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19 agosto 2008

Domingo 24 de agosto

DOMINGO XXi DEL TIEMPO ORDINARIO
24 de agosto de 2008 (ciclo A, año par)



Primera lectura
Colgaré de su hombro la llave del palacio de David

Lectura del libro de Isaías 22, 19-23

Así dice el Señor a Sobná, mayordomo de palacio:

«Te echaré de tu puesto, te destituiré de tu cargo.

Aquel día, llamaré a mi siervo, a Eliacín, hijo de Elcías: le vestiré tu túnica, le ceñiré tu banda, le daré tus poderes; será padre para los habitantes de Jerusalén, para el pueblo de Judá. Colgaré de su hombro la llave del palacio de David: lo que él abra nadie lo cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá. Lo hincaré como un clavo en sitio firme, dará un trono glorioso a la casa paterna.»

Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 137, 1-2a. 2bc-3. 6 y 8bc

R. Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.


Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre. R.

Por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
Acreciste el valor en mi alma. R.

El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R.

Segunda lectura
Él es el origen, guía y meta del universo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 11, 33-36

¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos!

¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva?

Él es el origen, gula y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén.

Palabra de Dios

Aleluya
Mt. 16,18
Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,
y el poder del infierno no la derrotará.

EVANGELIO
Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos

Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 13-20

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

- «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»

Ellos contestaron:

- «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»

Él les preguntó:

- «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»

Simón Pedro tomó la palabra y dijo:

- «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»

Jesús le respondió:

-«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.

Ahora te digo yo:

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.»

Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

Palabra del Señor



COMENTARIO

Tú eres Pedro, y te daré las llaves del Reino de los Cielos

La Palabra de Dios que proclamamos hoy nos plantea la importancia del sucesor de Pedro –del Papa– en la Iglesia. Efectivamente, Jesucristo no ha querido viviéramos la fe solitariamente, sino formando una familia, la Iglesia, que es un cuerpo organizado con muchos miembros –todos necesarios e importantes–, presidido y gobernado por una cabeza: el Papa.

En el Evangelio comprobamos como Jesucristo elige, de entre todos los apóstoles, a Pedro como cabeza de la Iglesia. Este oficio pastoral de Pedro y de los demás apóstoles pertenece a los cimientos de la Iglesia, y se continúa por los obispos bajo el primado del Papa. El Papa ha sido puesto por Jesucristo para enseñar, santificar y gobernar la Iglesia. Los obispos en comunión con el Papa participan de esta misión.

Las tres metáforas que utiliza Jesús en el Evangelio son en sí muy claras: Pedro será el cimiento de roca sobre el que se apoyará el edificio de la Iglesia; tendrá las llaves del reino de los cielos para abrir y cerrar a quien le parezca oportuno; por último, podrá atar o desatar, es decir, podrá decidir o prohibir lo que considere necesario para la vida de la Iglesia, que es y sigue siendo de Cristo. Siempre es la Iglesia de Cristo y no de Pedro. Así queda descrito con imágenes muy plásticas lo que la reflexión sucesiva calificará con el término: "primado de jurisdicción".

Pedro, para todos los tiempos, debe ser el custodio de la comunión con Cristo; debe guiar a la comunión con Cristo; debe cuidar de que la red no se rompa, a fin de que así perdure la comunión universal. Sólo juntos podemos estar con Cristo, que es el Señor de todos. La responsabilidad de Pedro consiste en garantizar así la comunión con Cristo con la caridad de Cristo, guiando a la realización de esta caridad en la vida diaria (cf. Benedicto XVI, Audiencia General, 7-VI-2006).

Sin embargo hoy vivimos en una época en la que muchas veces se critica ferozmente al Papa (y a toda la Iglesia), tratando de desprestigiar la misión y persona del Papa, restarle autoridad moral, confundir a los católicos y sembrar el desconcierto dentro de la Iglesia.

Es necesario que redescubramos la misión fundamental del Papa en la Iglesia, que le reconozcamos como cabeza de la Iglesia. Por ello, es necesario que cada día ames más a la Iglesia, que ames más al Papa y trates de escuchar su enseñanza y llevarla a la práctica, dándote cuenta de que la doctrina que el Papa propone no es arbitraria ni caprichosa: “Mi verdadero programa de gobierno es no hacer mi voluntad, no seguir mis propias ideas, sino de ponerme, junto con toda la Iglesia, a la escucha de la palabra y de la voluntad del Señor y dejarme conducir por Él, de tal modo que sea él mismo quien conduzca a la Iglesia en esta hora de nuestra historia” (cf. Benedicto XVI, Homilía en el solemne inicio del ministerio petrino, 25-IV-2005). Es necesario que reces cada día pidiendo a Dios por el Papa y los demás pastores de la Iglesia, en la tremenda responsabilidad que tienen de guiar al pueblo de Dios hasta la vida eterna.

Compromiso semanal

Reza por el Papa y los Obispos. Pídele a Dios que les dé luz y fuerza en la tremenda responsabilidad de enseñar, gobernar y santificar la Iglesia. Reza también por los que quieren apagar la luz.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Isaías 22, 19-23. Colgaré de su hombro la llave del palacio de David.

El texto se refiere al mayordomo del palacio real. Por su pecado será destituido. Dios nombrará a otro. La promesa comienza a cumplirse en Eliacín, pero no se realiza plenamente en él. Tiempo vendrá en que Dios dé plenos poderes las llaves a un administrador fiel. El anuncio se realiza en Cristo, a quien Dios le entrega las llaves del Reino. Como representante suyo, Cristo deja en la tierra a Pedro, con plenos poderes salvíficos dentro de la Iglesia.

Salmo 137, 18. Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.

La contemplación de las maravillas que Dios ha realizado en favor nuestro es el mayor aliciente de nuestra oración.

2ª lectura: Romanos 11, 33-36. Él es origen, guía y meta del universo.

Este texto es un himno de alabanza a los designios de Dios. Ningún hombre se puede adelantar a ellos, ni tan siquiera sospecharlos. Pero esos designios de Dios se han manifestado ahora. Los hombres y mujeres que se dejan llevar por el Espíritu entienden, cada vez mejor, que toda la historia de la humanidad es "de Él y por Él". Por eso también la gloria es sólo "para Él".

Evangelio: Mateo 16, 13-20. Tú eres Pedro y te daré las llaves del Reino de los Cielos.

En Cesarea de Filipo, Pedro reconoce que Jesús es el Mesías. Naturalmente, con la luz del Padre y no por su saber humano. A la confesión de Pedro siguen las palabras de Cristo. Eres Pedro. Hay un cambio de nombre. Cefas significa Piedra y expresa su nueva misión: ser el fundamento de la Iglesia. Edificaré mi Iglesia. La Iglesia de Jesús, será la que Jesús reúna y edifique sobre la roca, que es Pedro. Y no habrá otra que pueda llamarse "Iglesia de Dios". El poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del Reino. El "poder de las llaves" es el mismo que Jesús tiene. Es el poder de "atar y desatar". Es decir, poder dar normas a la comunidad y poder admitir o separar de ella. En la Iglesia, es un poder espiritual y se manifiesta, sobre todo, en el poder de perdonar los pecados. Jesús da esta autoridad a Pedro, pero también a los Apóstoles.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 25

San José de Calasanz

2 Tes 1, 1-5.11b-12 El Señor sea vuestra gloria y vosotros seáis la gloria de Él.

Sal 95, 1-5 Contad a los pueblos las maravillas del Señor.

Mt 23, 13-22 ¡Ay de vosotros, guías ciegos!

Reza por los padres, educadores y catequistas

Martes 26

Santa Teresa de Jesús Jornet

2Ts 2,1-3a.14-17. Conservad las tradiciones que habéis aprendido.

Sal 95. El Señor llegará a regir la tierra.

Mt 23,23-26. Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello.

Visita a algún anciano o enfermo

Miércoles 27

Santa Mónica

2 Tes 3, 6-10.16-18 El que no trabaja, que no coma.

Sal 127, 1-5 Dichosos los que temen al Señor.

Mt 23, 27-32 Sois hijos de los que asesinaron a los profetas.

Revisa si hay rasgos fariseos en tu religiosidad

Jueves 28

San Agustín

1 Cor 1, 1-9 Habéis sido enriquecidos en todo.

Sal 144, 2-7 Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi rey.

Mt 24, 42-51 Estad preparados.

Reza por los moribundos

Viernes 29

Martirio de San Juan Bautista

Jer 1,17-19 Diles lo que yo te mando. No les tengas miedo.

Sal 70,1-6.15-17 Mi boca cantará tu salvación.

Mc 6,17-29 Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan Bautista.

Reza por los cristianos perseguidos

Sábado 30

San Pedro Crisólogo, obispo y doctor

1 Cor 1, 26-31 Dios ha escogido lo débil del mundo.

Sal 32, 12-13.18-21 Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

Mt 25, 14-30 Has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu Señor.

Medita qué estás haciendo con "tus" talentos

Domingo 31

22º del TIEMPO ORDINARIO

Jr 20, 7-9. La palabra del Señor se volvió oprobio para mí.

Sal 62, 2-6.8-9. Mi alma está sedienta de ti, Señor Dios mío.

Rm 12, 1-2. Ofreceos vosotros mismos como hostia viva.

Mt 16, 21-27. El que quiera venirse conmigo que se niegue a si mismo.

Reza por tu familia y por la parroquia

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