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09 octubre 2008

Domingo 12 de octubre

DOMINGO XXViii DEL TIEMPO ORDINARIO
12 de octubre de 2008 (ciclo A, año par)



Primera lectura
El Señor preparará un festín, y enjugará las lágrimas de todos los rostros

Lectura del libro de Isaías 25, 6-10a

Aquel día, el Señor de los ejércitos preparará para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos. Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el paño que tapa a todas las naciones.

Aniquilará la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros, y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país. - Lo ha dicho el Señor -.

Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; celebremos y gocemos con su salvación. La mano del Señor se posará sobre este monte.»

Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 22, 1-3a. 3b-4- 5. 6

R. Habitaré en la casa del Señor por años sin término.

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu misericordia
me acompañan todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.

Segunda lectura
Todo lo puedo en aquel que me conforta

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4, 12-14. 19-20

Hermanos:

Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy entrenado para todo y en todo: la hartura y el hambre, la abundancia y la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta. En todo caso, hicisteis bien en compartir mi tribulación.

En pago, mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su espléndida riqueza en Cristo Jesús.

A Dios, nuestro Padre, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios

Aleluya
Ef. 1, 17-18
El Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine los ojos de nuestro corazón,
para que comprendamos cuál es la esperanza a la que nos llama.

EVANGELIO
A todos los que encontréis, convidadlos a la boda

Lectura del santo evangelio según san Mateo 22, 1-14

En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:

- «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran:

"Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda.

Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos.

El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados:
"La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda."

Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales reparo en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo:

"Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes."

Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»

Palabra del Señor



COMENTARIO

A todos los que encontréis, convidadlos a la boda

La Palabra de Dios que proclamamos hoy nos propone para nuestra meditación la parábola de los convidados al banquete, que tiene un mensaje claro para todos nosotros. El Rey es Dios; el banquete de bodas la vida eterna; los enviados, los profetas y los apóstoles: la Iglesia; los invitados que rechazan la invitación, aquellos que no aceptan a Jesucristo; los llamados en los caminos son los pecadores; el incendio de la ciudad es la ruina que conlleva el no aceptar a Jesús. El traje de bodas es la actitud que cada uno adopta ante el Evangelio y el Reino de Dios, la respuesta de cada uno de nosotros a la llamada de Dios.

Muchos son los llamados y pocos los escogidos: Jesús quiere hacer hincapié en la seriedad de la llamada de Dios, en la urgencia de la conversión. Jesús critica nuestra falta de interés por el Reino de Dios, el poner muchas cosas por delante de la fe (los estudios, el trabajo, los negocios…), cuando ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si se pierde su alma?

¿Qué es lo que te impide llegar al banquete? ¿Qué excusas sueles poner tú? ¿Qué caso haces de los enviados, en tu caso, de la Iglesia?

Por otra parte, no nos basta con estar invitados al banquete y aceptar la invitación. Para poder ir al banquete hay que llevar un traje digno, limpio: debemos estar revestidos de la gracia de Dios. ¿Cómo te acercamos, por ejemplo, a la Eucaristía, sacramento que anticipa el banquete definitivo? ¿Procuras llevar el traje limpio? ¿Lo limpias, por medio del sacramento de la Penitencia, cuando se ensucia?

Sin embargo el tema central es la INVITACION, la llamada, la vergüenza de rechazar la invitación, las excusas mezquinas para justificar el rechazo, la gratuidad de quien sigue invitando sin cansarse. ¿Cuáles son las características de la invitación de Jesús?

El Reino de Dios es festivo, precioso, alegre: es semejante a un banquete. La entrada al banquete es iniciativa de Dios libre: se requiere una invitación. La invitación es un acto de gracia, y quien invita quiere difundir su alegría, manifestarla, participarla.

La invitación es seria: es una invitación de amor que compromete la vida. Dios es tan grande, tan maravilloso que, al invitar compromete, y es un compromiso que cambia totalmente la vida, la hace nueva. Quien rechaza la invitación es insensato. Quien no va al banquete del rey presenta pretextos, excusas, porque sabe que ofende al Rey.

La invitación se hace libremente. Ésta no está reservada a una élite: está dirigida a los pobres, a los que se sienten necesitados: el Rey quiere a todos, hasta a los más miserables.

La invitación exige obediencia y desapego: no basta decir sí con las palabras.

La invitación exige totalidad en la respuesta, porque quien encuentra el tesoro vende todo lo que tiene. Responder a la invitación supone exigencias que tocan de lleno a la vida.

Esta parábola es, pues, una invitación a plantearnos la llamada que Dios nos hace a vivir la vida eterna, a vivir el Reino de los Cielos: ese es nuestro destino definitivo, esa es la meta a la respuesta de nuestra vida: alcanzar la plenitud de la vida en el Reino de Dios.

La respuesta a esa invitación hay que darla ya, ¡ahora! Y hay que darla viviendo el estilo de vida de Jesús, viviendo nuestra vocación a la santidad, llevando el traje de las buenas obras, de la justicia de Dios. ¿Te atreves? ¡Ánimo! ¡Vale la pena!

Compromiso semanal

Revisa tu vida y plantéate cómo es la respuesta que estás dando a la llamada de Dios. Revisa si llevas el traje limpio para poder entrar en el banquete de la vida eterna.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Isaías 25, 6-10a. El Señor preparará un festín y enjugará las lágrimas de todos los rostros.

Esta profecía celebra la realeza de Yahvé en el monte Sión bajo la imagen de un banquete o convite real. Todas las naciones están invitadas. Yahvé es su rey. La salvación alcanza a todos los pueblos. El Señor quitará a todos los hombres los signos de duelo (velo, lágrimas, muerte), y a Israel le quitará el oprobio (la idolatría): a cambio, dará a todos la alegría del festín y la realidad salvadora en la que esperaban. Puedes leer Juan 6, 51s.

Salmo 22, 1-6. Habitaré en la casa del Señor por años sin término.

Una profunda alegría y serena confianza dominan todo el salmo que canta la felicidad de estar junto a Dios. El Señor Jesús es nuestro Pastor, el que a través de esta vida nos lleva al Reino de Dios.

2ª lectura: Filipenses 4, 12-14. 19-20. Todo lo puedo en aquel que me conforta.

San Pablo agradece a los Filipenses la ayuda material con que le han socorrido. La agradece, pero les dice también que él está acostumbrado a pasar por todo en el ejercicio de su apostolado. Esta actitud apostólica, indiferente a todo lo material que le rodea, exige un poder especial en san Pablo. Este poder le viene de Cristo: lo puede todo en Cristo Jesús crucificado, que le conforta. Puedes leer 2 Corintios 12, 9-10.

Evangelio: Mateo 22, 1-14. A todos los que encontréis, convidadlos a la boda.

La imagen de la boda en la que el esposo es Cristo simboliza la historia de la salvación. El que invita a esta boda es Dios. Primero invitó al Pueblo de Israel, entablando un pacto con ellos. Llegó el esposo, pero su Pueblo no le recibió. Después, fuimos llamados nosotros, los gentiles, a participar de su Reino, para llegar a ser hijos de Dios, y ¡lo somos! Pero para pertenecer a este Reino se precisa un vestido: el de la gracia de Dios. La invitación que Dios hace es gratuita, pero hay que aceptarla, hay que dar una respuesta personal a la invitación de Dios. Puedes leer Apocalipsis 21, 1-4.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 13 Gal 4, 22-24.26-27.31-5,1 No somos hijos de esclava, sino de la mujer libre.
Sal 97,1-4 El Señor da a conocer su victoria.
Lc 11,29-32 A esta generación no se le dará más signo que el de Jonás.
Reza por los que no creen
Martes 14 San Calixto I, papa y mártir
Gal 4, 31b-5,6 Lo único que cuenta es una fe activa en el amor
Sal 18,2-5 El cielo proclama la gloria de Dios.
Lc 11,37-41 Dad limosna y lo tendréis limpio todo.
Haz una obra de misericordia
Miércoles 15
Santa Teresa de Jesús
Si 15,1-6. La llena de sabiduría e inteligencia.
Sal 88. Contaré tu fama a mis hermanos; en medio de la asamblea te alabaré.
Mt 11,25-30. Soy manso y humilde de corazón
Medita el Evangelio de hoy
Jueves 16
Santa Eduvigis, Santa Margarita María de Alacoque
Ef 1, 1-10 Nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo.
Sal 129, 1-5 Del Señor viene la misericordia.
Lc 11, 47-54 Se pedirá cuenta de la sangre los profetas.
Reza por los que critican y persiguen a la Iglesia
Viernes 17
San Ignacio de Antioquía
Ef 1, 11-14 También vosotros habéis sido marcados con el Espíritu.
Sal 31,1-2.5.11 Tú eres mi refugio: me rodeas de cantos de liberación.
Lc 12,1-7 Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados.
¿Cuáles son tus temores? Pídele al Señor por ellos
Sábado 18
SAN LUCAS, evangelista
2 Tim 4, 9-17 Sólo Lucas está conmigo.
Sal 144, 10-13.17-18 Tus amigos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Lc 10, 1-12 La mies es abundante y los obreros pocos.
Reza por las vocaciones sacerdotales y religiosas
Domingo, 19
29º del Tiempo Ordinario
Is 45, 1.4-6. Llevo de la mano a Ciro para doblegar ante él las naciones.
Sal 95, 1.3-5.7-10. Aclamad la gloria y el poder del Señor.
Ts 1, 1-5b. Recordamos vuestra fe, esperanza y caridad.
Mt 22, 15-21. Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
Reza por tu familia y por la parroquia


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