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07 enero 2010

Domingo 10 de enero

EL BAUTISMO DEL SEÑOR
10 de enero de 2010  (ciclo C, año par)






Primera lectura
Mirad a mi siervo, a quien prefiero
Lectura del libro de Isaías 42, 1-4. 6-7
Así dice el Señor:
«Mirad a mi siervo, a quien sostengo;
mi elegido, a quien prefiero.
Sobre él he puesto mi espíritu,
para que traiga el derecho a
No gritará, no clamará,
no voceará por las calles.
La caña cascada no la quebrará,
el pábilo vacilante no lo apagara.
Promoverá fielmente el derecho,
no vacilará ni se quebrará,
hasta implantar el derecho en la tierra,
y sus leyes que esperan las islas.
Yo, el Señor, te he llamado con justicia,
te he cogido de la mano,
te he formado, y te he hecho
alianza de un pueblo, luz de las naciones.
Para que abras los ojos de los ciegos,
saques a los cautivos de la prisión,
y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas.»
Palabra de Dios.
En el presente año C, pueden utilizarse también la siguiente lectura:
Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres
Lectura del libro de Isaías 40, 1-5. 9-11
«Consolad, consolad a mi pueblo,
—dice vuestro Dios—;
hablad al corazón de Jerusalén,
gritadle que se ha cumplido su servicio,
y está pagado su crimen,
pues de la mano del Señor ha recibido
doble paga por sus pecados.»
Una voz grita:
«En el desierto preparadle
un camino al Señor;
allanad en la estepa
una calzada para nuestro Dios;
que los valles se levanten,
que montes y colinas se abajen,
que lo torcido se enderece
y lo escabroso se iguale.
Se revelará la gloria del Señor,
y la verán todos los hombres juntos
—ha hablado la boca del Señor—.»
Súbete a un monte elevado,
heraldo de Sión;
alza fuerte la voz,
heraldo de Jerusalén; álzala, no temas,
di a las ciudades de Judá:
«Aquí está vuestro Dios.
Mirad, el Señor Dios llega con poder,
y su brazo manda.
Mirad, viene con él su salario,
y su recompensa lo precede.
Como un pastor que apacienta el rebaño,
su brazo lo reúne,
toma en brazos los corderos
y hace recostar a las madres.»
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Sal 28, la y 2. 3ac-4. 3b y 9b-l0 (R/.: 11b)

R/. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R/.

La voz del Señor sobre las aguas,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica. R/.

El Dios de la gloria ha tronado.
En su templo un grito unánime: «¡ Gloria!»
El Señor se sienta por encima del aguacero,
el Señor se sienta como rey eterno. R/.

En el presente año C, pueden utilizarse también
la siguiente lectura:
Sal 103, 1-2a. 2b-4. 24-25. 27-28. 29-30 (R/.:1)
R/. Bendice, alma mía, al Señor:
    ¡Dios mío, qué grande eres!
Bendice, alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Te vistes de belleza y majestad,
la luz te envuelve como un manto. R/.

Extiendes los cielos como una tienda,
construyes tu morada sobre las aguas;
las nubes te sirven de carroza,
avanzas en las alas del viento;
los vientos te sirven de mensajeros,
el fuego llameante, de ministro. R/.

Cuántas son tus obras, Señor,
y todas las hiciste con sabiduría;
la tierra está llena de tus criaturas.
Ahí está el mar: ancho y dilatado,
en él bullen, sin número,
animales pequeños y grandes. R/.

Todos ellos aguardan
a que les eches comida a su tiempo:
se la echas, y la atrapan;
abres tu mano, y se sacian de bienes. R/.

Escondes tu rostro, y se espantan;
les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra. R/.

Segunda lectura
Ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 10, 34-38
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:
— «Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos.
Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.»
Palabra de Dios.
En el presente año C, pueden utilizarse también la siguiente lectura:
Nos ha salvado con el baño del segundo nacimiento
y con la renovación por el Espíritu Santo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Tito 2, 11-14; 3, 4-7
Querido hermano:
Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres, enseñándonos a renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y a llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa, aguardando la dicha que esperamos: la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo.
Él se entregó por nosotros para rescatamos de toda maldad y para prepararse un pueblo purificado, dedicado a las buenas obras.
Mas, cuando ha aparecido la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor al hombre, no por las obras de justicia que hayamos hecho nosotros, sino que según su propia misericordia nos ha salvado, con el baño del segundo nacimiento y con la renovación por el Espíritu Santo; Dios lo derramó copiosamente sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Salvador.
Así, justificados por su gracia, somos, en esperanza, herederos de la vida eterna.
Palabra de Dios.
Aleluya
cf. Mc 9, 7

Se abrió el cielo,
y se oyó la voz del Padre:
«Éste es mi Hijo amado; escuchadlo.»
EVANGELIO
Jesús se bautizó. Mientras oraba, se abrió el cielo
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 3, 15-16. 21-22
En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos:
—«Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.»
En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo:
—«Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto.»
Palabra del Señor.





COMENTARIO
Jesús se bautizó
Celebramos hoy la fiesta del Bautismo del Señor. El bautismo de Jesús en el Jordán es anticipación de su bautismo de sangre en la cruz, y también es símbolo de toda la actividad sacramental con la que el Redentor llevará a cabo la salvación de la humanidad.
Hay una íntima correlación entre el bautismo de Cristo y nuestro bautismo. En el Jordán se abrió el cielo (cf. Lc 3, 21) para indicar que el Salvador nos ha abierto el camino de la salvación, y nosotros  podemos  recorrerlo precisamente gracias  al  nuevo nacimiento "de agua y de Espíritu" (Jn 3, 5), que se realiza en el bautismo.
Por tanto, del bautismo brota el compromiso de "escuchar" a Jesús, es decir, de creer en él y seguirlo dócilmente, cumpliendo su voluntad. De este modo cada uno puede tender a la santidad, una meta que, como recordó el concilio Vaticano II, constituye la vocación de todos los bautizados (cf. Benedicto XVI, Ángelus 7-I-2007).
En el Bautismo hemos recibido la semilla de un tesoro que es la fe, tesoro que hemos de cuidar con todo nuestro interés y cariño.
Por eso, la Palabra de Dios te invita hoy a tomarte en serio tu fe, a no jugar con ella, a tratar de cuidarla para que cada día sea más fuerte, a pesar de tus fallos. Y ¿qué has de hacer para que tu fe crezca y madure?         
En primer lugar, has de tener, como enseña hoy Jesús, una actitud de humildad, de sencillez, de dejarte enseñar por Él, que es el único Maestro. También es importante que intentes que tu vida se ajuste a la voluntad de Dios, como Jesús, que fue obediente hasta la muerte, que trates de superarte cada día, que trates de ser mejor, a pesar de tus fallos.
También es necesario que cultives tu vida espiritual. La oración es necesaria. Has de rezar y, no sólo cuando tienes problemas, sino cada día, como lo más natural que puedes hacer con Dios, tu padre. También has vivir en comunión con la Iglesia y participar en los sacramentos, sobre todo en la EUCARISTÍA y en la PENITENCIA. Son medios necesarios que Jesús te ha dejado para tu crecimiento espiritual en la fe. Y, finalmente, has de hacer el bien. Como Jesús, que pasó por el mundo haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo. No te puedes contentar con evitar el mal, con no hacer daño a nadie. No es suficiente. Has de llegar mucho más lejos: hacer todo el bien que puedas. ¡Disfrutar haciendo el bien! ¡El verdadero camino de la felicidad!
Hoy es un buen día para renovar y reflexionar sobre tu bautismo. No puedes contentarte sólo con recordarlo, es necesario actualizarlo y vivirlo. Es el fundamento de tu vida cristiana y la manifestación del amor gratuito con que Dios te ama. Te hace participar en el misterio de la muerte y resurrección de Cristo y te hace actuar como miembro de la Iglesia dando testimonio de la fe y la esperanza.
¿Qué has hecho con la fe que Dios te dio en tu bautismo? ¿Cómo está? ¿Te animas a seguir más de cerca a Jesús? ¿Te animas a cuidar cada día tu fe? ¡Animo! ¡Adelante! ¡El que persevere hasta el final se salvará!

Compromiso semanal
Durante esta semana, intenta cada día hacer el bien. ¡Sé generoso!

La Palabra del Señor, luz para cada día
1ªlectura: Isaías 42, 1-4. 6-7. Mirad a mi siervo, a quien prefiero.
                    La lectura presenta a un hombre, siervo de Yahvé, elegido por él. Su espíritu lo consagra para establecer entre los pueblos, el derecho, que es la ley de Dios, su revelación. El siervo se presenta humilde, sencillo, manso, delicado; pero en su actuación es firme, tenaz, fiel hasta conseguir la aceptación de su mensaje. Dios lo guía amorosamente, le pone como alianza para las naciones, luz de los pueblos, liberador de los oprimidos. El bautismo significa para Jesús su unción como siervo amado y salvador.
          Puedes leer Juan 8, 12. 32.
Salmo 28, 1-10. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
            El salmo es un himno a la gloria de Dios. Al terminar el Padre Nuestro con la aclamación “tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor” revivimos el tema central de este salmo: la soberanía de Cristo sobre todo el universo. La voz de Dios en la tormenta nos invita a escuchar con mayor intensidad la voz del Padre que reconoce a su Hijo en el Jordán como Mesías.
2ª lectura: Hechos 10, 34-38. Ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo.
          Las palabras de Pedro a los presentes son un resumen de la historia evangélica. Van dirigidas a personas que conocen lo sucedido y están dispuestas a aceptar el significado de los acontecimientos que Pedro recuerda: Dios unge con la fuerza de su Espíritu a Jesús de Nazaret. Él es, en sus palabras y acciones, la manifestación definitiva de la bondad y la misericordia del Padre para con todos los hombres. Dios lo ha resucitado y establecido como juez universal. Los que crean en Él recibirán el perdón de los pecados.
          Puedes leer 1 Pedro 1, 17-21.
Evangelio: Lucas 3, 15-16. 21-22. Jesús se bautizó. Mientras oraba, se abrió el cielo.
      San Lucas prepara la escena del bautismo de Jesús con extraordinaria solemnidad. La predicación de Juan Bautista dispone los corazones a la llegada del Mesías. Juan es el último eslabón que une, en la cadena del tiempo, el Antiguo Testamento y sus promesas, con la llegada del Nuevo Testamento y la plena realización de las mismas. Juan hace presentir la cercanía de la salvación. Con el bautismo de Jesús, llega al momento culminante de su misión: señalar al Mesías presente entre los hombres. Jesús va a comenzar su misión. Jesús se revela en su bautismo, por la fuerza del Espíritu, como el Mesías de Dios. Con Juan termina la promesa. Con Jesús comienza su cumplimiento.
          Puedes leer Juan 1, 19-34.





CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes, 11
1 S 1, 1-8  Ana lloraba porque el Señor la había hecho estéril.
Sal 115, 12-19  Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
Mc 1, 14-20  Está cerca el Reino de Dios. Creed la Buena Noticia.
Reza por las vocaciones sacerdotales y religiosas.
Martes, 12

1 S 1, 9-20  El Señor se acordó de Ana y dio a luz a Samuel.
Sal 1 S 2, 1.4-7  Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador.
Mc 1, 21-28  Jesús les enseñaba con autoridad.
Da testimonio de Jesucristo.
Miércoles, 13
San Hilario de Poitiers

1 S 3, 1-10.19-20  Habla, Señor, que tu siervo escucha.
Sal 39, 2.5-10  Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Mc 1, 29-39  Curó a muchos enfermos de diversos males.
Reza por los enfermos. ¡Visítales!
Jueves, 14
 San Juan de Ribera

Ez 34, 11-16   Como un pastor sigue el rastro de su rebaño, así seguiré yo el rastro de mis ovejas.
Sal 22, 1-9   El Señor es mi pastor, nada me falta.
Jn 15, 9-17   Os he destinado para que vayáis y déis fruto, y vuestro fruto dure
Reza por el Papa y los Obispos
Viernes, 15
1 S 8, 4-7.10-22a  Gritaréis contra el rey, pero Dios no os responderá.
Sal 88, 16-19  Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Mc 2, 1-12  El Hijo del Hombre tiene potestad para perdonar pecados.
¡Pídele al Señor perdón por tus pecados!
Sábado, 16
Beata Juana María Condesa

1 Sm 9, 1-4.17-19; 10,1a  Ése es el hombre de quien habló el Señor.
Sal 20, 2-7  Señor, el rey se alegra por tu fuerza.
Mc 2, 13-17  No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
Haz oración con el evangelio de hoy
Domingo, 17
2º del Tiempo Ordinario

Is 62, 1-5   A ti te llamarán “Mi favorita”
Sal 95, 1-10   Contad a todos los pueblos las maravillas del Señor
1 Cor 12, 4-11   Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu
Jn 2, 1-12   En Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos
Haz oración por tu familia y por la parroquia

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