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04 julio 2009

DECLARACIÓN SOBRE EL ANTEPROYECTO DE «LEY DEL ABORTO»

ATENTAR CONTRA LA VIDA DE LOS QUE VAN A NACER, CONVERTIDO EN «DERECHO»

CCXIII COMISIÓN PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA

Madrid, 17 de junio de 2009


ÍNDICE

I. La mera voluntad de la gestante anula el derecho a la vida del que va a nacer

II. La salud como excusa para eliminar a los que van a nacer

III. Se niega o devalúa al ser humano para intentar justificar su eliminación

IV. No se apoya a la mujer para ahorrarle el trauma del aborto y sus graves secuelas

V. Privar de la vida a los que van a nacer no es algo privado

VI. La educación, instrumentalizada también al servicio del aborto

VII. Conclusión: por el Pueblo de la Vida


1. Hecho ya público, el pasado 14 de mayo, el denominado «Anteproyecto de Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo», los obispos tenemos el deber de pronunciarnos públicamente sobre sus graves implicaciones morales negativas; porque forma parte esencial de nuestro servicio anunciar el esplendor del Evangelio de la vida, que ilumina la conciencia de los católicos y de todos los que deseen acogerlo en orden a una mejor convivencia en justicia y libertad. Estamos convencidos de que «todo hombre abierto sinceramente a la verdad y al bien, aun entre dificultades e incertidumbres, con la luz de la razón y no sin el influjo de la gracia, puede llegar a descubrir en la ley natural escrita en su corazón (cf. Rom 2, 14-14) el valor sagrado de la vida humana desde su inicio hasta su término»1. Por eso, aunque nosotros hablamos desde la fe católica y la experiencia de la Iglesia, nuestras reflexiones se dirigen a todos y pensamos que podrían ser aceptadas también por muchos que no comparten esa fe, pues giran en torno al derecho a la vida de todo ser humano inocente, un patrimonio común de la razón humana.


2. Los obispos españoles han anunciado el Evangelio de la vida y han denunciado la cultura de la muerte en muchas ocasiones2. Con esta nueva declaración deseamos poner de relieve algunos aspectos del Anteproyecto en cuestión que, de llegar a convertirse en Ley, supondrían un serio retroceso en la protección del derecho a la vida de los que van a nacer, un mayor abandono de las madres gestantes y, en definitiva, un daño muy serio para el bien común. I. La mera voluntad de la gestante anula el derecho a la vida del que va a nacer En las primeras catorce semanas, la gestante decide sobre la muerte del que va a nacer: la violación del derecho a la vida, tratada como si fuera un derecho.


3. El aspecto tal vez más sombrío del Anteproyecto es su pretensión de calificar el aborto provocado como un derecho que habría de ser protegido por el Estado. He ahí una fuente envenenada de inmoralidad e injusticia que vicia todo el texto.


4. En el artículo 3. 2. «se reconoce el derecho a la maternidad libremente decidida». Lamentablemente esta expresión no significa aquí que toda mujer tiene derecho a elegir si quiere o no quiere ser madre; significa, más bien, que tiene derecho a decidir eliminar a su hijo ya concebido. Tal es la lectura que viene exigida por las afirmaciones recogidas en la Exposición de motivos referentes a «los derechos humanos de las mujeres» en el ámbito de la «salud reproductiva» (I) y, en concreto, «al derecho de todo ser humano, y en particular de las mujeres, al respeto de su integridad física y a la libre disposición de su cuerpo y, en este contexto, a que la decisión última de recurrir o no a un aborto corresponda a la mujer interesada» (II). En consecuencia, el Anteproyecto establece un primer plazo de catorce semanas dentro del cual la voluntad de la madre se convierte en 1 JUAN PABLO II, Carta encíclica vangelium Vitæ, 2. 2 Cf. LXXXVI ASAMBLEA PLENARIA DE LA CONFERENCIA PISCOPAL

ESPAÑOLA, Instrucción pastoral La familia, santuario de la vida y esperanza de la sociedad (27 de abril de 2001); XLII ASAMBLEA PLENARIA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Instrucción pastoral Actitudes morales y cristianas ante la despenalización del aborto (28 de junio de 1985); y las Declaraciones de la COMISIÓN PERMANENTE La vida y el aborto (5 de febrero de 1983), Despenalización del aborto y conciencia moral (10 de mayo de 1985) y Sobre la proyectada nueva «Ley del aborto» (22 de septiembre de 1994). Estos y otros documentos se encuentran en la colección «Conferencia Episcopal Española», La vida humana, don precioso de Dios. Documentos sobre la vida 1974-2006, EDICE, Madrid 2006, así como también en: www.conferenciaepiscopal.es (Colección Documental Informática). árbitro absoluto sobre la vida o la muerte del hijo que lleva en sus entrañas (artículo 14: «interrupción del embarazo a petición de la mujer»).


5. Ahora bien, decidir abortar es optar por quitar la vida a un hijo ya concebido y eso sobrepasa con mucho las posibles decisiones sobre el propio cuerpo, sobre la salud de la madre o sobre la elección de la maternidad. Es una decisión sobre un hijo indefenso y totalmente dependiente de quien lo lleva en su seno. Es, según el Concilio Vaticano II, un «crimen abominable»3, «un acto intrínsecamente malo que viola muy gravemente la dignidad de un ser humano inocente, quitándole la vida. Asimismo hiere gravemente la dignidad de quienes lo cometen, dejando profundos traumas psicológicos y morales»4.


6. El Estado que otorga la calificación de derecho a algo que, en realidad, es un atentado contra el derecho fundamental a la vida, pervierte el elemental orden de racionalidad que se encuentra en la base de su propia legitimidad. La tutela del bien fundamental de la vida humana y del derecho a vivir forma parte esencial de las obligaciones de la autoridad5. «El derecho a la vida no es una concesión del Estado, es un derecho anterior al Estado mismo y este tiene siempre la obligación de tutelarlo. Tampoco tiene el Estado autoridad para establecer un plazo, dentro de cuyos límites la práctica del aborto dejaría de ser un crimen»


6. II. La salud como excusa para eliminar a los que van a nacer Hasta la vigésimo segunda semana, ambiguas indicaciones médico-sociales: la medicina y la sanidad, falseadas, al servicio de la muerte.


7. El Anteproyecto de Ley presenta el aborto provocado como un derecho que forma parte de un programa de «salud sexual y reproductiva». La salud, por su parte, es definida, a los efectos de lo dispuesto en esta ley, como «el estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente como la ausencia de afecciones o enfermedades» (art. 2. a).


8. El Anteproyecto establece que desde la decimocuarta semana de gestación el aborto ya no sería un derecho absoluto de la madre, puesto que para poder ser realizado sin sanción habrá de existir entonces «riesgo de graves anomalías en el feto» (art. 15, b) o «grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada» (art. 15, a). A tenor de la definición de salud señalada, los facultativos podrán certificar la existencia de esta indicación médica para el aborto cuando el niño que va a nacer suponga un grave inconveniente para «el completo bienestar físico, mental y social» de la madre. Lo que no se sabe es cuáles serán los criterios que el médico habrá de emplear para poder diagnosticar un grave quebranto de un tal «completo bienestar» eventualmente causado por el que va a nacer. Ante esta indefinición, el segundo plazo, teóricamemente ligado a indicaciones 3 Constitución Gaudium et spes, 51.

4 LXXXVI ASAMBLEA PLENARIA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Instrucción pastoral La familia, santuario

de la vida y esperanza de la sociedad, 111.

5 Cf. BENEDICTO XVI, Discurso en el Encuentro con las autoridades y el cuerpo diplomático, Viena, 7 de septiembre de 2007: «El derecho humano fundamental, el presupuesto de todos los demás derechos, es el derecho

a la vida misma. Esto vale para la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.

En consecuencia, el aborto no puede ser un derecho humano; es exactamente lo opuesto. Es una profunda ‘herida social’ (…). Hago un llamamiento a los líderes políticos para que no permitan que los hijos sean considerados

una especie de enfermedad, y para que en vuestro ordenamiento jurídico no sea abolida, en la

práctica, la calificación de injusticia atribuida al aborto».

6 CLX COMISIÓN PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Sobre la proyectada nueva «Ley del aborto», 6.

médicas, queda también prácticamente asimilado al primero, en el que prima el derecho

absoluto de la madre a decidir sobre la vida de su hijo.


9. La inclusión del aborto entre los medios supuestamente necesarios para cuidar la salud es de por sí una grave falsedad. El acto médico se dirige a prevenir la enfermedad o a curarla. Pero el embarazo no será nunca de por sí una enfermedad, aunque pueda conllevar complicaciones de salud, ser inesperado o incluso fruto de la violencia. Por eso, abortar no es nunca curar, es siempre matar. Cosa distinta es que una determinada terapia necesaria lleve consigo un aborto como efecto indirecto no buscado. De ahí que incluir el aborto en la política sanitaria falsee siempre gravemente el acto médico, que queda desnaturalizado cuando es puesto al servicio de la muerte. La falsificación es más sangrante cuando el concepto de salud empleado –aunque sea el de la Organización Mundial de la Salud– se convierte en una excusa para encubrir el deseo particular de no tener un hijo, aun quitándole la vida. En efecto, si salud es «completo bienestar físico, mental y social», y tal bienestar se considera amenazado por el que va nacer, éste puede ser tratado como un obstáculo para la calidad de vida, cuya eliminación pasa entonces a ser tenida por lícita.


10. Una auténtica política sanitaria debe tener siempre en cuenta la salud de la madre gestante, pero también la vida y la salud del niño que va a nacer. Por lo demás, la imposición del aborto procurado en el sistema sanitario como prestación asistencial para la salud bio-psico-social de la gestante, a la que ésta tendría un supuesto derecho, lleva consigo la transferencia de la obligatoriedad a los profesionales de la sanidad. De este modo queda abierta la posibilidad de que no se respete a quienes por muy justificados motivos de conciencia se nieguen a realizar abortos, cargándolos arbitrariamente con un supuesto deber e incluso con eventuales sanciones7. Es necesario reconocer y agradecer el valor mostrado por tantos ginecólogos y profesionales de la sanidad que, fieles a su vocación y al verdadero sentido de su trabajo, resisten presiones de todo tipo e incluso afrontan ciertas marginaciones con tal de servir siempre a la vida de cada ser humano. III. Se niega o devalúa al ser humano para intentar justificar su eliminación Frente a la evidencia de que donde hay un cuerpo humano vivo, aunque sea incipiente, hay un ser humano y una dignidad humana inviolable, se establecen plazos de gestación y de presencia humana de los que no es posible dar razón suficiente.


11. Sorprendentemente, el Anteproyecto no explica en ningún momento por qué fragmenta el tiempo de la gestación en tres periodos o plazos pretendidamente determinantes de diferentes tipos de trato del ser humano en gestación. ¿Por qué durante las catorce primeras semanas «prevalece el derecho de autodeterminación de las mujeres» y el aborto puede ser realizado por simple petición de la gestante? ¿Por qué se establece un segundo plazo, hasta la semana vigésimo segunda, durante el cual será preciso aducir

indicaciones supuestamente médicas? ¿Y por qué las «anomalías fetales incompatibles con la vida» o «una enfermedad extremadamente grave e incurable» del feto (art. 15, c) permitirían el aborto en cualquier momento de la gestación? ¿Por qué no, entonces?7 Hay que recordar la sentencia del Tribunal Constitucional de 11de abril de 1985, en la que, tratando precisamente del aborto, afirma del «derecho a la objeción de conciencia que existe y puede ser ejercido con independencia

de que se haya dictado o no tal regulación. La objeción de conciencia forma parte del contenido del derecho fundamental a la libertad ideológica y religiosa reconocido en el art. 16.1 de la Constitución

y, como ha indicado este Tribunal en diversas ocasiones, la Constitución es directamente aplicable, especialmente en materia de derechos fundamentales».


ces, en el momento mismo del nacimiento o un minuto después? En vano se buscará una respuesta a estas preguntas, todas ellas de gran calado moral.


12. Se oye decir a veces que durante algún tiempo determinado el ser vivo producto de

la fecundación humana no sería un ser humano. Es necesario –no cabe duda– hacer

tan irracional afirmación cuando se quiere justificar o tolerar que la mujer decida sobre la

vida de ese ser que lleva en su seno, como si se tratara de un derecho suyo que el Estado

debería tutelar y hacer respetar. Porque es muy duro reconocer que el fruto de la fecundación es un ser humano, distinto de la madre, aunque dependiente de ella, y, al mismo tiempo, afirmar que se le puede quitar la vida simplemente porque así lo decide

quien lo gesta. Sería tanto como reconocer que hay un derecho a matar a un inocente.

La razón humana se vendría abajo de modo clamoroso y, con ella, el Estado y la autoridad

misma que tal cosa reconocieran. Se hace, pues, necesario, afirmar engañosamente

que el objeto de la pretendida «decisión sanitaria», tomada en ejercicio de un supuesto

derecho, no sería en realidad un ser humano.

13. Pero «el cuerpo humano, en cuanto elemento constitutivo de la persona humana, es

una realidad personal básica, cuya presencia nos permite reconocer la existencia de una

persona. La fecundación es precisamente el momento de la aparición de un cuerpo

humano distinto del de los progenitores. Ese es, pues, el momento de la aparición de

una nueva persona humana (cf. Evangelium vitæ, 44-45). El cuerpo, naturalmente, se

desarrolla, pero dentro de una continuidad fundamental que no permite calificar de prehumana

ni de post-humana ninguna de las fases de su desarrollo. Donde hay un cuerpo

humano vivo, hay persona humana y, por tanto, dignidad humana inviolable»8.

14. Estos principios antropológicos básicos han sido reconocidos también por la jurisprudencia

constitucional de nuestro país9.

IV. No se apoya a la mujer para ahorrarle el trauma del aborto y sus graves

secuelas

Se facilita a las gestantes la eliminación de sus hijos,

en lugar de proteger la maternidad y la familia para

evitar que las mujeres se conviertan en víctimas del

aborto.

15. El Anteproyecto incorpora una definición de la salud en términos de bienestar psicológico

y social que, por desgracia, se orienta más que nada a introducir subrepticiamente

la llamada «indicación social» para el aborto. Así lo pone también de manifiesto el que

se silencien las graves consecuencias psicológicas y morales que el aborto tiene para

quienes lo procuran. La inconsecuente apelación a la salud ignora y oculta que las mujeres

que abortan se convierten también ellas mismas en víctimas del aborto.

8 LXXXVI ASAMBLEA PLENARIA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Instrucción pastoral La familia, santuario

de la vida y esperanza de la sociedad, 109.

9 El Tribunal Constitucional, en sentencia de 5 de abril de 1995, se expresa así: «El concebido tiene un patrimonio

genético totalmente diferenciado y propio sistema inmunológico, que puede ser sujeto paciente

dentro del útero», de modo que «negar al embrión o al feto condición humana independiente y alteridad,

manteniendo la idea de mulieris portio, es desconocer la realidad». De ahí que «el mismo Código Civil

-constata el alto Tribunal- se ve forzado a tener por persona al concebido a todos los efectos favorables

(arts. 29 y 30), y no hay nada más beneficioso para el ser humano en gestación que el conservar la integridad

física y psíquica». En otra sentencia anterior, de 11 de abril de 1985, que forma parte del llamado «bloque

de constitucionalidad», el mismo Tribunal precisaba: «La vida humana es un devenir, un proceso que

comienza con la gestación. Esta ha generado un tertium existencialmente distinto de la madre». Por tanto,

el que va a nacer está protegido por la Constitución, lo cual implica para el Estado la obligación «de establecer

un sistema legal para la defensa de la vida que suponga la protección efectiva de la misma y que,

dado el carácter fundamental de la vida, incluya también, como última garantía, las normas penales».

CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA

http://www.conferenciaepiscopal.es conferenciaepiscopal@planalfa.es

Declaración sobre el Anteproyecto de «Ley del Aborto» pág. 8

16. El Anteproyecto estipula que se entregará a la mujer que solicita abortar una información

en sobre cerrado que podrá leer en un plazo máximo de tres días. Sin embargo,

ningún proceso médico de consentimiento informado se realiza de un modo tan frío e

impersonal. La situación de angustia que empuja a la mayoría de las mujeres que se

plantean abortar, más que sobres cerrados reclama corazones abiertos que les presten

el apoyo humano que necesitan para no equivocarse quitando la vida a un hijo y destrozando

la propia.

17. Las dolorosas secuelas del aborto se intensifican en las personas que no han alcanzado

todavía la madurez personal. Facilitar a las adolescentes la decisión de abortar,

marginando a sus padres de tal decisión, es propiciar su soledad e indefensión ante un

hecho muy nocivo para su salud espiritual y su desarrollo humano. Este proyecto legal

no manifiesta interés real por el bien de las mujeres tentadas de abortar y, en particular,

de las más jóvenes. Se limita a tratar de despejarles el camino hacia el abismo moral y

hacia el síndrome post-aborto.

18. Por otro lado, es llamativa la ausencia total de la figura del padre del niño que va a

ser abortado. ¿Por qué se le exime de toda responsabilidad y se le priva de todo derecho?

No parece admisible que se margine a los padres en algo tan fundamental como

es el nacimiento o la muerte de sus propios hijos.

19. Agradecemos la dedicación de tantas personas que, en un número cada vez mayor

de instituciones eclesiales o civiles, se dedican a prestar su apoyo personal a las mujeres

gestantes. Es una alegría el testimonio de tantas madres y padres que, gracias a la

ayuda recibida, han decidido por fin acoger a sus hijos, reconociendo en ellos un don

inestimable que trae luz y sentido a sus vidas. También es laudable el trabajo realizado

por las asociaciones de mujeres víctimas del aborto. Es muy valioso su valiente testimonio

público, que ayuda a la sociedad a recapacitar sobre un camino ya demasiado largo

de sufrimiento para las mujeres. Ellas ponen particularmente de relieve que no es este el

tipo de legislación que se necesita para ayudar a las gestantes y para la dignificación de

la sociedad. Las mujeres tentadas de abortar o las que ya han pasado por esa tragedia

encontrarán siempre en la comunidad católica el hogar de la misericordia y del consuelo.

Como madre, la Iglesia comprende sus dificultades y nunca las dejará solas con sus

problemas ni con sus culpas.

V. Privar de la vida a los que van a nacer no es algo privado

Se deja al arbitrio individual la vida de los que van a

nacer, en vez de reconocerla como un fundamental

elemento constitutivo del bien común que merece

protección y promoción.

20. El Anteproyecto de Ley presenta el aborto como si fuera un asunto privado ligado

prácticamente sólo a la decisión individual de la gestante. La decisión de eliminar una

vida humana incipiente es calificada una y otra vez de asunto íntimo suyo en el que nadie

podría intervenir: ni el padre del que va a nacer, ni los padres de la menor, ni el Estado.

21. Sin embargo, es claro que no «se puede invocar el derecho a las decisiones íntimas

o a la vida privada para privar a otros de la vida»10. Eliminar una vida humana no es

nunca un asunto meramente privado. Por el contrario, se trata de un acto de gran trascendencia

pública que afecta grave y directamente al bien común. La vida de cada ser

humano es un bien básico, sagrado e intangible; y el derecho a vivir no está a disposi-

10 CLX COMISIÓN PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Sobre la proyectada nueva «Ley del

aborto», 8.

ción de nadie: no puede ser violado por ningún ciudadano ni por el Estado; menos, si

cabe, por aquellos que tienen particulares obligaciones de atención a la vida incipiente

de un ser indefenso como son sus padres o los médicos.

22. Se reduce el aborto a mera decisión privada porque se concibe de modo perverso la

libertad, como si se tratara de la mera capacidad de decidir cualquier cosa de modo absolutamente

desvinculado del entorno humano en el que se mueve el yo solitario que

decide. De este modo se fomenta una visión individualista y antisocial de la persona, cuya

libertad vendría a coincidir con su capacidad de hacer prevalecer el propio sentir o el

propio interés. Pero eso no es libertad. La libertad es, más bien, la capacidad de querer

el bien por encima del aparente interés inmediato de quien decide. Porque el bien propio

no está desligado del bien del otro y del bien de todos. «Sí, cada hombre es “guarda de

su hermano”, porque Dios confía el hombre al hombre»11. Todos sin excepción tenemos

el deber de proteger la vida del niño en el seno materno. Para todos es un bien esa vida

incipiente, no sólo para sus padres y su familia.

23. El orden social justo no puede basarse en una concepción individualista de la libertad.

La autoridad del Estado dimite de su obligación básica si da curso legal a la pretendida

libertad que se siente autorizada para eliminar vidas humanas inocentes. El Estado

no puede erigirse en árbitro sobre la vida humana adoptando medidas legales que toleran

o justifican como supuestos derechos acciones individuales que atentan contra el

derecho a la vida. Si lo hace, deja de ser garante del bien común en un asunto decisivo.

24. Por el contrario, como garante del bien común, el Estado debe legislar para proteger

la vida de todos, en particular de los más indefensos y vulnerables, entre los cuales se

hallan sin duda los que van a nacer, así como para establecer políticas de protección y

promoción de la maternidad y la paternidad, ayudando de modo eficaz a los padres que

experimentan dificultades para acoger a sus hijos; y debe favorecer las iniciativas sociales

a este respecto12.

VI. La educación, instrumentalizada también al servicio del aborto

Se comete la injusticia de imponer una determinada

educación moral sexual, que, además, por ser abortista

y «de género», tampoco será eficaz ni como verdadera

educación ni como camino de prevención del

aborto.

25. El Título primero del Anteproyecto de Ley trata fundamentalmente de la promoción

de una estrategia de formación en «salud sexual y reproductiva» para todo el sistema

educativo y, en particular, para los programas de los estudios relacionados con las ciencias

de la salud. Ciertamente –como se afirma en la Exposición de motivos– «el desarrollo

de la sexualidad y de la capacidad de procreación está directamente vinculado a la

dignidad de la persona». Pero las directivas de este Anteproyecto no pueden ayudar a

una formación de los jóvenes en este campo tan decisivo para su felicidad, porque se

11 JUAN PABLO II, Carta encíclica Evangelium vitæ, 19.

12 Todavía hay mucho por hacer en este campo, si se tiene presente que, según datos de 2005, el gasto

público de España en la familia está muy por debajo de la media europea, con sólo un 1,2% del PIB, frente

al 3,8% de Francia, el 3,0% de Alemania o el 1,7% de Portugal. O que las prestaciones por hijo a cargo se

mantienen congeladas desde el año 2000, lo que supone que su porcentaje respecto al salario mínimo interprofesional

ha disminuido del 5,71% al 3,92% en 2009. Un retraso y un estancamiento que nos coloca en

niveles de protección a la maternidad/paternidad muy por debajo de los alcanzados en otros países de

nuestro entorno. Así, por ejemplo, mientras que una familia con tres hijos recibe en Luxemburgo una prestación

mensual de 1.492 euros o, en Italia, de 774 euros, en España tan sólo llega a los 72,75 euros.

mueven en el marco de una ideología contradictoria con la verdad del ser humano y la

dignidad de la persona, como es la llamada ideología de género.

26. En efecto el «enfoque de género» que se preceptúa en el artículo 5, 2a para toda la

educación en el ámbito sanitario incorpora conceptos como «opción sexual individual»

(art. 5, 1a), «orientación sexual» (art. 5, 2b) o «sexo seguro» (art. 5, 2c). Detrás de tales

conceptos se hallan, como es sabido, opciones antropológicas incapaces de enfocar

adecuadamente cuestiones de tanta belleza e importancia como las siguientes: el significado

básico del cuerpo sexuado para la identidad de la persona, la íntima unión de las

dimensiones unitiva y procreativa del amor conyugal y, en definitiva, la integración moral

de la sexualidad y la vocación al amor de todo ser humano13.

27. ¡Es fascinante la educación en el amor y para el amor! Alentamos a los padres católicos,

a las escuelas a quienes ellos han confiado la educación de sus hijos, a los sacerdotes,

catequistas y a todos los agentes de la educación en la múltiple acción pastoral

de la Iglesia a empeñarse seriamente en la educación de los jóvenes en este campo tan

hermoso e importante de la afectividad y la sexualidad de acuerdo con la visión del ser

humano que dimana de una razón iluminada por la fe. A ellos corresponden primordialmente

el deber y el derecho de la formación humana integral de la juventud. El Estado

«no puede imponer ninguna moral a todos: ni una supuestamente mayoritaria, ni la católica,

ni ninguna otra. Vulneraría los derechos de los padres y/o de la escuela libremente

elegida por ellos según sus convicciones»14.

28. La injusta imposición de una determinada concepción del ser humano a toda la sociedad

por medio del sistema educativo, inspirado además en modelos antropológicos

parciales y poco respetuosos de la verdad del ser humano, no podrá dar frutos buenos.

Es necesario permitir y promover que la sociedad desarrolle sus capacidades educativas

y morales. Es necesario corregir la deriva que nos ha conducido a cifras escandalosas

de abortos con todo su entorno de fracasos personales.

Conclusión: por el Pueblo de la Vida

29. El Evangelio de la vida proclama que cada ser humano que viene a este mundo no

es ningún producto del azar ni de las leyes ciegas de la materia, sino un ser único, capaz

de conocer y de amar a su Creador, precisamente porque Dios lo ha amado desde

siempre por sí mismo. Cada ser humano es, por eso, un don sagrado para sus padres y

para toda la sociedad. No ha de ser considerado jamás como un objeto subordinado al

deseo de otras personas. Su vida no puede quedar al arbitrio de nadie, y menos del Estado,

cuyo cometido más básico es precisamente garantizar el derecho de todos a la vida,

como elemento fundamental del bien común.

30. Hablamos precisamente en favor de quienes tienen derecho a nacer y a ser acogidos

por sus padres con amor; hablamos en favor de las madres, que tienen derecho a

recibir el apoyo social y estatal necesario para evitar convertirse en víctimas del aborto;

hablamos en favor de la libertad de los padres y de las escuelas que colaboran con ellos

para dar a sus hijos una formación afectiva y sexual de acuerdo con unas convicciones

morales que los preparen de verdad para ser padres y acoger el don de la vida; habla-

13 Cf. LXXXVI ASAMBLEA PLENARIA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Instrucción pastoral La familia,

santuario de la vida y esperanza de la sociedad, 53-55.

14 CCIV COMISIÓN PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, La Ley Orgánica de Educación

(LOE), los Reales Decretos que la desarrollan y los derechos fundamentales de padres y escuelas, 10.

mos en favor de una sociedad que tiene derecho a contar con leyes justas que no confundan

la injusticia con el derecho15.

31. El Anteproyecto presentado constituye un serio retroceso respecto de la actual legislación

despenalizadora, ya de por sí injusta. Por tanto, de acuerdo con la doctrina de la

Iglesia, ningún católico coherente con su fe podrá aprobarla ni darle su voto16. Tampoco

debería hacerlo nadie que atienda a los justos imperativos de la razón.

32. Pedimos al Señor y a su Santísima Madre su gracia y su ayuda para el Pueblo de la

Vida. Que las comunidades católicas y todos los fieles perseveren en la plegaria, en especial

en este año dedicado a la oración por la vida de los que van a nacer.

Madrid, 17 de junio de 2009

15 Las legislaciones abortistas son un elemento de lo que Julián Marías ha calificado como «sin excepción,

lo más grave que ha acontecido» en el siglo XX (Diario ABC, 10 de septiembre de 1992); a saber: la aceptación

social del aborto. Pero este hecho, igual que ha tenido un comienzo, también puede y debe tener un

fin. Conviene recordar a este respecto que el primer país europeo en legalizar el aborto fue la Unión Soviética

de Lenin (el 18 de noviembre de 1920). Hitler utilizó el aborto legal como parte de sus políticas racistas

(desde 1933) en Alemania y en la Europa sometida, donde el aborto fue legalizado para los no arios, mientras

era severamente castigado para los pertenecientes a la «raza de los señores». Después de la guerra,

Stalin forzó legislaciones abortistas en los países sometidos al yugo soviético. Más tarde, también los países

occidentales introdujeron legislaciones semejantes bajo la presión de ideologías individualistas y materialistas.

16 Cf. JUAN PABLO II, Carta encíclica Evangelium vitæ, 73: «En el caso, pues, de una ley intrínsecamente injusta,

como la que admite el aborto o la eutanasia, nunca es lícito someterse a ella, ni participar en una

campaña de opinión a favor de una ley semejante, ni darle el sufragio del propio voto».

Un informe de la OMS presenta información tergiversada para impulsar la agenda abortista

Por Elizabeth Walsh

(WASHINGTON, DC - C-FAM) En su informe anual sobre la salud en el mundo, recientemente publicado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) presenta estadísticas que, de manera engañosa, parecen colocan a la mortalidad derivada de la maternidad a la par de otras causas de muerte en el mundo, como ser la malaria y el HIV/SIDA. Este nuevo enfoque contradice informes anteriores de la OMS en los que la mortalidad materna ni siquiera figura entre las diez principales causas de muerte, ubicándose por debajo de los decesos por accidentes de tránsito.


La confusión surge en la segunda tabla del informe, en la que se proveen datos sobre mortalidad por causas relacionadas con la maternidad, el HIV/SIDA, la malaria, la tuberculosis, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y los traumatismos. Todas estas causas de muerte, excepto las derivadas de la maternidad, se encuentran entre las diez más frecuentes en el mundo; sin embargo, se presenta a la mortalidad materna dentro de la misma tabla, como si fuera comparable con las demás.


Resulta aún más confuso para el lector no habituado que las estadísticas sobre mortalidad materna presentadas en la tabla realmente parecen señalar que ésta es más importante que otras causas de muerte. Según la información provista, la “tasa de mortalidad” materna asciende a 400, mientras que la enfermedad coronaria, considerada como la principal causa de muerte en el mundo, asciende a 301. Si bien la misma OMS afirma que la mortalidad materna cobra 536.000 vidas al año y la enfermedad coronaria, 7,2 millones, la aparente paridad se logra al presentar los índices de mortalidad materna en función del número total de nacimientos de niños vivos, mientas que los demás toman como parámetro la población total: se mezclan peras con manzanas.

Justificar a ambos lados

Los críticos denuncian que este informe forma parte de la campaña que actualmente llevan a cabo las agencias de la ONU y la OMS, en la cual se exagera la incidencia real de la mortalidad derivada de la maternidad con el propósito de promover el aborto.

Justificar a ambos lados

En un boletín de la OMS publicado en 2005 se admitió que muy pocos países proveen información exhaustiva y confiable sobre la mortalidad o las causas de muerte. De hecho, de los 46 países africanos que, supuestamente, dan razón del 50% de las muertes maternas, sólo uno disponía de datos completos. Aún así, la OMS suele asegurar que, en los países en desarrollo, alrededor de medio millón de mujeres mueren cada año por “causas derivadas de la maternidad”, a pesar de que la información con la que se cuenta, que proviene de estos países, no es confiable, ya que presenta “amplios márgenes de incertidumbre”. La División de Población de la ONU, área oficial de estadísticas de las Naciones Unidas, se rehúsa a utilizar la cifra mencionada, precisamente porque no es posible constatarla.


La ONU y sus agencias proponen el aborto y la anticoncepción de manera persistente, apelando al eufemismo “planificación familiar”, como táctica para solucionar el sobrestimado problema de la mortalidad materna. En la declaración conjunta emitida por el Banco Mundial, el Fondo de Población de la ONU, UNICEF y la OMS, se reiteró la importancia de reducir la mortalidad materna mediante “tres áreas de acción claves”: “otorgar a las mujeres el poder de decidir sobre su vida reproductiva”, mejorar el “acceso y la calidad de los servicios de salud materna” y “garantizar el acceso a servicios e información sobre la planificación voluntaria de la familia”.


En la conferencia de 2007 Las Mujeres Dan Vida, patrocinada por la ONU, también se defendió lo que la doctora Susan Yoshihara denomina como la mentalidad de “primero el aborto” para mejorar la salud materna. Esta visión resta importancia a los probados métodos de reducción de la mortalidad derivada de la maternidad, como ser la mayor disponibilidad de parteros calificados y la atención obstétrica de emergencia.

La administración Obama exige el acceso mundial al aborto en una reunión de la ONU

By Samantha Singson

Obama Clinton (NUEVA YORK - C-FAM) Esta semana, en la sede de las Naciones Unidas, la administración Obama continuó con sus esfuerzos por extender el acceso al aborto legal en el mundo. El equipo de Obama introdujo un lenguaje que causó irritación en las negociaciones de alto nivel. La propuesta estadounidense exige el “acceso universal” a los “servicios de salud reproductiva y sexual que incluyan el acceso universal a la planificación familiar”. El documento está siendo estudiado y culminará en el Examen Ministerial Anual de 2009, que se realizará la próxima semana en Ginebra.


Para muchas delegaciones, el punto de fricción y lo que causó la división del sólido bloque europeo fue el empleo del término “servicios” en el contexto de la “salud reproductiva”. En 2001, durante las negociaciones efectuadas en el marco de la evaluación a diez años de la Convención sobre los Derechos del Niño, un delegado canadiense dejó escapar que “por supuesto, todos saben que ‘servicios’ significa ‘aborto’”. Desde entonces, el uso de la palabra “servicios” suscita acalorados debates.


Tan controvertido es el tema de los “servicios” en el ámbito de la “salud reproductiva”, que el comúnmente impenetrable bloque de negociaciones de la Unión Europea, compuesto por 27 miembros, ha implosionado. Al oponerse a la medida, Malta, Polonia e Irlanda se separaron de sus aliados y se unieron a la Santa Sede.


Los delegados también están preocupados ante el intento de relacionar la “salud sexual y reproductiva” al “acceso universal”, lo cual nunca fue acordado por las Naciones Unidas, y que podría implicar una importante victoria para las fuerzas pro-abortistas. En numerosas oportunidades, se ha intentado introducir términos sobre el “acceso universal a los servicios de salud reproductiva y sexual” en la ONU. En el año 2005, durante la reunión de la Comisión sobre Población y Desarrollo, el Fondo de Población se unió a grupos de presión pro-abortistas para reclamar el “acceso a los servicios y programas de salud reproductiva y sexual”. Fueron derrotados, en gran medida, por los delegados estadounidenses enviados por Bush, quienes exigieron que ninguno de los términos relacionados con la salud reproductiva fuesen interpretados de manera tal que incluyeran el aborto.


Semanas atrás, la nueva administración del gobierno de los Estados Unidos interpretó que la “salud reproductiva” comprendía el aborto. En abril, la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, declaró ante un subcomité del Senado de los Estados Unidos: “Nosotros [la administración Obama] consideramos que la planificación familiar es un aspecto importante de la salud femenina, y que la salud reproductiva incluye el acceso al aborto, que creo que debe ser seguro, legal e inusual”. En esta afirmación, Clinton también contradijo el acuerdo logrado en la Conferencia de El Cairo, según el cual el aborto nunca debe ser usado como parte de la planificación familiar. En la negociación de este documento intervino Clinton.


Además de los Estados Unidos, otras delegaciones, entre las que se encuentran Bélgica, los Países Bajos, Suiza, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Francia, Estonia y el Reino Unido, están intentando introducir esta terminología.


El G-77, bloque de las naciones en desarrollo, está realizando sus propias negociaciones para determinar si adoptará una postura común respecto del párrafo.


Está previsto que las negociaciones continúen esta semana. El borrador de la declaración será adoptado por altos ministros de gobierno al término de la reunión de la semana próxima en Ginebra.

03 julio 2009

Domingo 5 de julio

DOMINGO XIV DEL TIEMPO ORDINARIO
5 de julio de 2009 (ciclo A, año par)



Primera lectura
Sabrán que hubo un profeta en medio de ellos

Lectura de la profecía de Ezequiel 2, 2-5


En aquellos días, el espíritu entró en mí, me puso en pie, y oí que me decía:

— «Hijo de Adán, yo te envío a los israelitas, a un pueblo rebelde que se ha rebelado contra mí. Sus padres y ellos me han ofendido hasta el presente día. También los hijos son testarudos y obstinados; a ellos te envío para que les digas: "Esto dice el Señor." Ellos, te hagan caso o no te hagan caso, pues son un pueblo rebelde, sabrán que hubo un profeta en medio de ellos.»


Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 122, 1 -2a. 2bcd. 3-4

R/. Nuestros ojos están en el Señor,
esperando su misericordia
.

A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores.
R/.

Como están los ojos de la esclava
fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos
en el Señor, Dios nuestro,
esperando su misericordia.
R/.

Misericordia, Señor, misericordia,
que estamos saciados de desprecios;
nuestra alma está saciada
del sarcasmo de los satisfechos,
del desprecio de los orgullosos.
R/.

Segunda lectura
Presumo de mis debilidades,
porque así residirá en mí la fuerza de Cristo

Lectura de la segunda carta del apóstol San Pablo a los Corintios, 12, 7b-10

Hermanos:

Para que no tenga soberbia, me han metido una espina en la carne: un ángel de Satanás que me apalea, para que no sea soberbio. Tres veces he pedido al Señor yerme libre de él; y me ha respondido:

«Te basta mi gracia; la fuerza se realiza en la debilidad.» Por eso, muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mi la fuerza de Cristo.

Por eso, vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque, cuando soy débil, entonces soy fuerte.



Palabra de Dios

Aleluya
Lc 4, 18

El Espíritu del Señor está sobre mí;
me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres

EVANGELIO
No desprecian a un profeta más que en su tierra

+ Lectura del santo evangelio según Marcos, 6, 1-6

En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada:

— «¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?»

Y esto les resultaba escandaloso.

Jesús les decía:

— «No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa.»

No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe.

Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.



Palabra del Señor



COMENTARIO

No desprecian a un profeta más que en su tierra

La Palabra de Dios que proclamamos hoy nos presenta a Dios que habla por medio de profetas a un pueblo incrédulo y rebelde. En el Evangelio vemos a Jesús visitando su pueblo, Nazaret.

La visita de Jesús a Nazaret formula dudas sobre la persona de Cristo. No comprenden los de Nazaret que Jesús es el Mesías, ya que se quedan en la simple apariencia externa. Sus paisanos conservaban la imagen vieja del carpintero, y no comprendían sus palabras, ni la sabiduría que sale de su boca. Y desconfiaron de Él. Veían a Jesús como uno de ellos. Y la no aceptación de Jesús como Mesías impide que se realicen entre ellos los signos salvadores: los milagros presuponen la fe.

La fe aboca a una decisión a favor de Cristo y a una confesión de Cristo ante los hombres. La fe es mucho más que tener unas ideas en la cabeza: la fe es vivir una historia de amor con Dios en la que la felicidad está en vivir haciendo su voluntad.

Hoy Cristo sigue desconcertando: su palabra escandaliza, su mensaje engendra oposición y su vida es signo de contradicción. El cristiano es el que ve lo que los otros no ven y descubre a Cristo, el Señor, el Mesías, allí donde los otros no perciben más que a un hombre.

En la primera lectura, Ezequiel es enviado por Dios a Israel, pueblo rebelde y obstinado, para que comunique sus designios salvadores. La tarea encomendada es difícil y, sin embargo, Dios hará saber que en medio del pueblo hay un profeta. El profeta se considera incapaz de realizar la más mínima actividad en orden a la salvación de su pueblo.

El hombre ante Dios sólo puede poseer la grandeza de su disponibilidad para servir a Dios. El hombre, movido por Dios se lanza a la lucha y se convierte en testimonio de una nueva fuerza que está presente en la historia. Dios confía al hombre una misión, y esta misión va unida a una lucha continua. El llamado se coloca al lado de Dios. El profeta que ha dicho “sí” a la Palabra de Dios se coloca en un camino de soledad y sufrimiento en continua lucha con todo. Solamente el “Yo estoy contigo” de Dios es su fuerza y, en él apoyado, prolonga la lucha a lo largo de la existencia.

San Pablo, por su misma experiencia, dice cómo Dios está presente en la debilidad humana para manifestar su poder y amor. Insistentemente le ha pedido a Dios que le libre del “aguijón”. Pero Dios sabe mejor lo que nos conviene. La humillación mantiene a raya el orgullo. Nos basta con su gracia; en nuestra debilidad se muestra el poder de Dios y que el éxito se debe sólo a Él. Por eso Dios elige instrumentos débiles.

Y, ante un mundo que busca la grandeza, la eficacia humana, la grandiosidad de los medios, el Señor nos enseña hoy que la fuerza se realiza en la debilidad, que Él elige como siervos suyos a personas débiles, para que se vea que Dios es el que lleva la historia y los hombres somos meros instrumentos suyos. Por ello, ante el profeta y el apóstol, el cristiano no se fija en las apariencias ni en las debilidades humanas, sino en Aquel que le ha enviado y a quien representa: Dios

Compromiso semanal

Pídele al Señor que te dé “ojos de fe” para poder descubrir cada día como actúa en tu vida.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ªlectura: Ezequiel 2, 2-5.
Son un pueblo rebelde, sabrán que hubo un profeta en medio de ellos.

El profeta ante el rostro de Dios cae al suelo. Se considera incapaz de realizar la más mínima actividad en orden a la salvación de su pueblo. Dios confía al profeta una misión, y esta misión va unida a una lucha continua. Es enviado a los israelitas, a los rebeldes de Israel, tercos y obstinados. Cuando habla como profeta, está pronunciando un mensaje que no es suyo sino de Dios. El profeta que ha dicho “sí” a la Palabra se coloca en un camino de soledad y sufrimiento en continua lucha con todo. Solamente el “Yo estoy contigo” de Yahvé es su fuerza y, en él apoyado, prolonga la lucha a lo largo de su existencia.

Salmo 122, 1-4. Nuestros ojos están en el Señor, esperando su misericordia.

Esperar es la actitud clave de este salmo. Nos sugiere una espera humilde, vigilante y, sobre todo, perseverante. Como el siervo está atento al gesto de su señor, así también nosotros escuchamos la invitación del Señor a reconocer las señales de su presencia en el mundo.

2ª lectura: 2 Corintios 12, 7-10.
Presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de Cristo.

San Pablo se encuentra sometido a una misteriosa espina (¿enfermedad?, ¿tentación?, ¿prueba?, no lo sabemos) que le mortifica. Ha tratado de quitarla. Ha orado con insistencia. Termina por aceptar gustoso su limitación y renuncia al deseo de verse librado de su carga. Termina, sobre todo, por someterse a la decisión de su Señor, que le ha hecho experimentar que “a los que aman a Dios todo les sirve para el bien”. Pablo comprende, por fin, que le gracia de Dios no se le ha dado como algo definitivo y de una vez por todas, sino como un acontecimiento siempre nuevo que renueva sin cesar la salvación en el hombre. Por eso repite la respuesta que le dio el Señor en su oración: “cuando soy débil, entonces soy fuerte”. En su limitación y debilidad obra la fuerza de Cristo. La debilidad y la impotencia humana de Pablo forman parte del proyecto divino de salvación. Para que se manifieste en todo su esplendor la fuerza salvadora de Dios a través de Cristo, Pablo tiene que ser débil.

Puedes leer Filipenses 4, 13.

Evangelio: Marcos 6, 1-6. No desprecian a un profeta más que en su tierra.

Haciendo uso del derecho que tenía todo israelita adulto, Jesús entra el sábado en la sinagoga y se pone a leer y a comentar la Escritura. Sus paisanos quedan asombrados: no saben de dónde saca su sabiduría. El asombro termina en escándalo e incomprensión: se niegan a reconocer a Dios en lo conocido y cotidiano. Miran, pero no ven; oyen, pero no entienden. Allí donde uno esperaría encontrar aliento, coraje, participación, puede encontrar indiferencia, incomprensión e incluso hostilidad.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 6
Santa
María

Goretti, virgen y mártir

Gn 28,10-22. Vio una escalinata y ángeles de Dios que subían y bajaban y a Dios que hablaba.

Sal 90. Dios mío, confío en ti.

Mt 9, 18-26 Mi hija acaba de morir. Per ven tú y vivirá.

Pídele al Señor que cure tus dolencias

Martes 7

Gn 32,22-32. Te llamarás Israel, porque has luchado con dioses y has podido.

Sal 16. Yo con mi apelación vengo a tu presencia, Señor.

Mt 9,32-38. La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos.

Reza por las vocaciones

Miércoles 8

Gn 41,55-57; 42,5-7.17-24a. Estamos pagando el delito contra nuestro hermano.

Sal 32. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.

Mt 10, 1-7 Id a las ovejas descarriadas de Israel.

Reza por los que no conocen a Jesucristo

Jueves 9
Santos

Agustín Zhao Rong, presbítero y compañeros

mártires.

Gn 44,18-21,23b-29; 45,1-5. Para salvación me envió Dios a Egipto.

Sal 104. Recordad las maravillas que hizo el Señor.

Mt 10, 7-15 Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis.

Da testimonio de Jesucristo.

Viernes 10
Beatos
Carmelo Bolta, y

Francisco Pinazo, mártires

Gn 46,1-7.28-30. Puedo morir, después de haberte visto en persona.

Sal 36. El Señor es quien salva a los justos.

Mt 10, 16-23 No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre.

Pídele al Señor el don de perseverar hasta el final

Sábado 11
San
Benito, Patrono de Europa

Prov 2, 1-9 Presta atención a la prudencia.

Sal 33, 2-15 Bendigo al Señor en todo momento.

Mt 19, 27-29 Vosotros, los que me habéis seguido, recibiréis cien veces más.

Reza por la nueva evangelización de Europa

Domingo 12
15º del TIEMPO ORDINARIO

Am 7, 12-17 Ve y profetiza a mi pueblo de Israel.

Sal 84, 9-14 Muéstranos, Señor, tu misericordia.

Ef 1, 3-14 Nos eligió en Él antes de crear el mundo.

Mc 6, 7-13 Los fue enviando. Les encargó que llevaran para el camino un bastón… ni pan ni alforja, ni dinero suelto en la faja.

Reza por tu familia y por tu parroquia