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23 enero 2010

Domingo 24 de enero

DOMINGO IIi DEL TIEMPO ORDINARIO
24 de enero de 2010  (ciclo C, año par)





Primera lectura
Leían el libro de la Ley, explicando el sentido
Lectura del libro de Nehemías 8, 2-4a. 5-6. 8-10
En aquellos días, el sacerdote Esdras trajo el libro de la Ley ante la asamblea, compuesta de hombres, mujeres y todos los que tenían uso de razón. Era mediados del mes séptimo. En la plaza de la Puerta del Agua, desde el amanecer hasta el mediodía, estuvo leyendo el libro a los hombres, a las mujeres y a los que tenían uso de razón. Toda la gente seguía con atención la lectura de la Ley.
Esdras, el escriba, estaba de pie en el púlpito de madera que había hecho para esta ocasión. Esdras abrió el libro a la vista de todo el pueblo —pues se hallaba en un puesto elevado— y, cuando lo abrió, toda la gente se puso en pie. Esdras bendijo al Señor, Dios grande, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió:
— «Amén, amén.»
Después se inclinaron y adoraron al Señor, rostro en tierra.
Los levitas leían el libro de la ley de Dios con claridad y explicando el sentido, de forma que comprendieron la lectura. Nehemías, el gobernador, Esdras, el sacerdote y escriba, y los levitas que enseñaban al pueblo decían al pueblo entero:
— «Hoy es un día consagrado a nuestro Dios: No hagáis duelo ni lloréis.»
Porque el pueblo entero lloraba al escuchar las palabras de la Ley. Y añadieron:
— «Andad, comed buenas tajadas, bebed vino dulce y enviad porciones a quien no tiene, pues es un día consagrado a nuestro Dios. No estéis tristes, pues el gozo en el Señor es vuestra fortaleza.»
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Sal 18, 8. 9. 10. 15 (R/.: Jn 6, 63c)

R/. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.

La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.

Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor mío. R/.
 Segunda lectura
Vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 12-30
Hermanos:
Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.
Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.
El cuerpo tiene muchos miembros, no uno solo.
Si el pie dijera: «No soy mano, luego no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el oído dijera: «No soy ojo, luego no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el cuerpo entero fuera ojo, ¿cómo oiría? Si el cuerpo entero fuera oído, ¿cómo olería? Pues bien, Dios distribuyó el cuerpo y cada uno de los miembros como él quiso.
Si todos fueran un mismo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
Los miembros son muchos, es verdad, pero el cuerpo es uno solo.
El ojo no puede decir a la mano: «No te necesito»; y la cabeza no puede decir a los pies: «No os necesito.» Más aún, los miembros que parecen más débiles son más necesarios. Los que nos parecen despreciables, los apreciamos más. Los menos decentes, los tratamos con más decoro. Porque los miembros más decentes no lo necesitan.
Ahora bien, Dios organizó los miembros del cuerpo dando mayor honor a los que menos valían.
Así, no hay divisiones en el cuerpo, porque todos los miembros por igual se preocupan unos de otros.
Cuando un miembro sufre, todos sufren con él; cuando un miembro es honrado, todos se felicitan.
Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro. Y Dios os ha distribuido en la Iglesia: en el primer puesto los apóstoles, en el segundo los profetas, en el tercero los maestros, después vienen los milagros, luego el don de curar, la beneficencia, el gobierno, la diversidad de lenguas.
¿Acaso son todos apóstoles? ¿O todos son profetas? ¿O todos maestros? ¿O hacen todos milagros? ¿Tienen todos don para curar? ¿Hablan todos en lenguas o todos las interpretan?
Palabra de Dios.
Aleluya
Lc 4, 18

El Señor me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres,
para anunciar a los cautivos la libertad.
EVANGELIO
Hoy se cumple esta Escritura
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 1-4; 4, 14-21
Excelentísimo Teófilo:
Muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los que primero fueron testigos oculares y luego predicadores de la palabra. Yo también, después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribírtelos por su orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
«El Espíritu del Señor está sobre mí,
porque él me ha ungido.
Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres,
para anunciar a los cautivos la libertad,
y a los ciegos, la vista.
Para dar libertad a los oprimidos;
para anunciar el año de gracia del Señor.»
Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles:
—«Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.»
Palabra del Señor.





COMENTARIO
Hoy se cumple esta Escritura
La Palabra de Dios es el centro de la liturgia de hoy. Las lecturas presentan tres personajes. Primero, Esdras, que convoca a la comunidad hebrea para que escuche la Palabra de Dios y haga fiesta. Después, Pablo explica que Cristo y nosotros formamos un solo cuerpo. Finalmente, Jesús, en la sinagoga de Nazaret, comienza su predicación anunciando a sus compatriotas que en él se cumplen las antiguas profecías sobre el Mesías esperado.
El «hoy», proclamado por Cristo aquel día, vale para todos los tiempos y resuena también para nosotros recordándonos la actualidad de la salvación. Dios sale al encuentro de los hombres y las mujeres de todas las épocas en la situación concreta en que se encuentran y les invita a acoger la verdad del Evangelio y a caminar por la senda del bien (cf. Juan Pablo II, Homilía, 1-II-1998).
Dios nos habla por medio de su Palabra, que es palabra de vida, de amor, de salvación. Nosotros recibimos la Palabra en la Iglesia. Acoger confiadamente la Palabra de Dios y vivir en la Iglesia son dos pilares básicos en la vida del cristiano. Nadie puede tener a Dios por padre si no tiene a la Iglesia por madre (San Cipriano).
Jesús ha fundado la Iglesia como continuadora de su obra, y, te llama a vivir la fe en ella.  
Tú eres Iglesia. Y la Iglesia es como es: Santa porque está fundada por Jesucristo, que es santo y porque todos los que formamos la Iglesia estamos llamados a ser santos; y pecadora porque los que formamos la Iglesia somos pecadores.
Por eso has de amar a la Iglesia, porque es tu familia, tu madre y tus hermanos, y, aunque esa familia tenga fallos es, al fin y al cabo, ¡tu familia! Y si tiene fallos es porque cada uno de los que formamos la familia tiene sus fallos y pecados. Sí, tú y yo también. Por eso es importante que trates de vivir siempre en comunión con la Iglesia. En comunión con su vida y su doctrina. La Iglesia es el Pueblo de Dios que camina en la historia hacia la plenitud del Reino de los Cielos. Y en ese caminar está presidida en la caridad por el Papa, que tiene encomendada por Jesucristo la misión de gobernar, enseñar y santificar la Iglesia.
En la Iglesia todos tenemos un compromiso y una tarea. Y, hoy, la Palabra de Dios te invita a tomar conciencia de tu papel en la Iglesia: tú eres importante, porque tú eres Iglesia. Todos los carismas, todos los dones que Dios te ha dado son necesarios.
¿Te has dado cuenta de ello? ¿Te has dado cuenta de que también tú tienes algo que hacer en la Iglesia? ¿Te has dado cuenta de que tus cualidades son necesarias para el bien de la Iglesia y de los hombres? ¿Te has dado cuenta de que tus cualidades no son tuyas, sino que son un don que el Señor te da para el crecimiento de la Iglesia? Además, ¿te has dado cuenta de que si tú eres santo la Iglesia será mejor, será más santa, mientras que si no lo eres se irá empobreciendo la Iglesia? ¡Animo! ¡Acepta el reto! Dios te quiere unido con amor a la Iglesia, Dios te quiere trabajando en ella y por ella. Dios quiere que seas un cristiano vivo, activo, comprometido. ¿Te animas?

Compromiso semanal
Reza por el crecimiento de la Iglesia. Revisa si estás trabajando como Dios quiere en la Iglesia.

La Palabra del Señor, luz para cada día
1ª lectura: Nehemías 8, 2-4a. 5-6. 8-10.
Leían el libro de la Ley, explicando el sentido.

                    Este relato es uno de los episodios más importantes de la restauración material y espiritual del pueblo de Dios después de la cautividad. Es la primera vez que se reúne Israel para escuchar la Escritura y participar en la comida de comunión. Dios lo convocó para que escuchara su Palabra y renovara la Alianza. El pueblo, congregado en torno a Esdras, escucha con veneración la lectura del libro sagrado. La palabra de Dios es eficaz y conmueve los corazones. Toda la Biblia es Palabra de Dios, escrita para nuestra edificación y salvación.
Salmo 18, 8-10. 15. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
            Este salmo canta la ley de Dios. Esta ley es la voluntad de Dios, hecha palabra, para establecer la justicia y la paz entre los hombres. La hemos de recibir entrañablemente, dejando que se apodere de todo nuestro ser. La ley de Dios es luz y alegría para el corazón. Quien escucha la Palabra y la pone en práctica, ése alcanza la felicidad.
2ª lectura: 1 Corintios 12, 12-30.
Vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro.

                    La unidad del cuerpo de Cristo se da cuando los carismas son muchos. La variedad no sólo no destruye la unidad, sino que la asegura. Los dones del Espíritu son tan diversos y las situaciones por las que atraviesan los hombres tan distantes, que únicamente el ejercicio humilde y constante de un amor sin desmayos hace posible la formación del cuerpo de Cristo unido. El cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, es la realidad del señorío concreto de Cristo, antes de su venida gloriosa. Además, no todos los carismas son iguales. Existe una jerarquía de valores. A la cabeza están los apóstoles, que hablan de parte de Dios, los encargados de enseñar.
          Puedes leer Efesios 4, 1-6.
Evangelio: Lucas 1, 1-4. 4, 14-21.  Hoy se cumple esta Escritura.
        El centro del evangelio está en la proclamación del cumplimiento de un texto de Isaías. En él se describe de qué manera concreta llevará a cabo su tarea el Mesías. El evangelio alcanza a la totalidad del hombre y no sólo a su dimensión “espiritual”. Esta escena es como el programa de lo que va a ser el ministerio de Jesús, y prefigura todo lo que va a ocurrir: se anuncia la salvación para todos los hombres, se insiste en que el ministerio de Jesús va dirigido preferentemente a los pobres y oprimidos.
          Puedes leer Isaías 61, 1s y Juan 7, 46.





CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 25
La conversión del apóstol  San Pablo

Hch 22, 3-16  El Dios de nuestros padres te ha elegido… para ser testigo ante todas las generaciones.
Sal 116, 1.2  Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Mc 16, 15-18  Id la mundo entero y proclamad el Evangelio.
Sé hoy una luz para los demás
Martes 26
Santos
Timoteo y Tito

2 S 6, 12b-15. 17-19  Iban llevando el arca del Señor entre vítores.
Sal 23, 7-10  Id al mundo y proclamad el Evangelio.
Mc 3, 31-35  El que cumple la voluntad de Dios es mi hermano y mi hermana y mi madre.
Revisa si estás cumpliendo la voluntad de Dios
Miércoles 27
Santa Ángela de Merici
San Enrique

de Ossó
2 S 7, 4-17  Afirmaré después de ti la descendencia, y consolidaré su realeza.
Sal 88  Le mantendré eternamente mi favor.
Mc 4, 1-20   Salió el sembrador a sembrar.
¿Qué clase de “tierra” hay en tu corazón?
Jueves 28
Santo Tomás

de Aquino, presbítero y doctor.
2S 7,18-19.24-29. ¿Quién soy yo, mi Señor, y qué es mi familia?
Sal 131. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre.
Mc 4,21-25. El candil se trae para ponerlo en el candelero. La medida que uséis la usarán con vosotros.
Haz una obra de misericordia
Viernes 29
San Valero, obispo

2S 11,1-4a.5-10a.13-17. Me has despreciado quedándote con la mujer de Urías.
Sal 50. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Mc 4,26-34. Echa simiente, duerme, y la semilla va creciendo
sin que él sepa cómo.
Reza por los alejados
Sábado 30

 

2 Sm 12,1-7a.10-17  He pecado contra el Señor.
Sal 50, 12-17  Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
Mc 4, 35-40  ¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!
Reza y ayuda a los que tienen problemas
Domingo 31
4º del Tiempo Ordinario

Jer 1, 4-5.17-19  Te nombraré profeta de los gentiles.
Sal 70, 1-6.15-17  Mi boca anunciará tu salvación.
1 Co 12, 31-13,13  El amor es comprensivo, cree sin límites, espera sin límites…
Lc 4, 21-30  Jesús, como Elías y Eliseo, no es enviado sólo a los judíos.
Reza por tu familia y por la parroquia

El milagro de la vida.

16 enero 2010

Domingo 17 de enero

DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO
17 de enero de 2010  (ciclo C, año par)





Primera lectura
La alegría que encuentra el esposo con su esposa.
la encontrará tu Dios contigo

Lectura del libro de Isaías 62, 1-5
Por amor de Sión no callaré,
por amor de Jerusalén no descansaré,
hasta que rompa la aurora de su justicia,
y su salvación llamee como antorcha.
Los pueblos verán tu justicia,
y los reyes tu gloria;
te pondrán un nombre nuevo,
pronunciado por la boca del Señor.
Serás corona fúlgida en la mano del Señor
y diadema real en la palma de tu Dios.
Ya no te llamarán «Abandonada»,
ni a tu tierra «Devastada»;
a ti te llamarán «Mi favorita»,
y a tu tierra «Desposada»,
porque el Señor te prefiere a ti,
y tu tierra tendrá marido.
Como un joven se casa con su novia,
así te desposa el que te construyó;
la alegría que encuentra el marido con su esposa,
la encontrará tu Dios contigo.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Sal 95, l-2a. 2b-3. 7-8a. 9-l0a y c (R/.: 3)

R/. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.

Proclamad día tras día su victoria,
contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.

Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor. R/.

Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él gobierna a los pueblos rectamente.» R/.

Segunda lectura
El mismo y único Espíritu reparte a cada uno como a él le parece
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 4-11
Hermanos:
Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos.
En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común.
Y así uno recibe del Espíritu el hablar con sabiduría; otro, el hablar con inteligencia, según el mismo Espíritu.
Hay quien, por el mismo Espíritu, recibe el don de la fe; y otro, por el mismo Espíritu, don de curar. A éste le han concedido hacer milagros; a aquél, profetizar. A otro, distinguir los buenos y malos espíritus. A uno, la diversidad de lenguas; a otro, el don de interpretarlas.
El mismo y único Espíritu obra todo esto, repartiendo a cada uno en particular como a él le parece.
Palabra de Dios.
Aleluya
Cf. 2Ts 2, 14

Dios nos llamó por medio del Evangelio,
para que sea nuestra gloria la de nuestro Señor Jesucristo.
EVANGELIO
En Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 1-11
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo:
— «No les queda vino.»
Jesús le contestó:
— «Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.»
Su madre dijo a los sirvientes:
— «Haced lo que él diga.»
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dijo:
— «Llenad las tinajas de agua.»
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les mandó:
— «Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.»
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes silo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo:
— «Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora.»
Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él.
Palabra del Señor.





COMENTARIO
Haced lo que Él os diga
La tendencia a la comodidad y al egoísmo que todos llevamos dentro nos lleva a querer montarnos la vida a nuestra manera, a nuestro aire. Nos lleva a huir del sacrificio y del compromiso. Este es uno de los síntomas de la crisis de valores que atraviesa la sociedad actual. Esta actitud también la trasladamos muchas veces al terreno de la fe. No es extraño escuchar a personas que dicen que son creyentes, pero creyentes a su manera, quieren una fe “a la carta”. Es decir, en el fondo creen en Dios, pero sin acabar de comprometerse en su seguimiento, sin asumir las exigencias de la fe, del seguimiento de Cristo. 
Hoy vivimos en una época en que queremos muchas veces un cristianismo descafeinado, sin exigencias, sin compromiso; un cristianismo light, empobrecido porque hemos perdido de vista esta dimensión fundamental: en la fe todos somos discípulos, hay un solo Maestro: Cristo, Él es el único que puede salvarnos.
La Virgen María, modelo de ser cristiano, nos indica en el Evangelio de hoy una de las claves más importantes del ser cristiano: Haced lo que El os diga, haced lo que Jesús os diga. Ser cristiano es seguir a Jesús, vivir como vivió Él, asumir los criterios, los valores que Jesús nos da en el Evangelio y tratar de llevarlos cada día a la práctica, a pesar de nuestros fallos y pecados.
A nosotros, la Madre de Cristo nos repite ahora la invitación que dirigió a los sirvientes con ocasión de las bodas de Caná: "Haced lo que él os diga". Con estas palabras la Virgen quiere estimularnos a no tener miedo de los límites y de los fracasos que a veces pueden marcar nuestra experiencia de personas, de familias y de comunidades eclesiales y civiles. María nos exhorta a no dejarnos abatir ni siquiera por el pecado, que debilita la confianza en nosotros mismos y en los demás. Lo importante es hacer lo que Cristo nos dice, confiando en él, pues acogerá sin duda nuestra invocación incesante. Ojalá que la invitación de la Virgen, que el Evangelio renueva hoy, nos impulse a un abandono total en Jesús. En efecto, un eco de las palabras de la Madre son estas alentadoras palabras de su Hijo divino: "He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28, 20) (cf. Juan Pablo II, Ángelus 14-I-2001).
Esta es la llamada que la Palabra de Dios nos hace hoy: nos invita a lanzarnos a la aventura de seguir a Jesús con todas sus consecuencias, nos invita a asumir del todo la Palabra de Dios y a ¡cumplirla! Nos invita a hacer de nuestra que vida que sea agradable a Dios porque las obras que hagamos estén hechas conforme a la voluntad de Dios, conforme a sus mandamientos.
Además, la Palabra de Dios hoy nos descubre que todos hemos recibido de Dios dones, carismas, cualidades, y que esos dones los hemos recibido para que los pongamos al servicio del Reino de Dios. Son dones que Dios reparte a cada uno, pero los reparte en beneficio de todos. ¿Te has preguntado cuáles son tus dones? ¡No digas que ninguno! Dios nos ha dado a todos. ¡Descúbrelos! ¡Ánimo! La gran riqueza que Dios te ha dado no se puede quedar guardada en tu interior. ¡Saca de tí mismo lo que Dios te ha dado y ponlo al servicio de los demás! ¡Puedes hacer tanto bien a los demás! ¿Te lo has planteado? ¿Te has preguntado alguna vez el inmenso bien que, de una manera sencilla, puedes hacer a los demás? ¡Anímate! ¡Haz como Jesús, que pasó por este mundo siendo fiel a la voluntad de Dios Padre y haciendo el bien a todos! Así encontrarás la verdadera felicidad que el egoísmo de este mundo nunca te podrá dar.

Compromiso semanal
Medita a lo largo de toda la semana cuáles son los carismas que Dios te ha dado, o, y cuál es la misión que el Señor quiere para ti.

La Palabra del Señor, luz para cada día
1ªlectura: Isaías 62, 1-5.
La alegría que encuentra el esposo con su esposa, la encontrará tu Dios contigo.

            El profeta no se deja vencer por el pesimismo ante la situación de Sión; anuncia la renovación mesiánica y proclama la buena nueva de la salvación. La alianza había sido rota por la infidelidad de Israel. Su renovación restaura las relaciones entre Dios y su pueblo. Jerusalén, recreada y amada de nuevo, es la favorita y la desposada.
            Puedes leer Oseas 2, 16-25.
Salmo 95, 1-10. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
              Este salmo nos invita a aclamar al Señor. Para todas las naciones el anuncio de la llegada del Señor es la buena noticia del reinado de Dios. A Dios se le alaba por su creación y por su salvación, por su gloria y sus maravillas, porque es grande, porque nos ama y está lleno de misericordia. Esta es la buena noticia que se nos anuncia y se nos invita a anunciar.
2ª lectura: 1 Corintios 12, 4-11.
El mismo y único Espíritu reparte a cada uno como a él le parece.

            San Pablo nos habla de los carismas o dones extraordinarios del Espíritu Santo a los fieles cristianos. Estos dones son servicios, actividades, y se han de apreciar por su utilidad para edificar la Iglesia en este mundo. Un carisma es auténtico si sirve al bien común, a la Iglesia. Los carismas no son para el lucimiento personal. La abundancia de carismas en la Iglesia es signo de juventud y de fervor, de entusiasmo y de vitalidad.
            Puedes leer Romanos 12, 3-18.
Evangelio: Juan 2, 1-11. En Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos.
La escena es sencilla y muy humana. Así como Dios manifiesta su gloria creando al hombre a su imagen y semejanza, así también Jesús, la Palabra de Dios, va a manifestar su propia gloria de Hijo, mediante el signo mesiánico de la abundancia y la alegría. Esto es, cambiando el agua de las purificaciones en excelente vino de mesa para el banquete de bodas de unos novios. De esta manera anuncia un mundo nuevo. Juan subraya con fuerza que en Cana de Galilea ya está presente la gloria del Hijo. Además, el evangelista sitúa a la Virgen María al principio y al fin de la vida pública de Cristo. Son dos momentos muy significativos y solemnes: al empezar su misión en Caná de Galilea y al llevarla a cabo sobre la Cruz. En Caná adelanta su “hora” a ruegos de su madre y realiza el primer signo. En el Calvario le encomienda una nueva maternidad. Jesús realizará entonces su último signo: la resurrección.
            Puedes leer Lucas 5, 37-39.





CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes, 18
1S 15,16-23. Obedecer vale más que un sacrificio. El Señor te rechaza como rey.
Sal 49. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Mc 2, 18-22   El novio está con ellos. A vino nuevo, odres nuevos
Haz una obra de misericordia
Martes, 19
1S 16,1-13. Ungió Samuel a David en medio de sus hermanos y, en aquel momento lo invadió el espíritu del Señor.
Sal 88. Encontré a David, mi siervo.
Mc 2, 23-28   El Sábado se hizo para el hombre
Revisa si en tu vida hay actitudes "falsas"
Miércoles, 20
San Sebastián

1S 17,32-33.37.40-51. Venció David al filisteo con la honda y una piedra.
Sal 143. Bendito el Señor, mi Roca.
Mc 3, 1-6   ¿Está permitido en Sábado salvarle la vida a un hombre?
Reza por los enfermos. ¡Visítalos!
Jueves, 21
Santa Inés, virgen y mártir

1S 18,6-9; 19,1-7. Mi padre Saúl te busca para matarte.
Sal 55. En Dios confío y no temo.
Mc 3, 7-12   Tú eres el Hijo de Dios
Reza pidiéndole a Dios la curación de tus males
Viernes, 22
San Vicente,diácono y mártir.

Eclo 51, 1-12  Me auxiliaste con tu gran misericordia.
Sal 33, 2-9  El Señor me libró de todas mis ansias.
Rom 8, 35. 37-39  Ninguna criatura podrá apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús.
Mt 10, 17-22  Os harán comparecer ante gobernadores y reyes.
Reza por el Papa y los Obispos
Sábado, 23
San Ildefonso, obispo,

2S 1,1-4.11-12.19.23-27. ¡Cómo cayeron los valientes en medio del combate!
Sal 79. Que brille tu rostro, Señor, y nos salve.
Mc 3, 20-21   Su familia decía que no estaba en sus cabales
Reza por los que no creen en Cristo
Domingo, 24
3º del Tiempo Ordinario

Ne 8, 2-4a.5-6.8-10  El pueblo estaba atento a la lectura del libro de la ley
Sal 18, 8-10.15   Tus Palabras, Señor, son espíritu y vida
1 Co 12, 12-30   Vosotros sois el cuerpo de Cristo
Lc 1- 1-4; 4, 14-21   Hoy se cumple esta Escritura
Haz oración por tu familia y por la parroquia