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12 noviembre 2009

Domingo 15 de noviembre




 

DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO
15 de noviembre de 2009  (ciclo B, año par)






Primera lectura
Por aquel tiempo se salvará tu pueblo
Lectura de la profecía de Daniel (12, 1-3)
Por aquel tiempo se levantará Miguel,
el arcángel que se ocupa de tu pueblo:
serán tiempos difíciles, como no los ha habido
desde que hubo naciones hasta ahora.

Entonces se salvará tu pueblo:
todos los inscritos en el libro.

Muchos de los que duermen en el polvo
despertarán:
unos para vida eterna,
otros para ignominia perpetua.

Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento,
y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas,
por toda la eternidad.

Palabra de Dios
Salmo responsorial
Sal 15, 5 y 8. 9-10. 11 (R/.: 1)
R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.
Segunda lectura
Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre
a los que van siendo consagrados

Lectura de la carta a los Hebreos (10, 11-14.18 c)
Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente, ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados.

Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies.

Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados.

Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.
Palabra de Dios
Aleluya
Lc 21, 36

Estad siempre despiertos,
pidiendo fuerza para manteneros en pie
ante el Hijo del hombre.
EVANGELIO
Reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos
+ Lectura del santo evangelio según san Marcos (13, 24-32)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

— «En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán.

Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte.

Aprended de esta parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca, a la puerta. Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo el Padre.»
Palabra del Señor





COMENTARIO
Reunirá a sus elegidos
de los cuatro vientos.

El Año Litúrgico está llegando a su fin y la liturgia nos hace experimentar, en cierto modo, el otoño de la humanidad, el fin del mundo y de su historia. El fin del mundo sucederá cuando el Señor vuelva para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos. La segunda venida de Jesucristo no puede producir miedo ni angustia, porque es una promesa, no una amenaza. Cristo nos ha precedido para preparar el lugar.
En el Evangelio se nos describe la situación en que queda la comunidad cristiana después de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Es una comunidad de elegidos, de salvados. La vida de estos elegidos se caracteriza por una tensión de esperanza en la vuelta del Señor.
Es útil que Dios haya querido que ignorásemos aquel día, para que el corazón esté siempre preparado en la espera de lo que sabe que ha de llegar, aunque no sepa cuándo ha de ser (cf. San Agustín, Comentario al salmo 36,1,1)
 La esperanza ha de ser vigilante, pues la consumación será imprevista. La vigilancia es vivir alejados del pecado y realizar obras buenas.
Vivimos en un momento histórico en el que hay mucha gente que vive confundida, mareada, desorientada. Mucha gente que está viviendo de espaldas a Cristo y a su Iglesia. Es una triste realidad, pero es la realidad de la infidelidad de los que se han dejado seducir por los ídolos de este mundo y han cerrado sus oídos a la verdadera vida de Cristo y de la Iglesia.
Por eso, la Palabra de Dios que proclamamos hoy nos recuerda que hemos de mantenernos fieles a Jesucristo y a la Iglesia, aunque el mundo de hoy no acepte estas enseñanzas y rechace a Cristo y a la Iglesia. Además, Jesús nos dice en el Evangelio que esta fidelidad y perseverancia no es fácil: el que quiera mantenerse fiel sufrirá persecución y será abandonado y traicionado por los hombres. La fidelidad y la perseverancia tienen un precio: la persecución, la cruz; pero también tienen una recompensa: la vida eterna.
Toda la historia del mundo es una lucha. Al lado de los justos toman parte las fuerzas celestes; Dios está con ellos frente a los grandes poderes de la tierra. Toda esta lucha es un misterio oculto a los ojos sin fe, que sólo al final de los tiempos será descubierto. Los que duermen en el polvo, aquellos que lo dieron todo por el Reino de Dios no serán derrotados: viven. La muerte es un sueño abierto a un despertar.
El Reino de Dios, que está más allá de la muerte, don total de sí mismo, es diferente a los reinos de la tierra y la vida de los santos es una vida transfigurada. Lo que triunfa es el amor y la esperanza más allá de toda prueba. Dios puede convertir el polvo, nuestro pobre polvo, en estrellas que eternamente brillarán. El amor exige eternidad. Los sabios según Dios son los que por sus enseñanzas y vida han empujado a los hombres, sus hermanos, por el camino de la virtud. Por su unión con Dios, fuente de toda vida, han sido vida para sus hermanos.

Compromiso semanal
¿Estás preparado para la venida del Señor? ¿Intentas ser fiel a su enseñanza y la de la Iglesia? ¡Plantéatelo!

La Palabra del Señor, luz para cada día
lectura: Daniel 12, 1-3. Por aquel tiempo se salvará tu pueblo.
                    En medio de la persecución Daniel proclama proféticamente la salvación que Dios traerá a su pueblo en el tiempo de la angustia. Dios no abandona a su pueblo. Toda la historia del mundo es una lucha. Al lado de los justos toman parte las fuerzas celestes; Dios está con ellos frente a los grandes poderes de la tierra. Toda esta lucha es un misterio oculto a los ojos sin fe, que sólo al final de los tiempos será descubierto. La salvación luminosa proclamada para los sabios y para los que condujeron a muchos por el buen camino es una imagen de la salvación eterna concedida a los fieles. Los sabios son aquellos que han permanecido fieles al Señor.
          Puedes leer Juan 5, 28-29 e Isaías 66, 18-24
Salmo 15, 5-11. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
            Este salmo es un canto de confianza y auténtica profesión de fe. Frente a aquellos que se entregan al culto de falsos dioses, el salmista se refugia en el verdadero Dios. El Nuevo Testamento ha aplicado estas palabras a la resurrección de Jesucristo (Hch 2, 25-28).
2ª lectura: Hebreos 10, 11-14. 18. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados.
                    En Cristo hemos sido santificados, consagrados, hechos sacerdotes. Nos ha hecho capaces de acceder a Dios y de configurarnos con él como intercesores por los hombres.
Evangelio: Marcos 13, 24-32. Reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos.
            El evangelio nos habla de la segunda venida de Jesucristo para reunir o salvar a sus elegidos. Se subraya el triunfo definitivo del Hijo del Hombre y, a la vez, el triunfo de todos los que han permanecido fieles a él en el período de la gran tribulación. Se trata del acontecimiento que sentido a toda la historia. No sabemos el día ni la hora. Por eso se nos invita a vivir en actitud vigilante. Una vigilancia constante y responsable. Una vigilancia que excluye tanto la impaciencia como el sueño, tanto el temor como el relajamiento. Implica lucha, esfuerzo y valor.
                    Puedes leer Zacarías 2, 10-17





CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 16
Santa Margarita

de Escocia
1M 1,10-15.41-43.54-57.62-64. Una cólera terrible se abatió sobre Israel.
Sal 118. Dame vida, Señor, para que observe tus decretos.
Lc 18, 35-43   ¿Qué quieres que haga por ti?   -Señor, que recobre la vista.
Haz una obra de misericordia
Martes 17
Santa Isabel

de Hungría
2M 6,18-31. Legaré un noble ejemplo, para que aprendan a arrostrar voluntariamente la muerte por amor a nuestra Ley.
Sal 3. El Señor me sostiene.
Lc 19, 1-10   El Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.
Reza por la conversión de los alejados
Miércoles 18
Dedicación de las Basílicas de San Pedro y San Pablo

2M 7,1.20-31. El creador del universo os devolverá el aliento y la vida.
Sal 16. Al despertar, Señor, me saciaré de tu semblante.
Lc 19, 11-28   ¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?
Medita qué estás haciendo con tus talentos
Jueves 19

 

1M 2,15-29. Viviremos según la alianza de nuestros padres.
Sal 49. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Lc 19, 41-44   Si comprendieras los caminos de la paz.
Pídele al Señor que te conceda el don de su paz
Viernes 20
Beata Ángeles Lloret Martí y compañeras

mártires
1M 4,36-37.52-59. Celebraron la consagración del altar, ofreciendo con júbilo holocaustos.
Sal: 1Cro 29,10-12. Alabamos, Señor, tu nombre glorioso.
Lc 19, 45-48   Habéis convertido mi casa en cueva de ladrones.
¿Tratas bien las cosas de Dios?
Sábado 21 La Presentación de la Virgen
1M 6,1-13. Por el daño que hice en Jerusalén muero de tristeza.
Sal 9. Gozaré, Señor, de tu salvación.
Lc 20, 27-40   No es un Dios de muertos, sino de vivos.
Reza por tus difuntos
Domingo 22
Jesucristo, Rey del Universo

Dn 7, 13-14   Su poder es eterno, no cesará.
Sal 92, 1-2.5   El Señor reina, vestido de majestad.
Ap 1, 5-8   Aquel que nos amó nos ha convertido en su reino, y nos ha hecho sacerdotes.
Jn 18, 33-37   Tú lo dices: soy rey.
Haz oración por tu familia y por la parroquia

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