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17 junio 2009

Domingo 21 de junio

semana XII del tiempo ordinario
21 de junio de 2009 (ciclo B, año impar)


Primera lectura
Lectura del Libro de Job 38, 1.8-11.

Aquí se romperá la arrogancia de tus olas.

El Señor habló a Job desde la tormenta :
¿Quién cerró el mar con una puerta,
cuando salía impetuoso del seno materno,
cuando le puse nubes por mantillas
y niebla por pañales,
cuando le impuse un límite
con puertas y cerrojos,
y le dije: «Hasta aquí llegarás y no pasarás,
aquí se romperá la arrogancia de tus olas»?

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 106,23-26.28-31

R/. Dad gracias al Señor,
porque es eterna su misericordia.

(Los hijos de Israel.) entraron en naves por el mar,
comerciando por las aguas inmensas.
Contemplaron las obras de Dios,
sus maravillas en el océano. R/.

El habló y levantó un viento tormentoso,
que alzaba las olas a lo alto;
subían al cielo, bajaban al abismo,
el estómago revuelto por el mareo. R/.

Pero gritaron al Señor en su angustia,
y los arrancó de la tribulación.
Apaciguó la tormenta en suave brisa,
y enmudecieron las olas del mar. R/.

Se alegraron de aquella bonanza,
y él los condujo al ansiado puerto.
Den gracias al Señor por su misericordia,
por las maravillas que hace con los hombres. R/.

Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 5,14-17.

Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado.

Hermanos:

Nos apremia el amor de Cristo, al considerar que, si uno murió por todos, todos murieron.

Cristo murió por todos, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos.

Por tanto, no valoramos a nadie por criterios humanos.

Si alguna vez juzgamos a Cristo según tales criterios, ahora ya no.

El que vive con Cristo, es una creatura nueva.

Lo viejo ha pasado, ha llegado lo nuevo.

Palabra de Dios.

Aleluya
Hch 16,14

Abre, Señor, nuestro corazón,
para que comprendamos las palabras de tu Hijo.

EVANGELIO
¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!

+ Lectura del santo Evangelio según San Marcos (4, 35-40)

Aquel día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos:

— Vamos a la otra orilla.

Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. Lo despertaron diciéndole :

— Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?

Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago:

— ¡Silencio, cállate !

El viento cesó y vino una gran calma. El les dijo:

— ¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?

Se quedaron espantados y se decían unos a otros:

— ¿Pero, quién es éste ? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!

Palabra del Señor.


COMENTARIO

¿Por qué sois tan cobardes?

La Palabra de Dios que proclamamos hoy nos plantea el tema de la fe desde la perspectiva de la búsqueda, la duda, la seguridad y el miedo.

Muchas veces los hombres nos planteamos la fe como si creer consistiera solamente en saber una doctrina y cumplir unos ritos religiosos nada más. Este planteamiento es una reducción del verdadero contenido y esencia de la fe.

La fe es mucho más que todo eso. Tener fe es entrar en una historia de amor entre Dios y nosotros, es entrar en la historia de la salvación, es aceptar que Dios nos ama y quiere que seamos plenamente felices. Tener fe, ser cristiano, es ser discípulo de Cristo, es aceptar su enseñanza, es aceptarle a Él como único Señor y como único Maestro, es confiar plenamente en Dios, es tratar de vivir cada día como El vivió.

Tener fe es seguir a Jesús, y seguir a Jesús es una aventura. Tener fe significa vivir entre la luz y la oscuridad. Vivir a la luz de Cristo, pero aceptando que la fe y la vida del hombre es un misterio que ahora atisbamos solamente, sin alcanzar su comprensión total.

La oscuridad desaparecerá completamente en la vida eterna, cuando veamos a Dios tal cual es. Mientras tanto, mientras caminamos hacia la vida eterna hemos de vivir en la confianza en Dios, nos hemos de fiar de Él, aunque humanamente nos cueste comprender muchas cosas. Y ese amor a Dios y la seguridad de que Él nos ama, nos hace fiarnos de Él, nos hace descansar en su amor (cf. Catecismo 163s).

Nos gusta tener seguridades humanas en la vida: es un signo de nuestra debilidad y de nuestra pobreza. Tener fe es lanzarnos a la aventura de seguir a Jesús, es abandonarnos en sus brazos, sin tener otra seguridad que su amor.

Tener fe es fiarnos de Dios. Todos tenemos nuestros miedos y temores. La experiencia de la vida, los problemas que cada día se nos plantean, las dificultades y pruebas que hemos de atravesar, nos hacen vivir muchas veces llenos de temor, e incluso de angustia.

El Señor nos invita hoy a no tener miedo. El Señor nos invita hoy a descansar en Él, nos invita a vivir sin miedo, a fiarnos de Él, con la confianza de que la prueba no superará nuestras fuerzas y con la confianza de que la prueba nos ayuda a crecer y a madurar.

¡Confía en Dios! ¡Descansa en Él! ¡Vive la vida desde la fe! ¡Él te ama y quiere tu felicidad! ¡Entra en la aventura de Dios y el desierto de tu vida se convertirá en un jardín! ¡Encontrarás la felicidad -por el camino de la cruz- y alcanzarás la vida eterna!

Compromiso semanal

Revisa tu vida. Piensa cuáles son tus miedos y angustias. Trata de descansar en el Señor. Pídele que te libere de ellos.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Job 38, 1. 8-11. Aquí se romperá la arrogancia de tus olas.

Dios acalla las profundas dudas de fe de Job, mostrándosele como el Señor del mar y del universo. Esta grandeza, vivida, acaba con la insensatez de exigir cuentas y seguridades.

Salmo 106, 23-31. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

Este salmo es un himno de acción de gracias, inspirado en la segunda parte de Isaías (Is 40-55), por la Providencia de Dios: el Éxodo, la vuelta del destierro, la ayuda divina a los que sufren, a los que viajan por el mar. Es una invitación a descubrir cómo Dios actúa en nuestra vida, en la historia de cada uno de nosotros, en medio de las dificultades, y a darle gracias porque su misericordia es eterna.

2ª lectura: 2ª Corintios 5, 14-17. Ha llegado lo nuevo.

Cristo ha muerto por todos, es decir, en nombre de todos, como cabeza que representaba a toda la humanidad. Pero lo que ante Dios vale en esta muerte es la obediencia de amor que patentiza el sacrificio de una vida totalmente entregada. Los fieles, hechos partícipes de esta muerte por el bautismo, deben ratificar esa oblación de Cristo con su vida. El centro de esta “nueva creación”, que afecta a todo el universo, es el “hombre nuevo” creado en Cristo para una vida nueva, de justicia y santidad. Puedes leer Romanos 6, 4-11.

Evangelio: Marcos 4, 35-40. ¿Quién es este? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!

La fe que Jesús exige desde el comienzo de su actividad, y que constantemente exigirá, es un impulso de confianza y de abandono, por el cual el hombre renuncia a apoyarse en sus pensamientos y en sus fuerzas, para abandonarse a la palabra y al poder de aquel en quien cree. La fe, que exige un sacrificio del espíritu y de todo el ser, es un acto difícil de humildad.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 22
San JUAN FISHER, obispo y Santo TOMÁS MORO,

mártires Gn 12,1-9. Abrán marchó, como le había dicho el Señor.
Sal 32. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
Mt 7, 1-5. Sácate primero la viga del ojo.
Medita el Evangelio de hoy

Martes 23

Gn 13,2.5-18. No haya disputas entre nosotros dos, pues somos hermanos.
Sal 14. Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?
Mt 7, 6.12-14. Tratad a los demás como queráis que ellos os traten.
¿Tratas a los demás como quieres que te traten a ti?

Miércoles 24
NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA.

Is 49,1-6. Te hago luz de las naciones.
Sal 138. Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente.
Hch 13,22-26. Antes de que llegara Cristo, Juan predicó.
Lc 1,57-66.80. El nacimiento de Juan Bautista. Juan es su nombre.
Reza por la nueva evangelización

Jueves 25

Gn 16,1-12.15-16. Hagar dio un hijo a Abrán, y Abrán lo llamó Ismael.
Sal 105. Dad gracias al Señor porque es bueno.
Mt 7,21-29. La casa edificada sobre roca y la casa edificada sobre arena.
Haz oración de acción de gracias

Viernes 26
San PELAYO, mártir

Gn 17,1.9-10.15-22. Circuncidad a todos vuestros varones en señal de mi pacto. Sara te va a dar un hijo.
Sal 127. Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor
Mt 8, 1-4. Si quieres, puedes limpiarme.
Pídele al Señor, con humildad, que sane tus heridas

Sábado 27
San CIRILO DE ALEJANDRÍA, obispo y doctor

Gn 18,1-5. ¿Hay algo difícil para Dios? Cuando vuelva a visitarte,
Sara habrá tenido un hijo.
Sal Lc 1,46-50.53-55. El Señor se acuerda de la misericordia.
Mt 8,5-17. Vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob
Haz una obra de misericordia

Domingo 28
13º del Tiempo Ordinario

Hch 12, 1-11 Era verdad: el Señor me ha liberado de las manos de Herodes
Sal 33, 2-9 El Señor me libró de todas mis ansias.
2 Tim 4, 6-8. 17-18 Ahora me aguarda la corona merecida.
Mt 16, 13-19 Tú eres Pedro, y te daré las llaves del Reino de los Cielos.
Reza por el Papa, por tu familia y por la parroquia


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