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13 marzo 2009

Domingo 15 de marzo

Domingo III de cuaresma
15 de marzo de 2009 (ciclo B, año impar)



Primera lectura
La Ley se dio por medio de Moisés

Lectura del libro del Éxodo (20, 1-17)

En aquellos días, el Señor pronunció las siguientes palabras:
«Yo soy el Señor, tu Dios,
que te saqué de Egipto, de la esclavitud.
No tendrás otros dioses frente a mí.

No te harás ídolos,
figura alguna de lo que hay arriba en el cielo,
abajo en la tierra
en el agua debajo de la tierra.

No te postrarás ante ellos, ni les darás culto;
porque yo, el Señor, tu Dios, soy un dios celoso:
castigo el pecado de los padres
en los hijos, nietos y biznietos,
cuando me aborrecen.

Pero actúo con piedad por mil generaciones
cuando me aman y guardan mis preceptos.
No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso.
Porque no dejará el Señor impune
a quien pronuncie su nombre en falso.

Fíjate en el sábado para santificarlo.
Durante seis días trabaja y haz tus tareas,
pero el día séptimo es un día de descanso,
dedicado al Señor, tu Dios:
no harás trabajo alguno,
ni tú, ni tu hijo, ni tu hija,
ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu ganado,
ni el forastero que viva en tus ciudades.

Porque en seis días hizo el Señor
el cielo, la tierra y el mar
y lo que hay en ellos.
Y el séptimo día descansó:
por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó.

Honra a tu padre y a tu madre:
así prolongarás tus días
en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar.

No matarás.
No cometerás adulterio.
No robarás.
No darás testimonio falso contra tu prójimo.

No codiciarás los bienes de tu prójimo;
no codiciarás la mujer de tu prójimo,
ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno,
ni nada que sea de él.»

Palabra de Dios

Salmo responsorial
Sal 18, 8. 9. 10. 11 (R/.: Jn 6, 68)

R/. Señor, tú tienes palabras de vida eterna.

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.

La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.

Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila. R/.

Segunda lectura
Predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los hombres,
pero, para los llamados, sabiduría de Dios.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1, 22-25)

Hermanos:

Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero, para los llamados —judíos o griegos—, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios.

Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

Palabra de Dios.

EVANGELIO
Destruid este templo, y en tres días lo levantaré

+ Lectura del santo evangelio según san Juan (2, 13-25)

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: — «Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»

Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.»

Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: — «¿Qué signos nos muestras para obrar así?»

Jesús contestó: — «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»

Los judíos replicaron: — «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»

Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que habla dicho Jesús.

Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacia; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabia lo que hay dentro de cada hombre.

Palabra del Señor.



COMENTARIO

Destruid este templo
y en tres días lo levantaré

La Palabra de Dios que proclamamos hoy, nos recuerda que, como consecuencia de la Alianza que Dios ha hecho con su pueblo, Él nos regala los Mandamientos como las diez palabras de la vida, como el camino que nos lleva a la felicidad y a la vida eterna.

Con los Mandamientos Dios no quiere oprimirnos ni fastidiarnos. Todo lo contrario: los Mandamientos son el camino de la verdadera libertad. Porque Dios nos ama y quiere que seamos felices, y ¡éste es el camino de la felicidad!

Dios nos da unos mandamientos para que seamos verdaderamente libres y respetemos la libertad de los otros. Dios interviene en la historia para liberar a su pueblo de la esclavitud del faraón, de los falsos dioses, de la tiranía del egoísmo... Los mandamientos buscan también la defensa de los débiles contra los más fuertes; protegen la riqueza de la vida y de la familia, de la verdad y la justicia. Dios es el defensor de los pobres y sus mandamientos la defensa de la vida.

El Evangelio es la ley suprema de la libertad. Quien lo acepta de corazón supera la ambición de poder, de tener, de aparentar, de dominar, porque la fuerza del Evangelio está en la sabiduría de la cruz que provoca escándalo. Y el camino de los mandamientos sólo puede ser aceptado desde la cruz, desde la locura y el escándalo de la cruz. Porque la cruz es el misterio del amor.

La cruz sólo tiene sentido para el que descansa en la voluntad y en el amor de Dios. Para el que descansa en la voluntad de Dios la cruz es fuerza y sabiduría de Dios. La aparente debilidad de Dios contiene una fuerza infinita. Y el que se deja amar por Dios y trata de vivir en el amor, es capaz de ¡disfrutar cumpliendo los mandamientos! A pesar de las dificultades.

Ésta es, además, la verdadera religión. La aceptación de que Cristo es el único templo, lugar de encuentro de Dios con los hombres, es hacer de la propia vida un santuario de encuentro de Dios con los hermanos para ofrecer un verdadero culto en espíritu y en verdad.

Esta es la religión que Dios quiere: que cumplamos su voluntad, que seamos fieles a su enseñanza, a los Mandamientos. Y que no caigamos en la trampa de pensar que los Mandamientos están caducados o pasados de moda.

¿Cómo vas por el camino de la felicidad? ¡Anímate! ¡Déjate amar por Dios y responde a su amor!: tu vida cambiará y serás feliz viviendo los mandamientos, serás feliz al hacer la voluntad de Dios.

Como nos recordó el Papa Benedicto XVI, “¡No tengáis miedo de Cristo! Él no quita nada, y lo da todo. Quien se da a él, recibe el ciento por uno. Sí, abrid, abrid de par en par las puertas a Cristo, y encontraréis la verdadera vida” (Homilía, 24-IV-2005).

Compromiso semanal

Revisa tu vida y mira si se ajusta al camino que Dios te propone para que seas feliz.

La Palabra del Señor, luz para cada día

1ª lectura: Éxodo 20, 1-17. La ley fue dada por Moisés.

Dios entrega la ley a su pueblo. Los Diez Mandamientos constituyen el centro de la alianza, signo de liberación de Israel, encuentro con el Señor en el Sinaí y el nacimiento del pueblo de Dios. Hay que tener en cuenta algunas cosas:

Esta Ley fue dada a unos hombres con fe en un Dios que les había elegido por amor y librado de la esclavitud: un Dios que se les había revelado en la historia.
Los diez mandamientos van expresados de manera directa y muy viva: no matarás... También hoy nos dirige Dios estas palabras a nosotros.
Los Diez Mandamientos son una Ley para la Comunidad. Nos hablan de las relaciones con Dios y con los demás. Están iluminados por una fe, que todos comparten, y por el amor, que es el alma de la Alianza.
Los Diez Mandamientos no lo dicen todo. Son orientaciones profundas para la relación del hombre con Dios y con sus semejantes; no son un catálogo completo.
El objetivo de la formulación negativa (no matarás...) es lograr que el pueblo consagrado a Dios “no obre” como los pueblos que no le conocen.
El pueblo de Israel recibió los Diez Mandamientos como una señal del amor de Dios. No se quejó de las obligaciones que imponían. Es verdad que desobedeció. Pero aceptó que estas “diez palabras” le juzgaran y le corrigieran.

Salmo 18, 8-11. Señor, tú tienes palabras de vida eterna.

La ley de Israel era descanso del alma. Pero Cristo ha llevado esta ley a su plenitud. Él nos invita a la meditación asidua y al cumplimiento perfecto de esta ley: esto nos hará entrar en el descanso del Señor.

2ª lectura: 1ª Corintios 1, 22-25. Predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los hombres, pero para los "llamados", sabiduría de Dios.

San Pablo ve en Jesús crucificado la manifestación, humanamente desconcertante pero definitiva, de la fuerza salvadora de Dios y afirma que a esa concreta luz es preciso leer toda la historia del hombre. La mera sabiduría humana es por sí misma incapaz de salvar a nadie. Sólo la Palabra de Dios es fuente de sabiduría, es decir, de salvación. Salva la misteriosa sabiduría de la cruz. En la locura de la cruz se hace presente toda la impotencia a la que Dios se ha entregado, toda la profundidad y la angustia a la que ha llegado su amor. En ella Dios ha abierto un camino de salvación que contradice radicalmente la aspiración del hombre a realizarse desde una orgullosa autosuficiencia. Los proyectos de Dios, por incomprensibles que parezcan, son siempre más sabios, y por tanto más eficaces, que los proyectos de los hombres.

Evangelio: Juan 2, 13-25. Destruid este templo y en tres días lo levantaré.

La expulsión de los mercaderes del templo es un gesto mesiánico. Jesús inaugura un tiempo nuevo en el campo de las relaciones del hombre con Dios. Reemplaza el templo antiguo, que era la institución más significativa de Israel. Jesús no es sólo un profeta reformador: es el Hijo de Dios. Al designar el templo como la casa de mi Padre, Jesús se presenta como el Hijo, que tiene autoridad en el templo y sobre él. Quien tiene autoridad sobre el templo es el Señor. Jesús echa fuera del recinto del templo a los animales. Ya no eran necesarios. El templo antiguo, con todos sus sacrificios, era sustituido por el nuevo templo: Jesús es el nuevo templo, el lugar del encuentro del hombre y Dios.



CALENDARIO LITÚRGICO

Lunes 16 2R 5,1-15a. Muchos leprosos había en Israel, sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.
Sal 41. Mi alma tiene sed del Dios vivo: ¿cuándo veré el rostro de Dios?
Lc 4,24-30. Jesús, igual que Elías y Eliseo, no ha sido enviado únicamente a los judíos.
Haz una obra de misricordia
Martes 17
San Patricio, obispo
Dn 3, 25. 34-43. Por el honor de tu nombre, no nos desampares para siempre.
Sal 24, 4-9. Señor, recuerda tu misericordia
Mt 18, 21-35. Lo mismo hará con vosotros el Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.
¿Guardas rencor a alguien? Intenta perdonar
Miércoles 18
San Cirilo de Jerusalén, obispo y doctor
Dt 4, 1.5-9 Os he enseñado leyes y preceptos como el Señor mi Dios me mandó, para que los pongáis en práctica en la tierra.
Sal 147, 12-20 Glorifica al Señor, Jerusalén.
Mt 5, 17-19 No vine para abolir, sino para cumplir.
Revisa si eres fiel al Evangelio y a la Iglesia.
Jueves 19
San José, esposo de la Virgen María
2S 7, 4-5. 12-14.16. El Señor Dios le dará el trono de David su padre.
Sal 88, 2-5.27.29. Su linaje será perpetuo.
Rm 4, 13.16-18.22. Apoyado en la esperanza, creyó contra toda esperanza.
Mt 1,16.18-21. 24. José hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.
Reza por la Iglesia universal
Viernes 20 Os 14, 2-10 Vuelve, Israel, al Señor tu Dios.
Sal 80, 6-11.14.17 Yo soy el Señor, Dios tuyo.
Mc 12, 28-34 ¿Qué mandamiento es el más importante?
Revisa si vives el Evangelio de hoy.
Sábado 21 Os 6,1b-6. El Señor no quiere sacrificios ni holocausto, sino misericordia y conocimiento de Él.
Sal 50. Quiero misericordia, y no sacrificios.
Lc 18,9-14. El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo no.
Pídele a la Virgen lo que más necesites
Domingo 22
4º de CUARESMA
2 Cr 36, 14-16.19-23 La misericordia del Señor se manifestó.
Sal 136, 1-6 Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti.
Ef 2, 4-10 Muertos por los pecados, por pura gracia estáis salvados.
Jn 3, 14-21 Dios mandó a su Hijo para que el mundo se salve por Él.
Reza por tu familia y por la parroquia


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