DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO
11 de febrero de 2007 (ciclo C, año impar)
Primera lectura
Maldito quien confía en el hombre; bendito quien confía en el Señor
Lectura del libro de Jeremías 17, 5-8
Así dice el Señor: Será como un cardo en la estepa, Bendito quien confía en el Señor Será un árbol plantado junto al agua, Palabra de Dios. |
Salmo responsorial
Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6 (R/.: Sal 39, 5a)
R/. Dichoso el hombre Dichoso el hombre |
Segunda lectura
Si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 12. 16-20
Hermanos: |
Aleluya
Lc 6, 23ab
Alegraos y saltad de gozo —dice el Señor—,
porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
EVANGELIO
Dichosos los pobres; ¡ay de vosotros, los ricos!
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 17. 20-26
En aquel tiempo, bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: — «Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas.» Palabra del Señor. |
COMENTARIO
Dichosos los pobres; La felicidad ha sido siempre el deseo natural de todos los hombres. ¿Hay alguien que no busque la felicidad? No. Todos la buscamos, aunque, a veces lo hacemos de manera equivocada, y, por eso, no la encontramos. Compromiso semanal Hacer una revisión de vida para ver qué es lo que debe cambiar en ella para vivir los valores de las Bienaventuranzas. La Palabra del Señor, luz para cada día 1ª lectura: Jeremías 17, 5-8. Maldito quien confía en el hombre; bendito quien confía en el Señor. El hombre mortal es mala base de confianza; el Señor hace fructificar a quien confía en él. El profeta anuncia que Israel está confiando en pactos con potencias humanas; por no apoyarse sólo en la alianza con su Dios está preparando su ruina. Salmo 1, 1-6. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor. El salmo nos invita a descubrir que la raíz de la felicidad está en meditar la ley del Señor y deleitarse en ella. Con las imágenes del árbol abundantemente regado y de la paja que se lleva el viento, describe a dos tipos de persona que emprenden caminos diferentes. 2ª lectura: 1 Corintios 15, 12. 16-20. Si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido. Algunos corintios no acababan de creer en la resurrección de los muertos. San Pablo insiste en que si Cristo ha resucitado es porque hay una resurrección general de los muertos. De lo contrario, no tendría sentido que Dios hubiera hecho con Cristo una excepción. Toda la acción de Dios tiende más bien a esta creación enteramente nueva, a esta vida excepcionalmente plena que hay más allá de la muerte. Por tanto, cuando se niega la resurrección, se disuelve la fe, se la reduce a un humanismo, a una ideología. Entonces, Evangelio y fe serían palabras vacías. Si no se da una resurrección real, auténtica, entonces la fe es inútil. Evangelio: Lucas 6, 17. 20-26. Dichosos los pobres; ¡ay de vosotros los ricos! El Reino de Dios y la felicidad que trae consigo es de dos tipos de personas: De los pobres, hambrientos y afligidos, y de los perseguidos por causa de Jesús. Para estos desgraciados constituye una “buena noticia” el anuncio de la llegada del Reino. No es que sean mejores que los otros para “merecer” la dicha anunciada. Es que la llegada del Reino de Dios instaura una justicia que acaba con la razón del más fuerte y beneficia a los desheredados del mundo. En agudo contraste, el evangelista sitúa la abierta lamentación de Jesús por los ricos, los hartos, los satisfechos y poderosos. Toda confianza puesta en la riqueza es engañosa. Las palabras de Lucas resuenan como advertencia y amenaza. Pero, a la vez, nos invitan a convertirnos y a asumir la pedagogía del Dios del éxodo, a dirigir nuestra misericordia hacia los más débiles. |
CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 12 | Gn 4, 1-15.25 Caín atacó a su hermano Abel y lo mató. Sal 49, 1.8.16-17.20-21 Ofrece al Señor un sacrificio de alabanza. Mc 8, 11-13 ¿Por qué esta generación reclama un signo? Revisa si "discutes" con Jesús |
Martes 13 | Gn 6, 5-8; 7,1-5.10 Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado. Sal 28, 1-3.9-10 El Señor bendice a su pueblo con la paz. Mc 8, 14-21 Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes. Revisa si tienes actitudes hipócritas |
Miércoles 14 Santos Cirilo y Metodio | Hch 13, 46-49 Sabed que nos dedicamos a los gentiles. Sal 116, 1-2 Alabad al Señor. Lc 10, 1-9 La mies es abundante y los obreros pocos. Intenta ser hoy una luz para los demás |
Jueves 15 Beato Vicente Vilar, mártir | Gn 9, 1-13 Pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra. Sal 101, 16-23.29 El Señor, desde el cielo, se ha fijado en la tierra. Mc 8, 27-33 Tú eres el Mesías. Medita, ¿quién es Jesús para ti? |
Viernes 16 | Gn 11, 1-9 Voy a bajar y a confundir su lengua. Sal 32, 10-15 Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad. Mc 8, 34-38 El que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Medita, ¿qué actitud tienes ante la cruz? |
Sábado 17 | He 11, 1-7 Por la fe sabemos que la palabra de Dios configuró el universo. Sal 144, 2-5.10-11 Bendeciré tu nombre, Señor, por siempre. Mc 9, 2-12 Se transfiguró delante de ellos. Haz oración de confianza desde tu cruz |
Domingo 18 7º del Tiempo Ordinario | 1 S 26, 2.7-9.12-13.22-23 Yo no he querido atentar contra el Ungido del Señor. Sal 102, 1-4.8-13 El Señor es compasivo y misericordioso. 1 Co 15, 45-49 Somos imagen del hombre terreno, seremos imagen del hombre celestial. Lc 6, 27-38 Sed compasivos, perdonad, dad sin medida… como vuestro Padre. Reza por tu familia y por la parroquia |
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