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08 noviembre 2008

Domingo 9 de noviembre

DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN
9 de noviembre de 2008 (Domingo XXXII - ciclo A, año par)



Primera lectura
Vi que manaba agua del lado derecho del templo,
y habrá vida dondequiera que llegue la corriente

Lectura de la profecía de Ezequiel (47, 1-2. 8-9. 12)

En aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada del templo.

Del zaguán del templo manaba agua hacia levante —el templo miraba a levante—. El agua iba bajando por el lado derecho del templo, al mediodía del altar.

Me sacó por la puerta septentrional y me llevó a la puerta exterior que mira a levante. El agua iba corriendo por el lado derecho.

Me dijo: —«Estas aguas fluyen hacia la comarca levantina, bajarán hasta la estepa, desembocarán en el mar de las aguas salobres, y lo sanearán. Todos los seres vivos que bullan allí donde desemboque la corriente, tendrán vida; y habrá peces en abundancia. Al desembocar allí estas aguas, quedará saneado el mar y habrá vida dondequiera que llegue la corriente.

A la vera del río, en sus dos riberas, crecerán toda clase de frutales; no se marchitarán sus hojas ni sus frutos se acabarán; darán cosecha nueva cada luna, porque los riegan aguas que manan del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales.»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 45, 2-3. 5-6. 8-9

R/. El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.

Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,
y los montes se desplomen en el mar. R/.

El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.
Teniendo a Dios en medio, no vacila;
Dios la socorre al despuntar la aurora. R/.

El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Venid a ver las obras del Señor,
las maravillas que hace en la tierra:
pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe. R/.

Segunda lectura
Sois templo de Dios

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (3, 9c-11. 16-17)

Hermanos:

Sois edificio de Dios. Conforme al don que Dios me ha dado, yo, como hábil arquitecto, coloqué el cimiento, otro levanta el edificio. Mire cada uno cómo construye.

Nadie puede poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo.

¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?

Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: ese templo sois vosotros.

Palabra de Dios.

Aleluya
2Cro 7, 16

Elijo y consagro este templo —dice el Señor—
para que esté en él mi nombre eternamente.

EVANGELIO
Hablaba del templo de su cuerpo

+ Lectura del santo evangelio según san Juan (2, 13-22)

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:

—«Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»

Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora»

Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron:

—«¿Qué signos nos muestras para obrar así?»

Jesús contestó:

—«Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»

Los judíos replicaron:

—«Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»

Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

Palabra del Señor.



COMENTARIO

Hablaba del templo de su cuerpo

Celebramos hoy la fiesta de la dedicación de la Basílica de Letrán, en Roma. Es la catedral del Papa como Obispo de Roma. Esta Basílica es una de las iglesias cristianas más antiguas, y es símbolo de la unidad de todas las comunidades cristianas con Roma. Por ello celebramos esta fiesta en todo el mundo, con el fin de honrar a la que es “madre y cabeza de todas las iglesias”, en señal de amor y unidad para con la cátedra de Pedro.

En la Iglesia no celebramos las fiestas por motivos históricos, sentimentales o folklóricos. Celebramos las fiestas por motivos pedagógicos: para aprender. Para aprender bien verdades fundamentales de nuestra fe, bien actitudes que los santos han vivido de manera ejemplar.

Por ello, es necesario que tratemos de descubrir qué es lo que se nos invita a aprender con esta celebración. Hoy, el Señor nos invita a descubrir que Él está vivo, está presente en medio de su pueblo, camina con nosotros guiándonos hasta la meta de la fe que es la vida eterna. La fe no es una teoría, sino una historia de amor y de salvación entre Dios y nosotros. Y esa historia de amor, Dios quiere vivirla invitándonos a formar parte de su pueblo que es la Iglesia.

Hoy el Señor quiere invitarnos a descubrir la grandeza de la Iglesia. La Iglesia es grande, porque Dios es grande. La Iglesia, pueblo de Dios, es santa porque Dios es santo. Y en esta Iglesia hemos sido llamados nosotros a la fe.

Por ello, hoy es un día, también, de acción de gracias a Dios por el don de la fe y por el don de la Iglesia a la que Él nos ha llamado, no por nuestros méritos sino conforme a su bondad. En la Iglesia actúa el Señor, en ella nos regala su Palabra, luz que ha de alumbrar nuestra vida; en ella nos bendice con los Sacramentos, signos de su amor y fortaleza de nuestra vida; en ella derrama con abundancia los carismas y los ministerios, don de Dios para el mundo; en ella está presente la fuerza del Espíritu, que nos hace crecer en el camino de la santidad para que podamos, como Cristo, vivir haciendo la voluntad del Padre.

La dedicación de la Basílica recuerda que el bautizado es templo vivo y verdadero de Dios. Él habita no sólo en templos construidos por hombres o en casas hechas de piedra, sino principalmente en el alma hecha a imagen de Dios. El templo de Dios es santo, y este templo somos los bautizados.

Hemos de procurar que Cristo no sea deshonrado en nosotros por nuestras malas obras. Somos templo del Dios vivo, y con nuestra vida hemos de dar gloria a Dios, hemos de hacer crecer la Iglesia, hemos de contribuir a que la Iglesia sea un signo claro del amor de Dios a los hombres.

¡Dale gracias a Dios por haber sido llamado a formar parte de la Iglesia! ¡Ama a la Iglesia como es y trata de que, con el ejemplo de tu vida, sea mejor cada día! Nadie puede tener a Dios por Padre si no tiene a la Iglesia por Madre (S. Cipriano).

Compromiso semanal

Haz oración de acción de gracias a Dios por el don de la Iglesia, por haberte llamado a ella. Pídele que te ayude a crecer cada día en la santidad.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Ezequiel 47, 1-2. 8-9. 12. Vi que manaba agua del lado derecho del templo.

La lectura es un pasaje lleno de imágenes simbólicas en el que el profeta Ezequiel presenta la fuente de agua viva que fecunda la tierra. Cristo, el verdadero templo, es el agua viva que vivifica a quien le beba.Puedes leer Apocalipsis 22, 1-7; Juan 19, 34.

Salmo 45, 2-9. El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios.

La gloria de Dios se revela en Jerusalén. Allí está el templo. En él vive Dios en medio de su pueblo. La ciudad es comparada al paraíso (el correr de las acequias expresa su fertilidad) y a una ciudad regia, desde la cual Dios gobierna, juzga y bendice a las demás naciones.

2ª lectura: 1 Corintios 3, 9-11. 16-17. Sois templo de Dios.

El cristiano es un edificio de Dios, levantado sobre el fundamento único: Jesucristo. El cristiano es una casa de Dios, un santuario: recinto sagrado del templo, dedicado exclusivamente al servicio de Dios. Puedes leer Efesios 2, 20-22; 2 Corintios 6, 14-18.

Evangelio: Juan 2, 13-22. Hablaba del templo de su cuerpo.

Jesús tiene autoridad y defiende el templo como casa de oración y no convertido en un mercado. Anuncia el verdadero templo en el que se dará un culto en espíritu y en verdad. Él es el verdadero templo.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 10
San León Magno
Tit 1, 1-9 Establece presbíteros, siguiendo las instrucciones que te di.
Sal 23, 1-6 Estos son los que buscan al Señor.
Lc 17, 1-6 Si tu hermano peca, repréndelo, pero si se arrepiente, perdónalo.
¿Guardas rencor a alguien? Intenta perdonar
Martes 11
San Martín de Tours
Tit 2, 1-8.11-14 Llevemos una vida religiosa, aguardando la dicha que esperamos.
Sal 36, 3-4.18.23.27.29 El Señor es quien salva a los justos
Lc 17, 7-10 Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que teníamos que hacer.
Revisa si das el fruto que el Señor espera de ti
Miércoles 12
San Josafat
Tit 3, 1-7 Íbamos fuera de camino, pero según su propia misericordia nos ha salvado.
Sal 22, 1-6 El Señor es mi pastor, nada me falta.
Lc 17, 11-19 ¿Tan sólo ha vuelto a dar gracias a Dios este extranjero?
Haz oración de acción de gracias a Dios
Jueves 13
San Leandro
Flm 7-20 Recíbelo no como esclavo, sino como hermano querido.
Sal 145, 8-10 Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob.
Lc 17, 20-25 El Reino de Dios ya está entre vosotros.
Reza por los que no creen
Viernes 14 2 Jn 4-9 Quien permanece en la doctrina, vive con el Padre y el Hijo.
Sal 118, 1-2.10-11.17-18 Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Lc 17, 26-37 El que quiera salvar su vida la perderá, pero el que la pierda la recobrará.
¿Estás preparado para la venida del Señor?
Sábado 15
San Alberto Magno
3 Jn 5-8. Debemos sostener a los hermanos cooperando así en la propagación de la verdad.
Sal 111. Dichoso quien teme al Señor.
Lc 18,1-8. Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan.
Pídele a Dios lo que más necesites
Domingo 16
33º del Tiempo Ordinario
Pr 31, 10-13.10-20 Trabaja con la destreza de tus manos.
Sal 127, 1-5 Dichoso el que teme al Señor.
I Ts 5 ,1-6 El día del Señor llegará como un ladrón en la noche.
Mt 25, 14-30 Como has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu señor.
Haz oración por tu familia y por la parroquia


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