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17 octubre 2007

Domingo 21 de Octubre

DOMINGO XxiX DEL TIEMPO ORDINARIO
21 de octubre de 2007 (ciclo C, año impar)



Primera lectura
Mientras Moisés tenía en alto la mano, vencía Israel

+ Lectura del libro del Éxodo 17, 8-13

En aquellos días, Amalec vino y atacó a los israelitas en Rafidín.

Moisés dijo a Josué:

—«Escoge unos cuantos hombres, haz una salida y ataca a Amalec. Mañana yo estaré en pie en la cima del monte, con el bastón maravilloso de Dios en la mano.»

Hizo Josué lo que le decía Moisés, y atacó a Amalec; mientras Moisés, Aarón y Jur subían a la cima del monte.

Mientras Moisés tenía en alto la mano, vencía Israel; mientras la tenía baja, vencía Amalec. Y, como le pesaban las manos, sus compañeros cogieron una piedra y se la pusieron debajo, para que se sentase; mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado.

Así sostuvo en alto las manos hasta la puesta del sol.

Josué derrotó a Amalec y a su tropa, a filo de espada.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 120, 1-2. 3-4. 5-6. 7-8 (R/.: 2)

R/. El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R/.

No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel. R/.

ElSeñor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche. R/.

El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempre. R/.

Segunda lectura
El hombre de Dios estará perfectamente equipado para toda obra buena

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 3, 14—4, 2

Querido hermano:

Permanece en lo que has aprendido y se te ha confiado, sabiendo de quién lo aprendiste y que desde niño conoces la sagrada Escritura; ella puede darte la sabiduría que, por la fe en Cristo Jesús, conduce a la salvación.

Toda Escritura inspirada por Dios es también útil para enseñar, para reprender, para corregir, para educar en la virtud; así el hombre de Dios estará perfectamente equipado para toda obra buena.

Ante Dios y ante Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y muertos, te conjuro por su venida en majestad: proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, reprocha, exhorta, con toda paciencia y deseo de instruir.

Palabra de Dios.

Aleluya
Hb 4, 12

La palabra de Dios es viva y eficaz;
juzga los deseos e intenciones del corazón.

EVANGELIO
Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 18, 1-8

En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola:

— «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.

En la misma ciudad había una viuda que solia ir a decirle:

“Hazme justicia frente a mi adversario.”

Por algún tiempo se negó, pero después se dijo:

“Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara.”»

Y el Señor añadió:

—«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?»

Palabra del Señor.



COMENTARIO

Dios hará justicia
a sus elegidos que le gritan

Celebramos este Domingo el DOMUND, Domingo Mundial de la Propagación de la Fe. En esta celebración la Iglesia te recuerda el carácter misionero de la fe: la fe es un don que has recibido de Dios para transmitirlo a los demás.

Por ello, es importante que tomes conciencia de que es necesario que seas verdaderamente apóstol, testigo de Cristo, transmisor de la fe a todos los hombres. Y esta dimensión misionera la has de vivir a dos niveles: el universal y el particular.

Por una parte, has de hacer lo posible para que Jesucristo y la Iglesia lleguen hasta el último rincón de la tierra. Todos los hombres tienen derecho a que se les anuncie el Evangelio, y tú, como miembro de la Iglesia, tienes el deber de colaborar para hacer llegar el Evangelio hasta el último rincón de la tierra. Y este deber lo puedes cumplir, al menos, desde una triple acción:

• rezando por los misioneros en su difícil tarea,

• ayudándoles económicamente para que tengan los medios materiales necesarios,

• y rezando para que surjan nuevos hombres y mujeres capaces de dejarlo todo por seguir a Jesucristo.

Pero, además, es urgente que te des cuenta de que vivimos en una sociedad cada vez más descristianizada. El paganismo se ha ido introduciendo en nuestra sociedad, alentado por algunos poderes políticos, mediáticos y culturales, que tienen un gran interés en descristianizar la sociedad, y va dejando sus huellas sombrías.

Ante este hecho no puedes quedarte parado, sino que la Iglesia te recuerda que es urgente emprender una nueva evangelización de la sociedad, empezando por ti mismo y por tu familia y tus amigos.

De una manera especial es necesario que trates de evangelizar a los que viven a tu alrededor. Es necesario que con tu estilo de vida, con tus actitudes, seas un signo para ellos. ¡Que te vean ser feliz siendo un fiel discípulo de Jesucristo!

Como los apóstoles también tú has de iluminar tu mundo con la enseñanza de Jesús aunque ésta no halague los oídos de quienes desean oír lo que ellos desean. Hacemos memoria del Evangelio cuya aceptación encuentra dificultad en el relativismo en que estamos sumergidos culturalmente. La revelación cristiana se ofrece, no se impone, como palabra de verdad y camino de salvación.

Los cristianos hemos de afrontar las dificultades de nuestros tiempos con la plenitud del amor, la fecundidad de la cruz y el espíritu de las Bienaventuranzas. Es la hora de los audaces en el Espíritu llamados a mantener el ardor y la intrepidez apostólicos.

Hacen falta testigos militantes, capaces de vivir la fe sin complejos ni disfraces, en escucha y en diálogo, con altura espiritual, abiertos a Dios para transformar la humanidad en Reino de Dios en la normalidad de la vida familiar, laboral, social, cultural y política.

Pero, además, también es necesario que tratemos de “reevangelizarnos” nosotros, dándonos cuenta de que en nuestro corazón han entrado muchas actitudes que son paganas, y renovando y profundizando nuestra fidelidad a Jesucristo, al Evangelio y a la Iglesia.

¡Piénsalo! ¡Qué puedes hacer para que tu mundo sea más cristiano¡ ¡No te quedes parado! ¡Da testimonio! ¡Vale la pena!

Compromiso semanal

Medita qué debes hacer para evangelizar el ambiente en que tú vives.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Éxodo 17, 8-13. Mientras Moisés tenía en alto la mano, vencía Israel.

El relato enseña que así como el Señor asistió a Israel en las necesidades naturales, también los salvó de sus enemigos. En el centro descuella Moisés, que actúa en plan sacerdotal: sube al monte con el bastón en sus manos y, levantando los brazos, ora; su oración es poderosa.

Salmo 120, 1-8. El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.

Dios se acerca a todo el que le busca y cuando uno le invoca ya le tiene presente en su deseo; si persevera en la plegaria, no tardará en descubrirlo dentro de sí mismo y en verle en el mundo. Jesucristo es la más bella y definitiva manifestación de la solicitud amorosa de Dios para con los hombres. Él es “pastor y guardián de nuestras vidas”.

2ª lectura: 2 Timoteo 3, 14-4, 2. El hombre de Dios estará perfectamente equipado para toda obra buena.

Pablo exhorta al discípulo Timoteo a sobrellevar los sufrimientos de la vida cristiana. En la Escritura, inspirada por Dios, encontrará el alimento para purificar su fe y remediar toda suerte de necesidades pastorales. Se acerca el fin. Ante Dios y ante Jesucristo juez, Pablo da su última recomendación a Timoteo: “Proclama la Palabra”. En tiempos difíciles, acechado por el peligro de los que no soportan la sana doctrina, el pastor debe mantenerse firme en la predicación no deformada de la verdad del Evangelio.

Evangelio: Lucas 18, 1-8. Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan.

El evangelio comienza mostrándonos el sentido de la parábola: rogar incesantemente a Dios sin desalentarse, en medio de las injusticias del mundo. El contraste es evidente: una viuda, símbolo del desamparo de Israel, pide incesantemente justicia a un juez sin escrúpulos. Tanto insiste, que éste, para quitársela de en medio, acaba ocupándose de su causa. Con mayor razón, Dios, que no es un juez injusto, estará siempre atento al grito de los débiles. Él hará justicia sin tardar.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 22 Rm 4,20-25 Está escrito también por nosotros a quiénes se computará se creemos en él.
Sal Lc 1,69-75 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.
Lc 12,13-21 Lo que has acumulado, ¿de quién será?
Revisa cuál es tu actitud ante el dinero
Martes 23
San Juan Capistrano
Rm 5, 12-15b. 17-19 Por el delito de un solo hombre comenzó el reinado de la muerte.
Sal 39, 7-17 Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Lc 12, 35-38 Dichosos los criados a quienes el amo encuentre vigilantes cuando llegue.
Pídele al Señor el don de estar preparado
Miércoles 24
San Antonio María Claret
Rm 6,12-18 Ofreceos a Dios como hombres que de la muerte han vuelto a la vida.
Sal 123,1-8 Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Lc 12,39-48 Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá.
Revisa tu fidelidad a Cristo y a la Iglesia
Jueves 25 Rm 6,19-23 Ahora, emancipados del pecado, habéis sido hechos esclavos de Dios.
Sal 1,1-6 Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Lc 12,49-53 No he venido a traer paz, sino división.
Da testimonio de Jesucristo
Viernes 26 Rm 7,18-25a ¿Quién me librará de este cuerpo, que es portador de muerte?
Sal 118, 66.68.76.77.93.94 Instrúyeme, Señor, en tus leyes.
Lc 12, 54-59 Si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y el cielo,¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?

¿Guardas rencor a alguien? Intenta perdonar
Sábado 27 Rm 8,1-11 El Espíritu del que resucitó a Jesús entre los muertos habita en vosotros.
Sal 23,1-6 Este es el grupo, Señor, que busca tu presencia.
Lc 13,1-9 Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.
Revisa si tu vida da el fruto que debe dar
Domingo, 28
30º del Tiempo Ordinario
Ecli 35,15b-17.20-22a Los gritos del pobre atraviesan las nubes.
Sal 33,2-3.17-19.23 Si el afligido invoca al Señor, el lo escucha.
2 Tm 4,6-8.16-18 He corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Ahora me aguarda la corona merecida.
Lc 18, 9-14 El publicano bajó a su casa justificado.
Haz oración por tu familia y por tu parroquia


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