DOMINGO VII DEL TIEMPO ORDINARIO
18 de febrero de 2007 (ciclo C, año impar)
Primera lectura
El Señor te puso hoy en mis manos, pero yo no quise atentar contra ti
Lectura del primer libro de Samuel 26, 2. 7-9. 12-13. 22-23
En aquellos días, Saúl emprendió la bajada hacia el páramo de Zif, con tres mil soldados israelitas, para dar una batida en busca de David. |
Salmo responsorial
Sal 102, 1-2. 3-4. 8 y 10. 12-13 (R/.: 8a)
R/. Bendice, alma mía, al Señor, Bendice, alma mía, al Señor, |
Segunda lectura
Somos imagen del hombre terreno,
seremos también imagen del hombre celestial
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 45-49
Hermanos: |
Aleluya
Jn 13, 34
Os doy un mandamiento nuevo —dice el Señor—:
que os améis unos a otros, como yo os he amado.
EVANGELIO
Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 27-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: — «A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué merito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen. Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo. ¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros.» Palabra del Señor. |
COMENTARIO
Sed compasivos Vivimos en una época en la que con demasiada frecuencia se fomenta la violencia y la agresividad. Parece mentira, pero así es. Pero precisamente hoy que mucha gente habla con frecuencia de la paz, vivimos la tremenda contradicción de ser tremendamente agresivos y, a veces, hasta vengativos en las relaciones humanas de cada día. Compromiso semanal Revisa tu corazón para ver si encuentras odio o rencor a alguna persona y decídete a perdonar. La Palabra del Señor, luz para cada día 1ª lectura: 1 Samuel 26, 2. 7-9. 12-13. 22-23. El Señor te puso hoy en mis manos, pero yo no quise atentar contra ti. David, frágil como todo hombre, da un ejemplo de heroísmo: perdona la vida de su enemigo, cuando podía acabar con él. El perdón de los enemigos es algo que sobrepasa las fuerzas humanas. Cristo nos lo pide, pero él va delante con su ejemplo. La misericordia con el prójimo atrae la misericordia divina y nos hace imitar el amor y la misericordia de Dios, como nos recuerda el Evangelio. Salmo 102, 1-4. 8. 10. 12-13. El Señor es compasivo y misericordioso. El salmo es un canto de profundo agradecimiento a Dios por la ternura que siente hacia sus hijos y por la generosidad con que perdona sus culpas. La experiencia del perdón lleva al salmista a dar las gracias y a decir con emoción que Dios es misericordioso, tierno como un padre y conocedor de nuestra debilidad. 2ª lectura: 1 Corintios 15, 45-49. Somos imagen del hombre terreno, seremos también imagen del hombre celestial. La resurrección de los muertos es cierta. Esa es la gran verdad de los cristianos. Pero no podemos saber exactamente cómo son los cuerpos resucitados. Por ello, San Pablo recurre al paralelismo entre el primer Adán y el nuevo Adán, Jesucristo. El primer Adán fue un “ser vivo”, “animado”, es decir, que recibió una vida que no tenía en sí. Cristo, en cambio, el Nuevo Adán, es un espíritu vivificante que da la vida que posee en sí mismo a todo hombre unido a Él. Los hombres vuelven a encontrarse con Dios gracias a Cristo, que ha vencido la muerte en su cuerpo resucitado y ha salvado al mundo de la esclavitud dándole su santo Espíritu. Los hombres, unidos a Jesús resucitado, Espíritu que da vida, entran en un mundo nuevo, ya real en esta vida, pero que tiene que hacerse definitivamente “incorruptible, glorioso y fuerte”. La resurrección es la gran liberación. Evangelio: Lucas 6, 27-38. Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. El discípulo de Jesús debe ser misericordioso como lo es el Padre. La misericordia es el amor del Padre, con los matices de ternura, delicadeza, sacrificio, perdón, compasión; el amor tal como se ha manifestado en la historia de Israel, que alcanza su plenitud en Cristo, misericordia del Padre. La participación de esta misericordia debe realizarse en la práctica, en la vida comunitaria y eclesial: amor incondicional al prójimo, incluso al enemigo. |
CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 19 | Ecli 1, 1-10 Antes que todo fue creada la sabiduría. Sal 92, 1-2.5 El Señor reina, vestido de majestad. Mc 9, 14-29 Tengo fe, pero dudo, ayúdame. Pídele al Señor que te aumente la fe. |
Martes 20 | Ecli 2, 1-13 Prepárate para las pruebas. Sal 36, 3-4.18-19.27-28.30-40 Encomienda tu camino al Señor. Mc 9, 30-37 Quien quiera ser el primero, que sea el último. Medita si eres humilde |
Miércoles de CENIZA | Ecli 4, 12-22 Dios ama a los que aman la sabiduría. Sal 118, 165.168.171.172.174.175 Mucha paz tienen, Señor, los que aman tus leyes. Mc 9, 38-39 El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Medita si aceptas todo lo que Jesús dice |
Jueves 22 La Cátedra del apóstol San Pedro | 1 Pedro 5, 1-4 Presbítero como ellos y testigo de los sufrimientos de Cristo. Sal 22, 1-6 El Señor es mi pastor, nada me falta. Mt 16, 13-19 Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Reza por el Papa |
Viernes 23 San Policarpo | Is 58, 1-9a ¿Para qué mortificarnos si tú no te enteras? ¿Es ése el ayuno que deseo? Sal 50, 3-6.18-19 Un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. Mt 9, 14-15 ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan? Da testimonio de Jesucristo |
Sábado 24 | Is 58, 9b-14 Cuando partas tu pan con el hambriento, brillará tu luz. Sal 85, 1-6 Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad. Lc 5, 27-32 Los fariseos mal-decían contra los discípulos de Jesús. Pregúntale al Señor qué quiere de ti |
Domingo 25 1º de Cuaresma | Dt 26, 4-10 Por eso os traigo las primicias de la tierra que me has dado. Sal 90, 1-2.10-15 Acompáñame, Señor, en la tribulación. Rom 10, 8-13 Ésta es la palabra de fe que nosotros anunciamos. Lc 4, 1-13 El Espíritu lo condujo al desierto. Reza por tu familia y por la parroquia |
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