Páginas

05 octubre 2007

Domingo 7 de octubre

DOMINGO XxVIi DEL TIEMPO ORDINARIO
7 de octubre de 2007 (ciclo C, año impar)



Primera lectura
El justo vivirá por su fe

Lectura de la profecía de Habacuc 1, 2-3: 2, 2-4

¿Hasta cuándo clamaré, Señor,
sin que me escuches?
¿Te gritaré: «Violencia»,
sin que me salves?

¿Por qué me haces ver desgracias,
me muestras trabajos, violencias y catástrofes,
surgen luchas, se alzan contiendas?

El Señor me respondió así:
«Escribe la visión, grábala en tablillas,
de modo que se lea de corrido.

La visión espera su momento,
se acerca su término y no fallará;
si tarda, espera,
porque ha de llegar sin retrasarse.

El injusto tiene el alma hinchada,
pero el justo vivirá por su fe.»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 94, 1-2. 6-7. 8-9 (R/.: 8)

R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:
«No endurezcáis vuestro corazón.»

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R/.

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía. R/.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.» R/.

Segunda lectura
No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1, 6-8. 13-14

Querido hermano:

Reaviva el don de Dios, que recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no nos ha dado un espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio.

No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor y de mí, su prisionero.

Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios. Ten delante la visión que yo te di con mis palabras sensatas y vive con fe y amor en Cristo Jesús.

Guarda este precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.

Palabra de Dios.

Aleluya
lP 1, 25

La palabra del Señor permanece para siempre;
y esa palabra es el Evangelio que os anunciamos.

EVANGELIO
¡Si tuvierais fe...!

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 17, 5-10

En aquel tiempo, los apóstoles le pidieron al Señor:

— «Auméntanos la fe.»

El Señor contestó:

— «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera:

“Arráncate de raíz y plántate en el mar.”

Y os obedecería.

Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice:

“En seguida, ven y ponte a la mesa”? ¿No le diréis:

“Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”?

¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid:

“Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.”»

Palabra del Señor.



COMENTARIO

Si tuvierais fe
como un granito de mostaza...

La fe es un don de Dios, un regalo que hemos recibido de Él en el Bautismo con el compromiso, por nuestra parte, de hacer todo lo posible para que esa fe dé fruto abundante y vaya creciendo y madurando cada día.

La fe siempre será un don de Dios, por ello es bueno que, como vemos en el Evangelio de hoy, le pidamos que nos la aumente. La fe es un don, una gracia. Nadie puede ni conquistarla, ni comprarla, ni heredarla: solamente se puede pedir al Señor.

La fe puede cambiar la vida. Sólo desde la fe se pueden comprender las enseñanzas de Jesús. Jesús anuncia la salvación y también sus condiciones, y da la fuerza para cumplirlas. Él es poderoso en obras y en palabras.

Quien reconoce su propia pobreza y no confía en sus propias fuerzas, que son exiguas, sino que vive en una actitud de confianza ilimitada en Dios, que lo puede todo, alcanza algo sobrehumano: la nueva vida que sólo Dios nos da. La fe nos hace participar en la poderosa vida de Dios, que no tiene límites.

Pero, además, nosotros hemos de colaborar abriendo con sinceridad nuestro corazón al Señor, vaciándolo de egoísmo, vaciándolo de nosotros mismos para que Él pueda llenarlo.

Por otra parte, san Pablo, en la segunda lectura nos hace una triple invitación: reavivar la fe, dar la cara por Cristo y por la Iglesia, y guardar con fidelidad el tesoro que Dios nos ha dado.

Reavivar la fe quiere decir que nos hemos de preocupar por mantenerla viva, fuerte y robusta, sobre todo por medio de la oración, los sacramentos, y la caridad: pasar por el mundo haciendo el bien, viviendo las obras de misericordia.

Dar la cara por Cristo y por la Iglesia quiere decir que hemos de dar testimonio valiente de Jesucristo y de la Iglesia dondequiera que nos encontremos, quiere decir que hemos de defender a Cristo y a la Iglesia de los ataques que la sociedad pagana les dirige.

Guardar con fidelidad el tesoro de la fe, quiere decir que hemos de procurar ser fieles a las enseñanzas de Jesucristo, del Papa y de los Obispos, aunque la sociedad no las acepte, aunque la sociedad trate de confundirnos.

Precisamente en este último punto es necesario que estemos bien despiertos, porque muchas veces la misma sociedad trata de confundir a los cristianos, trata de adulterar el mensaje evangélico, y los cristianos nos hemos de mantener fieles a Cristo y a la Iglesia por encima de todo.

Compromiso semanal

Medita qué es lo que tienes que hacer para reavivar el don de la fe que has recibido de Dios.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Habacuc 1, 2-3; 2, 2-4. El justo vivirá por su fe.

El justo se salvará guardando a Dios lealtad en su conducta y adorando en la fe su misteriosa providencia. Habacuc nos invita a mantener viva nuestra fidelidad. Ella nos ayudará a descubrir con lucidez y seguridad, en la fe, la presencia de Dios en cuanto somos y en cuanto sucede. Por otra parte, la injusticia y el orgullo incapacitan para descubrir a Dios y llevan a la desesperación.

Salmo 94, 1-2. 6-9. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor.

El salmo nos invita a aclamar al Señor. La llamada de la fe se repite cada día y hay que escucharla y responder a ella cada día.

2ª lectura: 2 Timoteo 1, 6-8. 13-14. No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor.

San Pablo presenta los motivos que deben impulsar a Timoteo al fiel cumplimiento de su tarea apostólica. El primero, el recuerdo de su ordenación en la que le fue conferida la gracia de Dios que, reavivada constantemente, le seguirá proporcionando estímulo para mantener las cualidades con las que superará su juventud y timidez. Y le recuerda tres de ellas: la fortaleza frente a las dificultades, el amor que lo impulsará a una entrega total a Cristo y al bien de los hombres, y la prudencia necesaria para el gobierno del rebaño. Así podrá dar un valiente testimonio de Cristo. Y lejos de avergonzarse de la prisión de su maestro, se sentirá dispuesto a soportar, juntamente con él, todos los sufrimientos que le depare su tarea apostólica.

Evangelio: Lucas 17, 5-10. ¡Si tuvierais fe...!

El evangelio nos invita a tomar conciencia de la fuerza de la fe, ya que sólo esta nos permitirá aceptar las exigencias del Evangelio. Al pedir que se aumente la fe, se busca un cambio radical, un creer más auténtico. Basta una mínima fe, pero auténtica, como la mostaza, para realizar grandes cosas. También se nos invita a servir a Dios con humildad, sabiendo que no somos indispensables. Todo lo que recibimos de Él es gracia y toda nuestra vida ha de ser una respuesta agradecida a sus dones.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 8
San Luís Bertrán
Jon 1,1-2,1.11 Se levantó Jonás para huir lejos del Señor.
Sal Jon 2,3-5.8 Sacaste mi vida de la fosa, Señor.
Lc 10,25-37 ¿Quién se portó como prójimo?
Haz una obra de misericordia
Martes 9
Dedicación de la Santa Iglesia
Catedral 1 Cor 3, 9c-11. 16-17. Sois templo de Dios.
Sal 121, 1-9. Qué alegría cuando me dijeron: "Vamos a la casa del Señor"
Jn 2, 13-22. Hablaba del templo de su cuerpo.
Haz una obra de caridad
Miércoles 10
Santo Tomás de Villanueva
Jon 4, 1-11 Tú te lamentas por el ricino, y yo, ¿no voy a sentir la suerte de Nínive, la gran ciudad?
Sal 85, 3-10 Tú, Señor, eres lento a la cólera y rico en piedad
Lc 11, 1-4 Señor, enséñanos a orar.
Haz un ratito de oración, dando gracias a Dios
Jueves 11
Santa Soledad Torres Acosta
Mal 3,13-20a Mirad que llega el día, ardiente como un horno.
Sal 1,1-6 Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Lc 11, 5-13 ¿Cuánto más vuestro Padre del Cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?
Pídele a Dios lo que más necesites
Viernes 12
Nuestra Señora del Pilar
1 C 15,3-4.15-16 Metieron el arca de Dios y la instalaron en el centro de la tienda.
Sal 26,1-5 El Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado.
Lc 11,27-28 Dichoso el vientre que te llevó.
Medita el Evangelio de hoy
Sábado 13 Jl 4,12-21 Mano a la hoz, madura está la mies.
Sal 96,1-2.5-6.11-12 Alegraos, justos, con el Señor.
Lc 11,27-28 ¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios¡
Pídele a Dios por los pastores de la Iglesia
Domingo 14
28º del Tiempo Ordinario
2 R 5,14-17 Naamán quedó limpio de la lepra. Volvió a Eliseo y alabó al Señor.
Sal 97,1-4 El Señor revela a las naciones su justicia.
2 Tm 2,8-13 La Palabra de Dios no está encadenada.
Lc 17,11-19 Mientras iban de camino, los diez leprosos quedaron limpios. Uno de ellos, samaritano él, se volvió alabando a Dios a grandes gritos.
Reza por tu familia y por la parroquia


No hay comentarios: