Páginas

07 febrero 2008

Domingo I de Cuaresma

DOMINGO i DE cuaresma
10 de febrero de 2008 (ciclo A, año par)



Primera lectura
Creación y pecado de los primeros padres

Lectura del libro del Génesis 2, 7-9; 3, 1-7

El Señor Dios modeló al hombre de arcilla del suelo, sopló en su nariz un aliento de vida, y el hombre se convirtió en ser vivo.

El Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia oriente, y colocó en él al hombre que había modelado.

El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos de ver y buenos de comer; además, el árbol de la vida, en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y el mal.

La serpiente era el más astuto de los animales del campo que el Señor Dios había hecho. Y dijo a la mujer:

- «¿Cómo es que os ha dicho Dios que no comáis de ningún árbol del jardín?»

La mujer respondió a la serpiente:

«Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; solamente del fruto del árbol que está en mitad del jardín nos ha dicho Dios: "No comáis de él ni lo toquéis, bajo pena de muerte."»

La serpiente replicó a la mujer:

- «No moriréis. Bien sabe Dios que cuando comáis de él se os abrirán los ojos y seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal.»

La mujer vio que el árbol era apetitoso, atrayente y deseable, porque daba inteligencia; tomó del fruto, comió y ofreció a su marido, el cual comió.

Entonces se les abrieron los ojos a los dos y se dieron cuenta de que estaban desnudos; entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron.

Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 50, 3-4. 5-6a. 12-13. 14 y 17

R/. Misericordia, Señor: hemos pecado.

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa,
lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R/.

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces. R/.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza. R/.

Segunda lectura
Si creció el pecado, más abundante fue la gracia

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 12-19

Hermanos:

Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron.

Porque, aunque antes de la Ley había pecado en el mundo, el pecado no se imputaba porque no había Ley. A pesar de eso, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre los que no habían pecado con una transgresión como la de Adán, que era figura del que había de venir.

Sin embargo, no hay proporción entre el delito y el don: si por la transgresión de uno murieron todos, mucho más, la gracia otorgada por Dios, el don de la gracia que correspondía a un solo hombre, Jesucristo, sobró para la multitud.

Y tampoco hay proporción entre la gracia que Dios concede y las consecuencias del pecado de uno: el proceso, a partir de un solo delito, acabó en sentencia condenatoria, mientras la gracia, a partir de una multitud de delitos, acaba en sentencia absolutoria.

Por el delito de un solo hombre comenzó el reinado de la muerte, por culpa de uno solo. Cuanto más ahora, por un solo hombre, Jesucristo, vivirán y reinarán todos los que han recibido un derroche de gracia y el don de la justificación.

En resumen: si el delito de uno trajo la condena a todos, también la justicia de uno traerá la justificación y la vida.

Si por la desobediencia de uno todos se convirtieron en pecadores, así por la obediencia de uno todos se convertirán en justos.

Palabra de Dios.

Aleluya
Mt 4, 4b

No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

EVANGELIO
Jesús ayuna cuarenta días y es tentado

Lectura del santo evangelio según san Mateo 4, 1-11

En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre.

El tentador se le acercó y le dijo:

- «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en partes.»

Pero él le contestó, diciendo:

- «Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios." »

Entonces el diablo lo lleva a la ciudad santa, lo pone en el alero del templo y le dice:

- "Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: «Encargará a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras.»"

Jesús le dijo:

- «También está escrito: "No tentarás al Señor, tu Dios."»

Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y, mostrándole los reinos del mundo y su gloria, le dijo:

- «Todo esto te daré, si te postras y me adoras.»

Entonces le dijo Jesús:

- «Vete, Satanás, porque está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto."»

Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles y le servían.

Palabra del Señor



COMENTARIO

Sólo al Señor tu Dios adorarás

Acabamos de comenzar el tiempo de CUARESMA. La Cuaresma es un tiempo fuerte, es decir: un tiempo de intensa preparación para poder celebrar el acontecimiento más importante de la historia de la salvación: la Pascua, la pasión, muerte y resurrección del Señor.

A lo largo de la historia, la Iglesia ha subrayado siempre que tres son los medios más importantes para prepararnos a esta gran celebración: la oración y meditación de la Palabra de Dios, el ayuno y la limosna.

Es decir, se trata de profundizar en el conocimiento y vivencia de la Palabra de Dios, y en fortalecer nuestra voluntad para estar preparados para resistir los ataques del Maligno que quiere apartarnos del camino de la salvación. Esos gestos exteriores, que se deben realizar para agradar a Dios y no para lograr la aprobación y el consenso de los hombres, son gratos a Dios si expresan la disposición del corazón para servirle sólo a él, con sencillez y generosidad (cf. Benedicto XVI, Homilía en el miércoles de Ceniza 2007).

El evangelio de hoy nos presenta una realidad constante en la vida del hombre: la realidad de la tentación. Jesús fue tentado, y también nosotros pasamos por esa realidad. La tentación es la invitación a hacer el mal, a desconfiar de Dios, a apartarnos del plan de Dios sobre nuestras vidas.

Para realizar plenamente la vida en la libertad, es preciso superar la prueba que la misma libertad implica, es decir, la tentación. Sólo liberada de la esclavitud de la mentira y del pecado, la persona humana, gracias a la obediencia de la fe, que la abre a la verdad, encuentra el sentido pleno de su existencia y alcanza la paz, el amor y la alegría. Precisamente por eso, la Cuaresma constituye un tiempo favorable para una atenta revisión de vida en el recogimiento, la oración y la penitencia (cf. Benedicto XVI, Ángelus I domingo de Cuaresma 2006).

Ya en la primera lectura vemos como Adán y Eva son tentados. Ser tentado no es malo, es un poner a prueba la fortaleza de nuestra fe; lo malo es caer en la tentación. Adán y Eva caen en la tentación y por ellos entra la ruina en el mundo, y Cristo vence la tentación, es fiel y obediente a Dios, y por Él entra la vida y la salvación en el mundo. La misión de Jesús comienza con un combate victorioso. La victoria de Jesús en el desierto sobre el Tentador es un anticipo de la victoria de la Pasión, suprema obediencia de su amor al Padre.

Jesucristo es tentado tres veces. Se trata de una prueba mesiánica. Es decir, que intenta desviar al Mesías del camino emprendido: el de la fidelidad a la voluntad de Dios. Las tentaciones que se le hacen a Jesucristo son el dinero, el poder y la manipulación de Dios. Estas tentaciones se repiten a lo largo de la historia. También nosotros tenemos estas tentaciones delante, tratando de apartarnos de Dios.

Hoy se nos tienta haciéndonos creer que el dinero es lo que da el sentido de la vida. Se nos invita a ser materialistas, a olvidarnos de Dios y a poner nuestra confianza en las cosas materiales. La respuesta de Jesús es clara: "No solo de pan vive el hombre". El hombre tiene su centro en Dios, y sólo apoyando su vida en Dios podrá ser feliz.

También se nos tienta haciéndonos buscar el poder como una fuente de satisfacción y de uso y abuso de los demás, como vemos hoy tantas veces. Y de ahí vemos cómo surgen algunos de los grandes males que tiene nuestra sociedad por haber caído en esta tentación: prepotencia, insolidaridad, egoísmo, abuso de los demás, enriquecimiento rápido... La respuesta de Jesús es clara: el que quiera ser el primero, que sea el servidor.

La tercera tentación es querer manipular a Dios, querer utilizarlo para nuestros intereses, "fabricándonos" una religión a nuestra manera, utilizando la religión para justificar nuestra conducta, atacando a la Iglesia cuando contraviene a nuestros intereses. La respuesta de Jesús es clara: no tentarás al Señor, tu Dios. ¿Cuáles son las tentaciones de tu vida? ¿Cómo luchas contra ellas? ¿Por dónde te ataca el Maligno? ¿Qué has de hacer para defenderte y vencer?

Compromiso semanal

Revisa tu vida tratando de descubrir cuáles son tus tentaciones y cómo has de luchar contra ellas. Haz un plan de vida espiritual para esta Cuaresma.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Génesis 2, 7-9; 3, 1-7. Creación y pecado de los primeros padres.

La primera parte es un poema a la creación del hombre. Con recursos gráficos muestra la providencia particular de Dios al crear al hombre, interviniendo de un modo especial en la infusión del alma. Toda la creación la prepara Dios en función y servicio del hombre. Además de su amistad, le concede el privilegio de la inmortalidad, simbolizado en el árbol de la vida. La segunda parte describe la respuesta negativa del hombre. Aparece en nueva escena un nuevo personaje: el demonio que perturbará la armonía existente. El autor describe a la perfección el proceso psicológico de la tentación. Eva no supo cortar las sutiles insinuaciones del diablo, como después lo haría Cristo en el desierto. Cristo vencedor del demonio, por su obediencia restablecerá al hombre a su primitivo estado. Puedes leer Apocalipsis 12, 9-17.

Salmo 50. Misericordia, Señor, hemos pecado.

La liturgia de la Iglesia quiere que los cristianos expresemos los dos sentimientos profundos que atraviesan esta bella oración: La confesión de nuestros pecados ante Dios, y el deseo de ser renovados por su Espíritu en lo más íntimo de nuestro ser.

2ª lectura: Romanos 5, 12-19. Si creció el pecado, más abundante fue la gracia.

La experiencia diaria muestra que todos los hombres han pecado y siguen pecando. El hombre, creado a imagen de Dios, introdujo libremente en el mundo esa fuerza devastadora que es el pecado. Ella estableció sobre la humanidad el imperio de la muerte. El hombre, por su nacimiento, se incorpora a una humanidad pecadora, alejada de Dios. Al faltarle la vida divina, se extiende sobre toda la humanidad el escalofriante poder del pecado y de la muerte. El hombre que introduce el pecado en el mundo, es figura de Cristo, que establece el reino de la gracia. Jesucristo salva al hombre, repara el daño que éste se causó a sí mismo al rebelarse contra Dios. Adán no puede ser comprendido más que a la luz de Cristo. Y el pecado a la luz de la gracia. Cristo nos redime. Él ha cambiado y cambia al hombre. Jesús es el principio de una humanidad nueva. Quien cree en Jesucristo deja que en su corazón nazca el germen de gracia capaz de vencer al mal. Puedes leer Romanos 7, 14-24.

Evangelio: Mateo 4, 1-11. Jesús ayuna durante cuarenta días y es tentado.

San Mateo acaba de narrar el bautismo de Jesús. En él, Dios le ha declarado Mesías y Jesús ha aceptado la misión de salvar a los hombres por la Cruz. Ahora, conducido por el Espíritu, experimenta en el desierto la tentación o prueba de Satanás. Se trata de una prueba mesiánica. Es decir, que intenta desviar al Mesías del camino emprendido: el de la fidelidad a la voluntad de Dios. Por eso el demonio sugiere al Salvador que tal vez sería mejor utilizar medios más “eficaces” que la cruz para llevar adelante su misión de salvar a los hombres. Por ejemplo: unos prodigios, que le den fama ante los suyos, le demuestren que Dios lo protege y lo llenen de poder. Cristo repite la experiencia del pueblo de Israel. Pero al contrario que él, permanece fiel a Dios. Las tentaciones de Cristo son el intento de destruir la confianza incondicional que Jesús tiene en su Padre, a pesar de lo duro de su misión. La Iglesia, enseñada por el Señor, repite a diario en su oración: “no nos dejes caer en la tentación”. Puedes leer Hebreos 4, 15-16.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 11
Nuestra Señora de Lourdes
Lv 19, 1-2.11-18 Sed santos, porque yo, vuestro Dios, soy santo.
Sal 18, 8-10.15 Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Mt 25, 31-46 Venid, benditos de mi Padre; heredad el Reino.
Revisa si practicas las obras de misericordia
Martes 12 Is 55, 10-11. La palabra que sale de la boca de Dios no vuelve a Él vacía, sino que hace su voluntad.
Sal 33, 4-7. 16-19. El Señor libra de sus angustias a los justos.
Mt 6, 7-15. El Señor enseñó a orar. Hágase tu voluntad.
Reza despacio el Padre Nuestro y medítalo
Miércoles 13 Jon 3, 1-10. Los ninivitas creyeron en Dios y se convirtieron.
Sal 50, 3-4.12-13.18-19. Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias.
Lc 11, 29-32. El Hijo del hombre será un signo para esta generación.
Reza por la evangelización de la sociedad actual
Jueves 14
San Cirilo y San Metodio,
Patronos de Europa
Hch 13, 46-49. Sabed que nos dedicamos a los gentiles.
Sal 118. Id al mundo entero y predicad el evangelio.
Lc 10, 1-9. La mies es abundante y los obreros pocos.
Reza por la nueva evangelización de Europa
Viernes 15
Beato Vicente Vilar David
Ez 18, 21-28 Yo quiero que el pecador se convierta y viva.
Sal 129, 1-8 Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?
Mateo 5, 20-26 Si cuando vas a poner tu ofrenda ante el altar...
¿Estás peleado con alguien? Intenta poner paz.
Sábado 16 Dt 26, 16-19. El Señor eligió a su Pueblo.
Sal 118, 1-8. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Mt 5, 43-48. Sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.
¿Guardas rencor? Pon paz en tu corazón.
Domingo 17
2º de Cuaresma
Gn 12, 1-4. Vocación de Abrahán, padre del pueblo de Dios.
Sal 32, 4-5.18-20.22. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros.
2 Tm 1, 8b-10. Dios nos llama y nos ilumina.
Mt 17, 1-9. Su rostro resplandecía como el sol.
Haz oración por tu familia y por la parroquia


No hay comentarios: