de santos».
Y todo es posible con este entusiasmo y «santa energía», dice el padre Tafford: «Un grupo se sintió inspirado a reconstruir un santuario misionero de 1882 en Darwin que se había quedado en ruinas, pero ahora hay una parte cubierta con techo y un altar de manera que ya se puede decir misa allí». «Otras seis chicas decidieron que podrían emplear las vacaciones de Navidad con las religiosas de la Madre Teresa prestando un servicio a la comunidad aborigen, y otros ocho chicos se sintieron inspirados a dedicar su tiempo de vacaciones a los jóvenes aborígenes de Alice Springs».
Esta es la clase de potencial para la misión que Toto Piccolo y sus colegas internacionales están convencidos que experimentarán todos los peregrinos y cada uno de quienes encuentren en sus vigilias aquí en Australia durante los días en las diócesis y en la misma Jornada Mundial de la Juventud. «Si éstas son las gracias que pueden aflorar en nuestros pequeños grupos de prueba --dice--, ¡imagine lo que sucederá cuando llegue la Jornada Mundial de la Juventud!».
Por Catherine Smibert, traducido del inglés por Nieves San Martín
© Innovative Media, Inc.
La reproducción de los servicios de Zenit requiere el permiso expreso del editor.
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Humberto y Roser.
Domingo 2 de marzo
DOMINGO IV DE cuaresma
2 de marzo de 2008 (ciclo A, año par)
Primera lectura
David es ungido rey de Israel
Lectura del primer libro de Samuel 16, 1b. 6-7. 10-13a
En aquellos días, el Señor dijo a Samuel: - «Llena la cuerna de aceite y vete, por encargo mío, a Jesé, el de Belén, porque entre sus hijos me he elegido un rey.» |
Salmo responsorial
Sal 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta. El Señor es mi pastor, nada me falta: |
Segunda lectura
Levántate de entre los muertos, y Cristo será tu luz
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 5, 8-14
Hermanos: |
Aclamación antes del Evangelio
Jn 8, 12b
Yo soy la luz del mundo -dice el Señor-;
el que me sigue tendrá la luz de la vida.
EVANGELIO
Fue, se lavó, y volvió con vista
Lectura del santo evangelio según san Juan 9, 1-41
En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. |
COMENTARIO
Cristo es la luz El pasado domingo el signo era el agua, hoy, la Palabra de Dios nos habla de la luz. El cristiano ha sido llamado a la luz de la fe para ver las claridades de Dios. La Palabra de Dios nos presenta la realidad del ciego de nacimiento que vive en la oscuridad hasta que se encuentra con Jesús: Jesús es la luz y le da la luz que le permite ver.
Compromiso semanal Revisa tu vida tratando de descubrir las zonas de ella que aún no han sido iluminadas por la luz de Cristo y deja que su luz brille totalmente en ti.
La Palabra del Señor, luz para cada día 1ª lectura: 1 Samuel 16, 1. 6-7. 10-13. David es ungido rey de Israel. La personalidad de David es la más rica y mejor trazada por la Biblia. Una completa figura humana. Conoció el éxito y el fracaso, el dolor y la alegría. La historia de David comienza con esta lectura, que es una página bellísima: su elección por Dios. El ungido por Samuel es el pequeño de una familia de ocho: Así recordamos la doctrina bíblica de que Dios ama a los humildes, pequeños, y sencillos. Así, en la obra de David, ungido rey por Dios, resaltará la fuerza de Yahvé. La lectura resalta la contraposición entre los criterios del hombre y los criterios de Dios: el hombre juzga por las apariencias, mientras que Dios ve el fondo del corazón. Salmo 22. El Señor es mi pastor, nada me falta. Una profunda alegría y serena confianza dominan todo el salmo que canta la felicidad de estar junto a Dios. El salmista nos comunica dos experiencias: su intimidad con Dios y la delicada preocupación del Señor. La oscuridad del camino y la presencia de los enemigos no pueden turbar su felicidad. Jesucristo es el Buen Pastor que da la vida por las ovejas y que al final de los tiempos las conducirá a fuentes de agua viva. En la Iglesia primitiva, los recién bautizados se dirigían en procesión a la Iglesia cantando este salmo, antes de participar por vez primera en la eucaristía. 2ª lectura: Efesios 5, 8-14. Levántate de entre los muertos, y Cristo será tu luz. El cristiano tiene que separarse activamente de las tinieblas, es decir, de todas las obras que le apartan del Reino de Dios. La participación en el Misterio de la salvación le exige una vida nueva. La lectura nos muestra unos rasgos de esta vida nueva: Evangelio: Juan 9, 1-41. Fue, se lavó y volvió con vista. Jesús realiza con el ciego de nacimiento un milagro lleno de simbolismo: Al devolver la vista a un ciego enseña que Él es la luz que vence las tinieblas. Jesús cura en sábado. Parece ir contra la ley, pero la está cumpliendo de un modo perfecto: hay que hacer el bien siempre. Jesús cura en la piscina de Siloé, que significa enviado, para poner de relieve que el verdadero enviado es Él. A su contacto nos llenamos de luz. Así se establece la relación entre la luz de la Verdad y el agua de la Vida. El milagro desencadena dos tipos de actitudes: La actitud del ciego progresa hacia Jesús. Se abre sinceramente a la luz verdadera con ocasión de su curación, y acaba confesando su fe en que Jesús es el Hijo del Hombre y el Señor. La actitud de los fariseos es completamente diferente. Se van cerrando obstinada y progresivamente a la luz. Abren un proceso para no ver y autojustificarse. Pretenden incluso negar que el ciego ha sido curado. Puedes leer Mateo 8, 5-13. |
CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 3 | Is 65, 17-21. El Señor creará un cielo nuevo y una tierra nueva. Sal 29, 2-6.11-13b. Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir. Jn 4, 43-54. Y creyó él con toda su familia. Pídele a Dios lo que más necesites |
Martes 4 San Casimiro | Ex 47, 1-9.12. El agua recorre el templo y desemboca en el mar saneándolo. Sal 45, 2-3.5-6.8-9. El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios. Jn 5, 1-3.5-16. Cristo cura al enfermo en sábado. Haz una obra de caridad |
Miércoles 5 | Is 49, 8-15. En tiempo de gracia te he respondido. “Venid a la luz”. Sal 144, 8-9.13-18. Cerca está el Señor de los que lo invocan. Jn 5, 17-30. Quien escucha la palabra del Hijo y cree en el Padre ha pasado ya de la muerte a la vida. Reza por los moribundos y los difuntos |
Jueves 6 | Ex 32, 7-14. Arrepiéntete de la amenaza contra el pueblo. Sal 105, 19-23. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo. Jn 5, 31-47. Hay quien os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Reza por los enfermos. Visítalos |
Viernes 7 Santas Perpetua y Felicidad, mártires | Sb 2, 1a.12-22 Declara dichoso el fin de los justos y se gloría de tener por padre a Dios. Sal 33, 17-23 El Señor está cerca de los atribulados. Jn 7, 1-2.10.25-30 Todavía no había llegado su hora. Reza por los que no conocen a Cristo. |
Sábado 8 San Juan de Dios | Jr 11, 18-20. Como cordero llevado al matadero. Sal 7, 2-3.9-12. Señor, Dios mío, a ti me acojo. Jn 7, 40-53. El pueblo se pregunta quién es Jesús. Reza por los que rechazan a la Iglesia |
Domingo 9 V de Cuaresma | Ez 37, 12-14. Os infundiré mi espíritu y viviréis. Sal 129, 1-4.6-8. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa. Rm 8, 8-11. El Espíritu del que resucitó a Jesús habita en vosotros. Jn 11, 1-45. Yo soy la resurrección y la vida. Reza por los que no creen en la resurrección |
18 febrero 2008
Domingo 24 de febrero
DOMINGO IIi DE cuaresma
24 de febrero de 2008 (ciclo A, año par)
Primera lectura
Danos agua de beber
Lectura del libro del Éxodo 17, 3-7
En aquellos días, el pueblo, torturado por la sed, murmuró contra Moisés: |
Salmo responsorial
Sal 94, 1-2. 6-7. 8-9
R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: Ojalá escuchéis hoy su voz: |
Segunda lectura
El amor ha sido derramado en nosotros con el Espíritu que se nos ha dado
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 1-2. 5-8
Hermanos: |
Aclamación antes del Evangelio
Jn 4, 42. 15
Señor, tú eres de verdad el Salvador del mundo;
dame agua viva; así no tendré más sed.
EVANGELIO
Un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna
Lectura del santo evangelio según san Juan 4, 5-42
En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob. |
COMENTARIO
El que beba del agua que Yo le daré Uno de los problemas importantes del hombre de hoy es la insatisfacción: mucha gente vive insatisfecha, frustrada, amargada, vacía, sin encontrar el sentido de la vida. Mucha gente vive sin alegría, sin rumbo...
Compromiso semanal Revisa tu vida para descubrir qué es lo que hay en tu corazón. Piensa qué es lo que debes hacer para que Dios esté en El.
La Palabra del Señor, luz para cada día 1ª lectura: Éxodo 17, 3-7. Danos agua para beber. El agua milagrosa dada por el Señor en el desierto es uno de los grandes favores que recibe Israel. El agua simboliza en la Biblia, entre otras cosas, las bendiciones de Dios, y particularmente la efusión del Espíritu del Señor que renueva la vida de Israel. Salmo 94. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: "No endurezcáis vuestro corazón". El salmo comienza con una vigorosa invitación a aclamar al Señor, la Roca que nos salva. La imagen sugiere la roca de la que Moisés hizo surgir agua en el desierto; también la roca sobre la que estaba construido el templo. Alaba la grandeza de Dios por dos motivos: es el creador del universo y dueño de él, y es el Dios de la alianza, Pastor que guía a su pueblo. La oración diaria de la Iglesia comienza con este salmo, invitándonos a ir al encuentro de Dios y a entrar en el nuevo día, conscientes de su grandeza y de su misericordia; pero, también, de la dureza de nuestro corazón, que dice "Señor, Señor" y no hace la voluntad de Dios. 2ª lectura: Romanos 5, 1-2. 5-8. El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones. Justificados, reconciliados, salvados. Justificados por la fe; por la sangre de Cristo. Reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo. Salvados por su vida. Estas son las expresiones más fuertes empleadas por san Pablo para manifestarnos una firme certeza: en Jesucristo poseemos el don mesiánico por excelencia: la paz. Puedes leer Romanos 8, 14-17. Evangelio: Juan 4, 5-42. Un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna. El objetivo del diálogo de Jesús con la samaritana es que ésta crea y acepte la salvación que Él le ofrece. Jesús sabe cómo ha vivido esta mujer y que nada le hizo feliz. El que viene a dar, empieza por pedir: dame de beber. Conocer el don de Dios significa tener experiencia de Dios; la vida nueva que Jesús nos trae es para vivir de ella, no sólo para enterarnos de que existe. Agua viva: a partir del agua material y de la sed física, Jesús hará comprender a la samaritana que sólo Dios y no los hombres (cinco maridos) pueden saciar su sed de felicidad. Jesús nos ofrece una vida nueva, distinta de la que ya tenemos y a la que no podemos llegar por nosotros mismos: la vida del Espíritu Santo. Su símbolo es el agua. Es viva. Por eso es un surtidor, que no se detiene, salta a los demás y da a otros la vida. Rechazarla es condenarse a morir. El bautizado es el hombre, que ha renacido de esta agua y del Espíritu, que, con ella, se le comunica. Por eso, no la guarda para sí: salta a los demás. Puedes leer Hechos 8, 18-25 e Isaías 55. |
CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 25 | 2R 5, 1-15. La curación de un extranjero. Sal 41, 2-3; 42, 3-4. Mi alma tiene sed del Dios vivo. Lc 4, 24-30. Jesús no ha sido enviado únicamente a los judíos. Reza por los cristianos perseguidos |
Martes 26 | Dn 3, 25. 34-43. Por el honor de tu nombre, no nos desampares para siempre. Sal 24, 4-9. Señor, recuerda tu misericordia Mt 18, 21-35. Lo mismo hará con vosotros el Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano. ¿Guardas rencor a alguien? Intenta perdonar |
Miércoles 27 | Dt 4, 1.5-9. Escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir. Sal 147, 12-16, 19-20. Glorifica al Señor, Jerusalén. Mt 5, 17-19. Quien cumpla y enseñe los preceptos del Señor será grande en el reino de los cielos. Revisa si eres fiel al Evangelio y a la Iglesia |
Jueves 28 | Jr 7, 23-28. El pueblo no escuchó ni prestó oído al Señor. Sal 94, 1-2. 6-9. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: Lc 11, 14-23. El que no está conmigo está contra mí. Reza por los que rechazan a Cristo y a la Iglesia |
Viernes 29 | Os 14, 2-10. No volveremos a llamar Dios a la obra de nuestras manos. Sal 80, 6c-11. 14-17. Yo soy el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz. Mc 12, 28b-34. El Señor, nuestro Dios, es el único Señor y lo amarás. Revisa si vives el Evangelio de hoy. |
Sábado 1 | Os 6, 1b-6. El Señor quiere misericordia y conocimiento de Él. Sal 50, 3-4.18-21. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado y humillado. Lc 18, 9-14. El fariseo y el publicano. Medita el Evangelio de hoy. Revisa tu corazón |
Domingo 2 4º de Cuaresma | 1S 16, 1b.6-7.10-13. David es ungido rey de Israel. Sal 2, 1-6. El Señor es mi pastor, nada me falta. Ef 5, 8-14. Levántate de entre los muertos y Cristo será tu luz. Jn 9, 1-41. Fue, se lavó y volvió con vista. Revisa las zonas oscuras de tu vida. ¡Deja que Jesús las ilumine! |
Testamento Vital
La aprobación por el Parlamento catalán de la ley sobre Información, Autonomía del Paciente y Documentación Clínica, el 21 de diciembre de 2000, ha abierto un amplio debate sobre si esta ley puede o no ser una puerta de entrada para la eutanasia en Cataluña, y en general para todo el país. En este sentido José María Simón, presidente de Médicos Cristianos de Cataluña opina (DM, 1 de Febrero 2001) que "una ley con tan amplio preámbulo, de seis capítulos y trece artículos, ha sido emitida única y exclusivamente para incluir el documento de voluntades anticipadas". Por otro lado, parece también que este texto legal va encaminado a prevenir el ensañamiento terapéutico, cuando según Simón, "no se le puede pedir a un profesional que no se encarnice cuando hoy nadie defiende tal cosa". Por ello, parece mas bien que "se trata de un paso hacia la eutanasia, y si lo que se escribe en el boletín oficial es presentado al público con un cariz distinto, estamos abocados al fraude de ley que tanto se practica en España". Además la ley defiende cosas que parecen obvias, así "se insta al medico a decir la verdad, que es como pedir por ley al abogado que no engañe a sus clientes". Por todo ello, Simón se extraña de "como los colegios de médicos catalanes, cuyos documentos ni siquiera han sido citados en el preámbulo de esta ley, han podido dar su entusiasta aprobación a una norma tan manifiestamente mejorable". Sin embargo, no todos los expertos parecen tener una opinión tan desfavorable para este texto legal. El Profesor Herranz, director del Departamento de Ética Medica de la Universidad de Navarra, con fecha 1 de febrero de 2001 se refiere en DM a este texto. Dice Herranz que la lectura de esta ley proporciona no pocos temas para la reflexión, teniendo mucho de positivo y alentador. En efecto, "ha logrado derivar del tejido indiferenciado de la legislación precedente (Ley 14/1986 General de Sanidad, Ley 15/1990 de Ordenación Sanitaria de Cataluña) una normativa mas fina y adaptada, y con capacidad para seguir madurando. Y, por encima de eso, que no es poco, alegra constatar que la Ley 21/2000 de Cataluña no entra en colisión con la norma deontológica, autonómica y estatal, sino que la confirma y la refuerza". También la ley pone en primer plano la misión, profundamente deontológica, del médico responsable del paciente, siendo este "el destinatario y evaluador del documento en el que el paciente manifiesta su voluntad anticipada para el caso de que no pudiera ya participar en las decisiones que le atañen". La nueva ley "echa sobre los hombros del médico la grave responsabilidad de interpretar con sensibilidad y respeto, la vigencia, en cada circunstancia clínica precisa, de los deseos, intenciones e instrucciones expresados en el testamento de vida. Y esa interpretación ha de justificarla el médico con razones que ha de dejar plasmadas en la historia del paciente". Por ello, la ley "contribuirá a hacer mas explícitos, extensos y exigibles algunos deberes del médico y de las instituciones en que trabaja". Es decir, en opinión de Herranz, "parece un texto positivo, cuyo beneficio neto dependerá de modo decisivo del tenor que se de a la normativa reglamentaria que esta por venir". Como se ve es esta una ley controvertida que a unos parece innecesaria y a otros sugiere positivos comentarios, pero que a la postre habrá que ir siguiendo para ver en que medida puede o no abrir una puerta a la eutanasia activa, cosa que indudablemente no debería ocurrir.
De todas formas si la ley lo que fundamentalmente pretende, según se desprende de su texto, es impedir que a un paciente se le mantenga en vida por medios extraordinarios, que no pedir que se termine con su vida si el paciente lo desea, no parece muy necesaria, pues el propio Código Deontológico de los médicos catalanes, ya publicado en 1997, especifica en su articulo 57 '"que el enfermo tiene derecho a rechazar tratamientos para prolongar la vida", y el Código de Ética Médica del Consejo General de Médicos afirma algo parecido, al incluir en su articulo 28,2 que "en caso de enfermedad incurable y terminal el medico debe limitarse a aliviar los dolores físicos y morales del paciente, evitando emprender o continuar acciones terapéuticas sin esperanza, futiles u obstinadas". Es decir en ambos documentos se mantiene una clara actitud contra el ensañamiento terapéutico. Creo que la valoración de la eutanasia reclama un tratamiento mucho más amplio, más en la línea del documento de 1a Academia Pontificia por la Vida que (L’Obsservatore Romano 12 de diciembre de 2000) declara: "la línea de comportamiento hacia el enfermo grave y el terminal deberá inspirarse en el respeto a la vida y a la dignidad de la persona, deberá utilizar las terapias proporcionales, sin incurrir en ninguna forma de "encarnizamiento terapéutico" deberá saber cual es la voluntad del paciente cuando se trata de terapias extraordinarias o arriesgadas, a las cuales no esta moralmente obligado, deberá asegurar siempre las curas ordinarias (incluidas la nutrición e hidratación aunque sean por medios artificiales) y centrarse en los cuidados paliativos, sobre todo en la adecuada terapia del dolor, favoreciendo siempre el dialogo y la información del paciente. Es lícito tomar en conciencia la decisión de renunciar a tratamientos que procurarían solo una prolongación precaria y penosa de la vida, porque hay una gran diferencia ética entre "provocar la muerte" y "permitir la muerte", la primera actitud rechaza o niega la vida la segunda acepta su fin natural".
11 febrero 2008
Eutanasia.
Eutanasia, opina la Pontificia Academia para la Vida.
¿Qué es la eutanasia?
A partir de la década de 1970, comenzando en los países más desarrollados del mundo, se ha ido difundiendo una insistente campaña a favor de la eutanasia, entendida como acción u omisión que por su naturaleza y en sus intenciones provoca la interrupción de la vida del enfermo grave o también del niño recién nacido mal formado. El motivo que se aduce por lo general es que de esa manera se quiere ahorrar al paciente mismo sufrimientos definidos inútiles.
¿Cómo se quiere justificar la eutanasia?
El perno de la justificación que se quiere utilizar y presentar a la opinión pública está constituido sustancialmente por dos ideas fundamentales: el principio de autonomía del sujeto, que tendría derecho a disponer, de manera absoluta, de su propia vida; y la convicción, más o menos explicitada, de la insoportabilidad e inutilidad del dolor que puede a veces acompañar a la muerte.
Tampoco se ha de excluir que detrás de algunas campañas a favor de la eutanasia se ocultan razones de gasto público, considerado insostenible e inútil frente a la prolongación de ciertas enfermedades.
¿Qué juicio merece la eutanasia?
La eutanasia es moralmente inaceptable, “en cuanto eliminación deliberada de una persona humana” inocente. La condena de la eutanasia que se hace en la encíclica Evangelium vital por ser “una grave violación de la ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana” entraña el peso de una razón ética universal (se funda en la ley natural) y la instancia elemental de la fe en Dios creador y custodio de toda persona humana.
El citado principio de autonomía, con el que a veces se quiere exasperar el concepto de libertad individual, impulsándolo más allá de sus confines racionales, ciertamente no puede justificar la supresión de la vida propia o ajena. En efecto, la autonomía personal tiene como primer presupuesto el hecho de estar vivos y exige la responsabilidad del individuo, que es libre para hacer el bien según la verdad; sólo llegará a afirmarse a sí mismo, sin contradicciones, reconociendo (también en una perspectiva puramente racional) que ha recibido como don de su vida, de la que, por consiguiente, no es “amo absoluto”; en definitiva, suprimir la vida significa destruir las raíces mismas de la libertad y de la autonomía de la persona.
¿Por qué le preocupa a la Iglesia el tema de la eutanasia?
La Iglesia ha seguido con aprensión ese desarrollo de pensamiento, reconociendo en él una de las manifestaciones del debilitamiento espiritual y moral con respecto a la dignidad de la persona moribunda y una senda “utilitarista” de desinterés frente a las verdaderas necesidades del paciente.
Además, cuando la sociedad llega a legitimar la supresión del individuo –sin importar en qué estadio de vida se encuentre, o cuál sea el grado de debilitamiento de su salud reniega de su finalidad y del fundamento mismo de su existencia, abriendo el camino a iniquidades cada vez más graves.
Por último, en la legitimación de la eutanasia se induce una complicidad perversa del médico, el cual, por su identidad profesional y en virtud de las inderogables exigencias deontológicas a ella vinculadas, está llamado siempre a sostener la vida y a curar el dolor, y jamás a dar muerte “ni siquiera movido por las apremiantes solicitudes de cualquiera” (Juramento de Hipócrates). Esa convicción ética y deontológico se ha mantenido intacta, en su sustancia, a lo largo de los siglos, como lo confirma, por ejemplo. La Declaración sobre la eutanasia de la Asociación Médica Mundial (39ª asamblea, Madrid 1987): “La eutanasia, es decir, el acto de poner fin deliberadamente a la vida de un paciente, tanto a petición del paciente mismo como por solicitud de sus familiares, es inmoral. Esto no impide al médico respetar el deseo de un paciente de permitir que el proceso natural de la muerte siga su curso en la fase final de la enfermedad”.
¿Qué propone la Iglesia para enfrentar las enfermedades graves y terminales?
Ofrece un itinerario de asistencia al enfermo grave y al moribundo, que se inspire, tanto bajo el aspecto de la ética médica como bajo el espiritual y pastoral, en el respeto a la dignidad de la persona, en el respeto a la vida y a los valores de la fraternidad y de la solidaridad, impulsando a las personas y a las instituciones a responder con testimonios concretos a los desafíos actuales de una cultura de la muerte que se difunde cada vez más.
Declarando curable, en el sentido médico, el dolor y proponiendo, como compromiso de solidaridad, la asistencia a los que sufren es como se llega a afirmar el verdadero humanismo: el dolor humano exige amor y participación solidaria, no la expeditiva violencia de la muerte anticipada.
¿Qué opina la Iglesia sobre las peticiones de muerte?
Las posibles peticiones de muerte por parte de personas que sufren gravemente, como demuestran las encuestas realizadas entre los pacientes y los testimonios de clínicos cercanos a las situaciones de los moribundos, casi siempre constituyen la manifestación extrema de una apremiante solicitud del paciente que quiere recibir más atención y cercanía humana, además de cuidados adecuados, ambos elementos que actualmente a veces faltan en los hospitales. Resulta hoy más verdadera que nunca la consideración una propuesta por la Carta de los agentes sanitarios: “El enfermo que se siente rodeado por la presencia amorosa, humana y cristiana, no cae en la depresión y en la angustia de quien, por el contrario, se siente abandonado a su destino de sufrimiento y muerte y pide que acaben con su vida. Por eso la eutanasia es una derrota de quien la teoriza, la decide y la practica”.
A este respecto, podemos preguntarnos si, bajo la justificación de que el dolor del paciente es insoportable, no se esconde más bien la incapacidad de los “sanos” de acompañar al moribundo en la prueba de sufrimiento, de dar sentido al dolor humano –que, por lo demás, nunca se puede eliminar totalmente de la experiencia de la vida humana- y una especie de rechazo de la idea misma de sufrimiento, cada vez más difundido en nuestra sociedad donde domina el bienestar y el hedonismo.
¿Cuáles son los principales pronunciamientos de la Iglesia sobre este tema?
La Declaración sobre la Eutanasia (1980), publicada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, el documento del Consejo Pontificio “Cor unum”, cuestiones éticas relativas a los enfermos graves y a los moribundos (1981), la encíclica Evangelium vital (1995) del Papa Juan Pablo II (en particular los números 64-67) y la Carta de los agentes sanitarios, elaborada por el Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud (1995) (Fundar-Servicio a la Vida, Gacetilla nº 120 año 2005).
07 febrero 2008
Domingo I de Cuaresma
DOMINGO i DE cuaresma
10 de febrero de 2008 (ciclo A, año par)
Primera lectura
Creación y pecado de los primeros padres
Lectura del libro del Génesis 2, 7-9; 3, 1-7
El Señor Dios modeló al hombre de arcilla del suelo, sopló en su nariz un aliento de vida, y el hombre se convirtió en ser vivo. |
Salmo responsorial
Sal 50, 3-4. 5-6a. 12-13. 14 y 17
R/. Misericordia, Señor: hemos pecado. Misericordia, Dios mío, por tu bondad, |
Segunda lectura
Si creció el pecado, más abundante fue la gracia
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 12-19
Hermanos: |
Aleluya
Mt 4, 4b
No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
EVANGELIO
Jesús ayuna cuarenta días y es tentado
Lectura del santo evangelio según san Mateo 4, 1-11
En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre. |
COMENTARIO
Sólo al Señor tu Dios adorarás Acabamos de comenzar el tiempo de CUARESMA. La Cuaresma es un tiempo fuerte, es decir: un tiempo de intensa preparación para poder celebrar el acontecimiento más importante de la historia de la salvación: la Pascua, la pasión, muerte y resurrección del Señor. Compromiso semanal Revisa tu vida tratando de descubrir cuáles son tus tentaciones y cómo has de luchar contra ellas. Haz un plan de vida espiritual para esta Cuaresma.
La Palabra del Señor, luz para cada día 1ª lectura: Génesis 2, 7-9; 3, 1-7. Creación y pecado de los primeros padres. La primera parte es un poema a la creación del hombre. Con recursos gráficos muestra la providencia particular de Dios al crear al hombre, interviniendo de un modo especial en la infusión del alma. Toda la creación la prepara Dios en función y servicio del hombre. Además de su amistad, le concede el privilegio de la inmortalidad, simbolizado en el árbol de la vida. La segunda parte describe la respuesta negativa del hombre. Aparece en nueva escena un nuevo personaje: el demonio que perturbará la armonía existente. El autor describe a la perfección el proceso psicológico de la tentación. Eva no supo cortar las sutiles insinuaciones del diablo, como después lo haría Cristo en el desierto. Cristo vencedor del demonio, por su obediencia restablecerá al hombre a su primitivo estado. Puedes leer Apocalipsis 12, 9-17. Salmo 50. Misericordia, Señor, hemos pecado. La liturgia de la Iglesia quiere que los cristianos expresemos los dos sentimientos profundos que atraviesan esta bella oración: La confesión de nuestros pecados ante Dios, y el deseo de ser renovados por su Espíritu en lo más íntimo de nuestro ser. 2ª lectura: Romanos 5, 12-19. Si creció el pecado, más abundante fue la gracia. La experiencia diaria muestra que todos los hombres han pecado y siguen pecando. El hombre, creado a imagen de Dios, introdujo libremente en el mundo esa fuerza devastadora que es el pecado. Ella estableció sobre la humanidad el imperio de la muerte. El hombre, por su nacimiento, se incorpora a una humanidad pecadora, alejada de Dios. Al faltarle la vida divina, se extiende sobre toda la humanidad el escalofriante poder del pecado y de la muerte. El hombre que introduce el pecado en el mundo, es figura de Cristo, que establece el reino de la gracia. Jesucristo salva al hombre, repara el daño que éste se causó a sí mismo al rebelarse contra Dios. Adán no puede ser comprendido más que a la luz de Cristo. Y el pecado a la luz de la gracia. Cristo nos redime. Él ha cambiado y cambia al hombre. Jesús es el principio de una humanidad nueva. Quien cree en Jesucristo deja que en su corazón nazca el germen de gracia capaz de vencer al mal. Puedes leer Romanos 7, 14-24. Evangelio: Mateo 4, 1-11. Jesús ayuna durante cuarenta días y es tentado. San Mateo acaba de narrar el bautismo de Jesús. En él, Dios le ha declarado Mesías y Jesús ha aceptado la misión de salvar a los hombres por la Cruz. Ahora, conducido por el Espíritu, experimenta en el desierto la tentación o prueba de Satanás. Se trata de una prueba mesiánica. Es decir, que intenta desviar al Mesías del camino emprendido: el de la fidelidad a la voluntad de Dios. Por eso el demonio sugiere al Salvador que tal vez sería mejor utilizar medios más “eficaces” que la cruz para llevar adelante su misión de salvar a los hombres. Por ejemplo: unos prodigios, que le den fama ante los suyos, le demuestren que Dios lo protege y lo llenen de poder. Cristo repite la experiencia del pueblo de Israel. Pero al contrario que él, permanece fiel a Dios. Las tentaciones de Cristo son el intento de destruir la confianza incondicional que Jesús tiene en su Padre, a pesar de lo duro de su misión. La Iglesia, enseñada por el Señor, repite a diario en su oración: “no nos dejes caer en la tentación”. Puedes leer Hebreos 4, 15-16. |
CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 11 Nuestra Señora de Lourdes | Lv 19, 1-2.11-18 Sed santos, porque yo, vuestro Dios, soy santo. Sal 18, 8-10.15 Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Mt 25, 31-46 Venid, benditos de mi Padre; heredad el Reino. Revisa si practicas las obras de misericordia |
Martes 12 | Is 55, 10-11. La palabra que sale de la boca de Dios no vuelve a Él vacía, sino que hace su voluntad. Sal 33, 4-7. 16-19. El Señor libra de sus angustias a los justos. Mt 6, 7-15. El Señor enseñó a orar. Hágase tu voluntad. Reza despacio el Padre Nuestro y medítalo |
Miércoles 13 | Jon 3, 1-10. Los ninivitas creyeron en Dios y se convirtieron. Sal 50, 3-4.12-13.18-19. Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias. Lc 11, 29-32. El Hijo del hombre será un signo para esta generación. Reza por la evangelización de la sociedad actual |
Jueves 14 San Cirilo y San Metodio, Patronos de Europa | Hch 13, 46-49. Sabed que nos dedicamos a los gentiles. Sal 118. Id al mundo entero y predicad el evangelio. Lc 10, 1-9. La mies es abundante y los obreros pocos. Reza por la nueva evangelización de Europa |
Viernes 15 Beato Vicente Vilar David | Ez 18, 21-28 Yo quiero que el pecador se convierta y viva. Sal 129, 1-8 Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Mateo 5, 20-26 Si cuando vas a poner tu ofrenda ante el altar... ¿Estás peleado con alguien? Intenta poner paz. |
Sábado 16 | Dt 26, 16-19. El Señor eligió a su Pueblo. Sal 118, 1-8. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor. Mt 5, 43-48. Sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto. ¿Guardas rencor? Pon paz en tu corazón. |
Domingo 17 2º de Cuaresma | Gn 12, 1-4. Vocación de Abrahán, padre del pueblo de Dios. Sal 32, 4-5.18-20.22. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros. 2 Tm 1, 8b-10. Dios nos llama y nos ilumina. Mt 17, 1-9. Su rostro resplandecía como el sol. Haz oración por tu familia y por la parroquia |