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12 abril 2008

Domingo 13 de Abril

IV DOMINGO de pascua
13 de abril de 2008 (ciclo A, año par)



Primera lectura
Dios lo ha constituido Señor y Mesías

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 14a. 36-41

El día de Pentecostés, Pedro, de pie con los Once, pidió atención y les dirigió la palabra:

- «Todo Israel esté cierto de que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías.»

Estas palabras les traspasaron el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles:

- «¿Qué tenemos que hacer, hermanos?»

Pedro les contestó:

- «Convertíos y bautizaos todos en nombre de Jesucristo para que se os perdonen los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos y, además, para todos los que llame el Señor, Dios nuestro, aunque estén lejos.»

Con estas y otras muchas razones les urgía, y los exhortaba diciendo:

- «Escapad de esta generación perversa.»

Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día se les agregaron unos tres mil.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6

R/. El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R/.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo,
porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R/.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R/.

Segunda lectura
Habéis vuelto al pastor de vuestras vidas

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 2, 20b-25

Queridos hermanos:

Si, obrando el bien, soportáis el sufrimiento, hacéis una cosa hermosa ante Dios. Pues para esto habéis sido llamados, ya que también Cristo padeció su pasión por vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas.

Él no cometió pecado ni encontraron engaño en su boca; cuando lo insultaban, no devolvía el insulto; en su pasión no profería amenazas; al contrario, se ponía en manos del que juzga justamente.

Cargado con nuestros pecados subió al leño, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Sus heridas os han curado.

Andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras vidas.

Palabra de Dios

Aleluya
Jn 10, 14

Yo soy el buen Pastor -dice el Señor-,
conozco a mis ovejas, y las mías me conocen.

EVANGELIO
Yo soy la puerta de las ovejas

Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 1-10

En aquel tiempo, dijo Jesús:

- «Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.»

Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:

- «Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.

Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.

El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.»

Palabra del Señor



COMENTARIO

Yo soy la puerta de las ovejas

El cuarto Domingo de Pascua es el del Buen Pastor. La Palabra de Dios que proclamamos nos presenta a Jesucristo como el Buen Pastor que cuida de sus ovejas. Esta comparación expresa de una manera sencilla y profunda cuál es la relación que debe haber entre Jesucristo y nosotros.

Jesucristo es el Buen Pastor. Es decir, Él es el encargado de guiar, conducir, cuidar y alimentar el rebaño. Él es el pastor, y no hay otro. El es nuestro único maestro y nuestro único Señor. El es el único camino, la única verdad y la única vida.

Nosotros somos las ovejas. Es decir, nosotros debemos seguir al pastor, debemos escuchar su voz, debemos estar atentos a la voz del pastor. Debemos estar atentos a su enseñanza. La cabra tira al monte, es rebelde, va a la suya, no hace caso del pastor. La oveja es mansa, dócil, se deja llevar por el pastor. Se fía de él porque sabe que el pastor le ama y busca su bien. Las ovejas no escuchan la voz de los extraños, sino que se fijan en la voz del pastor y sólo le escuchan a él. ¿Quiénes son los extraños? Pues aquellos que quieren hacernos dudar de la Palabra de Dios y de la Iglesia.

Toda esta hermosa comparación tiene que hacernos pensar cómo está nuestra relación con Jesucristo, el Buen Pastor. ¿Escuchamos su voz? ¿Somos dóciles a su palabra, a su enseñanza? ¿Somos ovejas o somos cabras? ¿Hacemos más caso a la voz de los extraños que a la de Jesucristo?

Hemos de tener una actitud de mansedumbre, dejándonos llevar por el Buen Pastor, aunque a veces no le comprendamos, pero fiándonos siempre de quien sabemos que nos ama más que nadie y quiere para nosotros nada más y nada menos que la vida eterna.

Como estamos viendo en estos domingos de Pascua, Jesucristo ha confiado a la Iglesia la misión de pastorear al rebaño del Pueblo de Dios. Es el Papa y los Obispos en comunión con Él quienes tienen que pastorear el rebaño.

De esta misión participan también los sacerdotes en la medida en que son colaboradores de los Obispos y reciben de ellos la misión pastoral, y también los laicos en la medida en que reciben de la Iglesia la misión para participar en la tarea pastoral.

Por ello, es preciso que nos preguntemos si estamos escuchando la voz de la Iglesia, si estamos en comunión con ella, si somos dóciles a sus enseñanzas.

También es necesario descubrir la dimensión vocacional de este Domingo: hemos de pedirle al Señor que nos "dé pastores según su corazón", que haga suscitar entre nosotros jóvenes valientes, capaces de aceptar el reto de entregarse totalmente por Jesucristo en la misión de cuidar y guiar al rebaño. Es necesario pedir por los jóvenes, para que estén atentos a la llamada del Señor y sean generosos para responderle.

También debemos preguntarnos hoy cómo estamos viviendo nuestra misión pastoral: todos los que tenemos alguna responsabilidad sobre los demás: sacerdotes, padres, padrinos, maestros, catequistas, educadores... Porque hemos de asumir que el Señor ha puesto en nuestras manos una parte del rebaño, pequeña o grande, y debemos cuidar con esmero a los que Él nos ha confiado, procurando guiarles por el camino de la fe.

Compromiso semanal

Reza por las vocaciones sacerdotales y religiosas, y revisa cómo estás viviendo tu misión pastoral. Revisa si estás siendo dócil al Señor.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Hechos 2, 14. 36-41. Dios lo ha constituído Señor y Mesías.

Por la Resurrección Dios ha constituido a Jesús Señor y Mesías. Pero para los que escuchan la predicación, la Resurrección plantea una toma de postura ante el mensaje. Una postura de aceptación, de conversión, que lleva aneja una promesa: el perdón de los pecados y el don del Espíritu. La aceptación del mensaje es el medio para alcanzar la salvación. Quien toma partido por Jesús, quien le reconoce como Mesías, acepta cambiar de vida y pasa a ser propiedad del Señor. La proclamación de la Resurrección de Cristo es fuente de un constante crecimiento de la Iglesia.

Salmo 22. El Señor es mi pastor, nada me falta.

Una profunda alegría y serena confianza dominan todo el salmo que canta la felicidad de estar junto a Dios. Las imágenes del pastor y del dueño de la casa sirven al salmista para comunicarnos dos experiencias: su intimidad con Dios y el delicado cuidado del Señor. La oscuridad del camino y la presencia lejana de los enemigos no pueden turbar su felicidad. Jesús es el buen pastor que da la vida por sus ovejas y las conduce hacia fuentes de agua viva. En la Iglesia primitiva los recién bautizados, se dirigían en procesión a la Iglesia cantando este salmo antes de participar por primera vez en la Eucaristía.

2ª lectura: 1 Pedro 2, 20-25. Habéis vuelto al pastor de vuestras vidas.

El sufrimiento del cristiano en este mundo, como desterrado, es un tema central de esta carta. La vida cristiana es una peregrinación hacia la vida eterna. Pedro invita a vivir conforme a la vocación a la que hemos sido llamados, a llevar una vida conforme al don recibido. Cristo nos ha dado ejemplo para que sigamos sus huellas y aceptemos el sufrimiento. Este sufrimiento no merecido, sino que procede de hacer el bien o comportarse como cristianos, es una señal escatológica, prueba de la fe y garantía de la salvación. Puedes leer Isaías 53.

Evangelio: Juan 10, 1-10. Yo soy la puerta de las ovejas.

Para nacer a la vida, para entrar en la casa del Padre hay que pasar por Jesús. Quien se salva pasa por Jesús. Aunque no lo sepa, aunque no lo conozca. Jesús nos explica también las relaciones que hay entre Él y sus ovejas. Las llama por su nombre. Las conoce una a una y a su vez es conocido por ellas. Las saca a los pastos. Todo esto indica una intimidad, una participación de vida, una pertenencia mutua y profunda. El pastor no ve en las ovejas su negocio o su prosperidad: las ama. Está dispuesto a dar la vida por ellas para que así tengan vida abundante. Puedes leer Ezequiel 34, 11-16.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 14 Hch 11, 1-18 También a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión.
Sal 41. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.
Jn 10, 11-18. El buen pastor da la vida por las ovejas.
Reza por las vocaciones
Martes 15 Hch 11, 19-26. Se pusieron a anunciar al Señor Jesús.
Sal 86, 1-7. Alabad al Señor, todas las naciones.
Jn 10, 22-30. Yo y el Padre somos uno.
Da testimonio de Jesucristo.
Miércoles 16 Hch 12, 24-13,5. Apartadme a Bernabé y a Saulo.
Sal 66, 2-3.5-6.8. Oh Dios, que todos los pueblos te alaben.
Jn 12, 44-50. Yo he venido al mundo como luz.
Reza por los que quieren apagar la luz de Cristo.
Jueves 17 Hch 13, 13-25. Dios sacó de la descendencia de David un salvador: Jesús.
Sal 88 Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Jn 13, 16-20. El que recibe a mi enviado me recibe a mí.
Reza por los sacerdotes
Viernes 18 Hch 13, 26-33. Dios ha cumplido la promesa resucitando a Jesús.
Sal 2, 6-11. Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.
Jn 14, 1-6. Yo soy el camino, y la verdad, y la vida.
Reza por los moribundos
Sábado 19 Hch 13, 44-52. Sabed que nos dedicamos a los gentiles.
Sal 97, 1-4. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Jn 14, 7-14. Quién me ha visto a mí ha visto al Padre.
Haz una obra de misericordia
20 de Abril,
V Domingo de Pascua
Hch 6, 1-7. Escogieron a siete hombres llenos de espíritu.
Sal 32, 1-19. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros.
1P 2, 4-9. Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real.
Jn 14, 1-12. Yo soy el camino y la verdad y la vida.
Haz oración por tu familia y por tu parroquia


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