Páginas

28 febrero 2009

Domingo 1 de marzo

Domingo I de cuaresma
1 de marzo de 2009 (ciclo B, año impar)




Primera lectura
El pacto de Dios con Noé salvado del diluvio

Lectura del libro del Génesis (9, 8-15)

Dios dijo a Noé y a sus hijos:

— «Yo hago un pacto con vosotros y con vuestros descendientes, con todos los animales que os acompañaron: aves, ganado y fieras; con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra. Hago un pacto con vosotros: el diluvio no volverá a destruir la vida, ni habrá otro diluvio que devaste la tierra.»

Y Dios añadió:

«Ésta es la señal del pacto que hago con vosotros y con todo lo que vive con vosotros, para todas las edades: pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra. Cuando traiga nubes sobre la tierra, aparecerá en las nubes el arco, y recordaré mi pacto con vosotros y con todos los animales, y el diluvio no volverá a destruir los vivientes.»

Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 24, 4bc-5ab. 6-7bc. 8-9 (R/.: cf. 10)

R/. Tus sendas, Señor, son misericordia y lealtad
para los que guardan tu alianza.

Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.

Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas.
Acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R/.

El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R/.

Segunda lectura
Actualmente os salva el bautismo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (3, 18-22)

Queridos hermanos:

Cristo murió por los pecados una vez para siempre: el inocente por los culpables, para conduciros a Dios.

Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida.

Con este Espíritu, fue a proclamar su mensaje a los espíritus encarcelados que en un tiempo habían sido rebeldes, cuando la paciencia de Dios aguardaba en tiempos de Noé, mientras se construía el arca, en la que unos pocos — ocho personas —se salvaron cruzando las aguas.

Aquello fue un símbolo del bautismo que actualmente os salva: que no consiste en limpiar una suciedad corporal, sino en impetrar de Dios una conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo, que llegó al cielo, se le sometieron ángeles, autoridades y poderes, y está a la derecha de Dios.

Palabra de Dios.

EVANGELIO
Se dejaba tentar por Satanás, y los ángeles le servían

+ Lectura del santo evangelio según san Marcos (1, 12-15)

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto.

Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían.

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: — «Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»

Palabra del Señor.



COMENTARIO

Era tentado por Satanás y los ángeles le servían

El miércoles pasado iniciamos la Cuaresma, y hoy celebramos el primer domingo de este tiempo litúrgico, que estimula a los cristianos a comprometerse en un camino de preparación para la Pascua. Hoy el evangelio nos recuerda que Jesús, después de haber sido bautizado en el río Jordán, impulsado por el Espíritu Santo, que se había posado sobre él revelándolo como el Cristo, se retiró durante cuarenta días al desierto de Judá, donde superó las tentaciones de Satanás (cf. Mc 1, 12-13). Siguiendo a su Maestro y Señor, también los cristianos entran espiritualmente en el desierto cuaresmal para afrontar junto con él "el combate contra el espíritu del mal".

La imagen del desierto es una metáfora muy elocuente de la condición humana. A lo largo del desierto el pueblo de Israel experimentó toda la fuerza y la insistencia del tentador, que los inducía a perder la confianza en el Señor y a volver atrás; pero, al mismo tiempo, gracias a la mediación de Moisés, aprendieron a escuchar la voz de Dios, que los invitaba a convertirse en su pueblo santo.

Para realizar plenamente la vida en la libertad, es preciso superar la prueba que la misma libertad implica, es decir, la tentación. Sólo liberada de la esclavitud de la mentira y del pecado, la persona humana, gracias a la obediencia de la fe, que la abre a la verdad, encuentra el sentido pleno de su existencia y alcanza la paz, el amor y la alegría.

Precisamente por eso, la Cuaresma constituye un tiempo favorable para una atenta revisión de vida en el recogimiento, la oración y la penitencia” (cf. Benedicto XVI, Angelus, 5-III-2006).

La Cuaresma es un tiempo que nos invita a tomar en serio nuestra conversión, nuestra renovación. Renovarse es aceptar la alianza, como Noé. Renovarse es convertirse a Jesucristo, dejando que Él sea el único Señor de tu vida.

El Evangelio de hoy nos presenta una realidad constante en la vida del hombre: la realidad de la tentación. Jesús fue tentado, y también nosotros pasamos por esa realidad. La tentación es la invitación a hacer el mal, a apartarnos del plan de Dios sobre nuestra vida. Ser tentado no es malo, es poner a prueba la fortaleza de nuestra fe; lo malo es caer en la tentación.

En los demás evangelios se nos concreta que Jesucristo es tentado tres veces: las tentaciones que se le hacen a Jesucristo son el dinero, el poder y la manipulación de Dios. También nosotros tenemos estas tentaciones delante, tratando de apartarnos de Dios.

Hoy se nos tienta haciéndonos creer que el dinero es lo que da la vida. Se nos invita a ser materialistas, a olvidarnos de Dios y a poner nuestra confianza en las cosas materiales.

También se nos tienta haciéndonos buscar el poder como una fuente de satisfacción y de dominio sobre los demás, como vemos hoy tantas veces en nuestra sociedad. Se nos quiere hacer creer que la vida está en dominar, cuando la vida está en servir, en entregarse.

La tercera tentación es querer manipular a Dios, o a la Iglesia, querer utilizarlos para nuestros intereses, "fabricándonos" una religión a nuestra manera, utilizando la religión para justificar nuestra conducta, o atacando a la Iglesia cuando su predicación nos resulta incómoda.

La respuesta de Jesús es clara: no tentarás al Señor, tu Dios. ¿Cuáles son las tentaciones de tu vida? ¿Cómo luchas contra ellas?

Compromiso semanal

Revisa tu vida tratando de descubrir cuáles son tus tentaciones y cómo has de luchar contra ellas. Haz un plan de vida espiritual para esta Cuaresma.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Génesis 9, 8-15. Pacto de Dios con Noé, liberado de las aguas del diluvio.

El pacto con Noé inaugura la cadena de alianzas que culminarán en Cristo, por el que Dios tuvo a bien reconciliar todas las cosas, pacificando, mediante la sangre de su cruz, lo que hay en la tierra y en los cielos” (Col 1, 20). La alianza con Noé se fija en la restauración de la armonía entre el hombre y la creación. El arco iris es la señal de este pacto que Dios hace con el hombre. Tras la tormenta todo se serena. Parece como si todo comenzase otra vez. Como si nada hubiera ocurrido. Dios perdona. Dios bendice y el alma siente una paz alegre y reposada.

Salmo 24, 4-9. Tus sendas, Señor, son misericordia y lealtad, para los que guardan tu alianza.

Este salmo nos invita –al comienzo de la cuaresma– a la reflexión y a la súplica: Señor, haz que camine con lealtad a través de estos días de renovación, tú que enseñas el camino a los pecadores. Ya que Dios ha ofrecido una alianza universal para todos los hombres, el salmo nos invita a reconocer cómo en verdad las sendas del Señor son misericordia y lealtad, para toda la humanidad.

2ª lectura: 1 Pedro 3, 18-22. Aquello fue un símbolo del bautismo que actualmente os salva.

San Pedro nos recuerda la eficacia salvadora del sufrimiento. Una eficacia salvadora que alcanza tanto a la persona que sufre como a la comunidad en medio de la que sufre. Como suprema garantía está Cristo que sufriendo y muriendo ha salvado al pueblo de Dios y a la vez ha conquistado para sí un nuevo modo de vivir: la gloria del cuerpo resucitado frente a la limitación y debilidad del cuerpo mortal.

Evangelio: Marcos 1, 12-15. Era tentado por Satanás y los ángeles le servían.

El evangelio nos muestra a Jesús llevado al desierto por el Espíritu Santo y dejándose tentar por Satanás. Jesús, como verdadero hombre, tiene que vivir el desierto de la prueba y recorrer el duro camino que conduce a la salvación. Presenta a Cristo como vencedor de las fuerzas del mal que pesan sobre los hombres. La alegre noticia de Jesús, el Mesías Hijo de Dios, no va a seguir el esquema ya gastado de los honores, el esplendor y la gloria. Va a asumir los rasgos insólitos de la debilidad, la prueba y el sufrimiento.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 2 Lv 19, 1-2.11-18 Sed santos, porque yo, vuestro Dios, soy santo.
Sal 18, 8-10.15 Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Mt 25, 31-46 Venid, benditos de mi Padre; heredad el Reino preparado para vosotros.
Revisa si vives las obras de misericordia
Martes 3 Is 55, 10-11 Mi palabra no volverá a mí de vacío.
Sal 33, 4-7.16-19 Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias.
Mt 6, 7-15 Cuando recéis, no uséis muchas palabras…
Reza despacio el Padre Nuestro y medítalo
Miércoles 4 Jon 3, 1-10 Dios se arrepintió y no llevó a cabo el castigo.
Sal 50, 3-4.12-13.18-19 Un corazón quebrantado y humillado, tu no lo desprecias.
Lc 11, 29-32 Aquí hay uno que es más que Salomón y más que Jonás.
Reza por la nueva evangelización
Jueves 5 Est 4, 1. 3-5. 12-14. A nosotros líbranos con tu mano.
Sal 137, 1-3.7-8 Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor.
Mt 7, 7-12 Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá.
Pídele a Dios lo que más necesites
Viernes 6 Ez 18, 21-28 ¿No es más bien vuestro proceder el que es injusto?
Sal 129, 1-8 Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?
Mt 5, 20-26 Si no sois mejores que los letrados y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.
¿Estás pelado con alguien? Intenta poner paz
Sábado 7
Santas Perpetuas y Felicidad, márt
Dt 26, 16-19 Serás un pueblo consagrado al Señor tu Dios.
Sal 118, 1-8 Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Mt 5, 43-48 Yo os digo: Amad a vuestros enemigos.
¿Guardas rencor? Pon paz en tu corazón
Domingo 8
2º de CUARESMA
Gn 22, 1-2.9a.15-18 Sacrificio del patriarca Abrahán.
Sal 115, 10.15.16-19 Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida.
Rom 8, 31b-34 Dios entregó a su propio Hijo a la muerte por nosotros.
Mc 9, 2-10 Éste es mi Hijo amado; escuchadlo
Reza por tu familia y por la parroquia


No hay comentarios: