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16 enero 2010

Domingo 17 de enero

DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO
17 de enero de 2010  (ciclo C, año par)





Primera lectura
La alegría que encuentra el esposo con su esposa.
la encontrará tu Dios contigo

Lectura del libro de Isaías 62, 1-5
Por amor de Sión no callaré,
por amor de Jerusalén no descansaré,
hasta que rompa la aurora de su justicia,
y su salvación llamee como antorcha.
Los pueblos verán tu justicia,
y los reyes tu gloria;
te pondrán un nombre nuevo,
pronunciado por la boca del Señor.
Serás corona fúlgida en la mano del Señor
y diadema real en la palma de tu Dios.
Ya no te llamarán «Abandonada»,
ni a tu tierra «Devastada»;
a ti te llamarán «Mi favorita»,
y a tu tierra «Desposada»,
porque el Señor te prefiere a ti,
y tu tierra tendrá marido.
Como un joven se casa con su novia,
así te desposa el que te construyó;
la alegría que encuentra el marido con su esposa,
la encontrará tu Dios contigo.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Sal 95, l-2a. 2b-3. 7-8a. 9-l0a y c (R/.: 3)

R/. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.

Proclamad día tras día su victoria,
contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.

Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor. R/.

Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él gobierna a los pueblos rectamente.» R/.

Segunda lectura
El mismo y único Espíritu reparte a cada uno como a él le parece
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 4-11
Hermanos:
Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos.
En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común.
Y así uno recibe del Espíritu el hablar con sabiduría; otro, el hablar con inteligencia, según el mismo Espíritu.
Hay quien, por el mismo Espíritu, recibe el don de la fe; y otro, por el mismo Espíritu, don de curar. A éste le han concedido hacer milagros; a aquél, profetizar. A otro, distinguir los buenos y malos espíritus. A uno, la diversidad de lenguas; a otro, el don de interpretarlas.
El mismo y único Espíritu obra todo esto, repartiendo a cada uno en particular como a él le parece.
Palabra de Dios.
Aleluya
Cf. 2Ts 2, 14

Dios nos llamó por medio del Evangelio,
para que sea nuestra gloria la de nuestro Señor Jesucristo.
EVANGELIO
En Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 1-11
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo:
— «No les queda vino.»
Jesús le contestó:
— «Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.»
Su madre dijo a los sirvientes:
— «Haced lo que él diga.»
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dijo:
— «Llenad las tinajas de agua.»
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les mandó:
— «Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.»
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes silo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo:
— «Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora.»
Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él.
Palabra del Señor.





COMENTARIO
Haced lo que Él os diga
La tendencia a la comodidad y al egoísmo que todos llevamos dentro nos lleva a querer montarnos la vida a nuestra manera, a nuestro aire. Nos lleva a huir del sacrificio y del compromiso. Este es uno de los síntomas de la crisis de valores que atraviesa la sociedad actual. Esta actitud también la trasladamos muchas veces al terreno de la fe. No es extraño escuchar a personas que dicen que son creyentes, pero creyentes a su manera, quieren una fe “a la carta”. Es decir, en el fondo creen en Dios, pero sin acabar de comprometerse en su seguimiento, sin asumir las exigencias de la fe, del seguimiento de Cristo. 
Hoy vivimos en una época en que queremos muchas veces un cristianismo descafeinado, sin exigencias, sin compromiso; un cristianismo light, empobrecido porque hemos perdido de vista esta dimensión fundamental: en la fe todos somos discípulos, hay un solo Maestro: Cristo, Él es el único que puede salvarnos.
La Virgen María, modelo de ser cristiano, nos indica en el Evangelio de hoy una de las claves más importantes del ser cristiano: Haced lo que El os diga, haced lo que Jesús os diga. Ser cristiano es seguir a Jesús, vivir como vivió Él, asumir los criterios, los valores que Jesús nos da en el Evangelio y tratar de llevarlos cada día a la práctica, a pesar de nuestros fallos y pecados.
A nosotros, la Madre de Cristo nos repite ahora la invitación que dirigió a los sirvientes con ocasión de las bodas de Caná: "Haced lo que él os diga". Con estas palabras la Virgen quiere estimularnos a no tener miedo de los límites y de los fracasos que a veces pueden marcar nuestra experiencia de personas, de familias y de comunidades eclesiales y civiles. María nos exhorta a no dejarnos abatir ni siquiera por el pecado, que debilita la confianza en nosotros mismos y en los demás. Lo importante es hacer lo que Cristo nos dice, confiando en él, pues acogerá sin duda nuestra invocación incesante. Ojalá que la invitación de la Virgen, que el Evangelio renueva hoy, nos impulse a un abandono total en Jesús. En efecto, un eco de las palabras de la Madre son estas alentadoras palabras de su Hijo divino: "He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28, 20) (cf. Juan Pablo II, Ángelus 14-I-2001).
Esta es la llamada que la Palabra de Dios nos hace hoy: nos invita a lanzarnos a la aventura de seguir a Jesús con todas sus consecuencias, nos invita a asumir del todo la Palabra de Dios y a ¡cumplirla! Nos invita a hacer de nuestra que vida que sea agradable a Dios porque las obras que hagamos estén hechas conforme a la voluntad de Dios, conforme a sus mandamientos.
Además, la Palabra de Dios hoy nos descubre que todos hemos recibido de Dios dones, carismas, cualidades, y que esos dones los hemos recibido para que los pongamos al servicio del Reino de Dios. Son dones que Dios reparte a cada uno, pero los reparte en beneficio de todos. ¿Te has preguntado cuáles son tus dones? ¡No digas que ninguno! Dios nos ha dado a todos. ¡Descúbrelos! ¡Ánimo! La gran riqueza que Dios te ha dado no se puede quedar guardada en tu interior. ¡Saca de tí mismo lo que Dios te ha dado y ponlo al servicio de los demás! ¡Puedes hacer tanto bien a los demás! ¿Te lo has planteado? ¿Te has preguntado alguna vez el inmenso bien que, de una manera sencilla, puedes hacer a los demás? ¡Anímate! ¡Haz como Jesús, que pasó por este mundo siendo fiel a la voluntad de Dios Padre y haciendo el bien a todos! Así encontrarás la verdadera felicidad que el egoísmo de este mundo nunca te podrá dar.

Compromiso semanal
Medita a lo largo de toda la semana cuáles son los carismas que Dios te ha dado, o, y cuál es la misión que el Señor quiere para ti.

La Palabra del Señor, luz para cada día
1ªlectura: Isaías 62, 1-5.
La alegría que encuentra el esposo con su esposa, la encontrará tu Dios contigo.

            El profeta no se deja vencer por el pesimismo ante la situación de Sión; anuncia la renovación mesiánica y proclama la buena nueva de la salvación. La alianza había sido rota por la infidelidad de Israel. Su renovación restaura las relaciones entre Dios y su pueblo. Jerusalén, recreada y amada de nuevo, es la favorita y la desposada.
            Puedes leer Oseas 2, 16-25.
Salmo 95, 1-10. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
              Este salmo nos invita a aclamar al Señor. Para todas las naciones el anuncio de la llegada del Señor es la buena noticia del reinado de Dios. A Dios se le alaba por su creación y por su salvación, por su gloria y sus maravillas, porque es grande, porque nos ama y está lleno de misericordia. Esta es la buena noticia que se nos anuncia y se nos invita a anunciar.
2ª lectura: 1 Corintios 12, 4-11.
El mismo y único Espíritu reparte a cada uno como a él le parece.

            San Pablo nos habla de los carismas o dones extraordinarios del Espíritu Santo a los fieles cristianos. Estos dones son servicios, actividades, y se han de apreciar por su utilidad para edificar la Iglesia en este mundo. Un carisma es auténtico si sirve al bien común, a la Iglesia. Los carismas no son para el lucimiento personal. La abundancia de carismas en la Iglesia es signo de juventud y de fervor, de entusiasmo y de vitalidad.
            Puedes leer Romanos 12, 3-18.
Evangelio: Juan 2, 1-11. En Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos.
La escena es sencilla y muy humana. Así como Dios manifiesta su gloria creando al hombre a su imagen y semejanza, así también Jesús, la Palabra de Dios, va a manifestar su propia gloria de Hijo, mediante el signo mesiánico de la abundancia y la alegría. Esto es, cambiando el agua de las purificaciones en excelente vino de mesa para el banquete de bodas de unos novios. De esta manera anuncia un mundo nuevo. Juan subraya con fuerza que en Cana de Galilea ya está presente la gloria del Hijo. Además, el evangelista sitúa a la Virgen María al principio y al fin de la vida pública de Cristo. Son dos momentos muy significativos y solemnes: al empezar su misión en Caná de Galilea y al llevarla a cabo sobre la Cruz. En Caná adelanta su “hora” a ruegos de su madre y realiza el primer signo. En el Calvario le encomienda una nueva maternidad. Jesús realizará entonces su último signo: la resurrección.
            Puedes leer Lucas 5, 37-39.





CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes, 18
1S 15,16-23. Obedecer vale más que un sacrificio. El Señor te rechaza como rey.
Sal 49. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Mc 2, 18-22   El novio está con ellos. A vino nuevo, odres nuevos
Haz una obra de misericordia
Martes, 19
1S 16,1-13. Ungió Samuel a David en medio de sus hermanos y, en aquel momento lo invadió el espíritu del Señor.
Sal 88. Encontré a David, mi siervo.
Mc 2, 23-28   El Sábado se hizo para el hombre
Revisa si en tu vida hay actitudes "falsas"
Miércoles, 20
San Sebastián

1S 17,32-33.37.40-51. Venció David al filisteo con la honda y una piedra.
Sal 143. Bendito el Señor, mi Roca.
Mc 3, 1-6   ¿Está permitido en Sábado salvarle la vida a un hombre?
Reza por los enfermos. ¡Visítalos!
Jueves, 21
Santa Inés, virgen y mártir

1S 18,6-9; 19,1-7. Mi padre Saúl te busca para matarte.
Sal 55. En Dios confío y no temo.
Mc 3, 7-12   Tú eres el Hijo de Dios
Reza pidiéndole a Dios la curación de tus males
Viernes, 22
San Vicente,diácono y mártir.

Eclo 51, 1-12  Me auxiliaste con tu gran misericordia.
Sal 33, 2-9  El Señor me libró de todas mis ansias.
Rom 8, 35. 37-39  Ninguna criatura podrá apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús.
Mt 10, 17-22  Os harán comparecer ante gobernadores y reyes.
Reza por el Papa y los Obispos
Sábado, 23
San Ildefonso, obispo,

2S 1,1-4.11-12.19.23-27. ¡Cómo cayeron los valientes en medio del combate!
Sal 79. Que brille tu rostro, Señor, y nos salve.
Mc 3, 20-21   Su familia decía que no estaba en sus cabales
Reza por los que no creen en Cristo
Domingo, 24
3º del Tiempo Ordinario

Ne 8, 2-4a.5-6.8-10  El pueblo estaba atento a la lectura del libro de la ley
Sal 18, 8-10.15   Tus Palabras, Señor, son espíritu y vida
1 Co 12, 12-30   Vosotros sois el cuerpo de Cristo
Lc 1- 1-4; 4, 14-21   Hoy se cumple esta Escritura
Haz oración por tu familia y por la parroquia


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