Sep 23, 2011
Por Tom McFeely
NUEVA YORK, 23 de septiembre (C-FAM) Los activistas a favor del aborto habitualmente afirman que el acceso este es imprescindible para reducir los altos e inaceptables índices de mortalidad materna entre las mujeres de algunas naciones en desarrollo.
Pero dicho reclamo es completamente falso, según escucharon a comienzos de este mes los asistentes a la conferencia MaterCare International celebrada en Roma. El aborto no es lo que necesitan las mujeres embarazadas vulnerables de tales países. En su lugar, precisan de un «Plan Marshall para Madres» que brinde la atención sanitaria básica a la que actualmente no pueden acceder en su momento de mayor necesidad.
El Plan Marshall para Madres es una idea del dr. Robert Walley, médico canadiense nacido en Gran Bretaña y profesor de Obstetricia y Ginecología que fundó MaterCare International para ofrecer asistencia a madres pobres. La idea es utilizar los recursos de la Iglesia Católica a fin de liderar a nivel mundial la provisión de atención sanitaria adecuada para mujeres que en la actualidad carecen aun de los rudimentos más básicos de la asistencia sanitaria moderna.
«La Cultura de la Muerte está expandiéndose por todo el mundo», comentó el Dr. Walley en unprograma de EWTN sobre la conferencia de MaterCare. «Entonces pensé para mis adentros: quizás deberíamos tener un Plan Marshall para Madres, cuando sabemos que lo que las madres necesitan es atención médica esencial. ¿Y eso significa qué? Lugares limpios y seguros donde tener a sus hijos, alguien que esté adecuadamente capacitado para ayudarlas. Porque la mayoría de las madres que mueren (330.000 al año) no tienen a nadie que las ayude».
En esta conferencia patrocinada por el Vaticano, a la que asisten principalmente obstetras y ginecólogos en ejercicio, se solicitó a los participantes que remitieran ideas, en el lapso del próximo mes, acerca de cómo podría implementarse la propuesta del Plan Marshall para Madres. Mientras se le da cuerpo, MaterCare International sigue mostrando el modo de ofrecer programas de maternidad innovadores, hechos a la medida de las necesidades del mundo en desarrollo. MaterCare, organización que se financia únicamente mediante donaciones y que no recibe ninguna clase de apoyo gubernamental, mantiene, en la actualidad, programas locales en Kenia y en Haití.
Pero dicho reclamo es completamente falso, según escucharon a comienzos de este mes los asistentes a la conferencia MaterCare International celebrada en Roma. El aborto no es lo que necesitan las mujeres embarazadas vulnerables de tales países. En su lugar, precisan de un «Plan Marshall para Madres» que brinde la atención sanitaria básica a la que actualmente no pueden acceder en su momento de mayor necesidad.
El Plan Marshall para Madres es una idea del dr. Robert Walley, médico canadiense nacido en Gran Bretaña y profesor de Obstetricia y Ginecología que fundó MaterCare International para ofrecer asistencia a madres pobres. La idea es utilizar los recursos de la Iglesia Católica a fin de liderar a nivel mundial la provisión de atención sanitaria adecuada para mujeres que en la actualidad carecen aun de los rudimentos más básicos de la asistencia sanitaria moderna.
«La Cultura de la Muerte está expandiéndose por todo el mundo», comentó el Dr. Walley en unprograma de EWTN sobre la conferencia de MaterCare. «Entonces pensé para mis adentros: quizás deberíamos tener un Plan Marshall para Madres, cuando sabemos que lo que las madres necesitan es atención médica esencial. ¿Y eso significa qué? Lugares limpios y seguros donde tener a sus hijos, alguien que esté adecuadamente capacitado para ayudarlas. Porque la mayoría de las madres que mueren (330.000 al año) no tienen a nadie que las ayude».
En esta conferencia patrocinada por el Vaticano, a la que asisten principalmente obstetras y ginecólogos en ejercicio, se solicitó a los participantes que remitieran ideas, en el lapso del próximo mes, acerca de cómo podría implementarse la propuesta del Plan Marshall para Madres. Mientras se le da cuerpo, MaterCare International sigue mostrando el modo de ofrecer programas de maternidad innovadores, hechos a la medida de las necesidades del mundo en desarrollo. MaterCare, organización que se financia únicamente mediante donaciones y que no recibe ninguna clase de apoyo gubernamental, mantiene, en la actualidad, programas locales en Kenia y en Haití.
Jeanne Head, Vicepresidente de Asuntos Internacionales y Representante ante la ONU del National Right to Life Committee (Comité Nacional por el Derecho a la Vida), asistió a la conferencia en Roma. Head, experimentada enfermera obstétrica, dijo que el Plan Marshall para Madres fue el tema más importante y estimulante que allí se trató.
Según Head, para contrarrestar la campaña internacional tendiente a promover el aborto como un componente de la asistencia médica materna, es importante desmentir los falsos reclamos del lobby pro-abortista según los cuales el aborto legal es necesario para salvar la vida de las mujeres. Por el contrario, es crucial ofrecer la misma clase de asistencia sanitaria materna, que proporciona un resultado positivo para la madre y para el niño, que está a disposición de las mujeres en el mundo desarrollado.
«Durante años, los organismos pro-abortistas de la ONU y ONG han sostenido falsamente que el aborto legal es necesario para salvar las vidas de las mujeres, y han dedicado valiosos recursos a la disminución el número de hijos que dan a luz las mujeres en el mundo en desarrollo, en vez de destinarlos a hacer que el parto de sus hijos sea seguro», comentó Head.
El dr. Walley dijo a Friday Fax que las mujeres del mundo en desarrollo están pidiendo este cuidado obstétrico que salva vidas. «Créame, eso es lo que las madres desean», sostuvo. «Quieren vida y esperanza, no desesperanza y muerte. Y podemos ofrecerles un poco de amor, también».
Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano
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