Livio Melina asegura que para Benedicto XVI era esencial
que la Iglesia tuviera coraje para decir ‘no’ a las propuestas de matrimonio
homosexual
Livio Melina ha concedido una entrevista a La Veritá en donde vuelve a hablar sobre su purga en el Instituto Juan Pablo II y su relación con Benedicto XVI.
Melina es un destacado teólogo italiano que ejerció como
profesor en el Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el
Matrimonio y la Familia en Roma, institución creada por San Juan Pablo II en
1981 para profundizar en la teología del matrimonio y la familia.
Sin embargo, su relación con el instituto se vio truncada en
2019, cuando fue removido junto a otros profesores, tras
la reforma impulsada por el Papa Francisco, quien transformó la institución en
el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del
Matrimonio y de la Familia.
Esta reestructuración, que Melina considera una ruptura con
la misión original del instituto, generó polémica dentro de la Iglesia,
especialmente por la eliminación de la referencia a la encíclica *Humanae
vitae*, considerada una piedra angular del magisterio sobre la moral sexual y
la familia.
El cierre del Pontificio Instituto Juan Pablo II
El cierre del Pontificio Instituto Juan Pablo II para
Estudios sobre el Matrimonio y la Familia marcó un momento de gran controversia
dentro de la Iglesia. Melina describe esta decisión como una ruptura
significativa con la visión de San Juan Pablo II, señalando que «el cambio de
título es casi imperceptible, pero el cambio sustancial es radical.» Según el
teólogo, la nueva orientación del instituto, fundada bajo el Motu Proprio Summa
familiae cura de 2017, eliminó la referencia explícita a la encíclica Humanae
vitae de San Pablo VI y desencadenó la salida de numerosos académicos y el
cierre de varias secciones internacionales del instituto. Para Melina, esto
representa una «discontinuidad» con la misión original del instituto, que fue
concebido como un baluarte para defender la antropología cristiana en la
teología moral.
Según Melina, el Papa Benedicto XVI valoró profundamente el
papel del instituto en la misión de la Iglesia. «Consideraba central el papel
del instituto, tanto en Roma como en sus diversas secciones internacionales, a
los efectos de la misión de la Iglesia a favor del matrimonio y de la familia,»
señala el teólogo italiano.
Para Ratzinger, el Instituto era clave para abordar los
desafíos contemporáneos desde una antropología cristiana, fundamentada en las
Catequesis sobre la «Teología del Cuerpo» de Juan Pablo II y en la encíclica
Veritatis splendor. Benedicto XVI veía en la disolución del concepto cristiano
de la moral, la sexualidad y la familia, una de las causas profundas de la
crisis de abusos en la Iglesia, destacando la necesidad de una respuesta que
reconcilie la libertad humana con la naturaleza y el Creador.
Los encuentros con Benedicto XVI
Livio Melina recuerda con gran aprecio las reuniones que
mantuvo con el Papa emérito Benedicto XVI, describiéndolas como momentos de
intensa luz teológica y humana. «Los encuentros con Benedicto XVI, desde agosto
de 2019 hasta enero de 2021, fueron para mí un don único de gracia,» comenta
Melina, quien destaca que, a pesar de las limitaciones físicas del Papa
emérito, sus reflexiones seguían siendo profundamente lúcidas.
Durante estos encuentros, discutieron temas antropológicos y
teológicos de gran actualidad, en los que Benedicto XVI reiteró su preocupación
por la ausencia de Dios en la vida diaria de la humanidad contemporánea. El
Papa emérito subrayaba la necesidad de la Iglesia de reafirmar el primado de
Dios y de enfrentar los desafíos modernos con una antropología cristiana
sólida.
En la entrevista afirma que un punto central para Benedicto
XVI era el de la responsabilidad de la Iglesia, «que debía tener el coraje de
pronunciar un no firme y claro a las propuestas de matrimonio homosexual,
demostrando al mismo tiempo un amor maternal hacia todas las personas,
sugiriendo caminos de amistad moralmente legítimos, para para superar la
soledad, para curar las heridas, para eliminar el riesgo de la desesperación».
La diferencia sexual y la misión de la Iglesia según
Benedicto XVI
Un tema recurrente en las reflexiones de Benedicto XVI,
según Melina, es la importancia de la diferencia sexual como parte del designio
divino para la humanidad. Inspirado en las Escrituras, Benedicto XVI sostenía
que la diferencia sexual es un reflejo de la imagen de Dios en el ser humano,
vinculada a la vocación a la comunión y a la transmisión de la vida.
«Le preocupaba el silencio de la Iglesia y de las
confesiones cristianas sobre este tema, intimidados por la prevalencia de la
censura ideológica,» señala Melina, quien añade que Benedicto XVI veía en la
defensa del matrimonio y la familia una tarea esencial para proteger la
identidad personal y la sociedad humana de las manipulaciones ideológicas.