DOMINGO IV DE CUARESMA
18 de marzo de 2007 (ciclo C, año impar)
Primera lectura
El pueblo de Dios celebra la Pascua,
después de entrar en la tierra prometida
Lectura del libro de Josué 5, 9a. 10-12
En aquellos días, el Señor dijo a Josué: |
Salmo responsorial
Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7 (R/.: 9a)
R/. Gustad y ved qué bueno es el Señor. Bendigo al Señor en todo momento, |
Segunda lectura
Dios, por medio de Cristo, nos reconcilió consigo
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 5, 17-21
Hermanos: |
Versículo antes del Evangelio
Lc 15, 18
Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré:
«Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.»
EVANGELIO
«Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido»
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 15, 1-3. 11-32
En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: |
COMENTARIO
Este hermano tuyo Decíamos la semana pasada que uno de los grandes problemas del mundo de hoy es que hay demasiada gente que vive en una actitud de soberbia: cree que todo lo hace bien y que nadie tiene por qué meterse en su vida. Compromiso semanal Revisa tu vida a la luz de la Palabra de Dios. Pídele perdón al Señor por tus pecados y acércate al Sacramento de la Penitencia. La Palabra del Señor, luz para cada día 1ª lectura: Josué 5, 9-12. El pueblo de Dios celebra la Pascua, después de entrar en la tierra prometida. Israel inicia una nueva vida: deja la vida errante del desierto y entra en la tierra prometida por Dios. Celebra la pascua y comienza un nuevo estilo de vida. Dios es fiel y cumple sus promesas. Salmo 33, 2-7. Gustad y ved qué bueno es el Señor. El Señor fue bueno para Israel: cuando el pueblo, oprimido en Egipto, acudió al Señor, “Dios lo escuchó y lo salvó de sus angustias”, Dios le dio una tierra fértil que manaba leche y miel. Pero las maravillas de Dios no son sólo acciones pasadas: si hoy la Iglesia recuerda las proezas de Dios a favor de Israel, es porque también nosotros nos acercamos a la tierra de promisión y somos dichosos cuando nos acogemos a él. 2ª lectura: 2 Corintios 5, 17-21. Dios, por medio de Cristo, nos reconcilió consigo. San Pablo llama a los hombres a que acepten la reconciliación de Dios, no se resistan a ella: se dejen reconciliar por Dios en Cristo, no se empeñen en reconciliarse por sí mismos. Los hombres tienen necesidad de vivir en paz unos con otros; pero difícilmente lo lograrán si no viven en paz con Dios. Todo es ya nuevo porque ha sido reconciliado con Dios por medio de Cristo. Él cargó sobre sí el pecado de todos para que la humanidad viviera una vida nueva y libre. Evangelio: Lucas 15, 1-3. 11-32. Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido. Jesús nos muestra el amor de Dios. Dios toma la iniciativa para buscar incansablemente al hombre extraviado. Una vez hallado, desborda de alegría. Y esta alegría no se la guarda, sino que la comparte con la comunidad que debe también festejar el retorno. El hombre no puede permanecer pasivo ante esta actitud de amor. Tiene que dar una respuesta. Debe convertirse. Dios le perdona siempre, pero el hombre debe responder con amor, convirtiéndose. Sólo así llegará al gozo inmenso de la reconciliación. El centro de la parábola del hijo pródigo lo constituye el Padre y su misericordia. Jesús dice con parábolas lo que Él anuncia con su presencia y su vida. Así actúa Dios. Dios ama y sabe perdonar. No recrimina y humilla al hijo, echándole en cara su mal proceder. Intenta facilitar la vuelta, en lugar de hacerla más dura y humillante. Es el momento de alegrarse. El hijo estaba perdido y lo ha encontrado. El perdón bien otorgado integra de nuevo, olvida las faltas, abre al amor. Jesús dispone del perdón de Dios, lo comunica con su presencia, lo anuncia con sus palabras. No cabe más que participar en el gozo mismo de Dios y hacer nosotros lo mismo. |
CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 19 San José | 2 S 7, 4-5a.12-14a.16 Tu casa y tu reino durarán por siempre. Sal 88, 2-5.27.29 Su linaje será perpetuo. Ro 4, 13.16-18.22 Fue la fe la que obtuvo para Abrahán y su descendencia la promesa de heredar el mundo. Mt 1, 16.18-21.24a José, su esposo, era bueno. Da testimonio de Jesucristo. |
Martes 20 | Ez 47, 1-9.12 Al regresar vi a la vera del río una gran arboleda. Sal 45, 2-3.5-6-8-9 El Señor de los ejércitos está con nosotros. Jn 5, 1-3a.5-16 El que me ha curado me ha dicho: toma tu camilla y echa a andar. Pídele al Señor que sane tu corazón. |
Miércoles 21 | Is 49, 8-15 ¿Es que puede una madre olvidarse de su criatura? Sal 144, 8-9.13-14.17-18 El Señor es clemente y misericordioso. Jn 5, 17-30 El Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que Él hace. Haz una obra de caridad. |
Jueves 22 | Ex 32, 7-14 Recuerda a Abrahán, a Isaac y a Israel, tus servidores. Sal 105, 19-23 Acuérdate de nosotros, por amor a tu pueblo. Jn 5, 31-47 Las obras que yo hago atestiguan de mí que el Padre me ha enviado. Reza a la Virgen y pídele que te ayude a ser fiel. |
Viernes 23 Santo Toribio de Mogrovejo | Sb 2, 1a.12-22 Declara dichoso el fin de los justos y se gloría de tener por padre a Dios. Sal 33, 17-23 El Señor está cerca de los atribulados. Jn 7, 1-2.10.25-30 Todavía no había llegado su hora. Reza por los que no conocen a Cristo. |
Sábado 24 | Jer 11, 18-20 Yo, como cordero manso llevado al matadero. Sal 7, 2-3.9-12 Señor, Dios mío, a ti me acojo. Jn 7, 40-53 Surgió entre la gente una discordia por su causa. Reza por los que rechazan a la Iglesia. |
Domingo 25 5º de CUARESMA | Is 43, 16-21 No penséis en lo antiguo; mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis? Sal 125, 1-6 El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Fil 3, 8-14 Olvidando lo que he dejado atrás, me lanzo de lleno a la consecución de los que está delante. Jn 8, 1-11 El que esté sin pecado que le tire la primera piedra. Reza por tu familia y por la parroquia. |
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