DOMINGO XI DEL TIEMPO ORDINARIO
17 de junio de 2007 (ciclo C, año impar)
Primera lectura
El Señor ha perdonado ya tu pecado, no morirás
Lectura del segundo libro de Samuel 12, 7-10. 13
En aquellos días, Natán dijo a David: |
Salmo responsorial
Sal 31, 1-2. 5. 7. 11 (R/.: cf. 5c)
R/. Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado. Dichoso el que está absuelto de su culpa, |
Segunda lectura
Vivo yo. pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 2, 16. 19-21
Segunda lectura |
Aleluya
I Jn 4, l0b
Dios nos amó y nos envió a su Hijo
como víctima de propiciación por nuestros pecados.
EVANGELIO
Sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 7, 36—8, 3
En aquel tiempo, un fariseo rogaba a Jesús que fuera a comer con él. Jesús, entrando en casa del fariseo, se recostó a la mesa. Y una mujer de la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino con un frasco de perfume y, colocándose detrás junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado se dijo: —«Si éste fuera profeta, sabría quién es esta mujer que lo está tocando y lo que es: una pecadora.» |
COMENTARIO
Tu fe te ha salvado La Palabra de Dios que proclamamos hoy nos invita a descubrir a Dios rico en misericordia, que antes de que el pecador se arrepienta, se muestra dispuesto al perdón y a la reconciliación. Compromiso semanal Pídele al Señor perdón poder “ver” tus pecados. Acércate al Señor –lleno de ternura y misericordia– y pídele perdón por tus pecados. La Palabra del Señor, luz para cada día 1ª lectura: 2 S 12, 7-10. 13. ¿Por qué has despreciado tú la palabra del Señor? El adulterio, cometido por David, y la muerte de Urías, maquinada por él, son crímenes que entenebrecen su figura. La Palabra de Dios no los ha ocultado y son una acusación continua. El ungido de Dios ha respondido villanamente, ha demostrado que es un hombre frágil, de carne y hueso, menospreciando los preceptos del Señor, lesionando gravísimamente los derechos del prójimo y dando un pésimo ejemplo al pueblo de Dios. Pero la imagen de David se restablece gracias a su arrepentimiento profundo y sincero: “He pecado contra el Señor”. El profeta, que acusó valientemente al rey, también le anuncia el gozo del perdón. Salmo 31, 1-11. Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado. El salmista ha experimentado la salvación con el perdón de sus propios pecados. Primero se calló y ocultó a Dios su falta. Una grave enfermedad le lleva a reconocer su pecado y a confesarlo. De esta experiencia gozosa saca una lección para los fieles: la misericordia rodea a quien confía en el Señor. El salmo está centrado en la confesión del pecado y en el perdón de Dios que invade el alma y la establece en su intimidad. 2ª lectura: Ga 2, 16. 19-21. Es Cristo quien vive en mí. La justificación es una transformación radical del hombre que supone el perdón de los pecados y principalmente la comunicación de una vida nueva. La justificación no puede venir de las obras de la Ley; ni éstas influyen en la justificación. Es la muerte y resurrección de Cristo lo que justifica al hombre, si éste participa de ellas; y sólo desde esta realidad el hombre puede vivir su nueva vida. Evangelio: Lc 7, 36-8, 3. Tu fe te ha salvado es su nombre. El perdón de los pecados es efecto del amor de Dios, por eso la manifestación de este amor es el signo de haber obtenido el perdón. Jesús, por ser la manifestación plena del amor del Padre, es la plena comunicación del perdón de los pecados. Los actos con los que Cristo comunica el perdón son los actos supremos de su amor. Anuncia la gran alegría del Padre al perdonar, porque en el perdón expresa su amor. |
CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 18 | 2Co 6, 1-10. Damos prueba de que somos ministros de Dios. Sal 97, 1-4. El Señor da a conocer su victoria. Mt 5, 38-42. Yo os digo: No hagáis frente al que os agravia. Revisa si tienes odio a alguien. Sé misericordioso. |
Martes 19 San Romualdo | 2Co 8, 1-9. Cristo se hizo pobre por vosotros. Sal 145, 2.5-9. Alaba, alma mía, al Señor. Mt 5, 43-48. Amad a vuestros enemigos. ¿Tratas a los demás como quieres que te traten a tí? |
Miércoles 20 | 2Co 9, 6-11. Al que da de buena gana lo ama Dios. Sal 111, 1-4.9. Dichoso quien teme al Señor. Mt 6, 1.16-18. Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará Revisa la sinceridad de tu vida. |
Jueves 21 San Luís Gonzaga | 2Co 11, 1-11. Os anuncié de balde el Evangelio de Dios. Sal 110, 1-4.7-8. Justicia y verdad son las obras de tus manos, Señor. Mt 6, 7-15. Vosotros rezad así. Reza meditando el Padre Nuestro. |
Viernes 22 San Juan Fisher y Santo Tomás Moro | 2Co 11. 18.21b-30. Aparte todo lo demás, la carga de cada día, la preocupación por todas las Iglesias. Sal 33, 2-7. El Señor libra a los justos de sus angustias. Mt 6, 19-23. Adonde está tu tesoro, allí está tu corazón. Medita cuál es tu actitud ante el dinero y lo material. |
Sábado 23 | 2Co 12, 1-10. Muy a gusto presumo de mis debilidades. Sal 33, 8-13. Gustad y ved qué bueno es el Señor. Mt 6, 24-34. No os agobiéis por el mañana. ¿Qué es lo que te agobia? ¡Díselo al Señor! |
Domingo 24 Natividad de San Juan Bautista | Isaías 49, 1-6. Te hago luz de las naciones Sal 138, 1-15. Te doy gracias porque me has escogido portentosamente. Hch 13, 22-26. Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión. Lc 1, 57-66. 80. Juan es su nombre. La mano del Señor estaba con él. Reza por tu familia y por tu parroquia |
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