Proteger la vida humana es algo que a algunos les escandaliza. Al menos, eso se deduce de las reacciones que han tenido algunos partidos políticos y grupos ecologistas a una campaña de comunicación de la Iglesia Católica en la que se denuncia que algunas especies animales están más protegidas que un ser humano.

Por ejemplo, destruir huevos de un Águila Imperial -ave en peligro de extinción- es considerado el mismo delito que matar un ejemplar adulto de ese ave. Sin embargo, destruir un embrión humano no es igual penalmente que acabar con la vida de una persona ya nacida. Esa doble vara de proteger la vida no humana y la humana es lo que denuncia la Iglesia. Pero tanto ecologistas como partidos de izquierda han hecho una lectura de la campaña muy particular. Así, el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso ha acusado a la Iglesia de “querer encarcelar” a las mujeres que abortan -aunque la Iglesia nunca ha propuesto tal medida- y añadió que su partido “no quiere meter en la cárcel a las mujeres que por circunstancias muy a menudo dramáticas” acaban con la vida de sus hijos.

Por su parte, Ecologistas en Acción ha enviado una carta a la Conferencia Episcopal en la que “respetuosa y humildemente” acusa a la Iglesia de “faltar a la verdad y manipular la realidad”. Por ello, los conservacionistas instan a la Iglesia, de forma “respetuosa y humilde” a “hacer campaña sobre los millones de personas, niños y niñas, que viven en la más absoluta pobreza pasando hambre, guerra y demás calamidades” -a pesar de que la Iglesia es la institución que mayor labor social hace en todo el mundo-. Esta asociación también reprocha a la Conferencia Episcopal que compara “niños con los linces”.

El ministro de Sanidad, Bernat Soria, también ha entrado en la batería de acusaciones a la Iglesia a cuenta de esta campaña a favor de la vida. Para Soria “el camino que sigue la Iglesia con esta campaña es distinto del que sigue la sociedad”. Pese a que es el Ministerio de Igualdad y no el suyo el que ha asumido el protagonismo en la realización de este proyecto, Soria ha precisado que “de lo que se trata es de adaptar las leyes españolas a las europeas”.

Una de las reacciones más esperadas por su oposición a esta reforma es la del Partido Popular. La portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría se ha limitado a afirmar que el PP “respeta” esta campaña y defiende que la Iglesia tiene “todo el derecho del mundo a expresar su opinión”.

En Cataluña, los grupos políticos que sostienen al gobierno regional -PSC, ERC e IU- han criticado duramente a la Iglesia. El portavoz del PSC en el parlamento catalán, David Pérez, ha precisado que con esta campaña “la Iglesia se dedica a salpicar el debate de la reforma legislativa sobre el aborto de forma injusta y demagoga con campañas que no tienen perdón de Dios”.

Ante tantas reacciones suscitadas por una campaña que pide la protección de los niños no nacidos, el secretario general de la Conferencia Episcopal, monseñor Juan Antonio Martínez Camino ha recordado que “es necesario proteger la vida en toda su diversidad, pero es paradójico que nuestras leyes en este momento ya, protejan menos al ser humano que va a nacer y si salen adelante determinadas propuestas lo protegerán mucho menos”. Por ello, Martínez Camino ha afirmado: “Lo que queremos es dar voz a los seres humanos que van a nacer y que aún no hablan pero sí tienene derecho a vivir. Eso no creo que moleste a nadie”.