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30 octubre 2009

Domingo 1 de noviembre

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS
1 de noviembre de 2009  (ciclo B, año par)





Primera lectura
Apareció en la visión una muchedumbre inmensa,
que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua

Lectura del libro del Apocalipsis (7, 2-4. 9-14)
Yo, Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar, diciéndoles: —«No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos en la frente a los siervos de nuestro Dios.»

Oí también el número de los marcados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel.

Después de esto apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritaban con voz potente: — «¡La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!»

Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y rindieron homenaje a Dios, diciendo: — «Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén.»

Y uno de los ancianos me dijo: — «Ésos que están vestidos con vestiduras blancas ¿quiénes son y de dónde han venido?»

Yo le respondí: — «Señor mío, tú lo sabrás.»

Él me respondió: — «Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero.»
Palabra de Dios
Salmo responsorial
Sal 23, 1-2. 3-4ab. 5-6
R. Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.

Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/.
Segunda lectura
Veremos a Dios tal cual es
Lectura de la primera carta del apóstol (san Juan 3, 1-3)
Queridos hermanos:

Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!

El mundo no nos conoce porque no le conoció a él.

Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.

Todo el que tiene esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.
Palabra de Dios.
Aleluya
Mt 11, 28

Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados,
y yo os aliviaré —dice el Señor—.
EVANGELIO
Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5, 1-12a)
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:

«Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.

Dichosos los que lloran,
porque ellos serán consolados.

Dichosos los sufridos,
porque ellos heredarán la tierra.

Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos quedarán saciados.

Dichosos los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.

Dichosos los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.

Dichosos los que trabajan por la paz,
porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.

Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.

Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.»
Palabra del Señor





COMENTARIO
¡Sed santos, como Yo soy santo!
La Iglesia celebra hoy la solemnidad de Todos los Santos. Hoy recordamos especialmente a esa muchedumbre inmensa que nadie podía contar, de la que nos habla el Apocalipsis (Ap 7, 2-4); la multitud de los discípulos de Cristo que ya han alcanzado la meta de la vida eterna.
Al visitar un jardín botánico, nos sorprende la variedad de plantas y flores, y resulta natural pensar en la fantasía del Creador, que ha transformado la tierra en un maravilloso jardín. Experimentamos un sentimiento análogo cuando consideramos el espectáculo de la santidad: el mundo se nos presenta como un "jardín", donde el Espíritu de Dios ha suscitado con admirable fantasía una multitud de santos y santas, de toda edad y condición social, de toda lengua, pueblo y cultura.
Cada uno es diferente del otro, con la singularidad de la propia personalidad humana y del propio carisma espiritual. Pero todos llevan grabado el "sello" de Jesús (cf. Ap 7, 3), es decir, la huella de su amor, testimoniado a través de la cruz. Todos viven felices, en una fiesta sin fin, pero, como Jesús, conquistaron esta meta pasando por fatigas y pruebas (cf. Ap 7, 14), afrontando cada uno su parte de sacrificio para participar en la gloria de la resurrección (Benedicto XVI, Angelus 1-XI-2008).
            La Iglesia quiere que recordemos que, hasta que venga Jesucristo al final de los tiempos, sus discípulos, unos peregrinamos en la tierra; otros, ya difuntos, se purifican; mientras otros están ya en el cielo, glorificados, contemplando a Dios tal cual es. Hay una comunión entre la Iglesia del cielo y la de la tierra. La Iglesia es
           • Iglesia militante que lucha y camina en la tierra para alcanzar la meta que es la vida eterna;
           • Iglesia purgante que se purifica para poder participar de la gloria de Dios;
          • Iglesia triunfante que ha alcanzado ya la meta de la fe y vive junto a Dios para siempre.
            Por ello, conscientes de esta comunión de todo el Cuerpo Místico de Cristo, tiene sentido el recuerdo y la oración a los santos. Ellos, ahora son semejantes a Dios y le ven tal cual es. Ellos ahora interceden por nosotros. Ellos hicieron realidad en su vida el espíritu de las bienaventuranzas.
Ellos son santos no porque ganaran mucho dinero o fueran poderosos y ocuparan los primeros puestos, sino que son santos porque fueron pobres, mansos, limpios de corazón, pacíficos, misericordiosos, lloraron sus pecados y tuvieron hambre y sed de la salvación. Son santos porque en su vida fueron fieles a Jesucristo y vivieron cada día de su Palabra, vivieron cada día haciendo su voluntad.
            Toda la Iglesia está en oración, viviendo el misterio de la comunión de los santos. Rezamos a la Iglesia triunfante para que, ella que viven ya junto a Dios, interceda al Padre por nosotros que vivimos luchando en nuestro caminar hacia la meta que es la vida eterna. Mañana rezaremos por la Iglesia purgante para que estos hermanos nuestros puedan disfrutar pronto de la vida eterna.
            El camino que recorrieron los santos lo puedes recorrer también tú. Tú estás llamado a ser santo. Estás llamado a vivir cada día siendo fiel al Señor, haciendo de las Bienaventuranzas tu estilo de vida. Estás llamado a ser santo en medio de tu debilidad. El Señor ya cuenta con ella. El santo no es una especie de "superman".
Santo es el hombre y la mujer que, desde su debilidad, se fía de Dios y se lanza a la aventura de vivir cada día tratando de hacer su voluntad, tratando de vivir como Jesús. Este es el testimonio que necesita el mundo de hoy. ¿Te atreves? ¿Te animas? ¡Ánimo! ¡El Señor te llama! ¡Fíate de Él! ¡Ponte en sus manos! El que empezó en ti la obra buena, Él mismo la llevará a su término.

Compromiso semanal
Pídele al Señor el don de la santidad.

La Palabra del Señor, luz para cada día
1ªlectura: Apocalipsis  7, 2-4. 9-14. Apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua.
                    Juan contempla en el cielo una grandiosa y triunfal celebración de toda la Iglesia. Una muchedumbre de todas las naciones, pueblos, razas y lenguas del mundo se reúne para alabar a Dios. Unidos a los ángeles, a los ancianos y a todo el universo proclaman su victoria, simbolizada por la túnica blanca y la palma obtenida gracias a la “sangre del Cordero”, su Pastor. Porque se unieron a su Pasión le glorifican ahora.
Salmo 23.  Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor..
            Una profunda alegría y serena confianza dominan todo el salmo que canta la felicidad de estar junto a Dios. Jesús es el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas y que al final de los tiempos las conducirá a fuentes de agua viva.
2ª lectura: 1 Juan 3, 1-3. Veremos a Dios tal cual es.
                    Juan nos invita a reflexionar sobre el don prodigioso del amor del Padre a los creyentes. Es una invitación emocionada y gozosa a apreciar con el corazón, a comprobar, a comprender en el amor, a contemplar, admirados y alegres, el excepcional, generoso y gratuito amor de Dios que nos hace realmente hijos suyos. Ya lo somos aquí y ahora, aunque estamos en camino hacia la plena filiación que nos dará el Señor cuando vuelva.
Evangelio: Mateo 5, 1-12. Dichosos los pobres en el espíritu.
            Las Bienaventuranzas no son para Jesús máximas de sabiduría, sino la expresión de la buena noticia que Él vino a traer. Al mismo tiempo que proclaman la cercanía del Reino de Dios, indican de qué manera ejerce Dios su poder real sobre todos los hombres. Es verdaderamente cristiano el que trata de vivir a fondo las Bienaventuranzas.
            Puedes  leer Colosenses 1, 24-29.





CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 2
Conmemoración de todos los fieles difuntos

Mac 12, 43-46   Obrando con gran rectitud, pensando en la resurrección.
Sal 121, 1-9   Qué alegría cuando me dijeron: vamos a la casa del Señor.
1 Jn 3, 14-16   Nosotros hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos.
Jn 11, 17-27   Yo soy la resurrección y la vida.
Reza por tus familiares y amigos difuntos
Martes 3
San Martín de Porres

Rm 12,5-16a. Cada miembro está al servicio de los otros miembros.
Sal 130. Guarda mi alma en la paz junto a ti, Señor.
Lc 14, 15-24   Sal por los caminos y convence a la gente para que entre.
Revisa cómo respondes a las llamadas del Señor
Miércoles 4
San Carlos Borromeo

Rm 13,8-10. Amar es cumplir la ley entera.
Sal 111. Dichoso el que se apiada y presta.
Lc 14, 25-33   El que no renuncia a todo lo que tiene, no puede ser discípulo mío.
Medita el Evangelio de hoy
Jueves 5

 

Rm 14,7-12. En la vida y en la muerte somos del Señor.
Sal 26. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
Lc 15,1-10. Habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta.
Haz una obra de misericordia
Viernes 6
mártires

de España del siglo XX
Rm 15,14-21. Ministro de Cristo Jesús para con los gentiles, para que la ofrenda de los gentiles agrade a Dios.
Sal 97. El Señor revela a las naciones su victoria.
Lc 16, 1-8   Los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz.
Revisa cómo está tu fidelidad
Sábado 7

 

Rm 16,3-9.16.22-27. Saludaos unos a otros con el beso ritual.
Sal 144. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.
Lc 16, 9-15   No podéis servir a Dios y al dinero.
¿Estás pegado a las cosas materiales? ¡Revísalo!
Domingo 8
32º del Tiempo Ordinario

1 Re 17, 10-16   La viuda hizo un panecillo con su puñado de harina y se lo entregó a Elías.
Sal 145, 7-10   Alaba, alma mía, al Señor.
Heb 9, 24-28   Cristo se ofreció una sola vez por los pecados de todos.
Mc 12, 38-44   Esa viuda pobre ha echado más que nadie.
Haz oración por tu familia y por la parroquia

21 octubre 2009

Domingo 25 de octubre

DOMINGO XXx DEL TIEMPO ORDINARIO
25 de octubre de 2009  (ciclo B, año par)




Primera lectura
Guiaré entre consuelos a los ciegos y cojos
Lectura del libro de Jeremías (31, 7-9)
Así dice el Señor:
«Gritad de alegría por Jacob,
regocijaos por el mejor de los pueblos;
proclamad, alabad y decid:
El Señor ha salvado a su pueblo,
al resto de Israel.

Mirad que yo os traeré del país del norte,
os congregaré de los confines de la tierra.
Entre ellos hay ciegos y cojos,
preñadas y paridas:
una gran multitud retorna.

Se marcharon llorando,
los guiaré entre consuelos;
los llevaré a torrentes de agua,
por un camino llano en que no tropezarán.
Seré un padre para Israel,
Efraín será mi primogénito.»

Palabra de Dios
Salmo responsorial
Sal 125, l-2ab. 2cd-3. 4-5. 6 (R/.: 3)
R/. El Señor ha estado grande con nosotros,
     y estamos alegres.

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R/.

Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres. R/.

Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares. R/.

Al ir, iba llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas. R/.

Segunda lectura
Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec
Lectura de la carta a los Hebreos (5, 1-6)
Hermanos:

Todo sumo sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados.

Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades.

A causa de ellas, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo.

Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino aquel que le dijo: «Tú eres mí Hijo: yo te he engendrado hoy», o, como dice otro pasaje de la Escritura: «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.»

Palabra de Dios
Aleluya
2Tm 1, 10

Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte
y sacó a la luz la vida, por medio del Evangelio.

EVANGELIO
Maestro, haz que pueda ver
+ Lectura del santo evangelio según san Marcos (10, 46-52)
En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: — «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.»

Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: — «Hijo de David, ten compasión de mí.»
Jesús se detuvo y dijo: — «Llamadlo.»

Llamaron al ciego, diciéndole: — «Animo, levántate, que te llama.»

Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.

Jesús le dijo: — «¿Qué quieres que haga por ti?»

El ciego le contestó: — «Maestro, que pueda ver.»

Jesús le dijo: — «Anda, tu fe te ha curado.»

Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

Palabra del Señor



COMENTARIO
Maestro, haz que pueda ver
La Palabra de Dios que proclamamos hoy nos habla de la lucha entre la luz y las tinieblas y del poder sanador de la fe. Nos presenta la realidad del ciego de Jericó que vive en la oscuridad hasta que se encuentra con Jesús: Jesucristo es la luz y le da la luz que le permite ver.
En el ciego Bartimeo estás representado tú: todos vivimos en la más profunda oscuridad hasta que nos encontramos con Jesucristo y dejamos que Él llene nuestro corazón. Cuando Jesucristo llena nuestro corazón las tinieblas se desvanecen y vemos con claridad, aunque la amenaza de la oscuridad está siempre presente, y, por tanto, la vida cristiana es una permanente lucha entre la luz y las tinieblas.
En el mundo de hoy hay mucha gente que vive en la oscuridad, en la ceguera, porque se ha apartado de Dios y quiere vivir como si Dios no existiera. Por eso mucha gente hoy vive confundida, desorientada, perdida, sin encontrar el sentido de la vida, sin saber cómo hay que vivir, dejándose llevar por el vaivén de la moda. Esta desorientación es una de las causas de la insatisfacción e infelicidad de muchas personas de hoy.
Por ello, en medio de este mundo oscuro y desorientado la Palabra de Dios te presenta a Jesucristo como la luz del mundo, como el único salvador, como la única luz que puede iluminar tu vida, que puede hacerte encontrar el sentido de la vida, la única luz que puede hacerte encontrar el camino de la felicidad: Cristo, que es el camino, la verdad y la vida.
Bartimeo, tras recobrar la vista -narra el evangelio- "lo sigue por el camino", es decir, se convierte en su discípulo y sube con el Maestro a Jerusalén para participar con él en el gran misterio de la salvación. La fe es un camino de iluminación: parte de la humildad de reconocerse necesitados de salvación y llega al encuentro personal con Cristo, que llama a seguirlo por la senda del amor (cf. Benedicto XVI, Angelus 29-X-2006).
La Palabra de Dios que proclamamos hoy te invita a salir de las tinieblas y a buscar la luz que es Cristo. Te invita a que revises tu propia vida a la luz de la enseñanza de Jesucristo y de la Iglesia y que mires si se ajusta a la luz que es Cristo, o si todavía quedan zonas oscuras llenas de tinieblas que es preciso iluminar.
Es importante que descubras que la luz de Cristo debe iluminar toda tu vida: todos los aspectos y todos los ámbitos de nuestra vida deben ser iluminados por la luz de Cristo. Ningún rincón de tu vida puede escapar a esta luz. Si eres cristiano lo has de manifestar en todo lo que pienses, digas y hagas. Ser cristiano es tener los mismos sentimientos y actitudes que tuvo Cristo Jesús (Fil 2, 4).
Por ello, en la familia, en los estudios, en el trabajo, en la diversión, en el noviazgo, en la política, en los negocios, en las relaciones de vecinos, en el grupo de jóvenes... en todo debe brillar la luz de Cristo. ¿Cómo está tu vida? ¿Brilla la luz de Cristo en tu corazón? ¿Queda alguna "zona oscura" en tu interior? ¡Déjate iluminar por Cristo y encontrarás el camino que te da la felicidad y te lleva a la vida eterna!

Compromiso semanal
Revisa tu vida tratando de descubrir las zonas de ella que aún no han sido iluminadas por la luz de Cristo y deja que su luz brille totalmente en tu corazón.

La Palabra del Señor, luz para cada día
1ªlectura: Jeremías 31, 7-9. Guiaré entre consuelos a los ciegos y a los cojos.
                    Jeremías evoca con emoción el regreso de los exiliados a la patria, porque Dios es un Padre bueno para con su pueblo. El destierro es como un desierto en donde el pueblo encuentra a su Dios. A través de la prueba se manifiesta el amor eterno del Dios fiel; el Señor es Dios en la cercanía del amor y en la lejanía del misterio. El pueblo debe ponerse en marcha, venciendo el miedo y la inercia.
Salmo 125, 1-6. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
            El salmo alimenta nuestra fe de dos maneras: invitándonos a reconocer y admirar las maravillas que el Señor hizo y seguirá haciendo con nosotros. Y estimulando nuestra confianza ante los sufrimientos del presente: son cosa de nada comparados con la dicha que un día se nos descubrirá (Rm 8, 18).
2ª lectura: Hebreos 5, 1-6. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
                    Cristo tiene la dignidad y el honor del sacerdocio por la humilde aceptación de una encomienda, de un don. El mismo Dios, que lo ha proclamado su Hijo, lo ha nombrado, proclamado y declarado solemnemente sumo sacerdote. El hecho de ser el Hijo da a su sacerdocio una categoría, una gloria, dignidad y calidad suprema, porque lo coloca en una relación personal íntima, perfecta, plena, con Dios.
Evangelio: Marcos 10, 46-52. Maestro, haz que pueda ver.
            En todo el viaje a Jerusalén, el evangelista ha repetido la lección: hay que “ver” para “seguir” a Jesús. Pedro no ha visto. Juan y Santiago, no más que el resto de los apóstoles. El joven rico se marchó pesaroso. Ahora Bartimeo, curado por su fe, puede seguir como buen discípulo al Hijo de David hasta la misma Jerusalén. Bartimeo se convierte en modelo de discípulo. Auténtico discípulo es aquel que, como Bartimeo, testimonia y proclama su fe, la traduce en oración perseverante y confiada, se libera de todo lo que le impida un encuentro personal con Cristo, e iluminado por Él, le sigue decidido en su camino.
                    Puedes leer Mateo 9, 28-29



CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 26
Rm 8,12-17. Habéis recibido un espíritu de hijos adoptivos,
que nos hace gritar: «¡Abba!» (Padre).
Sal 67. Nuestro Dios es un Dios que salva.
Lc 13, 10-17   Mujer, quedas libre de tu enfermedad.
Reza por los enfermos y quienes los cuidan.
Martes 27
Rm 8,18-25. La creación, expectante, está aguardando la plena manifestación de los hijos de Dios.
Sal 125. El Señor ha estado grande con nosotros.
Lc 13, 18-21   Creció, se convirtió en árbol.
Pídele al Señor el don de la fe.
Miércoles 28
San Simón y San Judas,

apóstoles
Ef 2,19-22. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles.
Sal 18. A toda la tierra alcanza su pregón.
Lc 6,12-19. Escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles.
Revisa tu vida desde el Evangelio de hoy
Jueves 29

 

Rm 8,31b-39. Ninguna criatura podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo.
Sal 108. Sálvame, señor, por tu bondad.
Lc 13,31-35. No cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén.
Haz una obra de misericordia
Viernes 30

 

Rm 9,1-5. Quisiera ser un proscrito por el bien de mis hermanos.
Sal 147. Glorifica al Señor, Jerusalén.
Lc 14, 1-6   Había allí un hombre enfermo.
Pídele al Señor que te libere del fariseísmo
Sábado 31

 

Rm 11,1-2a.11-12.25-29. Si la reprobación de los judíos es reconciliación del mundo, ¿qué será su reintegración sino un volver de la muerte a la vida?
Sal 93. El Señor no rechaza a su pueblo.
Lc 14, 1.7-11 El que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado.
Pídele al Señor el don de la humildad
Domingo 1
Todos los Santos

Ap 7, 2-4.9-14   Una muchedumbre inmensa de toda nación, razas...
Sal 23, 1-6   Éstos son los que buscan al Señor.
1 Jn 3, 1-3   Seremos semejantes a Él.
Mt 5, 1-12a   Dichosos, los pobres, los limpios, los humildes ...
Haz oración por tu familia y por la parroquia

 

15 octubre 2009

Debate sobre "Jóvenes y Violencia"

Queridos amigos:
Este viernes próximo dia 16,en Fomento de Gandia,se celebrará un debate sobre"Jóvenes y Violencia",a las 8 de la   tarde.Lo organiza el "Fórum de Diáleg" y está abierto a todo el público que quiera acudir.                                         
Os animo a asistir.....dado que siempre se puede aportar algún comentario de interés.                                            
 

Saludos.SR (La fecha es mala porque es la víspera del viaje a Madrid para la manifestación,pero.....)

Domingo 18 de octubre


DOMINGO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO
18 de octubre de 2009  (ciclo B, año par)






 Primera lectura
Cuando entregue su vida como expiación,
verá su descendencia, prolongará sus años

Lectura del libro de Isaías (53,10-11)

El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento,
y entregar su vida como expiación:
verá su descendencia, prolongará sus años,
lo que el Señor quiere prosperará por su mano.

Por los trabajos de su alma verá la luz,
el justo se saciará de conocimiento.
Mi siervo justificará a muchos,
porque cargó con los crímenes de ellos.

Palabra de Dios
Salmo responsorial
Sal 32, 4-5. 18-19. 20 y 22 (R/.: 22)

R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
      como lo esperamos de ti.

Que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.

Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R/.

Segunda lectura
Acerquémonos con seguridad al trono de la gracia

Lectura de la carta a los Hebreos (4, 14-16)

Hermanos:

Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios.

No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado.

Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente. Palabra de Dios 

Aleluya
Mc 10, 45

El Hijo del hombre ha venido para servir
y dar su vida en rescate por todos. 

EVANGELIO
El Hijo del hombre ha venido para dar su vida en rescate por todos

+ Lectura del santo evangelio según san Marcos (10, 35-45)

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: — «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.»

Les preguntó: — «¿Qué queréis que haga por vosotros?»

Contestaron: — «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.»

Jesús replicó: — «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?»

Contestaron: — «Lo somos.»

Jesús les dijo: — «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.»

Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.

Jesús, reuniéndolos, les dijo: — «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen.

Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.

Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.» Palabra del Señor

Palabra del Señor








COMENTARIO
El Hijo del Hombre ha venido para dar su vida en rescate por todos
            La Palabra de Dios nos planteaba el Domingo pasado que las riquezas hacen difícil el seguimiento de Cristo. Hoy la Palabra de Dios nos dice que ocurre lo mismo con el afán de poder. Quien desea el poder tiene el peligro del endiosamiento, de la idolatría, de crear servidumbres y generar opresión.
            La sociedad está ordenada en razón del éxito y de la competencia. Es necesario abrirse camino, triunfar, y para muchos no importa los medios que se emplean para conseguirlo. Es la gran tentación. Vives en una sociedad que te enseña a aparentar lo que no eres, a lucir lo que no puedes, a querer situarte siempre por encima de los demás, a valorar a los demás por lo que tienen y no por lo que son, a despreciar a los pobres y pequeños... Es una de las consecuencias lógicas de esta sociedad materialista y hedonista. Desde este planteamiento no puede salir otra cosa. Vivir así es vivir desde la mentira, vivir de espaldas a Dios.
            La Palabra de Dios hoy te propone la humildad, la actitud de servicio, el dar la vida, como actitudes esenciales para poder ser amigo de Dios.
La humildad es la condición de posibilidad de la fe: sólo los humildes descubren a Dios, porque se sienten necesitados de Él y lo buscan, y, como lo buscan con sinceridad, lo encuentran. Por eso, el Señor se resiste a los soberbios y se manifiesta a los humildes.
            Además, el que vive desde la humildad, está lleno de Dios y le sobran todas las vanidades y grandezas humanas, que, vistas desde la fe, muchas veces más bien son obstáculos para seguir con autenticidad a Jesucristo.
Por ello, la Palabra de Dios te invita a huir de toda la hipocresía social, de querer ocupar los primeros puestos en la sociedad o en la Iglesia, de querer quedar bien con todos, de querer aparentar, de querer estar entre los poderosos, de querer tener "prestigio social". Todo ello es fruto del orgullo y la soberbia, y Dios te quiere pequeño, humilde, servicial, entregado... Porque Dios te quiere feliz.
            Se trata de ver las cosas desde Dios y no desde los hombres. Para Dios son al revés que para nosotros. Los que muchas veces ocupan los primeros puestos delante de los hombres, ocupan los últimos ante Dios. Y los que muchas veces son marginados y rechazados por los hombres (pobres, enfermos, ancianos, niños no nacidos...) ocupan el primer puesto delante de Dios.
            El humilde es la tierra buena en la que la semilla de la Palabra de Dios puede arraigar y dar mucho fruto. ¿Cómo está tu corazón? ¿Cuáles son tus deseos, tus ambiciones?
Buscáis a Cristo glorificado; volveos a él crucificado. Queréis reinar y ser glorificados junto al trono de Cristo; aprended antes a decir: ¡Lejos de mí el gloriarme, a no ser en la cruz de nuestro Señor Jesucristo! (Gál 6,14). Ésta es la doctrina cristiana, el precepto y la recomendación de la humildad: no gloriarse a no ser en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Pues no tiene nada de grande gloriarse en la sabiduría de Cristo, pero sí el hacerlo en la cruz. Donde encuentra el impío motivo para insultar, allí ha de encontrar el piadoso su gloria. Sea idéntico lo que provoca el insulto del soberbio y la gloria del cristiano. No te avergüences de la cruz de Cristo; para eso recibiste su señal en la frente (cf. San Agustín, Sermón 160,5).
¿Cómo estás de humildad? Revisa tu vida y plantéate tomar en serio el ser humilde. ¡Vale la pena!

Compromiso semanal
Revisa tu vida. Mira si tienes actitudes de humildad y servicio a los demás. Haz propósitos concretos en este sentido.

La Palabra del Señor, luz para cada día
1ªlectura: Isaías 53, 10-11. Cuando entregue su vida como expiación,
verá su descendencia, prolongará sus años.

          El Siervo de Dios entrega su vida como expiación, lleva su obediencia hasta la muerte; sus sufrimientos serán eficaces para la justificación de muchos; se ofrece en sacrificio, cargando con los crímenes de todos. Ha aceptado sin resistencia el plan de Dios sobre él, su destino de sufrimiento, de trabajos, de angustia. Aquí se le anuncia el resultado de su obediencia. Su entrega no ha sido inútil. Su dolor ha salvado a los hombres. La gloria sustituye a la humillación, el gozo a las injurias, la luz a la cruz. Dios declara justo a su siervo y lo hace fuente de justicia para los demás. En el Evangelio Jesús se identificará con este siervo del Señor.
Salmo 32, 4-5. 18-22. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.

            Este salmo es un himno de alabanza al Señor, y nos recuerda  algunas de las maravillas obradas por Dios a favor de su pueblo, para que aumente nuestra fe y nuestra esperanza en el plan salvador de Dios: a pesar de la muerte del Justo, a pesar de todas nuestras dificultades, los ojos del Señor están puestos en sus fieles para librar sus vidas de la muerte.
2ª lectura: Hebreos 4, 14-16. Acerquémonos con seguridad al trono de la gracia.
                    En Cristo se cumplen de una manera perfecta las características del sacerdote de la antigua alianza. Destaca, sobre todo, su capacidad de compasión. Por ello, se nos invita a acercarnos a Jesucristo, que ha sido probado en todo como nosotros, menos en el pecado, y ahora intercede por nosotros ante el Padre.
Evangelio: Marcos 10, 35-45.
El Hijo del Hombre ha venido para dar su vida en rescate por todos.

            Los discípulos, titubeantes en el seguimiento de Cristo, persisten en la orientación mundana de sus aspiraciones. Una vez más se ve obligado Jesús a instruirles: las condiciones para sentarse con él en la gloria quedan expresadas en las imágenes del cáliz y del bautismo. Son imágenes que evocan la amargura del sufrimiento, la participación e inmersión en la pasión y muerte de Jesús. Este es el camino de la gloria. Además, Jesús proclama la ley fundamental que ha de estar siempre vigente en su comunidad: cada uno ha de hacerse servidor de los demás. Ha de ser una comunidad sin deseo de poder ni de ambición de dominio, instintos profundamente arraigados en el corazón humano, pero que corrompen tanto como las riquezas. Esto no significa que la comunidad haya de carecer de autoridad. Significa que su autoridad ha de reflejarse en el servicio. Como modelo de comportamiento Jesús se ofrece a sí mismo: toda su vida ha sido un servicio sin límites, hasta dar la vida.
                    Puedes leer Juan 18, 11 y Juan 13, 4-15









CALENDARIO LITÚRGICO
Lunes 19
San Pedro de

Alcántara, presbítero
Rm 4,20-25. Está escrito también por nosotros, a quienes nos valdrá si creemos en él.
Sal: Lc 1,69-75. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo. 
Lc 12, 13-21   Así le sucede al que atesora para sí, en lugar de hacerse rico ante Dios.
Revisa qué actitud tienes ante el dinero
Martes 20

 

Rm 5,12.15b.17-19.20b-21. Por el delito de un solo hombre comenzó el reinado de la muerte. Cuanto más ahora vivirán y reinarán.
Sal 39. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad. 
Lc 12, 35-38   Dichosos los criados a quienes el amo encuentre vigilantes cuando llegue.
Pídele al Señor el don de estar preparado
Miércoles 21
Rm 6,12-18. Ofreceos a Dios como hombres que de la muerte han vuelto a la vida.
Sal 123. Nuestro auxilio es el nombre del Señor. 
Lc 12, 39-48   Os aseguro que le pondrá al frente de todos sus bienes.
Revisa si das el fruto que Dios espera de ti.
Jueves 22
Rm 6,19-23. Ahora, emancipados del pecado, habéis sido hechos esclavos de Dios.
Sal 1. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Lc 12,49-53. No he venido a traer paz, sino división.
Reza por todas las familias: que sean cristianas
Viernes 23 SanJuan de Capistrano
Rm 7,18-25a. ¿Quién me librará de este cuerpo presa de la muerte?.
Sal 118. Instrúyeme, Señor, en tus leyes.
Lc 12, 54-59   Si sabéis discernir el aspecto de la tierra y el cielo, ¿cómo es que no sabéis discernir el tiempo presente?
Reza por los niños y los jóvenes
Sábado 24
San Antonio María Claret

Rm 8,1-11. El Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros.
Sal 23. Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.
Lc 13,1-9. Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera. 
Reza por las vocaciones sacerdotales y religiosas
Domingo, 25
30º del Tiempo Ordinario

Jr 31, 7-9   Reuniré ciegos y cojos.
Sal 125, 1-6   El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres.
Heb 5, 1-6   Tú eres sacerdote eterno según el rito de Melquisedec.
Mc 10, 46-52   ¡Maestro, que pueda ver!
Reza por tu familia y por la parroquia