DOMINGO III DE CUARESMA
11 de marzo de 2007 (ciclo C, año impar)
Primera lectura
«Yo soy» me envía a vosotros
Lectura del libro del Éxodo 3, l-8a. 13-15
En aquellos días, Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de Madián; llevó el rebaño trashumando por el desierto hasta llegar a Horeb, el monte de Dios. |
Salmo responsorial
Sal 102, 1-2. 3-4. 6-7. 8 y 11 (R/.: 8a)
R/. El Señor es compasivo y misericordioso. Bendice, alma mía, al Señor, |
Segunda lectura
La vida del pueblo con Moisés en el desierto fue escrita para escarmiento nuestro
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 10, 1-6. 10-12
No quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres estuvieron todos bajo la nube y todos atravesaron el mar y todos fueron bautizados en Moisés por la nube y el mar; y todos comieron el mismo alimento espiritual; y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo. Pero la mayoría de ellos no agradaron a Dios, pues sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto. |
Versículo antes del Evangelio
Mt 4, 17
Convertíos —dice el Señor—,
porque está cerca el reino de los cielos.
EVANGELIO
Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 1-9
En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: |
COMENTARIO
Si no os convertís, Dice el refrán que no hay peor sordo que el que no quiere oír, ni peor ciego que el que no quiere ver. Hoy mucha gente vive en una actitud de soberbia: cree que todo lo hace bien, que nada hay que cambiar en la vida y que nadie tiene por qué decirle qué es lo que tiene que hacer. Compromiso semanal Haz un examen de conciencia reposado para ver en qué cosas concretas necesitas convertirte. Haz un propósito concreto de conversión. La Palabra del Señor, luz para cada día 1ª lectura: Éxodo 3, 1-8. 13-15. “Yo soy” me envía a vosotros. Dios no puede tolerar la explotación de su pueblo en Egipto y envía Moisés para librarlo. Moisés experimenta la cercanía de Dios y recibe la misión de ayudar a sus hermanos que sufren esclavitud. En el monte divino Moisés descubre a Dios en la zarza y Dios le sale al encuentro por su palabra. Dios llama a Moisés, y éste le responde. El encuentro con Dios es un riesgo y un acontecimiento salvador que llama a una vida nueva. Quien se revela no es un desconocido, sino el Dios paterno, ligado a una historia de amor y comprometido con unas promesas. Dios toma la iniciativa y entra en la historia para rescatar a los suyos. Salmo 102, 1-8. 11. El Señor es compasivo y misericordioso. El salmo es un canto de profundo agradecimiento a Dios por la ternura que siente hacia sus hijos y por la generosidad con que perdona sus culpas. Dios conoce nuestra esclavitud; Dios contempla nuestras insatisfacciones, nuestros deseos no realizados de vida y de felicidad, como miró el sufrimiento de Israel, tiene misericordia de nosotros y nos salva. 2ª lectura: 1 Corintios 10, 1-6. 10-12. La vida del pueblo con Moisés en el desierto fue escrita para escarmiento nuestro. San Pablo evoca la historia del pueblo de Israel. Los acontecimientos del primer éxodo son signo de lo que ahora sucede. Las falsas seguridades de entonces llevaron al pueblo a la idolatría. Todos podemos sucumbir a la tentación y caer en el pecado. San Pablo nos pone en guardia y hace una vibrante llamada a la humildad, viviendo, además, en la esperanza, porque Dios nunca nos deja solos ante el peligro ni permite que seamos probados más allá de nuestras fuerzas. La mejor actitud es la conversión: es hacer camino con Cristo y participar de sus dones de salvación. Evangelio: Lucas 13, 1-9. Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera. Jesús aprovecha dos acontecimientos trágicos recientes para hacer una llamada general a la conversión. Para vivir, debemos convertirnos. Es la única manera de escapar a la muerte. Conversión es un cambio total en la persona, en su interior y en su actuar externo. Es cambiar la mentalidad y ver la vida de otra manera: con la mirada de Dios. Dios nos va dando oportunidades para la conversión. Todavía es tiempo de arrepentimiento. A pesar de la urgencia de la invitación a la conversión y a dar frutos, vivimos todavía en el tiempo de la paciencia de Dios. |
CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 12 Beato Luis Orione | 2 Re 5, 1-15a ¡Ojalá mi Señor fuese el profeta que hay en Samaría! Él lo curaría de la lepra. Sal 41, 2-3; 42,3-4 Mi alma tiene sed del Dios vivo: Lc 4, 24-30 Os aseguro que ningún profeta es aceptado en su patria. Reza por los cristianos perseguidos |
Martes 13 | Dn 3, 25.34-43 Azarías oró al Señor. Sal 24, 4-9 Señor, recuerda tu misericordia. Mt 18, 21-35 ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero como yo tuve compasión de ti? ¿Guardas rencor a alguien? Intenta perdonar. |
Miércoles 14 | Dt 4, 1.5-9 Guardad y cumplid los mandatos y decretos del Señor. Sal 147, 12-13.15-16.19-20 Glorifica al Señor, Jerusalén. Mt 5, 17-19 No he venido a abolir la Ley y los Profetas. Revisa si eres fiel al Evangelio y a la Iglesia |
Jueves 15 Santa Luisa de Marillac | Jer 7, 23-28 Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo. Sal 94, 1-2.6-9 Ojalá escuchéis hoy su voz: no endurezcáis vuestro corazón. Lc 11, 14-23 Si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Reza por los enfermos |
Viernes 16 | Os 14, 2-10 Vuelve, Israel, al Señor tu Dios. Sal 80, 6-11.14.17 Yo soy el Señor, Dios tuyo. Mc 12, 28-34 ¿Qué mandamiento es el más importante? Revisa si vives el Evangelio de hoy |
Sábado 17 San Patricio | Os 6, 1-6 Quiero misericordia y no sacrificios. Sal 50, 3-4.18-21 Quiero misericordia y no sacrificios. Lc 18, 9-14 El publicano bajó justificado, pero el fariseo no. Medita el Evangelio de hoy. Revisa tu corazón |
Domingo 18 4º de CUARESMA | Jos 5, 9a.10-12 El día siguiente a la pascua empezaron a comer de los frutos de la tierra, y dejó de caer el maná. Sal 33, 2-7 Gustad y ved qué bueno es el Señor. 2 Co 5, 17-21 Dios nos reconcilió consigo y nos encargó el servicio de reconciliar. Lc 15, 1-2.11-32 Profundamente conmovido, salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo cubrió de besos. Reza por tu familia y por la parroquia |
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