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13 junio 2009

Domingo 14 de junio

CORPUS CHRISTI
14 de junio de 2009 (ciclo B, año impar)



Primera lectura
Esta es la sangre deja alianza que hace el Señor con vosotros

Lectura del libro del Éxodo (24, 3-8)

En aquellos días, Moisés bajó y contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus mandatos; y el pueblo contestó a una:

— «Haremos todo lo que dice el Señor.»

Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano y edifico un altar en la falda del monte, y doce estelas, por las doce tribus de Israel. Y mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer al Señor Holocaustos, y vacas como sacrificio de comunión. Tomó la mitad de la sangre, y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar. Después, tomó el documento de la alianza y se lo leyó en alta voz al pueblo, el cual respondió:

—«Haremos todo lo que manda el Señor y lo obedeceremos»

Tomó Moisés la sangre y roció al pueblo, diciendo:

«Esta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros, sobre todos estos mandatos.»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 145,12-13. 1 y l6bc. 17-18

R/. ¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?.


O bien:
Aleluya.

¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre. R/.

Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo, hijo de tu esclava;
rompiste mis cadenas. R/.

Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo. R/.

Segunda lectura
La sangre de Cristo podrá justificar nuestra conciencia

Lectura de la carta a los Hebreos (9, 11-15)

Hermanos:

Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos. Su tabernáculo es más grande y más perfecto: no hecho por manos de ‘nombre, es decir, no de este mundo creado.

No usa sangre de machos cabríos ni de becerros, sino la suya propia; y así ha entrarle en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación eterna.

Si la sangre de machos cabríos y de toros y el rociar con las cenizas de una becerra tienen el poder de consagrar a los profanos, devolviéndoles la pureza externa, cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo.

Por esa razón, es mediador de una alianza nueva: en ella ha Habido una muerte que Ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza; y así los llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna.

Palabra de Dios.

Aleluya
Jn 6,51

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo - dice el Señor -;
el que coma de este pan vivirá para siempre.

EVANGELIO
Esto es mi cuerpo. Ésta es mi sangre

+ Lectura del santo evangelio según san Marcos (14, 12-16. 22-26)

El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos:

«¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?»

Él envió a dos discípulos, diciéndoles:

«Id a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo y, en la
casa en que entre, decidle al dueño: "El Maestro pregunta: ¿Dónde está la Habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?"

Os enseñara una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena.»

Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les Habla dicho y prepararon la cena de Pascua. Mientras comían, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo:

— «Tomad, esto es mi cuerpo.»

Cogiendo una copa, pronuncio la acción de gracias, se la dio, y todos bebieron.

Y les dijo:

— «Esta es mi sangre, sangre de a alianza, derramada por todos. Os aseguro que no volveré a beber del fruto cíe la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios.»

Después de cantar el salmo, salieron para el monte de los Olivos.

Palabra del Señor.


COMENTARIO

14 de Junio de 2009
CORPUS CHRISTI

Tomad, esto es mi cuerpo

Hoy celebramos la solemnidad del Corpus Christi. Es la fiesta solemne y pública de la Eucaristía, sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo. El misterio instituido en la última Cena, en este día se manifiesta a todos, rodeado del fervor de fe y de devoción de la comunidad eclesial. La Eucaristía constituye el "tesoro" de la Iglesia, la valiosa herencia que su Señor le ha legado.

La Eucaristía es el Señor Jesús que se entrega "para la vida del mundo" (Jn 6, 51). En todo tiempo y en todo lugar, él quiere encontrarse con el hombre y llevarle la vida de Dios.

Por eso la fiesta del Corpus Christi se caracteriza por la tradición de llevar el santísimo Sacramento en procesión, un gesto denso de significado. Al llevar la Eucaristía por las calles y las plazas, queremos introducir el Pan bajado del cielo en nuestra vida diaria; queremos que Jesús camine por donde caminamos nosotros, que viva donde vivimos nosotros. Nuestro mundo, nuestra existencia debe transformarse en su templo.

En este día la comunidad cristiana proclama que la Eucaristía es todo para ella, es su vida misma, la fuente del amor que vence la muerte. De la comunión con Cristo Eucaristía brota la caridad que transforma nuestra existencia y sostiene el camino de todos nosotros hacia la patria celestial (cf. Benedicto XVI, Ángelus, 18-VI-2006).

En cada Eucaristía es el mismo Cristo quien se hace presente. La Eucaristía nos recuerda que el Señor está con nosotros, está presente en nuestras vidas.

No podemos “pasar” de la Eucaristía. No podemos ser buenos cristianos si rechazamos la Eucaristía.

Es necesario descubrir que necesitamos participar en la Eucaristía todos los Domingos. El Domingo es el Día del Señor, día que hemos de consagrar y dedicar al Señor: es el día del descanso, del encuentro con el Señor en su Palabra y en la Eucaristía, de compartir el tiempo con la familia y con los amigos, de vivir la caridad ayudando al prójimo.

En este tema es especialmente importante que nos desmarquemos del estilo con que el mundo está viviendo el Domingo y el fin de semana en general, sobre todo en la manera de divertirnos. También en la diversión hemos de tener el estilo de vida de Jesús. ¿Se divertiría Jesús como tú te diviertes?

La Eucaristía se ha de notar en la vida de cada día: el que participa en la Eucaristía ha de dar testimonio cada día de aquello que celebra el Domingo. No ha de dar testimonio de que es perfecto, sino de que trata de serlo, de que lucha y se esfuerza por ser cada día mejor cristiano. El que participa en la Eucaristía ha de vivir con un estilo diferente al estilo de vida del mundo.

Hemos de descubrir, también, la oración ante la Eucaristía, la visita a Jesucristo presente en el Sagrario. La oración es fundamental en la vida cristiana, y la oración ante el Sagrario es un momento de especial intensidad y fuerza en la vida espiritual. ¿Qué actitud tienes ante la Eucaristía? ¿Cómo la estás viviendo? ¿Qué has de hacer para mejorar esta vivencia?

Compromiso semanal

Revisa cuál es tu actitud ante la Eucaristía y plantéate que tienes que hacer para mejorarla.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Éxodo 24, 3-8. Ésta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros.

Dios toma la iniciativa de comunicar a los hombres el misterio de su Amor y de su Vida. Quiere hacer surgir en ellos un nuevo modo de existir y de vivir. Se trata de un compromiso de vida en común; de una relación de amor entre Dios y su pueblo mantenida con fidelidad aunque cambien las situaciones. El pueblo está llamado a dar una respuesta afirmativa y generosa a la invitación del Dios Santo. La mejor señal de la alianza es la sangre, porque para un hebreo la sangre es el principio de la vida, y la sangre derramada representa la vida. Cuando Moisés, el Mediador, rocíe con la “sangre de la alianza” el altar (que representa a Dios) y al pueblo reunido, Dios y el pueblo quedarán unidos en una misma vida.

Salmo 115, 12-13. 15-18. Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor.

El salmista, que ante un gran peligro acudió a Dios y fue salvado de su aflicción, entona un cántico de acción de gracias acompañado de una ofrenda litúrgica. La Eucaristía realiza con toda plenitud este salmo: al borde de la muerte el Señor acude al Padre y el Padre le salva. Jesús resucitado quiso elevar de nuevo el cáliz eucarístico con sus apóstoles y mandó a la Iglesia que repitiera este gesto, para dar gracias a Dios por el triunfo de la Resurrección.

2ª lectura: Hebreos 9, 11-15. La sangre de Cristo podrá purificar nuestra conciencia.

Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos. Por la resurrección Cristo entró en el santuario del cielo de una vez por todas, para llegar a la presencia de Dios. Y lo ha hecho con el sacrificio de su Pasión, es decir, en virtud de su propia sangre y a impulsos del Espíritu eterno de Dios. La eficacia de este acto permanece para siempre. Su cuerpo resucitado, su sangre derramada, la ofrenda de su vida que permanece, son el camino para el acceso a Dios. La esperanza de los hombres de alcanzar el perdón de sus pecados y lograr la comunión con Dios, queda cumplida real y definitivamente en el misterio de la muerte y exaltación de Jesucristo, el Hijo de Dios.

Evangelio: Marcos 14, 12-16. 22-26. Tomad, esto es mi cuerpo.

El significado fundamental de este texto es la institución de la Eucaristía. Ésta, interpretando anticipadamente la muerte de Jesús, representa el culmen de toda su vida, una vida donada en favor de todos los hombres. En el pan y el vino eucarísticos hay algo más que una presencia. Está la presencia de una vida como don, que obliga necesariamente a tomar parte en ella.


CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 15
SANTA MARÍA MICAELA, VIRGEN

1Co 6,1-10. Damos prueba de que somos ministros de Dios.
Sal 97. El Señor da a conocer su victoria.
Mt 5, 38-42. Yo os digo: No hagáis frente al que os agravia.
Revisa si tienes odio a alguien. Sé misericordioso.

Martes 16

2 Co 8,1-9. Cristo se hizo pobre por vosotros.
Sal 145. Alaba, alma mía, al Señor.
Mt 5, 43-48. Amad a vuestros enemigos.
¿Tratas a los demás como quieres que te traten a ti?

Miércoles 17

2 Co 9,6-11. Al que da de buena gana lo ama Dios.
Sal 111. Dichoso quien teme al Señor.
Mt 6, 1.16-18. Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará
Revisa la sinceridad de tu vida.

Jueves 18

2 Co 11,1-11. Os anuncié de balde el Evangelio de Dios.
Sal 110. Justicia y verdad son las obras de tus manos, Señor.
Mt 6, 7-15. Vosotros rezad así.
Reza meditando el Padre Nuestro.

Viernes 19
El SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Os 11, 1b.3-4.8c-9 Se me revuelve el corazón.
Sal Is 12, 2-6 Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.
Ef 3, 8-12.14-19 El amor cristiano transciende toda filosofía:.
Jn 19, 31-37 Le traspasó el costado y al punto salió sangre y agua.
Haz una obra de caridad

Sábado 20
INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

2 Co 12,1-10. Muy a gusto presumo de mis debilidades.
Sal 33. Gustad y ved qué bueno es el Señor.
Mt 6,24-34. No os agobiéis por el mañana.
Haz oración descansando en el Señor

Domingo 21
12º del Tiempo Ordinario

Job 38, 1. 8-11. Aquí se romperá la arrogancia de tus olas.
Sal 106, 23-31. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
2 Co 5, 14-17. Ha llegado lo nuevo.
Mc 4, 35-40. ¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!
Reza por tu familia y por tu parroquia


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